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Conflicto


Después de ese día, antes de quedarme dormida siempre abría un poco la puerta corrediza, la luz de lámpara a lo lejos se encendía puntualmente todas las noches, hasta que se apagaba al amanecer.

Yo aún tenía pesadillas, pero una situación tan grave como esa nunca ha vuelto a ocurrir.

En la hora de cena tres días después, Rengoku Kyojuro me ha dicho que el entrenamiento comenzaría mañana al amanecer, pero antes de eso, él quería tener una batalla conmigo primero, para aprender mis fortalezas y deficiencias actuales, para poder formular un plan de entrenamiento específico.

Durante estos días siempre me levanté muy temprano, al día siguiente ha sido lo mismo. De todos modos no podía dormir, así que simplemente me levanté, planeando ir más temprano al dojo de la Casa Rengoku para calentarme.

El sol aún no había salido del todo, el resplandor de la mañana a lo lejos era de un magnífico color rojo anaranjado. En los últimos días descubrí que, aparte de mí, las únicas personas que viven en la Casa Rengoku son los dos hermanos Rengoku y su padre, quien nunca mostró su cara.

En una casa enorme siempre reina un silencio inquietante, sobre todo a primera hora de la mañana. Aparte de algunos cantos ocasionales de los pájaros, el único sonido que se oía era el susurro de mis pasos.

En el camino, las suelas de mis zapatos se mancharon con el rocío de la madrugada en el pasto, para no manchar el piso de madera del dojo, me quité los zapatos en el pasillo, entré adentro silenciosamente y descalza.

Para mi sorpresa, ya había alguien dentro del dojo. Rengoku Kyojuro parecía ya haber estado aquí durante mucho tiempo, de espaldas a mí incansablemente hacía movimientos cortantes una y otra vez, cada movimiento de la katana de madera que producía conllevaba el sonido del viento rompiéndose.

El sudor rodó por su frente, siguió por el cuello lentamente desapareciendo debajo de la ropa del cuello. El uniforme de entrenamiento blanco ya fue empapado, a medida de sus movimientos se pegó a su cuerpo, dejando acechando al medio escondido y medio descubierto sus fluidas líneas musculares.

¿Qué estoy haciendo?

Me quejé en secreto a mí misma y rápidamente aparté la mirada.

No abrí la boca para molestarle, pero cuando Rengoku Kyojuro volteó la cabeza, no pareció sorprendido en absoluto, como si ya supo que había alguien parada aquí. Él me saludó enérgicamente, sin ningún rastro de cansancio en su rostro.

-¡Has venido muy temprano, Kaede!-

Él cargando una katana de madera en el hombro me sonrió dejándome que entrara, luego tomó de paso un arma del estante y me la arrojó: -Ya que has venido, ¡entonces comencemos! Déjame ver los resultados de tus entrenamientos hasta ahora.-

-Disculpe, mucho gusto.-

Tomé la katana y me posicioné frente a él, acariciando el mango con mis dedos, la sensación de la katana de madera en mi mano era nostálgica.

-¡Muy buena manera imponente! ¡Siéntete libre de atacarme como quieras!- Él asintió seriamente, también levantó la katana.

-Entonces contaré hasta tres......uno, dos......¡!-

No dije el tercer número, fui a cortar contra él tan pronto cuando el dos salió de mi boca.

Yo no dije que desenvainaría mi katana a la cuenta de tres —— Estos trucos utilizados por los ronais de clase baja y los malos siempre fueron odiados por Fujimoto, quien me enseñó el manejo de la katana, pero me ayudaron a derrotar a un grupo tras otro de tipos que querían causar problemas.

Yo no tenía el brillante espíritu bushido de Fujimoto. Mientras que pueda protegerles, no me importaba si encontraba en posición erguida o torcida.

Vi a Rengoku Kyojuro fruncir rápidamente un momento el ceño, la velocidad de regreso a la defensa fue tan rápido que no pude verlo a simple vista. Incluso si mi movimiento repentino le tomó por sorpresa, sus reflejos son tan fuertes que hizo que mi primer movimiento fuera inútil.

