Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16. Todos tenemos una historia

Hoy fue capítulo doble. Por si no les llegó la notificación, aviso: hay otro antes de este. Chequen el correlativo para no perderse ninguno c:

Dedicado a AngeCatellanos ¡Gracias por comentar! ♥

----------------

16. Todos tenemos una historia

—Escuché de mi humano que las cosas no están bien en la casa Delvecchio —dice con duda Agatha al recibirme. Salta desde su balcón a una rama del árbol que separa nuestros techos y luego cae con gracia sobre mi tejado. Quedamos nariz con nariz.

Ronroneo y la miro pensado en que quiero vivir mis siete vidas junto a Agatha.

—Témome que las estrellas están de mal talante, y que mi mala suerte va a empezarse en este banquete hasta que llegue la negra muerte a cortar esta inútil existencia —digo.

—El piloto de mi nave sabrá guiarla —contesta ella.

—¿Cómo sabes de Shakespeare? —me animo a preguntar dando dos pasos hacia atrás para sentarnos uno junto al otro sobre el tejado. Desde aquí podemos ver todo el vecindario.

—Mi humano es actor —contesta Agatha—. Actor de teatro.

En este punto creo que todos lo somos un poco. Pero qué sé yo de la vida, solo he visto un poco más hacia dentro desde que mi humana partió.

—Y para aclarar yo tengo la misma duda respecto a ti —dice en seguida.

—Mi anciana me leía a Shakespeare antes de dormir —digo triste.

—¿Anciana?

—La humana que estuvo antes a mi servicio —Por algún motivo ya no se siente bien decirlo. No de esa manera, pues ya no pienso en ella de «esa manera». Mi anciana no era una humana más.

—¿Y qué pasó con ella? —pregunta Agatha.

—Duerme —contesto a secas. Duele hablar de eso. Miro las estrellas buscándola.

«Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira...»

Agatha frota su pelaje contra el mío, mas no surte el mismo efecto luego de hablar de mi anciana. No es una buena noche y Agatha por fortuna lo nota.

—Cada humano es peculiar —dice—. No todos amables. No todos leales.

Desde lo alto vemos a Jamal ir a dejar un plato de comida al pórtico de Sir Lancelot. Habla de Jamal. Su humano.

—¿Por qué alimenta a Sir Lancelot? —pregunto. No es la primera vez que le veo hacerlo.

—Los humanos de Sir Lancelot salieron de «paseo» una mañana y nunca regresaron.

—¿Qué pasó?

—No sabemos —Agatha suspira—. Sir Lancelot asegura que volverán. Por eso no se mueve de allí —agrega señalando con su pata el pórtico—. Pero hace algunos meses desalojaron la casa y otro humano vino a colocar ese rótulo —veo el cartel en una de las ventanas—. Según Jamal ahí dice «En venta». Que quiere decir que pronto otros humanos la ocuparán. Pero nadie mueve de allí a Sir Lancelot. Nadie.

Sir Lancelot recibe a Jamal moviendo la cola y gustoso acepta el plato de comida, y una vez se marcha de entre las sombras sale Americano para compartir los dos el plato.

—¿Americano tampoco tiene humanos? —pregunto.

—Sí, pero cuando él está ebrio le golpea a tal punto que lo deja cojo. Por ese motivo, cuando su humano bebe sin control Americano prefiere acompañar a Sir Lancelot.

No puedo imaginar a Americano siendo tratado de esa manera.

—¿Solo tiene un humano?

—Antes había niños en su casa, ellos jugaban con Americano; pero los mayores se separaron y a él lo dejaron con el papá.

¿Y pese a todo Americano quiere defenderles de Chifus?

—¿Y quién es la humana de Guzmán? —pregunto viendo al Crestado chino asomar su cabeza dos casas lejos. Es la única que todavía tiene prendida la luz de fuera. En general es la primera vez que realmente pongo atención a todo. Pareciera haberme resignado a quedarme.

—Una señora que se apellida así: Guzmán —dice Agatha—, y que se la pasa pegada a su ventana viendo qué hacen los demás; aunque no se relaciona con nadie. El único que sale es su perro. Guzmán.

Por ese motivo Guzmán sabe todo de todos.

—¿Y con quién viven Almirante y Teniente devastación?

Es una buena pregunta siendo el caso que ambos me asustan un poco.

—Con un veterano del ejército —Agatha señala con su pata la casa de la esquina—. Su nombre es David Logan. Aquí le temen. Tanto el perro como el gato están mal de la cabeza por las cosas que él suele platicarles.

—Pero no les hace daño —pregunto con miedo. Temo pasen por lo mismo que Americano.

—No —A Agatha parece divertirle mi comentario—. Hasta les compra helado. Los tres solo están un poquito locos. Aunque si pasa largas temporadas fuera. Suele dejarles al cuidado de la señora Guzmán.

Por último, y porque también me da curiosidad, señalo la casa de Elvis. Dentro hay una sola luz prendida.

—De los humanos de Elvis solo sé que no pasan mucho tiempo en casa. No tienen hijos. Es una pareja que se mudó hace poco.

Como si le invocara veo a Elvis salir de una ventana, la que tiene la luz prendida, para a continuación instalarse sobre su tejado.

—¡Tortolos! —grita con un maullido capaz de despertar a todo el vecindario y llamando la atención de Americano y Sir Lancelot. Ahora los otros dos saben dónde estoy—. Espero no interrumpir.

«Espero no interrumpir» ¿No es eso una contradicción? Porque de hecho...

—Al fin saliste, gato —me echa en cara Americano dejando a Sir Lancelot terminarse él solo la cena.

—¿Te estabas escondiendo? —me pregunta Agatha.

—¡Han sido días difíciles! —contesto mirando de ella a Americano. Me terminó de animar que Banana antes de dormir volviera a jugar con pompas de jabón.

—No seguiste con tu entrenamiento.

Automáticamente volteo hacia donde sé que está la ventana cuyo descansillo sostiene la jaula de Chifus. Como es su horrible costumbre, el hámster se halla de pie sobre sus dos patas traseras... escuchándonos. ¿Acaso no duerme? ¿No come? ¿No gira sobre su rueda?

Elvis se suelta a reír.

—¡¿Oíste eso, Chifus?! —comienza—. ¡Bola de fuego no te teme! It's the eye of the tiger, It's the thrill of the fight, rising up to the challenge of our rival!

—¡Yo no he dicho eso! —protesto.

Elvis me mira con altivez:

—Pero lo pensaste.

Nos miramos el uno al otro retándonos.

—Puede ser que te haga falta motivación, gato —opina Americano. Acto seguido, comienza a ladrar con fuerza girando sobre sus patas.

—Al parecer tendremos una reunión de vecindario —suspira Agatha mirando a Americano correr de un lado a otro.

—¿Reunión? 

¿Podrían explicarme al menos de quién o quiénes?


«Ama a todos, confía en unos pocos y no le hagas mal a nadie»

—William Shakespeare


----

En el siguiente capítulo, cuyo nombre es «La historia de Gilmour» participan las mascotas ganadoras del concurso c:

¿Quienes leyeron Max & Suhail recuerdan a Gilmour? 

Este capítulo será publicado mañana

¡Gracias por sus comentarios y sus votos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro