Capítulo 16
Luego de un trabajo muy pesado y agotador, el regresar a casa era reconfortante. Yo sé que esto es por la seguridad que me da el lugar y también por la persona quien me recibe. Aunque dudo acerca de que pueda existir una persona así, siento como si ni fuera real o como si estuviera fingiendo. Hay algo malo.
Y es que yo tengo miedo.
Yerik me vio en unos momentos que considero vulnerable, y tengo miedo que eso en algún momento vaya a usarlo.
¿Es normal tanta desconfianza? ¿El sobre pensar las cosas está bien?
Yerik se muestra transparente en nuestras conversaciones, veo mucha seguridad en sus palabras y ojos.
¿En serio puedo confiar en él?
Es diferente a Kendall, y en muchos aspectos... Y a todo esto ¿Dónde estará mi hermano mayor? ¿Qué estará haciendo? Últimamente los mensajes suelen ser más cortos, sé que es por su proceso de adaptación. Quiere ser el mejor, ganarse desde ya un lugar.
Yo también lo hare, yo también iniciare con el pie derecho y daré el mil de mí. Sé que podré con todo, no pienso quedarme atrás.
Mi corazón suspira porque no lo tengo conmigo, pero hay algo que me lo traerá de regreso.
Fui a la mesa que tenía y cogí el cuaderno negro, el diario de mi mejor amigo... Esto es lo más bonito que yo podía tener de él, sus recuerdos.
20/08
Hoy me encontré con mis amigos, ellos comenzaron a hablar sobre Kira... Todos decían que era alguien que no íbamos a poder encontrar y que quizá habíamos estado perdiendo el tiempo. Yo trataba de no reírme por las babosas que decían. Dentro de dos días los invite a mi casa, les dije que iba a ver un pequeño compartir.
Si tan solo supieran que todo es parte de mi plan, ¿qué caras pondrán cuando la vean?
22/08
Hoy probé las galletas más ricas del mundo, la abuela de Kira sí que tiene un gran don. Pero ahora escribiré como es que hoy me quede con la corona, quienes no confiaron en mí se quedaron mudos. Sin embargo, hoy vi a Kira reír más que aquella vez, aunque hablaba poco veía que se mostraba más atenta a las conversaciones que teníamos. Supongo que ese día lloraba del dolor por la pelota y su mente divagaba también por eso.
Puedo imaginar claramente su rostro petulante y molesto, le gustaba tener la razón en su etapa de infantil y pre pubertad... También una parte de su adolescencia. Muchas llego a ser terco y eso me llego a cansar.
23/08
Mis amigos hoy empezaron a preguntar porque no les había dicho nada sobre Kira. Ayer en la fiesta todos me miraban con una cara bien graciosa. Yo no pude evitar presumir, al fin y al cabo, siempre tuve razón. Siempre repetirá la frase que "La esperanza es lo último que se pierde". Ahora tengo una amiga más con quien jugar y pasar momentos divertidos. ¿Será que ella también me presentará a sus amigos? ¿Tendrá muchos amigos o quizá pocos? Conforme tenga más confianza con ella, le preguntare.
25/08
Hoy en la mañana me encontré con Kira, quedamos en que vuelva mi casa. Le dije que yo podría ir a su casa para conocer a sus padres. Pero me dijo que ellos viajan mucho y que vivía por el momento con su abuela Fabiola. Me dijo que hablaría con ella para un día poder visitarla.
Mónica no me quería en su casa, así que solía tardar con Fabiola... Para evitar que ella hiciera algo contra ella, le decía que sufría de dolor de cabeza y que las medicinas no le hacían efecto. Aún tenía esperanzas con que un día cambiará, ahí yo quería protegerla de ir a un lugar... La cárcel. Evitaba mostrar algún tipo de golpe, o si eran muy evidentes, evita ir a verla.
Pero existe el dicho "Tarde o temprano, la verdad sale a la luz"
Pero viendo ahora como se desarrolló toda la historia, fue un mal proceder. Pero ya las cosas pasaron, ya no puedo hacer nada, no pude salvarme. Solo me queda sanar.
01/09
Que horrible fue hoy. Lo detesto, reprobé el examen de matemáticas. No entiendo nada, el profesor es aburrido. Mi mamá y papá no me gritaron, hablaron conmigo y dijeron que me ayudarían mejorar. Me alegro saber que no me dan la espalda.