En un abrir y cerrar de ojos, ya venía su contraataque, esa fuerza superó a todos los oponentes que había encontrado, mi purlicue se ha temblado hasta el punto de entumecer, que en un momento solo podía resistir.

En un segundo él balanceó tres veces......¿o fueron cuatro veces la katana? Esa última vez fui apartada violentamente, mi cuerpo voló hacia atrás y solamente logré estabilizar la forma del cuerpo en el último instante.

—— De verdad eres tan débil que la gente te menosprecia.

Sabía que Rengoku Kyojuro no dijo estas palabras en realidad, pero este susurro sonó en mi corazón con su voz. Mi sangre hirvió, mi corazón latía con fuerza dentro de mi pecho.

-¡Umu! Los conceptos básicos de Kaede son bastantes buenos, ¡pero tal nivel de entrenamiento está muy lejos de ser suficiente para convertirte en una espadachina! ¡Ganbare!-

Rengoku Kyojuro adoptó su postura y dijo con seriedad: -¡Cuando estuviste en el dojo tu maestro seguramente te ha enseñado el espíritu de ser una guerrera! Ese tipo de comportamiento está mal en una sesión de sparring, ¡por favor no lo vuelvas a hacer en el futuro!-

Otro tipo íntegro que se apega a los principios morales, me voy a reír.

-......Ese tipo de cosas es totalmente inútil. Sólo cuando ganas la batalla allí mereces hablar de tu espíritu. Mientras puedo ganar, no me importa utilizar cualquier medio.-

Levanté la katana para observar cuidadosamente sus defectos y apresuré hacia él cuando nuevamente frunció el ceño ante mis palabras.

- —— Ese tipo, Fujimoto. Como dijiste, había sido erguido durante toda su vida, ¡era un hombre que hasta hacía reverencia antes de luchar! ¡Pero él murió! Sabes por qué, ¡porque sus esos grandes principios no sirvieron de nada! ¡Sólo hicieron que él se vuelva débil! ¡Él murió! Cuando mueres, lo pierdes todo, ¡entiendes!-

Esta vez utilicé una fuerza inteligente en el ataque, no recibí su katana de frente. Hice una finta inclinándome, intentando rodear por detrás de su espalda e ir a atacar sus articulaciones.

¿Lo logrará?

Mi corazón latía muy rápido, el aura de un hombre fuerte ponía mis nervios muy tensos, el aumento de adrenalina durante el enfrentamiento hizo que mis manos temblaran de emoción.

Pero aún así no funcionó. Cuando acababa de dar un paso a su espalda, ya sentí una fuerza asombrosa proveniente de mi muñeca, luego todo mi cuerpo fue arrojado por esta enorme fuerza.

Me caí sobre el futón en la parte trasera del dojo con dilema.

-¡No es así!-

Ese hombre que me arrojó replicó con palabras sonoras y poderosas: -¡Yo no creo que el señor Fujimoto sea débil! Los miembros del Cuerpo de Exterminio de Demonios encontraron su cuerpo, ¡él murió luchando valientemente protegiendo a los aldeanos! ¡Él es muy fuerte, y admirable!-

-¡Fuerte una mierda!-

Me levanté enojada, no pude evitar maldecir, estas palabras rompieron mi último nervio racional.

-Si mueres eres débil, ¡si pierdes eres débil!-

-¿Debe ser sí o sí físicamente fuerte para ser llamado fuerte? Para Kaede, ¡qué es ser fuerte!-

Su mirada justa e inspiradora de repente me hizo enojar mucho. Con los ojos rojos, apresuré hacia Rengoku Kyojuro, los sonidos de las katanas de madera chocando rompieron el aire estancado del dojo.

Rengoku Kyojuro parecía que mis palabras le han despertado algunos recuerdos, o probablemente ha sido infectado por mi ira, su voz fue inestable por un instante.

