Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Página 1

Me desperté debido al sonido incesante e insistente de la alarma, me irritó tanto el sonido que opté por tomar el despertador inalámbrico y lanzarlo por la ventana. De a partir de ahora, usaré el teléfono como alarma. Agh, que flojera levantarme a buscar el despertador que yacía en el jardín frente a mi casa.

Estuve contemplando el póster pegado a mi techo por unos segundos. Ese y todos los pósters de mi habitación son de alguna banda de rock o algún dibujo hecho por mi que simplemente pegué a la pared solo para recordarme lo pésimo que soy dibujando y así motivarme a seguir intentándolo y mejorando.

Me levanté de mi cama con la típica flojera y fuí directamente al baño. Miré con aburrimiento mi despeinada melena pelirroja y bostezo con aburrimiento. Que flojera tengo, soy todo un holgazán, es algo que me caracteriza.

🌌📒🎧📒🌌

Bajé las escaleras rápidamente, ya era algo tarde por lo que debo darme prisa.

-Ya me voy, mamá-anuncié en voz alta sabiendo que ella me podría escuchar desde donde está.

-¿No comerás algo?-me preguntó desde la cocina-. ¡No te puedes ir sin desayunar!.

-¡Comeré algo luego, lo prometo!-dije abriendo la puerta para poder salir y, tras haberlo hecho, cerré la puerta.

Me coloqué mis audífonos y empecé a oír canciones de rock o heavy metal mientras caminaba a la escuela. El uniforme de secundaria no era muy diferente al de primaria en mi escuela. Puesto que la única diferencia que encuentro es que en secundaria debes usar un chaleco azul marino, una corbata y un saco de igual color, pero lo demás lo veo igual.

Me llamo Iker Martínez, tengo 16 años por lo que voy aún en secundaria. Planeo estudiar diseño gráfico en el futuro, me gusta dibujar usando formas geométricas, figuras abstractas y, aunque suene infantil, colorear los dibujos en blanco y negro de los libros.

Empecé a correr cuando noté la hora, iba 3 minutos atrasado, lo único que me calma es la probabilidad de que el profesor todavía no haya llegado tampoco, teniendo en cuenta lo impuntual que es.

Yo corría, pero frenaba cuando sentía que se me caerían los audífonos o cuando estaba a punto de cruzar la calle. No tardé tanto en llegar a la escuela, entré, me quité los audífonos para posteriormente guardarlos en mi mochila y caminé por los pasillos ya que si corría, podrían mandarme a dónde el director y levantarme un acta, así que para ahorrarme las molestias, camino muy rápido casi corriendo.

Mientras caminaba, me tropecé levemente con algo, no me caí, solo perdí el equilibrio. Cuando miré el suelo, me dí cuenta de que ahí estaba un cuaderno no muy grande y también estaba abierto. Enfoqué mi vista en lo que tenía escrito, mis ojos leyeron la frase de la penúltima línea que decía "Quisiera que alguien se interesara por oír todo lo que anhelo transmitir". Me agaché para tomar el cuaderno, sin embargo, al momento que puse mi mano en el libro, alguien había aparecido y había puesto su mano sobre la mía, aparentemente también quería tomar el libro.

Alcé mi vista encontrándome con unos hermosos ojos color miel, era una mirada única a mis ojos, he visto colores más raros, pero estos ojos miel me parecían especiales, denotaban bastante dulzura. Se trataba de un chico bastante flaco, casi de mi altura, su cara era bastante pálida y parecía algo desnutrido, sus ojos me tenían un poco hipnotizado y su cabello negro estaba bien peinado (a diferencia del mío que es un total desastre). Su mano aún tocaba la mía.

-Hola...-saludé al instante que reaccioné-¿es tuyo?-cuestioné devolviendo mi vista al objeto que había captado mi atención instantes atrás queriendo seguir leyendo, sin embargo, el cerró el cuaderno y lo tomó entre sus manos abrazándolo. Asintió lentamente con la cabeza-. Por cierto, soy Iker. Tu... ¿cómo te llamas?.

Él se mordió su labio inferior, abrió el cuaderno que sujetaba específicamente en la última hoja y, con sus mejillas muy rojas, me lo mostró.

''Alexander Castillo'' era lo único que decía esa página. Lo miré a él y se señaló a sí mismo con el dedo índice. Entonces asumí que ese era su nombre.

-Lindo nombre, me gusta-dije dedicándole una sonrisa, el desvió la mirada. Iba a preguntarle algo más, pero el salió corriendo con su cuaderno, supongo que hacía su salón. Me quedé quieto por unos segundos por su repentina acción, luego recordé lo tarde que era, por ende, imité su acción .

