Viernes, 7 de febrero del 2014

Hoy es el día en que el que comienza una nueva etapa en mi vida, dejo la ciudad que me vio nacer, crecer, esforzarme por lo que más quiero en la vida y seguir adelante. Esta ciudad que fue testigo de mi sufrimiento familiar, tapadas por apariencias materiales de una familia "acomodada y respetada" ante las demás personas; esta ciudad en la que a los adultos les gustaba ver a un Nathaniel modelo y destacado para luego ser usado como un ejemplo ante el resto sus compañeros; esta ciudad en la que los amigos eran indiferentes para mí mientras que yo me ganaba la enemistad y la antipatía de algunos. Sinceramente no siento mucho afecto por dejar esta ciudad, tengo vagos recuerdos positivos de ella...bueno excepto por el último año de instituto, época en la cual por primera vez me sentí a gusto, porque la conocí a ella. Alisa (sucrette), la chica por la que surgieron mis sentimientos y estreché una fuerte relación. Nunca creí que alguien como ella llegaría a cambiar mi vida en tan solo un año. Lástima que tenga que alejarme de ella para continuar con mi camino. Sin embargo estaré en contacto con ella las veces que pueda. Si en mis manos estuviera el destino, la llevaría conmigo, pero estoy seguro que a ciertas personas no les gustará esa idea. Por desgracia, una de esas personas es mi madre quien hasta ahora no ha entendido todo lo que he pasado por tolerar los abusos cometidos por mi padre en mí, su propio hijo. Para mis padres yo era simplemente el imperfecto por más esfuerzos que hacía. Sus ojos siempre se centraban en Amber, su hijita consentida, mimada e irreprochable quien con tan solo una lagrima de cocodrilo y palabras inofensivas lograba convencerles. A veces me pregunto si soy adoptado o simplemente nací en la familia equivocada