Capitulo 5: Plan caprichosa, Plan niña buena.

“Sábado 26 de Febrero 2011:

Había dormido pocas horas, eso debo admitir... mi padre sospechó algo cuando me vio esta mañana. Lo que me hizo darme cuenta, fue esa mirada que le da a sus pacientes cuando sabe que le están mintiendo o ocultando cosas; esa misma que me dio cuando se sentó en mi cama y me alcanzo el almuerzo...”

Lo miré frunciendo el ceño. Me había traído el almuerzo a mi cuarto para que no saliera. Lo sabía, en el fondo lo sabía.

–¿Qué sucede, Raquel? Te traje lo mejor que había en la cocina –señaló el plato donde había verduras hervidas –. ¿No vas a comer? –sigo mirándolo con el ceño fruncido. Lo único que quería era ir a casa de mi tía y si no podía hacerlo al menos salir de esta habitación...ver a Tres –. ¿Qué te sucede, Raquel? –me preguntó más serio –. ¡Ya deja de mirarme de esa manera, Raquel! Y come –dijo casi gritando.

“En momentos éste, se como acabar con la paciencia de alguien. Solo tengo que hacer todo lo que a ellos les molesta; ponerlos incómodos. Pero en estos, exactamente en estos momentos no era mi intención hacerlo, simplemente él me provocó ya que admito que tengo un pequeño problema de hacer todo lo contrario a lo que me dicen...Cuando era chica siempre me metía en problemas por esto mismo... ¡no trabajo bajo presión!.”

–¿Por qué no puedo salir? –pregunté dejando de lado el plato con la comida –. ¿Por qué estoy encerrada?.

Él simplemente ignoró mi pregunta y me acercó el plato nuevamente –Raquel...cariño –decía tiernamente, tanto y tan raro en él que daba miedo. –. Tienes que comer.

–¿Por qué me trajiste aquí? –volví a correr el plato y preguntar ignorando lo que dijo.

Suspiró y me miró serio, sabía perfectamente que odiaba que lo ignoren. Pero él también sabia que yo herede ese pequeño defecto de él. Y si hablamos de ignorar, no se puede quejar, me ignoró toda mi infancia.

–Raquel, lo digo en serio –acercó el plato con comida  nuevamente –. Si no comes algo, te vas a enfermar.

Yo no quería comer, aparte de que la comida era horrible, no me encontraba con apetito; solo quería ver a Tres. Quería respuestas.

“¿Me estaré volviendo...¿obsesionada con ese chico? No pasó mucho tiempo y ya quería verlo todos los días. Sentía que con su sonrisa permanente podría alegrar mi oscuro corazón. Podría alegrar mi vida.

Sentía mariposas en mi estomago por un simple beso y celos por una rubia loca. Definitivamente y aunque lo niegue este lugar me estaba afectando.”

Volví a alejar la comida – ¿No me vas a dejar salir? –pregunté firme.

Recibí el maldito plato nuevamente –¿No vas a comer?.

–No tengo hambre –volvió a suspirar –. Ya conteste, pero tu no.

– Si no comes te vas a enfermar, hija –rodé los ojos ¡Y a mi qué me importaba eso! –. Come.

–¡No! Quiero salir – Quiero ver a Tres. Si no puedo verlo, me conformo aunque sea con la loca de Rubí.

–¡Come! –insistió.

–No –retire el plato.

–Come –lo volvió a acercar.

–¡No! –me cansé y lance el plato provocando que la comida salga como una bala y impacte contra la pared. Él primero se sorprendió, luego pude notar en sus ojos preocupación, pero fue casi imperceptible.

“¿Qué me había llevado a actuar de esa manera? Era una persona impaciente y un poco... bueno me enojaba fácilmente, esa era una de las razones por la cual me metía en problemas y siempre tenían que llamar a tía Ellen para “rescatarme”...pero aquí no estaba la tía. Aquí estaba mi padre...con muy poca paciencia, un plato de verduras hervidas en la pared y el piso y una “Ra” completamente cabreada y sorprendida de si misma.
En otras circunstancias hubiese corrido y escapado de la escena del crimen. Pero estaba encerrada.”

–Te dije que no tenía hambre –me defendí, justificando mi comportamiento.

–Raquel... –intentaba controlarse, lo notaba en su forma de respirar –. ¿Qué es lo que te sucede?.

–Como si no lo supieras...–murmuré –. Quiero salir, no-me-gusta-estar-EN-CE-RRA-DA.

Me miró con sus ojos claros un momento, analizando que hacer conmigo . Luego se levanto de la cama y se fue, sin decir nada. Después la loca soy yo. ¡No! Yo no estoy loca.

“Lunes 1 de Marzo 2011:

Ya pasaron 3 días desde la fiesta. Pasaron 3 días desde que me enojé con mi padre. Pasaron 3 días en los que estuve encerrada en esta habitación, en los que estuve sola. En los que no probé ni un bocado.

Mi padre actúa extraño. Llega, deja la comida, me decía -exigía- que coma, luego se iba y a la media hora volvía a entrar a llevarse el plato tal cual como lo dejó ya que yo ni me moví de la cama. Rezonga un poco. Me decía que tengo que comer algo porque sino voy a enfermar. Yo le preguntó por qué estoy aquí, si me va a dejar salir y él me ignora y se va.