🌌📒🎧📒🌌

Sonreí al recordar los ojos miel de ese chico, no me pareció algo fuera de lo común la atracción que tuve hacia ese chico. Siempre he pensado que todas las personas somos bisexuales. Cuando una persona se enamora, lo hace por los sentimientos, no por el cuerpo, por lo tanto, todos podemos sentir atracción por cualquier otra persona, independientemente del género o la raza. No tengo problemas con estar con algún chico o chica.

-¿Por qué sonríes, Iker?-me preguntó un amigo. Soy algo conocido en esta escuela por mi cabello rojo, chicos y chicas de grados superiores e inferiores saben de mi existencia y son muy simpáticos cuando me ven.

En total, los más cercanos a mi son 4 personas: 2 chicas y 2 chicos.

Él que me hizo la pregunta es Max, él es un chico con un físico bastante común: ojos café, cabello marrón, estatura promedio, algo moreno, él no suele usar el saco reglamentario, solo el chaleco.

Él otro chico, llamado Kevin, tiene ojos verde agua, es todo un galán al momento de hablar con chicas, su cabello es castaño oscuro, es un poco más alto que Max, pero más enano que yo.

La diferencia entre el uniforme de las chicas y los chicos era que las chicas usaban faldas cortas negras, además de que las chicas usan algo así como una chaqueta en vez del saco. A Lily, una de mis amigas, le gusta usar la falda bastante corta, a tal punto que no le falta mucho para ser una mini falda. Su cabello es rubio rizado, sus ojos son marrones, es bastante coqueta y fácil de enamorar. No usa la chaqueta constantemente y casi siempre usa una diadema negra en el cabello.

La otra chica es la más baja estatura del grupo, su cabello es marrón y liso, tiene unas mejillas muy suaves, su piel es un poco morena, es muy divertida y tranquila. Suele traer un moño rojo adornando su lindo cabello. Se llama Kate.

-¿Por qué sonrío?, ¿acaso necesito una razón por la cual sonreír?-cuestioné, no les pensaba hablar sobre aquel chico misterioso y tierno que ví, tampoco es que yo tenga mucho que decir porque él parecía muy reservado y no me gusta andar por la vida contando sobre la vida de otros y esas cosas.

-Es solo que hoy te ves más feliz de lo usual-dijo Lily esbozando una sonrisa traviesa-. ¿Acaso conociste a una chica?-se mordió el labio inferior pícaramente.

-De verdad, chicos, no ha pasado nada. Solo recordé que próximamente una de mis bandas de rock hará una presentación en una ciudad cerca de aquí y planeo ir con mi madre, eso es todo-dije, no era mentira, sí iría con mi madre al concierto, pero no es el motivo por el que yo estaba sonriendo-. Ya saben que ella también es muy fan de las bandas de rock. Estoy bastante emocionado

-Oh cierto, me hablaste sobre ello-recordó Max.

Mis amigos comenzaron a charlar totalmente ajenos a mi. Yo estaba perdido en mi mundo, aquella mirada miel me tenía totalmente hechizado.

Sonó el timbre indicando la hora de salida. Las clases de hoy habían pasado muy rápido a mi parecer. Todos los chicos y chicas de mi clase salieron rápidamente del salón, todos andaban super emocionados porque había iniciado el fin de semana ya querían volver a casa para holgazanear. Yo no, decidí que este fin de semana me dedicaría a practicar mis dibujos.

Mi madre se ofreció personalmente a colaborarme, pues ella fue maestra de primaria hasta que decidió renunciar para cuidarme y encargarse de mi crianza.

Suspiré antes de levantarme de mi lugar, le dije a los chicos que se adelantaran y que yo volvería sólo a casa. Era impresionante lo poco que tardaron los estudiantes en abandonar la escuela. Tomé mi mochila tras guardar mis cosas, salí del salón, los pasillos estaban bastantes solitarios, quedaban muy pocos alumnos y uno que otro profesor merodeando por ahí.

Mientras caminaba por los corredores, me percaté que al final de uno, específicamente cerca de la puerta de vidrio que da al patio, se veía la figura de un chico sentado en el suelo. Miré mejor y me dí cuenta de que el cesto de basura estaba volcado al lado del chico, toda la basura que los alumnos y profesores botan había caído sobre ese pobre chico.

Que crueles pueden llegar a ser las personas.

