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Makoto Shinazawa.

Antes de empezar pido disculpas por cualquier error ortográfico

●Povs: Soy el autor
●Voces de personajes en la mente de otros: "Está lloviendo"










"La Guerra nunca cambia"

Puedo recordar a mi abuelo decirme una vez esa frase, allá mediados de otoño de 1945, la guerra acababa de terminar y, como resultado, había caído el Imperio Japonés.

El mundo había sido golpeado por una tragedia que provocaron los mismos humanos.

"La Guerra nunca cambia Makoto, todos pierden todo, y nadie gana nada, y si lo hacen, será minúsculo ante la pérdida"

El abuelo tenía tanta razón, ojalá todos pensaran así, por desgracia, no es el caso...

"Espero algún día, como humanidad, nos demos cuenta de eso"

Recuerdo al abuelo abrazandome mientras lloraba, mis padres, ambos médicos, fueron llevados al campo de batalla y fueron asesinados brutalmente, mientras que mi tío fue declarado como perdido en acción...crecí junto a mi abuelo y mi abuela.

Ambos me criaron bien, cuando cumplí 16 mi abuelo falleció por la vejez, y 2 años más tarde mi abuela lo siguió, y quedé prácticamente solo.

Seguí con mi vida, tenía 18 y con ayuda del dinero de mi familia pude estudiar una carrera prestigiosa como la de medicina, justo como mis padres.

Recuerdo cómo si fuera ayer, era un jueves por la tarde, todas las programaciones se interrumpieron para dar la noticia de un bebé luminiscente, que brillaba como si del sol se tratase. Un acontecimiento histórico que marcó un antes y un después en la humanidad.

Ahí nació la era de los héroes, la era de los quirks, donde lo extraño se convirtió en cotidiano y lo que una vez fue cotidiano en extraño.

La teoría de los médicos por aquella época fue que las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, debido a su contenido nuclear, habían esparcido radiación por todo Japón y sus países e islas cercanos, y que esto había dado origen a estos poderes.

Esta teoría cayó cuando unos 30 años después estos mismos poderes empezaron a aparecer en el resto del mundo, los científicos y doctores llegaron a la conclusión de que la radiación simplemente aceleró el proceso que, inevitablemente llegaría, cosa que era cierta.

Pero, lo que no mucha gente sabía, era que estos poderes existían desde hace milenios. Aparecieron durante la época de la caza de Herejes, de ahí salieron todos estos grupos que decían liberar espíritus, o hacían rituales, fue un proceso de evolución de miles de años que culminó en los quirks.

Yo fui un caso especial por así decirlo...pero hablaré de eso más tarde.

Vi pasar tantos sucesos y muchas veces las palabras de mi abuelo resonaban en mi cabeza. Vivi en carne propia la dichosa "Guerra del 65" que fue una guerra civil en Japón entera, la guerra fue ganada por el bando Pro-Quirks y se implementaron muchas leyes nuevas para controlar los quirks y usarlos para el bien según ellos.

Recibí muchísimos heridos en el hospital, y muchos de ellos murieron sin que yo pudiera hacer algo, al final, un bando si había ganado algo, ¿pero a qué costo? Miles de vidas.

Esa guerra civil terminó con el 0.3% de la población total de Japón en 1965, lo cual suena poco, pero fueron 264.000 muertes...cosa que no es poco.

Vi cómo esa guerra devastó mi país, ya habíamos quedado mal después de la guerra, pero en ese momento vivíamos una crisis mayor aún.

No fue hasta varios años después que se estabilizó la situación, y vi como mi gente empezaba a recuperarse, aún quedaban astillas del pasado, pero la gente intentaba seguir con sus vidas...incluyéndome.

Tenía 33 años, pero francamente me veía mucho más joven, no le di mucha importancia, había visto fotos de mi padre y era similar a mi en ese sentido...pero eso fue irrelevante, irrelevante frente al suceso que cambió mi vida...

La conocí a ella...

Aún puedo recordarla, su perfume, su cara, su pelo, su todo, su forma de caminar, de sonreír...de besar...ella era única, y fue la que me hizo sentir acompañado.

Durante tantos años había sentido que estaba solo en el mundo, que moriría en una tumba que pondrían los de servicios sociales y que mi nombre sería borrado de cualquier memoria.

"¿Por qué esa cara larga? Son casi las 12"

Recuerdo que en aquel momento la miré pensando que solo era una simple borracha, había ido con un compañero de trabajo a una discoteca para nochevieja, que francamente ni siquiera sabía su apellido, no tenía una idea de porqué me había invitado pero hasta el día de hoy se lo agradezco.

Ella me hizo levantarme y me llevó hasta la pista donde me hizo bailar, terminé siguiendole la corriente y sin darme cuenta, terminé teniendo mi mejor noche en años, no me había divertido tanto desde que era un simple niño.

