Cada vez que me acuerdo de todas las veces que dije que escribir no era para mí me dan ganas de morderme la lengua. 

¿Cómo no va a ser para mí? Si siempre me interesó la palabra escrita.

Realmente me gusta comunicar y me gusta el arte. Amo escribir sobre nutrición. Amo escribir sobre mis sentimientos. Amo inventar personajes, hacerlos vivir una vida y  darles un final feliz o matarlos. Amo tomar a los personajes de otras personas y hacerlos vivir mis fantasías.

¿Cómo no iba a ser para mí? Si escribir me hace olvidar hasta de comer y me transporta a lugares que son solo míos. Tengo el poder de decidir si quiero compartirlos o no.

¿Cómo no iba a ser para mí si me apasiona tanto? Ahora me doy cuenta que siempre creé historias y que siempre me gustó escribir. Que feliz que soy por haberme dado cuenta. Me rio por la Tattu del pasado que no se animaba a escribir pensando que lo iba a hacer mal.

¿Y qué si lo hago mal? Equivocarme me va hacer aprender y me va a llevar a seguir practicando para mejorar.

Quiero seguir escribiendo y comunicando. Quiero transmitir conocimiento. Quiero equivocarme y aprender de mis errores. Quiero dejar una huella y ser recordada por las cosas que amo: la ciencia y el arte.

Quiero seguir siendo valiente y aventurera y enfrentarme a lo desconocido aunque tenga miedo. Porque así será aún más valioso para mí.

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Hola. Un día estoy triste y otro día estoy motivada. Ah, la vida. Esto fue una conversación que tuve conmigo misma, medio en respuesta a la entrada anterior, medio no. Sigo teniendo miedo, ¿pero voy a dejar que el miedo me paralice? Not today.

El título es como una analogía a la canción Quiero cantar de Abel Pintos.