Corrí rápidamente con la idea de ver a una pobre víctima de bullying llorar, pero no. Aquel chico tenía la mirada perdida en la nada, se veía pensativo y muy pacífico a pesar de estar rodeado de basura y suciedad. Mi corazón latía rápidamente cuando aquella mirada miel se postró sobre mi, se veía confundido de verme.

-¿Quien te hizo eso?-pregunté mientras acomodaba el cesto y empezaba a arrojar toda la basura del piso hasta dentro del cesto. Alexander miraba en silencio mis acciones sin moverse y negó con la cabeza-. ¿No me dirás?, ¿por qué?-seguí interrogandolo, me dió un poco de curiosidad saber sobre su peculiar comportamiento y sobre las deprimentes palabras que el había escrito con lápiz en un simple cuaderno. Volvió a negar con la cabeza luego se señaló a sí mismo con su dedo índice tratando así de comunicarse conmigo a través de lenguaje de señas-. ¿Dices que fue tu culpa?-asintió con la cabeza, aunque... me parece algo incoherente, me refiero a... ¿por qué acepta que es su culpa?. Un chico malo o rebelde diría que la culpa la tiene otra persona. Si el estaba diciendo que era ese tipo de chico que molesta a otros, ¿por qué no tiene orgullo?.

Definitivamente, no fue su culpa. Me cuesta creer que alguien con una mirada tan pura haya atacado a alguien.

Le pedí que escribiera en su cuaderno lo que había pasado para yo leerlo y darle mi opinión al respecto. Él fué muy sumiso ante mi petición y no tardó en cumplirla.

''Unos chicos de tu clase creo se habían acercado a mi, yo pasaba desapercibido como siempre. Entonces uno chocó conmigo, le resté importancia, pero ese compañero tuyo me había empezado a gritar para que le pidiera disculpas, no pude hablar, entonces me empezó a molestar y terminó haciéndome esto junto con sus amigos.

¿Ves?, yo tengo la culpa, me pude ahorrar la situación si yo hubiese hablado.

Iker, solo sigue de largo e ignorame tal y como todo el mundo lo hace.

Caminan por las aceras ignorando a las personas con varios problemas sin ofrecer ayuda o algo parecido. Todos las personas hacen eso, o por lo menos, me lo han hecho a mi. Deja de prestarme atención y preguntar''.

Lo miré atónito, se nota que verdad que el está pasando por un mal momento.

-¡¿Cómo ignoro esto?, no puedo dejar pasar esto así como así!. Sé que estoy siendo entrometido, pero quiero ayudarte-dije. Él me miró sorprendido y algo asustado por mis repentinas declaraciones-. Perdón, pero no puedo pasar por alto a una persona que grita internamente por ayuda.

Él no respondió como era de esperarse. Solo me ayudó a arrojar la basura del suelo al cesto. Luego acomodó sus cosas, escribió algo en su cuaderno y justo antes de irse me mostró aquello que escribió.

''De todas formas, planeo irme y nunca más volver. Así dejaré de causar problemas. A nadie le importo''.

Sentí una fuerte punzada en el pecho cuando lo ví irse rápido con una sonrisa.

¿Por qué?, ¿por qué sonríes cuando la pasas muy miserablemente?, ¿por qué no lloras o hablas?, ¿que fue lo que te sucedió para que te sientas así?.

Estuve unos cinco minutos buscando una respuesta para esas preguntas que me hacía mentalmente. Después de darme cuenta que no tenía las respuesta y que no las podía deducir por no tener algún otro dato sobre el chico misterioso de ojos miel, emprendí camino a mi casa.

Me dí cuenta que más adelante mío iba caminando Alexander, ¿vivimos en la misma dirección?, no lo había notado...

Me quedé perplejo al ver cómo ese chico de ojos miel entraba a la casa al lado de la mía, ¿somos vecinos?, ¿cómo es posible que yo no lo haya notado?. Justo cuando iba a entrar a mi casa, logré visualizar como un señor golpeaba a Alexander sacándolo literalmente a patadas de la casa.

-... ¡No te quiero ver, hijo de perra!-le gritó ese hombre al chico de ojos miel, el cual no puso resistencia ni nada.

Cuando aquel hombre entro a su casa, me apresuré en acercarme a Alexander, no soporté ver cómo lo agredían, debo ayudarlo, tengo una necesidad de cuidarlo a pesar de no conocerlo. No puedo pasar por alto situaciones como esta.

Alexander estaba muy sumiso e intranquilo. Decidí, llevarlo a mi casa, lo cargué estilo princesa y lo llevé hasta la sala de mi casa, él no puso resistencia alguna, en serio que Alexander es sumiso. Y a pesar de que no lloraba, el temblaba demasiado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro