Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13. Con la mirada del tigre

Capítulo dedicado a JerantH. ¡Gracias por tu apoyo! 

-----

IMPORTANTE ANTES DE LEER: 

Dejé una vídeo/canción en Multimedia (Multimedia está arribita -justo al inicio del capítulo- para quienes no sepan qué es) Más adelante hay una escena que será más divertida de leer con ella :) ¡Se los prometo! Colocaré un * en el momento que recomiendo ponerla. ¡Ah!, y para quienes les cueste el inglés, al final, a modo de pie de página, dejaré la traducción. En todo caso, no se alarmen, es una canción famosa ♥


--------

13. Con la mirada del tigre

Día 6 de secuestro

No recuerdo una mañana más silenciosa en esta casa, excepto cuando sus ocupantes continúan dormidos, pero hoy casi nadie ha dicho nada desde que despertó.

Los cinco Delvecchio están sentados en la mesa, sin embargo Banana es la única que no parece agotada, ella aún tararea las melodías que le hicieron escuchar hasta tarde.

Anoche papá y mamá quedaron en que él se mudará y mamá, mientras eso sucede, tratará de no respirar el mismo aire que él. Eso... fue lo que dijeron.

—¿Eso es Mozart? —le pregunta papá a Ana cuando ella termina de tararear. Puedo ver que en el rostro de él hay una sonrisa triste. No obstante, Banana se siente feliz. No tiene idea de lo que pasa.

—Eso creo.

Él asiente.

—No dejes a medias tu desayuno, Kev —llama la atención de Kev mamá, pero él, con su mirada fija en la pared que tiene al frente, la ignora—. Kev, te estoy hablando.

—Tu madre te está hablando, Kevin —le hace ver papá y, pese a eso, Kev sigue comiendo con lentitud lo que tiene en su plato. Puedo asegurar que incluso más despacio.

¿La juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo?

—No voy a necesitar aventón hoy —avisa Elisa poniéndose de pie—. Un amigo me llevará a la prepa —Kev igualmente abandona la mesa—. Y llevaremos a Kev —añade Elisa.

Y antes de que papá diga algo, ambos salen de la cocina. Mamá deja caer su tenedor con enojo.

—Yo si necesito un aventón —dice Ana a los dos.

—¿Segura? —suspira papá—. ¿Ningún chiquillo de primero vendrá a recogerte en su patineta?

Ana niega con la cabeza.

—Ven acá —La llama papá abriendo los brazos. La niña salta hacia él—. Nunca crezcas —le pide, abrazándola.

Banana le llena la cara de besos.

—Y yo te llevaré al colegio, ¿de acuerdo? —Mira a mamá de soslayo para que quede como aviso. Sin embargo, ella, al igual que como Kev hizo con ella antes, le ignora—. Vamos ya —Le pide papá a Banana levantándose de la mesa, la niña me lanza un beso de despedida y pronto los dos se marchan.

Yo me quedo solo con mamá y...

La veo romperse.

No sé de qué otra manera explicar que sus hombros tiemblen y, todavía sentada en la mesa, se incline hacia adelante mientras agua sale con fuerza de sus ojos. Y sale de una manera que parece doler.

Me quedo donde estoy sin saber qué hacer. No parece correcto acercarme. No por el momento. Y ahí me quedo hasta que es ella quien abandona la mesa, busca unas llaves y, limpiando su cara, también sale de la casa.

De nuevo solo.

Y aunque le empiezo a encontrar el gusto, pues iba a tomar mi primera siesta del día, como suelo hacer desde que nací, porque lo merezco; anoche Americano ladró hacia la ventana de Banana indicando que me quería afuera una vez los humanos salieran de la casa.

Hoy comienza mi entrenamiento.

Salgo por una ventana de la sala y solo eso me representa mucho esfuerzo, y ya afuera, camino hasta la mitad de la calle, Americano ya me espera:

*

—¿Listo, gato?

Asiento con seguridad.

Lo primero que debo hacer es recorrer de un extremo a otro nuestra calle... trotando. Lo hago con Americano a la par mía, ladrándome, regañándome cada que voy lento.

—¡Más rápido, gato! ¡MÁS RÁPIDO!

Yo doy cinco pasos por cada uno que él da.

A lo lejos, mientras mis patitas no dejan de avanzar, veo a Elvis de pie sobre su techo moviendo con ritmo su cuerpo. Camina hacia atrás.

1Rising up, back on the street, did my time, took my chances —canta, señalándome.

Hago girar mis ojos.

2Went the distance, now I'm back, on my feet, just a cat and his will to survive.

Comienzo a sacar la lengua después de media calle.

3It's the eye of the tiger, It's the thrill of the fight, rising up to the challenge of our rival! —continúa Elvis levantando con entusiasmo sus patas delanteras.

Me caigo y vuelvo a levantar.

4And the last known survivor stalks his prey in the night, and he's watching us all with the... eye of the tiger!

Americano le ladra para callarlo, pero poco importa, le tiene sin cuidado que nos enojemos.

Y Chifus está al tanto:

Como es ya su costumbre, pegado a su jaula respira de forma entrecortada y desde ahí observa cada paso que Americano y yo damos. Por otro lado, no toma con humor que cada que Elvis canta «3It's the eye of the tiger, It's the thrill of the fight, rising up to the challenge of our rival», le dé la espalda y, con estilo, le levante la cola para a continuación moverle de forma circular el trasero.

Sin duda Elvis será el primero en morir si no conseguimos detener a Chifus.

—Que no huela tu miedo, gato —me aconseja Americano señalando con el hocico a Chifus. Estoy llegando al final de la calle luego de una condenada eternidad.

—¿Miedo? —me dejo caer. «No doy más, divina Verona»—. ¿Cuál miedo?

—El que demuestras al correr con tu cola metida entre las patas.

«Ay, es cierto».

Me apresuro a devolverla a su lugar.

Cuando regreso al punto inicial y, siendo honesto, cansando, estoy por gritar «¡Ya!», para mi mala suerte Agatha sale a verme desde su ventana.

«¡POR QUÉ!»

5Face to face, out in the heat , hanging tough, staying hungry —Esta vez Elvis apunta su cabeza en mi dirección.

«No más»

—6They stack the odds until we take to the street, for we kill with the skill to survive.

—Ahora lagartijas, gato —indica Americano y me aguanto las ganas de soltar un quejidito, pues Elvis, Chifus y Agatha no son los únicos entre el público, otros perros y gatos se aproximaron a bardas, puertas y ventanas. Americano me vuelve a recordar que confían en mí.

—La ciudad depende de ti... ¡Dilo! —ladra.

—La ciudad depende de mí —Voy por la tercera lagartija.

—¡Seré un digno rival para Chifus!

—Seré un digno rival para Chifus —repito. «¿Por qué me estoy mareando?»

—¡Qué empiecen las apuestas! —avisa a los presentes Sir Lancelot desde su pórtico. Quiere medir expectativas. ¿Por quién apuestan quienes vieron el inicio de mi entrenamiento?

—¡Chifus! ¡Chifus! ¡CHIFUS! —se escucha en todo el vecindario.

En respuesta Americano les dirige una mirada amenazante.

—¡Skipy! ¡Skipy! ¡SKIPY! —ladran, maullan y trinan esta vez los espectadores.

3It's the eye of the tiger, It's the thrill of the fight, rising up to the challenge of our rival! —vuelve a cantar con entusiasmo Elvis—. 4And the last known survivor stalks his prey in the night, and he's watching us all with the... eye of the tiger!

«No. Doy. Más»

...

—¿Skipy está bien, mamá? —pregunta Ana al volver a casa. Acaba de dejar la mochila junto al sofá.

—No sé amor, está ahí desde que regresé en la mañana —Le contesta mamá mirándome con duda.

«Oh, buen Romeo».

Después de la tortura por la que me hizo pasar Americano, solo pude meter dentro mis patas delanteras, me hallo en la sala recostado sobre el alféizar de la ventana con medio cuerpo dentro y medio cuerpo fuera.

—¿Va a morir? —pregunta Ana con miedo.

«Cualquier cosa prefiero a esto»

—No, amor... mira —Mamá me coge de las patas y me coloca de pie sobre el piso de la sala, sin embargo no aguanto y caigo de lado.