"¿Makoto? Jum, tu nombre va bien con tu cara, un nombre serio para alguien que no sonríe"

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al recordar cuando me dijo eso, nunca pude negarle eso, por aquel momento era raro verme sonreír, pero ella lograba iluminarme con tanta facilidad que era hilarante.

Ella era unos 3 años más joven que yo, nos conocimos y al poco tiempo empezamos a salir, y sin darme cuenta, terminé siendo dependiente a ella, necesitaba verla sonreír, bailar, necesitaba hablarle, oler su perfume...la necesitaba a ella.

Le pedí matrimonio...

Su mirada de perplejidad que rápidamente fue una felicidad desbordante fue grabada a fuego en mi memoria, cada vez que la mencionaba, o que simplemente la recordaba, en algún momento ese recuerdo aparecía.

Al tiempo tuvimos una hija, ella tenía ese cabello rubio brillante como su madre, tenía esos ojos negros cual carbón como los míos y una sonrisa como la de su madre...como la de Liza.

La vi dar sus primeros pasos, sus primeras palabras, decir mi nombre, disfrazarse, soplar las velas de su pastel, ir al colegio, hacer muecas, burlarse de mi, tomarse fotos conmigo, la vi crecer, la vi ir a su primera día de clases, la vi ir a su primer baile escolar, la vi encontrar a la persona a la que amaba, mientras tenía a mi esposa a mi lado, fui genuinamente feliz, nada podía quitar la pequeña sonrisa que estaba donde una vez hubo un rostro serio las 24 horas del día.

Al menos hasta ese día.

Siemore fui crítico hacia los quirks, me parecían bastante peligrosos y que, como todo en la vida, seria aprovechado para hacer el mal de alguna manera...no me equivoqué.

El nuevo gobierno desde la guerra civil había creado a los "héroes" como si los hubiera sacado de los Comics americanos, gente cuyos quirks eran poderosos y aprovechables fueron entrenados para combatir a los que usaban los quirks para el mal, a los "villanos".

Incluso se crearon instituciones para entrenar a estas personas desde que tenían 15-16 hasta los 18-19.

Nunca me gustó esta idea, sentí como si aún viviéramos en una guerra civil, en lugar de bajar el índice de criminalidad, este subió, todos los días había un incidente diferente, era como si estuviéramos en una guerra no declarada, y que las personas lo veían como un espectáculo.

Me sorprendió ver tantas veces a las personas quedarse viendo los enfrentamientos entre héroes y villanos, sobretodo a la gente joven, ¿habíamos olvidado lo que había sucedido hace tan poco tiempo? ¿Ahora la violencia era un espectáculo? ¿Un show? Siempre me aseguré de inculcarle eso a mi hija, de que eso no era un juego y menos un show, Liza, mi esposa, también lo hizo estando plenamente de acuerdo conmigo.

Aunque eso no fue suficiente para alejarla del peligro.

Era Marzo de 1985, el 14 de Marzo, yo tenía 53 años, Liza tenía 49, y Aiko, nuestra hija, tenía 18 años.

Recuerdo estar sentado en el patio de mi casa, mirando el cielo, Aiko había salido con su novio y sus amigas a su fiesta de graduación.

Yo miraba el sol, sentía una paz dentro de mi, la vida había sido buena, mi hija se estaba volviendo una gran mujer mientras envejecia junto a Liza.

Liza posó sus brazos alrededor de mi cuello y puso su barbilla sobre mi cabeza, yo giré mi cabeza y la besé tiernamente y ella correspondió.

Ella trajo otra silla y se sentó junto a mi mientras veíamos las estrellas, la noche empezó a caer, le había dejado en claro a Hiro, el novio de Aiko, que debían estar aquí más tardar a las 12 de la noche, y fui inflexible.

"No se preocupe señor Makoto, volverá sana y salva"

Recordar las palabras del chico hacia que mi estómago diese un vuelco, me hacía sentir un hueco en el estómago.

La noche siguió transcurriendo, Liza se quedó dormida en el sofá junto a mi mientras esperábamos a Aiko...

Recuerdo ver salir el sol y que ella aún no hubiera llegado, recuerdo haber llamado miles de veces a ambos sin respuesta alguna...

Recuerdo haber recibido una llamada de un número fijo...del hospital...

Recuerdo verla en la cama, recuerdo el pitido de las máquinas...recuerdo ese dolor...

Recuerdo el funeral, su tumba, su nombre en ella, y ese sentimiento de querer gritar, de querer poder hacer algo, de poder echar atrás en el tiempo y encerrarla en su habitación para que no saliera esa noche y poderla abrazarla al siguiente día, aunque me hubiese odiado de por vida, quería hacerlo.

Recuerdo que ahí, todo cambió de nuevo.

Aiko junto a Hiro habia fallecido esa noche, camino al lugar de la fiesta se produjo una pelea entre héroes y villanos y esos se vieron envueltos en el fuego cruzado.

Y ahí, mi idea de que esto de los superhéroes y los villanos no funcionaba, y hasta día de hoy sigo opinando que es como si fuera una guerra no declarada...