Porque hoy vi como un compañero se puso a llora al ver su nota. Decía que sus padres lo iban a castigar y que tenía miedo de eso. Yo tengo la suerte de tener a papás comprensivos.
Los padres de Kendall son unas personas maravillosas, siempre querían que me quedará a dormirá. Siempre me invitaban a participar de sus reuniones familiares, ellos lo hacían porque me veían como alguien buena. Ellos nos saben, ni se imaginan lo que pasé, construí con Kendall una gran muralla para ellos. Así que ellos solo conocen lo bonito de Kira Peaton, la chica aplicada a la cual le gustaba estudiar.
La madre de Kendall me escribe con frecuencia, quiere que la visite, pero aún no me hago un tiempo. Tengo que ir a verla, la extraño...
No quiero seguir pensando en eso, me pondré muy mal si sigo recordando. Así que mejor vuelvo a mi presente, mi ahora. Tome mi celular y mire la hora.
April me había llamado para decirme que llegaba en unos diez minutos, pues no había tráfico y las calles hoy estaban vacías, lo cual indicaba que todo iba bien. También que quería desayunar con nosotros, para conversar. Pero con mis pensamientos depresivos y la lectura que hice, ya me habre tomado como unos cuatro o cinco minutos.
Me alegra tener a April aquí, poder conversar de cosas de forma libre, ya no esconderme o hablar en voz baja por temor a que me escuchen. Mi amiga sabe llenar de color mis días, además ya estoy haciendo más amistades. ¿Sera que con el tiempo pueda hacer una pijamada? Mi primera pijamada, una que organice yo.
Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina. Yerik ya se encontraba ahí. La hervidora ya estaba puesta y estaba sacando la sarten de la alacena.
Hoy tenía puesto un polo manga larga gris y unos pantalones sueltos negro, cualquier cosa que se ponga... Él siempre resalta, ¿será por qué es grande? ¿o porque tiene una buena fisionomía? ¿O por los dos?
Evitemos responder.
—Buen día — Salude —, ¿adivina quién vendrá a desayunar? — Pregunte con una sonrisa.
—Hola, Kira...— Me observo con asombro — Que sonrisa tan deslumbrante tienes hoy — Comento con una sonrisa.
Mi sonrisa se congelo, sentía que no podía mover la cara. Ademas, mi cara empezo a hervir a mas no poder. Con la verguenza acumulada solo pude a atinar a reírme y bajar la cabeza.
¿Qué más puedo hacer? Me da verguenza.
—No bajes la cabeza — Ordeno. Levante la cabeza y el asintió — Muy bien, está mejor.
—¿En se-serio? — Él asintió — ¿Ah? ¿Por qué? Si- sigo poniéndome roja como un tomate. — Aún continuaba poniéndome nerviosa, ¿cómo que estoy avanzando?
—Porque ahora ya no lo rechazas, antes habrías dicho "No es cierto"—Comento como si fuera lo más evidente.
—Um... — Estoy sorprendida — Ah, sí, supongo que tienes razón. Parece que si funciona...— Su rostro sonrió con aires de superioridad.
—Ahora tenemos que lograr otra cosa, y es que tú hables— Me señalo —, pero me preocupa que te acostumbres a que yo lo haga... Cuando venga otra persona será más difícil — Explico —. Apuesto que seguirás nerviosa, hasta podrías escapar de la persona.
—No — Dije rapido, él me miro fijanmente —. Ay, por favor, dudo mucho que vaya a escapar y, sí, podría acostumbrarme a tú me continúes diciendo esas cosas y con otra persona me ponga muy nerviosa. Pero de la noche a la mañana no vendrán a decirme esas cosas, dudo que pase. — Encogí los hombros.
—Sí, pero no está mal prevenir ese tipo de situaciones — Asentí —. Podrías intentar que cuando alguien te diga algo bonito o... — Hizo una pausa como buscando otro adjetivo — O adulador, simplemente asientes con la cabeza y trates de respirar con calma. Para que luego cambies de tema de forma disimulada.
—¿Por qué cambiar el tema? ¿No sería muy evidente? — Pregunte.
—Pues, si no puedes contestarme algo a mí... No podrás con un desconocido. — Comento de forma evidente.
Si a él no le puedo contestar, peor ser a un desconocido. ¿Psicología me ayudará a agarrar confianza?
—Tienes razón, cambiare de tema... Pero tampoco es que será un cambio radical, quizá algo más suave. — Mencione casi arrastrando las palabras.
