Querido diario:

Había pasado un año desde mi conversión. Los Cullen y yo habíamos huido de Rochester ya que debido a que Esme y Carlisle estaban más el pendiente de mí descuidaron otros aspectos como el ir a abastecerse de comida humana para guardar las apariencias, eso en un pueblo tan pequeño como lo era Rochester dio pie a varias especulaciones acerca del raro Dr. Cullen y su familia. Por supuesto que todas las teorías que se decían estaban completamente erradas y alejadas de la verdad, Que Esme no comía nada para mantener ese cuerpo de infarto que lucía en algunos de los paseos que ocasionalmente hacía con Carlisle por el pueblo eran puras patrañas.
Mi periodo de neófita había terminado aproximadamente medio año atrás lo cual fue un alivio para mí ya que a pesar de no cazar humanos tampoco me hacía sentir mejor cazar animalitos indefensos pero mi sed era muy demandante y me hacía tomar 2 o 3 animales diariamente conforme fue pasando el tiempo la sed iba disminuyendo progresivamente hasta solo sentir un pequeño ardor que podía controlar fácilmente y mis cazas se volvieron más espaciadas entre ellas, ahora solo tenía que cazar solo 2 animales pequeños o uno muy grande semanalmente para calmar mi sed. Sin embrago Edward y Carlisle seguían al pendiente de mi esperando que en algún momento perdiera el control de mi misma y atacara a algún humano que estuviera en el lugar equivocado. Eso nunca sucedió.
Nunca había cazado humanos a excepción de esos cinco desgraciados que habían arruinado mi vida y aun así nunca bebí su sangre por lo cual me podía considerar que estaba limpia. El tema de Royce aún me costaba manejarlo, no había podido superarlo, cada vez que lo recordaba me descontrolaba empezaba a estrellar cosas, tiraba medio bosque y empezaba a llorar sin lágrimas lo cual hacía que mi llanto fuera más lastimero, me costaba volver a controlarme, esas fueron las únicas veces que perdí el control pero nunca ataque a ningún humano.
Mi familia trato de ayudarme: Esme, Carlisle e incluso Edward.
Con el mi relación había mejorado bastante, ahora ya podíamos estar en una misma habitación sin dirigirnos miradas de odio e incluso llegábamos a tener pequeñas conversaciones, nunca lo suficientemente largas para llegarnos a conocer con profundidad.
Carlisle me había dicho en una de nuestras tantas platicas padre-hija que una de las razones por las cuales me había convertido era porque guardaba la esperanza de que Edward me viera más que como una hermana. Recuerdo esa conversación con cada uno de sus detalles.