Resignada a que en plan “Caprichosa” no iba a conseguir nada más  aparte de que me traten como una verdadera loca (cosa que tengo muy en claro que NO soy); comencé mi plan de niña buena.”

Así es. De esa manera, lo estaba esperando sentada en mi cama, tratando de imitar una de las sonrisas que tiene siempre Tres en la cara. La verdad es que parecía una tarada haciendo caras graciosas tratando de imitarlo con un espejo enfrente. Cuando caí en la cuenta de lo realmente tonta que me veía me entre a reír. En ese momento, como si estuviera escuchando detrás de la puerta, entra mi padre con la bandeja y la comida. Traté de detenerme pero entre en un circulo vicioso donde me daba más risa mi risa que otra cosa. Noté que sonrió pero de una manera sincera, no esa sonrisa escalofriante de hace días.

–¿Estas mejor, hija? –su voz era suave y tierna, como cuando la tía Ellen me hablaba luego de estar días en la cama con fiebre.

–S-si...¿ Y tu? –pregunte dejando el espejo, de sos estilo blancanieves, en la mesa de noche y tratando de controlar mi risa. No entendía como una tontería como esa me podía causar tanta gracia.

–¡Bien! –se sentó en la cama –. Te traje la comida –me acercó la bandeja. Definitivamente esto tenía mala cara.¡DAGH! Si a esto llamaban comida no me quiero imaginar algo peor. Hice una mueca de asco. Revolvía con la cuchara el contenido del plato, esa especie de sopa; inspeccionando por las dudas de ver algo raro en el contenido. ¡Y es que tenía toda la pinta de una sopa de bruja!.

–¿Es-esto es comestible? –pregunte inspeccionando el plato y levantando el liquido con la cuchara. El rió. ¡Si! Rió y lo hizo de una manera sincera.

–Es más rico de lo que aparenta, yo hice la misma cara cuando la vi por primera vez.

–Tiene mejor pinta la comida de la escuela –miren hasta que punto esto se veía incomible. Tomé con la cuchara el líquido y me lo llevé a la boca. A decir verdad, estaba bueno. Tenía gusto a zapallo y papa y otras verduras.

Comí todo sin chistar ante la mirada de mi padre que cuando acabé me sonrió satisfecho.

–¿Ves? –dijo dejando la bandeja en la mesita –. No era para tanto.

No, si claro, no era para tanto. Pensé con sarcasmo.

Se me ocurrió que hacerle preguntas bruscas de “Por qué no me dejaba salir” y “Qué hacía en realidad aquí” no me llevarían a ningún lado, ya que las ignoraba. Así que comencé a indagar otras cosas, como que hacías aquí chicos como Tres y Rubí.

–Pa, ¿Te puedo preguntar algo? –él ante mi pregunta se tenso, seguramente esperaba que lo atacara con preguntas como las otras veces, pero se sorprendió cuando pregunte: ¿Qué fue el ruido que se escucho la otra noche?.

–¿Qué ruido, hija? –usó ese tono de voz suave que utiliza con sus pacientes.

–Era como...no se...una sirena, no puedes no haberla escuchado –quería saber si habían agarrado a alguien esa noche.

–Si, la escuche Raquel –¡Oh, oh! Mi nombre completo. Eso no es bueno –. Algunos internos se escaparon esa noche y los estaban buscando –entre cerré los ojos mentalmente –. Por esa misma razón no quiero que salgas...

¡OH, Por favor! Ni que estuviéramos en una cárcel y un asesino en serie se hubiese escapado, persiguiendo a todos con un cuchillo y con cara de psicópata.

¡Gracias, Ra! Casi le das una razón para que no te deje salir...¡Bravo!

–Pero...¿Es muy peligroso?¿Lo atraparon?– ahí estaba donde quería llegar yo “¿Lo atraparon?”.

–Si, no tienes porque preocuparte –me abrazó. ¡Pero si no estaba preocupada por eso! Si quiera estaba preocupada.

“Creo que el plan de ''niña buena'' dio más resultado que haciéndole la contra a mi papá. Luego de que sufrí comiendo esa Asquerosidad de sopa..¡Bien! estaba rica. Bueno, conseguí que dejaran de vigilar mi ventana noche y día, haciendo más fácil que Tres o cualquiera venga o yo salir.

Salir, como extrañaba el aire fresco. Aunque este lugar sea tremendamente horrendo, en estos pocos días me había acostumbrado a “vivir” aquí. Siempre y cuando no me acercara a los almacenes de medicinas. ¡No aguanto ese asqueroso olor a remedio!.

Ahora solo ansió ver a Tres, que me saqué una sonrisa...Creo que me estoy volviendo muy...muy idiota por él y solo lo conozco de nada.

¿Esto es amor o estoy loca? NO! Definitivamente no. Debe ser lo que no comí en días, esta afectando mi cerebro.”

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Perdón por tardar, espero que les guste. Voten y Comenten o les daré sopa (??) jeje chiste :)

BESOS! Dani