Ana comienza a gritar:

—¡VA A MORIR!

—¿Quién va a morir? —escucho que pregunta la voz de papá. Acaba de entrar a la casa.

—¡Skipy! —grita Ana, señalándome.

«La niebla, el aire impuro atravesamos.»

Es el turno de papá para ponerme de pie, revisar cada una de mis patas y dar un veredicto:

—Trae una lata de su comida —indica a Banana y ella corre a la cocina.

«Estamos hechos del mismo material que los sueños.»

Cuando la niña regresa, le entrega la lata a papá; él la abre y, con duda, coloca a una distancia considerable.

Yo, sintiendo que la Divina providencia me habla y el beneplácito de la existencia misma regresa a mi cuerpo, me arrastro hacia la lata.

—No sangre, no huesos rotos, tiene hambre... va a estar bien, amor —avisa papá a Banana—. Solo está siendo un poco dramático.

«La comida consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.»

—Hoy viniste temprano —dice Ana feliz una vez yo estoy a salvo—. ¿No tienes turno en el hospital?

Niña, ¿qué te dijeron sobre preguntar de más?

Antes de contestar papá mira de reojo a mamá. Ella lo ignora.

—Algo... así.

—¿Jugamos? —Ana salta.

—Mamá y yo tenemos que salir algunas horas —avisa papá—, quizá al regresar. Mientras, te quedarás con Elisa, Kev y Skipy, ¿de acuerdo?

Banana asiente.

Y tiene piedad de mí, pues espera a que termine mi paté para llevarme con ella... cargado. «Bien, niña. Es lo menos que puedes hacer.»

Cuando mamá y papá salen de la casa, tal como indicaron, nos quedamos «bajo el cuidado» de los dos mayores... que no salen de sus habitaciones, pero suelen venir aquí a ver si «estamos vivos». Literalmente eso es lo que preguntan.

3It's the eye of the tiger, It's the thrill of the fight, rising up to the challenge of our rival!

—¡¿Ni porque ya es de noche puedes callarte?! —escucho que discuten afuera Elvis y Americano varias horas después, llevan todo el día así. Yo ni siquiera busco aproximarme a la ventana.

—Qué carácter. ¿Lo heredaste de tu mamá?

—¡No te metas con...!

—¡La mamá de Americano era un ejemplo de señora! —le recrimina Guzmán a Elvis.

—¡Puedo dar fe de que la mamá de Americano era lo que toda perra debe ser! ¡Oh, cuánto me ayudó en mis momentos de soledad! —contesta otro perro.

—¡También me ayudó en mis momentos de soledad! —le secunda otro perro varias calles lejos.

Ladridos se escuchan por todo el vecindario.

—¡Él no necesita saber cosas de su mamá! —interviene Sir Lancelot.

... eye of the tiger!

—¡Y TÚ CÁLLATE! —insiste Americano.

Un maullido más y Elvis será comida de labrador esta noche.


«La alegría es la salsa de las cenas»

—William Shakespeare.


---

:)

1. Lanzándose, de vuelta a las calles, me tomé mi tiempo, aproveché mis oportunidades

2. Pasó el tiempo, ahora estoy de nuevo en pie, solo un gato y su voluntad de sobrevivir.

3. ¡Es la mirada del tigre, es el estremecimiento de la pelea, levantándose ante el desafío de nuestro rival!

4. ¡Y el último superviviente conocido acecha a su presa en la noche, y nos está mirando a todos nosotros, con la mirada del tigre!

5. Cara a cara, afuera bajo el sol, aguantando con dureza, manteniéndose hambriento

6. Llevan las de perder hasta que nos empiece a gustar la calle, por la que matamos con la habilidad de sobrevivir.

7. Con la mirada del tigre. 

¡Espero que les haya gustado! :)

Cuenten si fue buena idea lo de traducir la letra. Me debatí mucho si ponerlo así o no. ¡Gracias Grace y Mariela por sus consejos! 

Imagen compartida en el grupo de Facebook Tatiana M. Alonzo - Libros, por Paola Mendoza ♥ 

¡Sigo actualizando el apartado del concurso! Mil gracias por leer y votar ♥ Seguímos pronto.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro