Capitulo 16: Un corazón roto.

Mi padre puso el grito al cielo cuando se enteró de mi participación en lo ocurrido en la habitación. Por supuesto yo le dije que no había empezado la pelea, pero luego, según me contó Luis, un testigo clave hablo sobre lo ocurrido y me delató sobre lo de las sillas. Sospecho que fue el mismo Luis el que se lo dijo. No lo culpaba, yo misma me había delatado cuando mi mismísimo padre (tan conocedor de mis reacciones) me informó que los grupos de Tres y Henrry habían ganado y el mío no. No lo dijo así, pero fue de esa manera como lo entendí. Pobre de mi y mi ingenua mente... está bien, no tan ingenua. Le comencé a decir que Mi grupo había ganado, tristemente delatándome a mi misma.

En fin, se enojó mucho y yo me dediqué a ignorarlo porque también sigo furiosa con él y el número de pacotilla no se salvaba de mi enojo tampoco. El muy descarado se había presentado en mi ventana para tratar de hablarme. ¡JA! Como sí no supiera que sólo quería información para mi padre.

–¡Vamos, Ra! Realmente no se lo que sucede. Sí lo hablamos quizás pueda saber por qué me ignoras.

Tres se encontraba sentado contra el vidrio de mi ventana, se había cansado de estar parado y me aseguró que no se iría de ahí hasta que le diera una respuesta. Yo estoy en mi cama mirando el techo y tratando de ignorarlo firmemente y fallando en el intento. Sinceramente me estaba cansando y se volvía como los típicos chicos de mi escuela, que cuando una chica los rechaza se vuelven pesados detrás de ellas. No entienden el mensaje. Yo no lo pasé porque lo mío era otro tipo de grupo, por eso no soporto que Tres sea así. Él puede pasar no se cuanto tiempo desaparecido ¿Y yo no? quiero espacio o estoy tentada a que en verdad aquí haya una escena del crimen de la que Luis tendría que preocuparse.

–¿Es por Henrry? ¿Quieres estar con él en ves de conmigo? –seguía hablando Tres.

Cansada, me puse de pie y caminé a la ventana dispuesta a poner fin a todo esto. Él al escuchar que me acerco se para y me mira de una forma extraña, entre triste y feliz. No le hablo, solo salgo por la ventana y comienzo a caminar. Él siguiendo mis pasos. Sé a donde quiero ir para esto.

–Ra... –dice Tres con una voz estrangulada.

–¿Hum?.

–¿Qué hice?.

–Muchas cosas, Tres. Muchas cosas.

Lo sé, soné muy perra y actué de la misma manera hasta llegar al faro.

Tres abrió la puerta para que ingresé y él me siguió detrás.

–¿Y bien, arriba o abajo?– preguntó.

–Sólo sígueme.

Y comenzamos a subir las escaleras. Abrí una de las puertas de las habitaciones que habían dos pisos antes de llegar a la cima. Estaba vacía e iluminada únicamente por las ventanas.

–El lugar de toda mujer¹ –murmuró Tres. Fingí no escucharlo y me senté contra una de las paredes. Él se quedó de pie.
Llevaba una camiseta blanca con el loco de alguna banda que no conozco, unos pantalones grises y unas zapatillas de correr desgastadas. Su cabello oscuro estaba revuelto y en punta hacia todos lados.
Tres no era hermoso, pero tenía algo que lo volvía diferente.

–¿Qué está mal? –pregunta luego de un largo silencio.

–¿Qué está mal, eh? ¿Porqué te interesa tanto saber qué me pasa y esas cosas? ¿eh? ¿Por qué, Tres?.

–Porque me importas y quiero ser para ti el caballero de brillante armadura que elimina todo lo que te hace mal. Sabes que yo haría cualquier cosa por que estés bien.

–¿Y sí no quiero un caballero que este pendiente de mi? ¡Nunca pedí uno! NO quiero uno.

Nos quedamos mirando unos segundos hasta que él se sentó a mi lado.

–¿Por qué nunca preguntan a las damiselas en peligro sí desean un caballero?.

No responde, pero sé que sigue pensando en ello.

–Porque el fin de todo eso es para aumentar el ego del hombre y no herir su orgullo –le digo –. Porque a fin de cuentas todos ellos quieren algo de la "damisela".

–Quizás solo quieran ayudar.

–Quizás no quieran su ayuda.

Otro silencio le siguió a mis palabras, los dos permanecíamos mirando al frente uno al lado del otro sin sí quiera tocarnos .

–¿Cuáles son? –solté de repente.

El me miró entre curioso y confundido cuando preguntó: –¿Qué cosa?.

–Los privilegios que te da mi papá.

–¿Qué...?¿Cómo es que sa..? –no pudo terminar porque el mismo se detuvo y me miró entrecerrando los ojos –. ¿No te fuiste, verdad? Te quedaste a escuchar. Debí haberlo sabido –eso último lo murmuró para el mismo, pero aún así lo escuché.

–Sí, me quedé esa mañana. Pero todavía no me respondiste, Tres. ¿De qué privilegios hablaba?.

Silencio y más silencio. No me iba a responder y lo sabía.

–Marcos me ayudó a conseguir los libros...–él dice por fin, pero cuando me giro para verlo, él miraba sus manos –. Amo leer, realmente es algo que me relaja y me ayuda a sobrevivir aquí.

–¿Libros?¿Es ese el privilegio? –pregunto anonadada.

–Si, a parte de conocer a un famoso escritor que me ayudó a publicar mi libro –lo miré mucho más sorprendida que antes. ¿Tres público un libro?¿Mi papá lo ayudó en eso?–. Esté escritor es amigo de tú padre, Antonio D'adesandro.

–¿Él público tú libro?.

¿Cómo es posible que no me allá enterado? Yo conocía bien a Antonio ya que es mi padrino, hacia tiempo que no lo veía porque  estaba trabajando en su nueva novela.

–Sí, fue muy amable en ayudarme en esto y cuando lo conocí rápidamente me cayó bien y dijo que tenía algo que pocos escritores tenían –ambos nos quedamos mirando hasta que el continuó –... tiempo. Tengo mucho tiempo. Luego de verlo Marcos me dio una notbook donde poder escribir y me trae libros de vez en cuando.

–Así que eres escritor –no fue una pregunta, aún así Tres asintió y susurró un leve :"Si".

–¿Por eso le decías todo a mi papá? Me traicionaste por...¿libros?.

–No.

–No se nada de ti, no se ni tu nombre de verdad –él trago saliva, visiblemente nervioso –. Y siento que sabes demasiado de mi. Que estoy desnuda frente a tus ojos, que te conté todo y Tres, tu se lo contaste a mi padre. No puedo confiar, ya lo hice por mucho tiempo y me cansé. Estoy harta de todo, de la Isla, de mi padre, de ti y tus secretos, de tus celos y hasta estoy cansada de este faro y del agua que rodea está estúpida isla.

–Ra, yo te entiendo y se que es difícil todo esto para ti, pero alejarte de mi no funcionará... y yo tampoco resistiría estar lejos de ti, Ra...–él cayó, no dijo nada más.

–Tres, ¿Qué es lo que haces cuando te alejas de todos?/

–Yo...–sus mejillas tomaron un color rosáceo.

Él no lo diría. No se lo dijo a mi padre y ¿me lo dirá a mi? y él también sabía que no lo diría, sus ojos se tornaron tristes, intuía lo que diría a continuación. Las palabras que salieron de mis labios nos dolieron a ambos, pero en sus ojos colmados de tristeza pude ver como algo se rompía y escuchar el Crack de su corazón rompiéndose.

–Lo que sea que teníamos, se acabó. Ignórame como lo he hecho yo durante estos días.

"Domingo 24 de Abril de 2011:

Decir que Tres se lo tomó bien es estar mintiendo...

Decir que a mi me dolió mucho más al pasar los minutos... es una mentira más grande aun "

¹: El lugar de toda mujer, Tres hace referencia a el libro de  Bárbara Delinski con este nombre.

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Perdón y lo siento, se que tardo mucho en subir pero hay veces que dudo y cambio cosas a cada rato y hasta que me ponga de acuerdo con mi cabeza de como seguir pasa el tiempo :/

Felices Fiestas a trazado y espero que su año sea mejor que el mio.

Con cariño .

Dani.