Liza no pudo soportarlo, fue un año al psicólogo y luego se le diagnosticó cáncer de pulmón, al parecer fue algo hereditario...

Ella me dejó al siguiente año, en diciembre de 1987...un 24 de diciembre...

Intenté seguir con mi vida, pero simplemente no podía, había vuelto a quedar solo, en una casa llena de recuerdos y de portarretratos que hacían que mi corazón de rompiese, pero no podía quitarlos, simplemente no podía.

Empecé a dejar de comer, de beber, pero eso no parecía afectarme, incluso, algo que había notado desde hace años era que no me sentía más viejo, a diferencia de Liza, yo no estaba envejeciendo...

Fui al médico y me dijo que era mi quirk...

¿Recuerdan cuando les dije que yo era especial?

Pues si, fui de esas personas que despertó su quirk debido a que uno de sus antepasados lo tuvo, una coincidencia monumental, quizá para alguno una bendición pero para mi una maldición...

¿Cuál es mi quirk?

La inmortalidad...

Al menos parcialmente, no puedo morir por vejez pero si por daños, así que soy parcialmente inmortal...

Decidí, ya que no moriría a menos que alguien atravesara mi pecho, alejarme de todo, ir a un lugar donde simplemente pudiera sentarme a tomar un buen Whisky mientras miraba el sol o la luna, al mismo que intentaba apagar el dolor de mi Alma...

Y eso hice.

Y aunque me haya alejado de todo, en un pequeño pueblo de Japón, seguía recibiendo noticias.

Vivi desde la distancia la "Primera Guerra de Quirks" fue una guerra donde todos los héroes se unieron para derrotar un villano y su grupo, donde los héroes ganaron.

Luego de eso hubo paz, y seguí viviendo mis días en una cabaña alejada de todo bebiendo whisky cada vez que el atardecer caía, sin un motivo real para vivir, tampoco bebía hasta emborracharme, simplemente un trago para saborearlo, no sería un alcohólico.

Mucha gente me preguntaría porqué no me suicido, yo tampoco lo sé, simplemente no siento la necesidad.

Hasta estos últimos años hubo paz, luego, se desató otra guerra entre héroes y villanos, que fue más de lo mismo que la anterior solo que con más muertes...

Era el año 2139, la humanidad había logrado aprovechar la energía nuclear que hace 200 años había desencadenado los quirks, hacia autos voladores, máquinas increíbles, todo tipo de cosas dignas de la ciencia ficción, pero no todo estaba bien.

Hace 5 meses Rusia le había declarado la guerra a China en busca de ampliar su poder nuclear, a lo que China había respondidos, y 1 mes después Estados Unidos se había sumado a la guerra, y todo parecía apuntar que Japón se vería envuelto en todo






Dejé de leer mi diario que ponía mi nombre en la portada "Makoto Shinazawa", el diario de mi vida, me salté muchas cosas pero simplemente quería repasar como había llegado hasta aquí, había pasado 1 mes desde eso último que escribió y estaba en lo cierto, Japon ahora estaba en una nuclear y de quirks contra Rusia, China y Estados Unidos, parecía que Alemania también estaba tocando la puerta y todo conducía a un inevitable desenlace.

Deje mi cuaderno a mi lado y silvé, de la puerta de la caza salió un perro, un lobo siberiano con su pelaje blanco como la nieve, me recordaba a Aiko, con los ojos negros y su pelaje blanco que siento que simboliza la pureza que una vez tuvo Aiko, y cuando el perro saca lengua en señal de felicidad mientras agita la cola me recuerda a Liza...

Le sonreí, y acaricié su pelo, su collar con el nombre de "Mia" brilló un poco, ella se veía feliz mientras la acariciaba.

La dejé al lado un momento y retomé mi cuaderno para escribir algo más.







Hoy es 3 de Julio de 2139, la guerra de Quirks/Nuclear arrasará todo, lo sé y es obvio. Recuerdo que una vez leí en un libro una frase que decía.

"El que no recuerda su historia está condenado a repetirla"

Estoy tan de acuerdo con la frase, y siento que después de la primera y segunda guerra mundial que vaya a haber una tercera...es triste...¿que cómo se que desvatará todo esta guerra? Fácil...

"La Guerra no cambia nunca"

FIN.
Palabras: 2365

Espero les haya gustado este One-Shot, la verdad tenía ganas de escribir algo y de publicarlo pero no me llamaba la atención escribir sobre mis fica ya publicados así que hice esto para matar tiempo.

Es probable que sigan saliendo One-Shots próximamente ya que me ayudan a liberar la mente sin tener que preocuparme después por continuarlo.

Aunque también tengo algo escrito de Naruto y apenas 2k palabras del Alquimista que, quien sabe, quizá pronto salga algo.

Sin más que decir los dejo hasta la próxima. Bye bye.

-Echo-Sempai.♤

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