-......Yo he visto la determinación del señor Fujimoto de proteger a los demás, también los esfuerzos que realizó para ello. ¡Acaso la definición de fuerte es simplemente por nivel físico! Cómo puedes creer, ¡lo que hicieron ellos! ¿No tuvieron ninguna valor?-

Él me estaba hablando, pero sus ojos refutaban a alguien en su memoria a través de mí.

Me derribó volando una vez más.

Incluso frente a mi provocación irracional, las acciones de Rengoku Kyojuro todavía mantenían un sentido de proporción. Me mandó a volar golpeando varias veces, la posición de aterrizaje y las partes donde eran golpeadas estuvieron justamente calculados, ningún golpe realmente me lastimó.

Maldita sea......¿está jugando conmigo?

Me levanté una vez más, la sensación de que el ataque fue resuelto tranquilamente por gente fuerte me recordó de nuevo aquel día en que el ladrón me amenazó con una extraña sonrisa. Le balanceé la katana una vez más y fui derribada al mismo sitio otra vez sin ninguna sorpresa.

No puedo vencerle.

Si decimos que la fuerza del ladrón solamente despertó mi deseo de volverme más fuerte, entonces la fuerza de él sólo me hizo sentir intimidante y fuera de mi alcance.

Me consideraba un poco más talentosa que la gente común en términos de fuerza y ​​artes marciales. Pero Rengoku Kyojuro me hizo dudar si realmente podría alcanzar su nivel de logro, incluso a través de su entrenamiento.

-Kaede, tus ataques son demasiados caóticos.-

Él se quedó allí en el mismo sitio señalando el centro de las cejas de él mismo: -La confusión de pensamientos alterará la frecuencia de la respiración, dificultará la concentración. No veo una voluntad firme en tus habilidades con la katana. Tienes que pensar bien detenidamente el motivo por el que balanceas la katana.-

Jadeando me senté en el suelo, de hecho los pulmones fueron como él dijo, debido al método de respiración desordenado me dolían mucho. Las palabras de Rengoku Kyojuro eran muy similares a las de Ubuyashiki, todos ellos me preguntaban por qué quería volverme más fuerte.

-......Yo......yo quiero volverme más fuerte para poder controlar mi propio destino, y luego, luego......-

¿Y luego que?

No podía continuar hablando, yo nunca he querido pensar en profundidad sobre esta pregunta.

Después de convertirme en una persona fuerte, verdaderamente seré capaz de conservar las cosas que quiero conservar, pero la familia Fujimoto ya no está hace mucho. No importaba cuán sobresalientes sean mis logros, no puedo salvar a una persona que solo podrá vivir en mis memorias de ahora en adelante.

Yo no quiero ser un pez gordo que hace temblar la Tierra, esos ladrones también ya murieron hace mucho, yo ni siquiera podía llegar a vengarme.

Las cosas que quiero conservar se quedaron en el pasado, el futuro en cambio es todo confuso. Con un deseo tan extremo de volverme más fuerte, al fin y al cabo, simplemente menospreciaba a ese yo débil de ese momento, simplemente quería expiar mis pecados.

Mi obsesión era como un árbol sin raíces, se veía vigoroso y alto, pero no tenía motivos para solidificar sus cimientos, de hecho se estaba desmoronando.

Rengoku Kyojuro lo descubrió, así que él lo tocó con el dedo y este árbol se derrumbó.

El cuerpo repentinamente perdió fuerzas, ​​la katana que tenía en la mano cayó al suelo. Yo ya no podía encontrar la motivación para apoyar el balanceo de la katana, sin mencionar que la fortaleza de Rengoku Kyojuro incluso me hacía sentir fuera de mi alcance.

No podía llegar a hacer nada.

De alguna manera, escuché a yo misma decir: -......Admito que yo he perdido, no puedo volverme tan genial como vosotros. Mátame.......De todos modos, ya no quería vivir hace mucho tiempo.-

En el instante en que solté estas palabras, de repente suspiré aliviada, esos sentimientos de culpa desaparecieron repentinamente, me sentí desahogada.

