Capítulo 6
Días antes del terror
Estoy revisando la amplia variedad de sobres de felicitación en mi escritorio cuando la puerta se abre y mi secretaria entra apresurada.

-Bonita camisa -me dice con una sonrisa sincera mientras me se dirige a su asiento

-Gracias -le respondo, tratando de ocultar mi distracción.

-Ya he enviado las invitaciones de tu esperada fiesta, señor Stonel -informa, intentando sobrellevar mi evidente falta de entusiasmo.

-No te lo he preguntado -contesto bruscamente, levantándome de la silla y clavando mi mirada en sus ojos.

Un momento de silencio tenso se crea en la habitación antes de que ella, sorprendida por mi reacción, responda con cautela:

-Disculpe si me he extralimitado, señor. Solo quería asegurarme de que todo estuviera en orden.

-Lo único que quiero es que se termine esa fiesta... y quizás haya algo que me molesta sobre mi ex esposa y su presencia en ella.

-pero estarán sus hijos señor,stonel...-

Sin darle tiempo de replicar, salgo de mi oficina apresuradamente, sin despedirme como debería. Desciendo por las amplias escaleras del imponente edificio y, al llegar a la planta baja, doy inmediatamente con la vista grandiosa de la plaza principal de la oficina llena de actividad y vida.

Cuando paso por el pasillo me corean feliz cumpleaños cuando paso a lados de ellos y solo me limito a asentir con la cabeza.

Mientras camino hacia mi impecable y lujoso automóvil, el frío aire exterior me envuelve. Mis pensamientos divagan hacia el vehículo que poseo. Aunque mi ex-esposa siempre anheló una camioneta espaciosa para nuestros hijos, siempre me he conformado con mi deportivo, consciente de los lujos que ya disfrutamos. Sin embargo, a veces me asalta la duda de si no debería haber cedido a sus deseos.

El auto deportivo que poseo es una obra maestra de la ingeniería automotriz y el lujo. Se trata de un modelo de alta gama, con un diseño aerodinámico y líneas elegantes que destacan su velocidad y prestigio.

Al abrir las puertas, se revela un interior lujoso y acogedor.
Este auto deportivo caro es un símbolo de estatus y éxito, y me hace sentir emocionado y orgulloso cada vez que lo conduzco. Aunque podría haber preferido una camioneta espaciosa para adaptarse a las necesidades de mi familia, me he conformado con las prestaciones y el lujo que este deportivo de lujo me brinda.

Tengo tres hijos, un hijo de 17 años y dos hijas de 12 y 9 años respectivamente. Desafortunadamente, tras el divorcio, mi esposa obtuvo la custodia de los niños y cada día deposito dinero para ayudar en su manutención.

En este momento, me dirijo a una reunión que mi secretaria ha organizado. Sin embargo, tengo la intención de limitarme a tomar una bebida y luego irme del lugar. No tengo mucho interés en socializar o prolongar mi estadía allí.....

Dejé de escribir cuando Gabriel me interrumpió para entregarme un vaso de agua con zumo de uva. Nos dimos cuenta de que deberíamos haber pedido más sabores para tener más opciones.

A lo largo de mis días aquí, he tenido sueños recurrentes en los que escapo de este lugar. A veces sueño con el colapso del gran búnker, donde me veo atrapado, y otras veces sueño con mis hijos, quienes me hablan desde algún lugar lejano.

A la mañana siguiente, Gabriel me informa que alguien ha dejado un reloj de arena en la mesa más pequeña que el anterior. Su textura llama nuestra atención y nos preguntamos cómo ha llegado hasta aquí. Aunque Gabriel es joven, parece que le están saliendo algunos pelos en la barba, solo unos pocos, lo que nos hace especular acerca de la naturaleza de este extraño lugar.

El reloj de arena era una exquisita pieza de lujo. Estaba elaborado con oro macizo, con detalles delicados y grabados intrincados en su superficie. Las partículas de arena dorada caían lentamente de un recipiente a otro, marcando el paso del tiempo con elegancia y precisión. Su belleza y simplicidad nos dejaban maravillados,.

Decidimos mantenernos a distancia del reloj de arena, ya que tiene grabada una advertencia en letras doradas que dice "no tocar ni mover" lo vimos Detalladamente pero respetamos la advertencia de no tocar ni mover el reloj, conscientes de las posibles consecuencias desconocidas que podrían desencadenarse.

Nos preguntamos qué podría suceder si lo tocamos. Gabriel, con curiosidad evidente y brazos cruzados, pregunta en voz alta.

-No lo sé-, respondo, tratando de especular al respecto. -Tal vez sea para medir el tiempo... pero realmente desconozco cómo se usa-.

-Lo único que sé es que cuando dejaron este objeto, la puerta roja brillaba más intensamente-" comenta Gabriel.