Me encontraba platicando con Carlisle en su despacho sobre algunos libros que ambos habíamos leído y discutiendo nuestros diferentes tipos de vista. Tenía ya un tiempo con esta duda y quería aclararla y ese momento parecía ideal para hacerlo, así que le pregunte:
-Carlisle- pregunte dubitativa
-Dime- contesto el en su característica tranquilidad
-Bueno yo... Tengo una duda Carlisle- dije con seguridad
-¿Cuál es?- fue su única respuesta
-El día que me encontraste en ese callejón ¿Por qué me salvaste? ¿Por qué no solo me dejaste morir como ellos esperaban?- pregunte bajando la vista
-Bueno Rosalie- contesto el con voz parsimoniosa –Te diría que actué por puro instinto pero te estaría mintiendo... La verdad es que cuando te vi ahí tirada pensé en hacerlo, después de todo Edward tenía razón y yo había pensado lo mismo que él, si lo hacía... si te convertía, me echaba encima una gran responsabilidad, después de todo eras Rosalie Lilian Hale, la prometida de Royce y por lo que hablaban las personas del pueblo eras la chica perfecta en cualquier aspecto, por eso mismo dude al convertirte, sabía que Royce iba a hacer hasta lo imposible por salir bien librado de todo lo que te había hecho y no me equivoque su familia invirtió gran parte de su fortuna en una búsqueda después de que tu cuerpo hubiera desaparecido sin dejar rastro alguno, claro que esto favoreció a Royce ya que sin pruebas no podía haber un cargo en su contra, pero después de verte ahí tendida supe que sería lo correcto
-¿Cómo lo supiste?- pregunte con la duda impregnada en mi voz
-Bueno Rosalie, cuando te vi ahí tirada pude apreciar tus facciones y vi algo en ti que me llamo la atención, algo me dijo que tu serias la hija perfecta... y también pensé en Edward
-¿En Edward?- Pregunte
-Si, en el. Al verte supe que tú eras la chica que hubiera querido para Edward. Una chica bonita, educada, bondadosa. Y esas cualidades tú las tenías.
-Pero Carlisle ¿Cómo pudiste pensar eso? Es decir Edward y yo. Nunca funcionaríamos
-Y ahora lo se Rosalie. Es solo que yo he visto a Edward. Yo lo convertí y he estado desde entonces en cada momento de su vida a excepción de esa mala época en la cual se fue y debo decir que incluso entonces cuando Esme y yo sufríamos por saber qué es lo que estaba haciendo teníamos la esperanza que al momento de que el regresara lo hiciera con su compañera- dijo Carlisle recordando
-Pero eso no sucedió-
-Exactamente, no sucedió. Cariño yo he visto a Edward. Y no quiero que el este solo. Se lo que se siente permanecer solo, sentirse solo. Yo tarde 350 años en decidirme a convertir a Edward... Bueno un compañero.
-¿Porque lo convertiste al? ¿Por qué tardaste tanto?- pregunte llena de curiosidad, nunca había escuchado la conversión de Edward ni la de Carlisle.
-Bueno Rosalie, yo no quería esta vida al principio. Yo al igual que tu tenia conceptos bastante errados acerca de los vampiros. Cuando me convirtieron yo me aberraba a mí mismo, no quería ser un monstruo. Me negaba a aceptarme. Muchas veces trate de acabar conmigo mismo pero es difícil matar a un vampiro, especialmente a uno recién nacido. Me aislé sin cazar durante bastante tiempo hasta que un día no lo soporte más y ataque a un ciervo así descubrí este estilo de vida que llevamos. Entonces me acepte, me llevo un buen tiempo pero lo hize. Aun así yo no tenía a nadie y si me tarde tanto en convertir a Edward fue por ese mismo motivo. Yo no le deseaba a nadie lo que a mí me había pasado y me había jurado no hacerle a nadie lo que a mí me habían hecho.
-Pero entonces...
-pero entonces un día mientras trabajaba llegaron los Masen. El padre había enfermado, no paso mucho tiempo para que Edward y Elizabeth, la madre biológica de Edward lo hicieran también. El padre de Edward murió y se esperaba el mismo destino para Edward y Elizabeth. Elizabeth murió poco después, pero ella ya había visto que algo no andaba bien conmigo. Descubrió mi secreto y me pidió que salvara a Edward. Yo podía salvarlo. El amor de una madre es muy poderoso Rosalie. Eso hizo que Edward sobreviviera
-¿El que su madre te pidiera salvarlo?-
-eso y que al verlo con más detenimiento encontré que Edward tenía el aspecto que yo hubiera deseado que tuvieran mis hijos-
-Y luego llego Esme-
-Así es, aunque yo ya me había enamorado de ella mucho antes-
-Lo sé-
-Nos salvaste Carlisle. Y ahora tienes una familia. Nunca estuviste destinado a estar solo. Tu destino era encontrarnos y estoy segura que Edward y Esme estarán de acuerdo conmigo si te digo que te estamos agradecidos. Y que te amamos por eso
Carlisle me abrazo fuertemente y permanecimos así por un buen rato

Ese día agradecí a Carlisle por haberme dado una familia después de que lo había perdido todo. También aclare mis dudas que tenía y aunque se generaron otras pude saber por qué Carlisle me había salvado

Con cariño
Rosalie Hale.