Lugar: Colegio Fiscal Técnico de Bruzual /Día: 6 de mayo del 2024/ Hora: 9:10 am

—Saben, la vida se reduce a una única cosa desde el instante en que nacemos, y esa cosa es tan fundamental que la evolución humana se basa únicamente en ella. Su nombre es adaptación.

Aparecemos ahora en un aula de clase la cual está envuelta en un silencio reverente mientras el profesor, con una voz llena de pasión, se desplaza por el salón. Los estudiantes lo miran fijamente. Él continúa hablando demostrando aun mas la importancia de esta clase:

—La adaptación es un proceso en el que un ente, un organismo o una persona se familiariza con su entorno a lo largo del tiempo, buscando siempre la unión con su lugar. Una forma simple de ilustrar esto es precisamente aquí, ¿Alguien puede responderme qué representa este espacio?

Una joven levanta la mano, su voz llena de determinación.

—¡Un salón de clases!

El profesor sonríe, sus ojos brillando con aprobación.

—Exactamente, esa es la respuesta que buscaba. El salón de clases es el ejemplo perfecto de adaptación. Ninguno de ustedes se conocía al principio del año, pero poco a poco se fueron..

El profesor hace una pausa, sus ojos recorriendo a los estudiantes, quienes responden al unísono:

—¡Adaptando!

La sonrisa del profesor se expande, iluminando el aula.

—Bien, ya que comprendemos el concepto de adaptación, pasemos a Biología y al proceso de evolución...

En la parte de atrás del aula, un joven de aproximadamente 15 años de cabello castaño se encuentra sentado, con la mirada perdida en el vacío. Aunque escucha atentamente, su mente divaga.

—Estas clases de biología son tan aburridas. ¿De qué me servirá aprender sobre adaptación? o acaso en una entrevista de trabajo, ¿realmente van a preguntarme si soy un buen adaptador?

En ese instante,un peso inconmensurable se posa en el cuerpo de Abraham como si un gran yunque estuviera apretado todos sus músculos, su visión se oscurece. Es como si una fuerza lo estremeciera y su corazón late con fervor, acelerándose cada vez más. La respiración se vuelve un esfuerzo titánico, como si el aire se le escapara entre los dedos. Su mente estalla en un torbellino de pensamientos.

—¿Qué mierda está pasando? ¡No puedo respirar! ¿Es un terremoto? No, no puede ser. Nadie más en el salón lo siente. Esto es algo más... un medium, pero ¿de qué tipo? Este flujo de ondas es como si sacudiera las entrañas. Ni siquiera en la Montaña de Sorte he experimentado algo así.

La presión vuelve a golpearlo, haciéndolo temblar, pero se aferra a su asiento, luchando por no perder el control. Con cada fibra de su ser, se repite en su mente.

—Debo usar todo mi entrenamiento en base de ondas. Necesito observar de donde viene este flujo de ondas sin levantar sospechas. ¡Concentración! Debo percibirlo... pero sin moverme de aquí.

Con cada pensamiento, siente cómo la adrenalina corre por sus venas, impulsándolo a mantener la calma mientras la tormenta a su alrededor crece. Su mente se agudiza, lista para descifrar el misterio que lo envuelve.

Respira hondo, llenándose de determinación. Siente cómo el aire entra en sus pulmones, cargado de una energía que le da fuerzas.

—¡Proyección!

Con un impulso, su mente se sumerge en el flujo de energía que lo rodea. Una gruesa cadena de metal surge de la nada, manifestándose ante sus ojos como un eco de su voluntad. La cadena, con un brillo opaco y metálico, se enrosca a su alrededor, revelando lentamente la silueta de una figura oscura en la sombra de su espalda. La voz llega con un tono burlón, entrecortado y cargado de desdén, como si el ser estuviera disfrutando de su incomodidad.

—He he, ¿qué intentas hacer, chico? ¿Por qué llamas en esta asquerosa clase?, acaso quieres copiar otra vez.

Abraham olvidando que esta en un salón le responde al ser cuyo nombre es Higo de forma molesta.

—¡Cállate!

Las risas y murmullos inician al escuchar como de golpe Abraham grita en clase sin ningúna razón. El profesor, con una ceja levantada y una expresión de desaprobación, observa fijamente a Abraham y le pregunta.

—Abraham, ¿sucede algo?

Abraham nervioso al darse cuenta de lo que esta pasando le responde de forma penosa.

—Sí, sí, lo que quería decir es... Eee... ¡Cállense! para poder entender la clase, Ya sabe, eee... adelanté los estudios, eee...