Durante los últimos días, me he estado paralizando a mí misma con el objetivo de volverme más fuerte. Le dije a Kanroji, le dije a Kocho Shinobu, y también me dije a mí misma de no buscar la muerte. Fingí tener una vida normal, una sonrisa normal, usando una vida plena para encubrir los recuerdos heridos.

Pero la verdad es que estoy muy cansada, echo de menos el sol en el dojo, las carpas hervidas con néctar hecho por Fujimoto, también las libélulas de bambú que me regaló su hijo. De hecho, realmente tengo muchas ganas de volver a casa, el perrito guardián de Fujimoto necesita a su dueño, yo quiero volver con ellos.

Rengoku Kyojuro se paraba en el otro lado del dojo mirándome, no sabía cuánto tiempo pasó durante la pelea, el sol ya salió. La luz del día que se filtraba a través de las celosías de madera dividía el área en la que nos encontrábamos en dos mitades.

Mitad yin, mitad yang.

Caí dentro de las sombras, Rengoku Kyojuro quedó de pie bajo el sol.

Él negó la cabeza, me rechazó.

-Yo no haré esto, yo nunca, jamás lastimaré a los humanos.-

La sonrisa desapareció de su rostro, Rengoku Kyojuro me miró seriamente, sus ojos almendrados brillaban luz bajo el sol, esos son el color de la llama eterna.

-Kaede, si quieres llorar, entonces llora. Si te sientes terrible en el corazón entonces grita fuerte. Después de desahogarte allí el pasado se convertirá en pasado, sólo entonces las personas pueden seguir adelante.

Lo que pasó en la aldea no es tu culpa, la familia Fujimoto absolutamente no te culpará. Si los almas pueden transmitir sentimientos, ellos definitivamente también te desearán una buena vida.-

Él en ese lado donde había luz me extendió su mano.

El fino polvo que flotaba en el aire brillaba bajo ese rayo luz del sol. Miré fijamente esa mano, me incliné hacia adelante como que me había poseído algo.

No es mi culpa......¿yo no tengo culpa? La familia Fujimoto, ¿no están resentidos por mi incompetencia?

Nunca me di cuenta de que yo en realidad deseaba tanto un perdón.

En el fondo del corazón de repente un sentimiento extraño surgió, los grilletes de culpa y remordimiento parecieron aflojarse por un instante con sus palabras. Luego yo pellizqué fuertemente a mí misma, maldiciendo a mí misma por ser mentalmente débil.

Los ojos de Rengoku Kyojuro estaban muy brillantes, como si pudieran ver a través de mis pensamientos. Sentí una abrumadora sensación de incomodidad, por lo que traté de disimular mi vacilación con palabras mordaces.

-......Deja de bromear, ¿cómo puede una persona fuerte como tú, que creció entre elogios, comprender el estado mental de una persona débil? Me temo que ni siquiera sabes lo que es la sensación de estar impotente.-

Sus ojos se ensancharon ligeramente, yo supe en un instante que había dicho algo equivocado.

No sabía cómo retractarme de lo que dije y no pude bajar la cara para disculparme, de repente la atmósfera se estancó.

En este momento, la puerta corrediza se abrió de repente ——

-¡Maestro! Estoy aquí para entrenar, eh, ¡Kaede chan también estás aquí! Que bien, ¡todavía quiero charlar contigo otra vez! ¿Qué tal si tomamos el té juntas por la tarde?-

Si hay algo que me hace estallar de gratitud en este momento, en ese caso definitivamente será la voz de Kanroji Mitsuri. La sonreí disculpándome, rápidamente salí corriendo por la puerta, sin atreverme a mirar el rostro de Rengoku Kyojuro nuevamente.

La mano de Kanroji Mitsuri para detenerme había jalado el vacío, confundida trató de encontrar la respuesta desde su maestro: -......¿Qué le pasa a Kaede chan?-

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