-¿En serio?-le pregunto con sorpresa. -¿No abriste la puerta para ver quién dejó esto?-

-Sí, lo hice, pero solo vi este reloj-, responde Gabriel con frustración. "A la próxima, debemos ser más rápidos y estar atentos".

Asentimos en silencio, sabiendo que debemos mantenernos vigilantes y alerta en esta habitación.

Trato de comprender el propósito del enigmático reloj de arena. Pienso si tal vez sea media noche, aunque es inútil ya que solo caen pequeños granos de arena. ¿Será que cuando termine de caer, podremos salir de este lugar? Me levanto y decido abandonar la habitación roja.

Me froto los ojos, cansado de que las luces nunca se apaguen en este lugar. Me envuelvo en mi almohada en un intento de encontrar algo de consuelo en medio de esta extraña situación.

Horas tarde o minutos o horas me llama Gabriel y señala la cámara colocada en la pared y comenta sarcasticamente: "Esto parece más un reality show que una situación real. ¿Cómo es posible que hayan colocado cosas sin que nosotros lo supiéramos?"

—primero un reloj y ahora una camara—dice grabiel en las manos en la cintura

—Ni escuche el ruido del atornillado...—, y me sobresaltó por la reacción repentina de Gabriel.

—Si quieren dinero, bastará con que lo pidan a mis padres bastardos—, grita Gabriel, desafiante.

Sin embargo, la cámara permanece inmóvil, sin inmutarse ante su declaración desafiante.

Imagínate una cámara de vigilancia, diseñada para mantener un ojo en las áreas que necesitas monitorear. Con su sensor sensible, captura imágenes claras y nítidas en alta resolución. Incluso en la oscuridad, su visión nocturna permite una vigilancia continua sin problemas.
Ahora me siento más vigilado,¿habrá más escondidas? ¿Habrá en el baño?
Esta pequeña cámara tiene un ángulo de visión amplio para cubrir una gran área y puede ajustarse según tus necesidades. .

Nos sentamos a lado de la cámara y Gabriel se recuesta respirando el aire óxido del bunker

—ojala esos tipos pidan un rescate—lo dice tratando de la cámara escuchase.

—no me has contado como llegaste aqui—lo digo acercándome y acomodando mi gran cuerpo viejo en el suelo

Gabriel salía de la escuela,con su vestimenta de la escuela de traje,cuando de repente escuchó una voz de una niña llorar que lo llamaba desde detrás de un arbusto cercano. Curioso, se acercó para ver de quién se trataba. Para su sorpresa, se encontró con un grupo de personas desconocidas, quienes lo rodearon rápidamente.

Sin tiempo para reaccionar, Gabriel fue sometido por el grupo, quienes lo inmovilizaron y lo llevaron en contra de su voluntad a un vehículo cercano. Le taparon los ojos con una venda y lo durmieron con algún tipo de sustancia. Gabriel luchó por mantenerse despierto y entender lo que estaba sucediendo, pero las drogas finalmente le ganaron y se sumió en un profundo sueño.

-¿Entonces no viste quiénes eran? -pregunto con precaución.

-No, no vi a nadie -responde Gabriel, con voz seria.

-¿Qué hay arriba? ¿Escuchaste algo? -insisto.

Gabriel se queda en silencio por un momento antes de responder.

-No lo sé, estaba tan confundido y aturdido que no pude percibir nada con claridad -dice con incertidumbre en su voz.

-¿Pudiste reconocer a alguno de ellos? ¿Sabes quiénes pueden ser? -indago, esperando obtener alguna pista.

-Ni idea, eran personas desconocidas para mí -responde Gabriel con resignación.

-¿Mencionaron algo sobre dinero? -pregunto, tratando de encontrar algún motivo detrás del secuestro.

-No, no dijeron nada sobre dinero -afirma Gabriel, aún confundido por la situación.

-Y tú, Alexander, ¿no recuerdas cómo te secuestraron? -me pregunto, considerando todas las posibilidades.

suspiro y respondo con frustración:

-Te juro que no, estaba demasiado borracho para recordar cualquier detalle. Todo es muy confuso y borroso en mi mente.

Mientras estábamos sentados a la mesa, observamos cómo la luz roja empezaba a intensificarse de manera inusual. Levantándome bruscamente de mi silla, me acerqué rápidamente hacia la fuente de la luz en busca de respuestas. Gabriel me siguió de cerca y juntos abrimos la puerta para ver lo que se encontraba detrás de aquella inquietante señal luminosa.

El vapor se elevaba en el aire y nuestros ojos se encontraron con una escena surrealista. Frente a nosotros. No podíamos creer lo que nuestros ojos veían y no podíamos evitar sentir una mezcla de asombro, miedo y curiosidad, había un....