Capitulo 17: Primer tiempo: Familia.

Cuando volví a mi cuarto esa misma noche, tomé el bolígrafo y mi cuaderno, me senté sobre la cama y comencé a escribir.

Al terminar arranque la hoja y la escondí porque no quería borrar lo ocurrido, simplemente quería dejar de verlo.

Dejé el cuaderno en la mesita de noche y me dispuse a dormir. Y tratar de ignorar todo lo sucedido en el faro aquella noche. Porque no solo algo paso conmigo y Tres... esa noche ocurrió otra cosa.

" Martes 26 de Abril de 2011:

Hoy recordaba mi escuela. Una clase en concreto, donde hablamos de la familia: los valores, las acciones buenas y malas, todas esas cosas que por lo menos a mi grupo de trabajo, no nos llego como a los demás... no lo sentíamos como todos los otros, no lo sentíamos en nuestras familias.

El doctor Sherman, hoy en terapia grupal hablo de la familia..."

–¿Qué me pueden contar de sus familias? –el hombre levantó sus gafas que caían por el puente de su nariz.

–¿Qué quiere saber? –dice Wiliam,todo rubio con lentes y un acento raro ¿Quién imaginaría que sería el primero? –. La familia no es nada...

–Ja, que hipócritas – lo interrumpe una rubia y éste la mira mal.

–¿Por qué, Delina?– le pregunta el doctor –. ¿Qué puedes contar de tu familia?.

–Mi familia es todo lo que tengo, y me quieren al igual que yo a ellos... no importa lo que nos haya traído acá –se escucha un par de resoplidos y alguien dice "ellos" por lo bajo –. Pero si lo hacen es porque les importamos lo suficiente como para creer que podemos salir adelante y que podemos estar bien.

Mi primer pensamiento es que la rubia se iría pronto a casa, lo segundo que esta respuesta es la que Sherman quiere que todos tengamos.

–Mi padre se suicidó –Wiliam se encogió de hombros y continuo interrumpiéndola –. Y mi madre hacía como si no existiera, no sabía ni cocinar y tenía que ir a comer en la casa de mi vecina. ¡Que bonita familia! –dice sarcásticamente. Su acento desapareció y aquel joven que siempre corría tras Sarah, por unos minutos, desapareció.

Miré a William y vi en sus ojos algo muy familiar, algo que también había visto en los mios algunas veces pero que aún no sabía como llamarlo.

La sesión continuo con algunos criticando a sus familias, otros apoyándolos, algunos lloraron y otros no hablaron.

"... siempre tuve bien claro quien era la mía. Tía Ellen e incluso Anthoni su hijastro -aunque no nos llevábamos muy bien- son MI familia. Tía Ellen siempre estuvo conmigo, siempre me apoyó y esto me duele... porque yo extraño a mi antigua familia, aquella que solo parece ser un sueño. Extraño a papá y extraño a mamá."

"Sábado 30 de Abril de 2011:

Hace tiempo no veo a Tres, nos cruzamos de vez en cuando pero no hablamos. Él no me habla. Esto no quiere decir que yo quiera hablarle o que él me hable... solo me preocupa que desde aquella noche no lo vi sonreír de verdad, ¿Sera que mi presencia le molesta?¿ Sera por mi que no sonríe?"

"Domingo 1 de Mayo de 2011:

Hoy me encontré con Henrry por casualidad..."

Caminé directamente hacia él, había divisado su cabellera roja desde una de las ventanas del lugar y no perdí oportunidad de acercarme y tomando asiento a su lado como lo habíamos hecho días atrás; le digo: –¿Es raro, no?

Él me mira de reojo y luego se estira mirando el cielo anaranjado del atardecer. El pelirrojo sabía de lo que estaba hablando por eso mismo contestó:

–Completamente.

–No se que hacer...

–Se le pasará.

–¿Cómo lo sabes? –le pregunto mirándolo.

–Siempre se pone todo raro, siempre... luego de un tiempo.

–¿Qué insinúas? –me miró con una media sonrisa –. ¿Qué es una especie de hombre lobo?.

El soltó una carcajada y yo contemple encantada el sonido de su voz. Sus ojos verdes me atraparon mirando demasiado. Sentí el calor subir por mis mejillas.

–No se lo que Tres hace cada mes, Ra –su voz era suave –. Pero te aseguro que él no es un hombre lobo.

"... bueno admito que la casualidad no tuvo nada que ver en esto, pero me preocupa Tres y justo ahora que las cosas están destrozadas entre nosotros... tengo miedo que algo le suceda... pero también estoy intrigada por todo el misterio que rodea a este número..."

"Lunes 2 de Mayo de 2011:

Hoy vi a Rubí en una situación muy comprometedora con Luis cerca del faro."

"Martes 3 de Mayo de 2011:

Lo vi, él no me vio... estaba saliendo del almacén de medicamento ¿Qué haces Tres?"

"Sábado 7 de Mayo de 2011:

Contra todo lo que yo quería, no pude seguir ignorando a mi padre..."

–Cariño... ¿cómo te encuentras? –se sienta a mi lado en la cama y me mira.

–No lo se... –contesto –. Extraño a la Tía Ellen...