—Bueno, entonces tambien trabajaremos en eso... — Me sonrio — Ahora, dime en cuantos minutos llegara nuestra amiga.
—Pues quizá en unos minutos, me dijo que no había tráfico y las calles estaban libres. — Me acerque un poco.
—Me alegra que venga, lo máximo que podía verla era una vez cada dos meses, todo era por mensajes o llamadas — Se dio vuelta y coloco la sarten en la cocina —. Cuando le preguntaba cuando me visitas, me decía que cuando tuviera tiempo — Se giró a verme — ¿Y adivina qué?
—¿Qué? — Pregunté porque sentí la necesidad de seguirle la corriente.
—Me visitaba a los dos meses, pero creo que valió la pena porque entro a la universidad — Sonrió —. Estoy muy feliz por ella, está logrando sus objetivos que se trazó.
—Ella solía desvelarse repasando los temas que no entendía, reforzaba su conocimiento.
—¿Tú estudiabas con ella?
—Sí, pero por tiempos porque yo solía no entender otros cursos — Explique —. Cuando eran los exámenes me turnaba para ir con ella o con Kendall.
—Antes que terminaran su relación, ¿solían estudiar los tres juntos? — Vi mucha curiosidad en sus ojos.
—Sí, el ambiente era tranquilo y acogedor... Pero luego de todo, se volvió tenso y pesado, fue horrible — Sacudí la cabeza al recodar esos tiempos —. Saque la conclusión que no es recomendable salir con una persona que es amigo del grupo.
—Yo también puedo afirmar eso — Señalo rápidamente —. Yo tengo la firme convicción que no se pueden correr riesgos, así que yo evito esas situaciones.
—¿En serio?
—Claro, ¿te imaginas que la amistad se sienta tensa por una corazonada? No me gustan las situaciones incomodas, entonces evito eso. — Había una sonrisa fingida en su rostro.
—De haber tenido idea que entre Kendall y April las cosas iban a terminar mal, habría movido cielo y tierra desde el inicio para evitar que estén juntos.
Yerik saco un tazón hondo, una espátula y el aceite. Los puso sobre la mesa de la cocina, se fue a buscar a otro lado, de donde saco avena.
—Hay cosas que no se pueden impedir — Soltó un suspiro.
Lo dijo con tanta pena, y ese suspiro sonó cansado... Algo oculta.
—¿Pasa algo? Ese suspiro se sintió deprimente. — Me senté frente a mesa de la cocina.
Yerik dejo todo sobre la mesa y se giró a verme, fueron segundos donde me miró fijamente. Sentí como si me estuviera escaneando.
—¿Qué? —pregunte asustada.
—¿Te acuerdas de esa charla que tuvimos la primera noche que te quedaste aquí? —Asentí dudosa, porque tocamos varios temas, así que no se de que está hablando específicamente —. Bueno, llevo un tiempo preguntándome acerca de cómo es que se sienten las emociones cuando estás enamorado. — Se acercó y se recostó sobre la mesa donde yo estaba.
—¿Por qué? ¿Estas interesado en esas emociones? —Pregunte y el bajo la mirada.
—Creo que encontré esa emoción — Pude visualizar una sonrisa, aun cuando tenía la cabeza gacha —, la verdad es que en un principio no lo creí posible... Sin embargo, al parecer el tiempo me ha dado otra perspectiva.
—Um... — No entiendo, siento que me habla en clave — Continua.
—Hace dos años conocí a una chica en una fiesta de la universidad, la verdad es que cae bien al instante — Alzó la mirada y había una sonrisa deslumbrante en su rostro —. Ella ya llevaba dos años en la universidad hasta ese tiempo, así que me ayudo a poder acostumbrarme al ambiente, la vi como una amiga durante estos casi dos años — Asintió para sí mismo con una sonrisa —. Pero estos últimos meses, yo sé que han cambiado mis sentimientos.
Lleve mis manos a la boca, no podía creerlo. Yerik estaba enamorado de su amiga, y yo podría asegurar que mucho, ese brillo en los ojos... Solo lo he visto una vez veces. Esa chica es muy afortunada, le toco una maravillosa persona.
—¿Cuál es el problema? ¿Ella no te corresponde? — Pregunte rapido.
—No lo sé... A veces siento que me lanza indirectas, otras que simplemente las suelta por molestar — Encogió los hombros —. Otras veces por mi mente cruza la idea, que no quiero sacudir las cosas con ella, es una excelente persona... —Hizo una pausa —. Una persona hermosa —Agrego entre risas y un brillo en sus ojos.
