Algo me empujó a regresar al bosque, como si un hilo invisible tirara de mí. Traté de ignorarlo, pero cuanto más me resistía, más fuerte era el impulso. Esta vez no me resistí. El aire era fresco, pero a la vez cargado de una extraña energía, como si la misma tierra me estuviera invitando a algo. Mi mente seguía dando vueltas, pero mis pies caminaban con decisión, como si ya supiera adónde debía ir.

Y ahí estaba, en medio del claro, apenas crucé el límite de los árboles, sentí esa presión familiar en el aire, esa presencia que parecía observarme desde las sombras.

El claro estaba diferente. Las hojas crujían bajo mis pies, y los rayos de sol que atravesaban las ramas parecían formar patrones, como un mapa que me guiaba al centro. Fue entonces cuando la vi, como si me estuviera esperando: una pequeña llave que sobresalía de la tierra, cubierta de raíces y musgo. La desenterré con cautela, como si temiera que desapareciera tan rápido como había aparecido. El metal era frío y estaba marcado con símbolos que no reconocí... No era nada como las llaves comunes, pero... ¿cómo podría serlo? Esta llave parecía casi... especial.

Al sostenerla, algo dentro de mí despertó. No fue un shock, ni un miedo repentino, sino una sensación de... conexión. Un calor extraño se extiende desde mis dedos hasta mi pecho cuando la sostuve, como si esa llave estuviera viva, latiendo al ritmo de mi propio corazón. Mis dedos recorrieron los símbolos grabados, pero no conseguí entenderlos, ni siquiera cuando las palabras comenzaron a surgir en mi mente, susurradas con una claridad inquietante: "Abre... el destino te espera... abre". De repente, el aire se volvió pesado, y sentí que algo se movía a mi alrededor por ello decidi volver a casa.

En mi cuanto  trate de buscar llaves similares o alguna informacion para poder entender todo pero antes de que pudiera procesar la información, un sonido me distrajo: el chirrido de la puerta de mi casa, y la voz de mamá llamándome. Me giré y, como si todo hubiera sido un sueño, volví al presente.

-----------------

Mas tarde, en la cena, mi mamá y mis hermanos charlaban como siempre, pero algo en mi cabeza seguía dando vueltas. ¿Por qué siento que esta llave tiene un propósito? O, tal vez, ¿estoy sobrepensando todo esto? 

Ya habia hablado con mamá acerca de todo esto que siento que esta pasando pero creo que no me cree del todo. Mi hermano, quien supongo ha escuchado algo de lo que he hablado con mamá, se dio cuenta de que estaba distraída y empezó a bromear sobre "cosas misteriosas" con su típica sonrisa burlona

—¿Estás planeando hacer magia con esa cara de concentración, o qué? —dijo entre risas, y papá agregó, sin perder su tono irónico:

—¿Qué vas a hacer, invocar a algún espíritu para que te ayude con la tarea?

Reí, pero por dentro no podía dejar de pensar en esa llave. Algo me decía que no era una simple casualidad. Después de todo, ¿por qué seguiría apareciendo en mis pensamientos sin descanso? ¿Y por qué tenía la sensación de que no podía deshacerme de ella, aunque quisiera?

La conversación cambió rápidamente, pero yo seguía con la sensación de que algo estaba al borde de mi comprensión, y que de alguna forma... no podía escapar de ello. No sé si estoy buscando algo que no quiero encontrar, o si simplemente estoy en el camino hacia algo que no puedo evitar."