–Ven aquí – suspira y me envuelve en sus brazos –. Mi pequeña...

Me reconforta los brazos de mi padre. Hundo mi cabeza en su pecho mientras él me acaricia el pelo. Me siento como una niña otra vez, y me doy cuenta de cuanto extrañaba estar así con mi papá... me recuerda tiempos felices, donde los tres estábamos juntos.

Afuera esta lloviznando y por la ventana se vislumbra algunos rayos de sol que se escapan de entre las nubes.

–Pa...- lo llamo levantando la cabeza para verlo a la cara. ¿Cuándo fue la ultima vez que lo vi, ver de verdad, a la cara? Lineas de preocupación se reflejan en sus ojos. Mamá siempre decía que yo era igual a papá en algunas expresiones o gesto que hacíamos –. ¿Tu la extrañas?

–¿A Ellen? Si, pero imagino que no tanto como tú –dice suavemente.

Niego rápidamente –No a la tía... a mamá.

El se tensa al escucharme pero una expresión de ternura ilumina su rostro mientras me contesta con un suave: – Si, la extraño muchísimo.

–A ella le gustaba los días de lluvia – comentó mientras mis ojos se desvían hacía allí.

–Si, tenía una fascinación por las tormentas eléctricas...

–¿Por qué? A muchas personas les da pavor, terror , las tormentas – le comento –. Como la chica en frente al cuarto de Henrry; me contó que en las noches de tormentas no lo deja dormir.

–Mmm... no se porque le gustaban –dice pensativo colocando una mano en su barbilla –. ¿Pero sabes a quién también, le asustan las tormentas? –lo miro interrogante y el me responde enseguida –. A Tres.

–¿Tres le teme a las tormentas? – pregunto incrédula.

–Si, pero ahora no tanto como cuando era más pequeño –cuenta como recordando algo del pasado –. Su madre era amiga mía y siempre me contaba lo nervioso que se ponía cuando llegaba una tormenta.

–¿Conoces a su madre?.

–Si, la conocí... trabajaba aquí antes de que falleciera.

–¿La madre de Tres...? –me quede atónita. ¿La madre de Tres estaba muerta? ¿Era amiga de mi padre? ¿Desde cuándo? –. ¿Qué le sucedió?.

Él me mira confuso y luego se aclara la garganta.

–Calculo que él no te comento nada de esto, ¿No es así?.

–No, no lo hizo.

Me sonríe tiernamente y acaricia mi cabello.

–Él te lo contará en algún momento, hay cosas que no son fáciles de tratar.

–Tres no me lo dirá...– contesto resignada, mi vista recorre la habitación.

–¿Por qué no? Creía que eran muy buenos amigos.

Se me escapa una risilla nerviosa.

–Papa, si sabes que no eramos solo amigos ¿no? –me mira entrecerrando los ojos.

–¿Cómo dices?.

–Bueno... digamos que las cosas que hicimos no las hacen los amigos.

Debo admitir que nunca más olvidaré la expresión de la cara de mi padre; comenzó a toser y su cara estaba de un color escarlata, sus ojos azules muy abiertos.

–¿No habrán... ustedes tuvieron?– muerdo mi labio inferior intentando aguantar la risa. Él se sienta derecho y nos miramos uno frente al otro –. ¿Ustedes tuvieron...? –se aclara la garganta y me mira serio –. ¡Dios! Solo eres una niña.

–Vamos, papá, ¿En verdad crees que nunca estuve con un chico? – él simplemente me mira serio –. Puedes quedar tranquilo que tu querido Tres no ha hecho nada, y tampoco lo hará: hemos peleado.

–¿Qué has hecho?.

–¿Por qué piensas que yo fui la que ha hecho algo?.

Él solo me observa y alza una ceja mientras refunfuño como una niña.

–¿Qué has hecho, Raquel?.

–Es tu culpa... –le respondo cruzándome de brazos.

–¿Mi culpa?.

–Si, si no lo hubieses mandado a espiarme yo no me hubie...

–Espera un minuto –me detiene poniéndose de pie –. Para empezar, jovencita, yo no tengo necesidad de espiar a nadie. Y en el remoto caso de que lo necesitara, no mandaría a Tres ni a cualquier adolescente hormonado para que ande tras mi niña.

»Lo que estuve haciendo es un trabajo de cualquier padre haría para cuidar a su hija: tratar de entenderte –toma mis manos en las suyas –. Tu no hablas conmigo, no quieres decirme que es lo que sucede por tu mente – suspira–. Se que la adolescencia es complicada y que estuve mucho tiempo lejos –mi padre limpia las lágrimas que sin que yo sepa empezaron a caer por mis mejillas–. Y no tengo justificación para lo hecho en el pasado.

–Me dejaste sola –susurro entre sollozos y el me abraza fuertemente –. Me dejaste como me dejo ella.

–Shh...lo sé mi niña –acaricia mi cabello consolándome –. No lo volveré a hacer... no te dejare sola nunca más.

"...lo que creí que sería una pelea se convirtió en un río de lágrimas. Pero yo sabía que ese solo fue el primer tiempo, lo que vendría sería peor."

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Lo siento por tardar :(

Espero les agrade....

Besos Dani