El profesor lo observa con una mezcla de curiosidad y rareza, limitándose a solo decir.

—Hablaremos después de clases, Abraham. Bueno, no perdamos el tiempo. La adaptación celular consiste en...

La clase continúa, pero el tiempo parece estirarse para Abraham. Suspira aliviado, sintiendo una ligera brisa de libertad.

—Ufff, me salvé. Al menos tengo tiempo para poder usar a Higo antes de que acabe la clase pero no puedo hablar con el o llamare la atención de las demás personas. Solo debo volver a concentrarme para Proyectar a Higo y enviarlo a investigar las ondas con la "extensión de cadena".

Extensión de cadena es una habilidad básica en mediums que les permite, como su nombre indica, extender la cadena espiritual que ata al alma y al medium. Esta habilidad es eficaz para investigar sin la necesidad de que el medium se mueva de su lugar, mientras utiliza "Proyección", para que el alma pueda moverse libremente en un rango de 50 metros.

En ese momento Abraham intenta nuevamente Proyectar a Higo para enviarlo a ver de donde es ese flujo de ondas, entonces vuelve a respirar profundamente, sintiendo cómo el aire fresco llenado sus pulmones. Se sumerge en el zumbido de la energía que lo rodea, cada sonido y cada movimiento en el aula se atenúan, dejando solo el eco de su propia respiración y se dice a si mismo motivado.

—¡Ahora!

Una cadena pesada y algo desgastada se asienta en su espalda como si saliera de la nada, un peso familiar que lo conecta con lo desconocido. Lentamente, una forma grotesca comienza a emerger de la mismísima nada, revelándo un ser tan extraño y diferente que su sola presencia causaria incomodidad si alguien mas lo pudiera ver.

Su cuerpo es de corpulencia humana pero su piel es una mezcla de vendas viejas y oscuras junto con trozos de piel seca sobre saliendo , parece estar en constante movimiento, como si una bruma oscura la envolviera.

Tiene una mirada intensa, sus ojos amarillos sobre salen de las vendas y brillan con un fulgor sobrenatural. La forma de su rostro es todo un misterio ya que esta completamente cubierto. Su voz llega como un susurro cargado de ironía, resonando en la mente de Abraham.

—Hola Abraham, dime para qué me llamas esta vez.

Higo al fin siente la presentacia de las ondas lo cual lo estremecese de forma espantosa haciendolo poner sus desgastadas mano en su cabeza como si de un dolor tortuoso se tratará lo hace comentar

—Nisiquiera cuando me quemaron vivo senti tanto dolor.

Abraham se encuentra igual que el con las manos en la cabeza como si ya fuera a reventar , entonces Higo le dice con disgusto

—¡Oooh!... ya veo. Ese fuerte flujo es demasiado denso. ¡Qué asco! Lo siento como si traspasara mis vendas ¿Sera un alma sin atadura?. Dime, ¿qué necesitas?

Abraham, sintiendo el calor de la vergüenza y la urgencia, murmura en voz baja.

—¿Cómo que necesito?

Higo suelta una risa sarcástica, como si disfrutara del momento.

—Haha, chico, recuerda que a nuestro atadura le quedan tan solo 3 minutos y 4 segundos después de eso yo accedere soltado esta maldita cadena. ¿Estás seguro de que quieres utilizarme en ese tiempo en buscar estúpidas almas?

Con precaución, Abraham asiente con la cabeza, consciente de la presión que siente sobre sus hombros. Hay un silencio tenso entre ellos, como una cuerda estirada a punto de romperse, entonces Higo le responde.

—Bueno, como quieras.

La cadena que los conecta comienza a brillar intensamente, desprendiendo una misteriosa energía que fluye hacia Abraham. A medida que esta avanza lo envuelve poco a poco, él cierra los ojos para concentrarse mientras en sus pensamientos se dice a si mismo

—Estar neutro , liberar mi presencia, unir mi cuerpo a el , Extension De Cadena ... ¡Ahora!

Con determinación, Abraham abre los ojos. La cadena que los une a ambos se alarga, y Higo sale disparado volando en busca del origen de aquellas ondas que reverberan en el aire. Atravesando las paredes del salón de clases con una facilidad asombrosa, examina cada pasillo y rincón del instituto con una mirada incisiva. Mientras recorre cada aula y lugar, susurra:

—¿Dónde estás? ¿Acaso te escondes de mí? No muerdo, solo trago.

Luego, una chispa de reflexión lo atraviesa, y se dice a sí mismo:

—El flujo se ha desvanecido; las ondas ya ni se sienten.

Con un tirón decidido, jala de la cadena que lo ata y, casi en un susurro, le habla con seguridad:

—Las ondas han desaparecido muchacho, y sabes que ellas se desvanecen al igual que yo, estas solo a partir de ahora.

Abraham recibe las palabras de Higo y se queda completamente helado, el silencio lo envuelve como un manto pesado en su puesto de clases. En ese instante, la cadena que lo mantenía atado a Higo se rompe con un crujido ominoso, y este comienza a desvanecerse lentamente, como si su esencia se convirtiera en polvo. Antes de que su cuerpo se disuelva por completo, murmura con un eco gélido:

—Eres un tipo bastante astuto. Debo admitir que de verdad pensé que estabas muerto. Pero esa presencia tuya la sentí desde el primer momento que mi Medium me llamó... Andr...

La voz de Higo se desvanece en el aire, y en medio del pasillo, el ser que una vez fue conocido como Higo se desintegra, dejando solo una estela de polvo que danza en el aire antes de ser llevada por el viento. En ese instante de silencio sepulcral, una risa resuena en el pasillo, sardónica y profunda.

—Hahaha.

Regresamos al salón, donde Abraham queda completamente perplejo. Lo último que necesitaba ocurre; su mente se inunda de preguntas que lo atormentan.

—Maldita sea, no solo no encontré las ondas, sino que perdí el poco tiempo que tenía con mi atadura. Pero esto no tiene sentido. Las ondas eran demasiado fuertes y desaparecieron de la nada. ¿Qué hago? Tal vez haya un ente en el colegio y yo aquí, sin hacer nada... ¿Qué hago? ¿Qué hago?

Al levantar la vista, se percata de que toda la clase lo observa fijamente, como si fueran sombras en un juego de luces. Confundido, les pregunta con un hilo de voz:

—¿Pasa algo? ¿Por qué todos me miran?

Volteó a su derecha y se encontró con el profesor, quien sonreía con una complicidad inquietante.

—Felicidades, Abraham.

dijo el profesor, extendiendo la mano hacia Abraham. El profesor le entregó un papel. Con un gesto tembloroso, Abraham lo tomó y, al mirarlo, vio que era un examen con un 10 en la calificación. El profesor continuó, su voz llena de orgullo:

—No puedo creer que, de un salón de 28 estudiantes, solo dos hayan aprobado este examen. Por eso el instituto los escoge a ustedes dos como los únicos candidatos para competir en la actividad intercolegial.

Justo entonces, Julio, que estaba sentado al frente, se giró hacia Abraham con una gran sonrisa.

—¡Chamo! Lo lograste, No pensé que haría equipo conmigo pero mira, ¡un 10! Esto es una gran noticia, ¿no?

Abraham se llevó las manos a la cabeza, sintiendo cómo su mente daba vueltas se dijo en su mente.

—No puedo creerlo... Y yo aquí, pensando que solo había copiado un examen cualquiera. Ahora tengo que representar al instituto y aun peor con el estúpido de Julio, Maraima tenía razón no debo usar el Medium en clase.

El profesor, emocionado le comento

—Abraham, quiero que tú y Julio se dirijan a la oficina de la directora después de clases. Necesito que hablen sobre cuánto tiempo de preparación necesitarán para el examen queremos que esten en su cien porciento de preparación.

Julio, animado, intervino:

—Tranquilo, Abraham. Ese examen no va a tomarnos mucho tiempo con nosotros 2 en el.

Abraham pensó para sí mismo, con una mezcla de pánico y desesperación:

—Este tipo esta una palabra mas de que le golpe tan fuerte que se convierta en una persona normal y lo peor de todo es que me preguntan ¿Cuánto tiempo necesito? ¿Acaso no se da cuenta de que voy a necesitar toda mi tiempo de vida?

Finalmente, se atrevió a preguntar:

—Profesor, ¿hay alguna manera de que pueda elegir a alguien más de la clase? No me siento listo para esto.

El profesor lo miró con una sonrisa alentadora y respondió:

—Abraham, no subestimes tus habilidades. Has demostrado ser capaz, y todos en el salón confían en ti. La escuela te eligió por tu puntuación en el examen. Tú y Julio son los mejores candidatos, y estoy seguro de que representarán al instituto con orgullo.

Luego de esas emotivas palabras todos los estudiantes presentes aplaudieron aclamando a sus compañeros mientras , Abraham sintió cómo las miradas de sus compañeros se volvían un peso en su pecho. Las expectativas parecían aplastarlo mas que aquellas ondas.

Fin del capítulo 5