—Yo, desde mi perspectiva, te puedo decir que estás enamorado de ella. — Agregue.
En ese preciso momento el rostro de Yerik tomo un color rojo, sus ojos brillaban y la sonrisa trato de disimularla, pero era imposible. Un rostro totalmente imposible de olvidar, se ve adorable.
—¿Por qué no se lo dices? Creo que guardarte tus emociones, no es bueno... Además, tú eres una maravillosa persona, eres de esas personas con las que te encuentras una sola vez en la vida — Bajo la cabeza y soltó un suspiro —. Por algo te estará lanzando indirectas, ¿no crees? —Soltó una carcajada.
—Gracias por tus palabras, me alegra pensar que piensas eso de mí... Y solo llevamos una semana y media viviendo juntos — Agrego con sorpresa.
—Pues ya somos amigos, me has visto en momentos difíciles y me has apoyado... gracias por eso, Yerik — Sonreí. Chasqueo la lengua y se alejó de la mesa.
—No hay que agradecer nada, creo que todos deberíamos aprender a ser empáticos, en algún momento recibes lo que das...
El timbre sonó una vez... dos... tres...
—Voy, April— Alcé ligeramente la voz.
Caminé hacia la puerta y logré visualizarla ahí, llevaba pantalones sueltos celestes y un polo blanco con un estampado donde decía "¿Qué ves aquí?".
—Hola — Salude.
—Hola, mi amada amiga — Me dio un abrazo fuerte, no pude evitar encogerme — ¿Cómo dormiste? ¿Todo bien?
—Sí, es cómodo estar aquí — Sonreí —. Pasa, estaba conversando con Yerik, mientras él hacia el desayuno.
April entro rápido y fue directo a la cocina donde se encontraba Yerik. Yo cerré la puerta y le eché seguro.
—Muy bien amigo mío, es bueno verte en la cocina — Dijo con voz gruesa —. Por favor no demores con el desayuno. — Advirtió.
—Que graciosa eres April... ¿Acaso no tienes hambre? — Pregunto amenazante.
Camine hacia ellos y Yerik se encontraba mirando a April con los ojos entrecerrados.
—Sí tengo hambre... ¿Ya terminas? ¿O quieres ayuda? — Sugirió con tono inocente.
—Gánate el pan, niña — Reprendió.
—Um... ¿Seguro que deseas mi ayuda? — Pregunto son una sonrisa un tanto malévola.
—Olvídalo, tu quemaras todo... — Miro a mi dirección — Solo puedo confiar en ti, Kira, ayúdame por favor — Suplico. En su mirar se notaba también su pedido de ayuda.
Cuando me habla así y con su mirar, que siento que conoce todo... No puedo evitar sentirme abrumada, mi corazón se exalta con facilidad.
—Claro — Musite.
—Gracias, sé que puedo confiar en ti.
—Que gran amigo eres... — Dijo April sarcástica —. Iré a tu cuarto Kira, todo lo que sea horrible irá a la basura. — Señalo.
—Pero... —Antes de poder siquiera completar la frase, April me interrumpió.
—No, olvídalo, buscaremos ropa y tranquila sé dónde hay ofertas. — Sonrió.
—Vale...
¿Estaba bien?
No estaba segura de eso, pero supongo que debo confiar en ella. Sé que mi ropa esta del asco, comúnmente la he comprado en tiendas de segunda mano. Buscaba ahorrar dinero para casos de emergencia, así que espero no saque todo mi closet. Hay ciertas prendas que están casi nuevas, blusas y polos que me regalaba April y Kendall en mi cumpleaños o para felicitarme por algún logro.
—Créeme, ella sabe dónde conseguir ofertas... Además, no está mal el cambiar de atuendos cada cierto tiempo. — Yerik trataba de calmar mis pensamientos.
—Sí, yo sé que ella me puede ayudar con eso... Pero no lo sé, desearía que quizá en un tiempo más lejano me ayudara con eso — Musite —. Quiero ahorrar un poco más.
—Ay, Kira, tranquila... Ponte un gasto limite y ciérrate, proyéctate a futuro cuando volverás a ir de compras — Sugirió —. No eres una persona con vicios, te felicito por eso... Sin embargo, tampoco deberías ser tan dura con respecto a ti.
—Claro, pero...
—Dime algo, ¿has visitado algún medico durante los últimos dos años? — Me miro y pude sentir la seriedad de su pregunta.
—La verdad es que no, no recuerdo haber ido al médico... — Musite.
—Debes empezar por tu salud, creo que primero esta eso... Hablaré con April, no puedes descuidarte de algo tan básico— Reprendió —. Estas a punto de iniciar un proyecto muy grande y no puedes simplemente ir jugando con tu salud.
—Sí — Susurre —, iré al doctor...
—Aprenderás a amarte, Kira... — Sonrió —. Tu vida no tiene precio, eres un ser hermoso y lleno de luz.
Basta, basta, basta, basta., basta, basta, basta, basta....
Si sigue así, viviré con fiebre las veinticuatro horas del día, sus palabras son pesadas aún. Sin contar que cuando me las dice tiene una sonrisa bien hermosa y la sinceridad que emana, hace que se me resulte más difícil de procesar.
¿Cuánto tiempo debe pasar para acostumbrarme a esto? ¿En cuánto tiempo mi corazón dejara de bombear como loco? ¿Mi rostro rojo se mantendrá así para siempre? Esto parece un juego de supervivencia, ¿me estancare en algún nivel?
***
Luego de un desayuno lleno de llamadas de atención, en el cual se nos decía que primero debemos ir con un médico, con un nutricionista y psicólogo. Donde se nos imploraba evitar problemas y hacer las cosas rápidas, nos alistábamos para irnos a recoger mis cosas.
Yerik iba a acompañarlos hoy, pero ayer por la noche lo llamaron de la universidad, donde le decían que hoy tenía examen. Obviamente eso lo molesto, por el hecho que avisaron a última hora, si fuera yo... Probablemente habría hablado con el rector, no pueden hacer eso.
—Lamento no ir con ustedes — Comento Yerik en lo que se colocaba la mochila al hombro —, por favor llámenme si surge algo... Por más minúsculo que sea, si hay algo más, llamen a la policía.
Yerik quería que hoy fuéramos al doctor y mañana ir a recoger mis cosas, pero April le dijo que no. Que todo estaba bajo control.
—Yerik, ve de una vez a la universidad, por que tus ideas me asustan. — April lo miro molesta.
April ya se había hartado de escuchar a Yerik diciéndonos que hacer en casos de emergencia, simplemente se quería deshacer de él.
—Nunca esta demás prevenir. — Respondió Yerik.
—Vale, mamá... También llevare mi bufanda. — April le respondió sarcástica.
—Que inmadura... — Yerik la miro con los ojos entrecerrados —. Kira, si hay algo que pase, no dudes en llamarme ¿Si? — Le sonreí.
—No te preocupes, sacaremos todo rápido, además si ella está ahí... Simplemente me iré.
—Perfecto... Adiós, con cuidado. — Señalo a April.
Yerik salió del departamento y me dejo con algo de temor... ¿Vamos? ¿o no?
—Tranquila amiga, seremos rápidas para sacar las cosas... No creo que demoremos más de veinte minutos. — April me sonrió.
—Um..., sí tienes razón. — Asentí.
—Además, tú tienes celular, yo tengo celular... Simplemente vamos a llamar a la policía para que la metan presa a esa loca.
—No creo que sea fácil que eso pase, ella tiene demasiados amigos — Susurré —. Vamos ya, no quiero perder tiempo.
—Tranquila, dudo mucho que este ahí y si está ahí, nos iremos. — April me mostro una sonrisa.
—Bueno... Vamos.
Tomamos la mochila y las dos cajas, salimos del departamento y le eche seguro. Soy paranoica, ¿o solo precavida? No lo sé.
Nos dirigimos al ascensor, April presiono el botón y esperamos.
—¿Te sientes más tranquila aquí? — Asentí — ¿Yerik te incomoda? — Negué — ¿Te gusta?
—No... Pero no se puede negar que es simpático, además de que tiene una personalidad muy encantadora. — Encogí los hombros.
—Entonces, no te gusta.
— Nop.
***
Llegamos después de veinticinco minutos, aproximadamente, porque las carreteras estaban vacías. Era genial no tener que esperar por un tráfico, que siempre suele estresar.
Mire la casa donde pase casi dieciocho años de mi vida, un lugar donde me sirvió para estudiar y dormir. Y frente a esa casa, se encontraba otra, donde compartí mis sueños y alegrías, un lugar que si podía llamar hogar... Pero que ahora se encuentra vacío, sin vida.
— Acabemos con esto rápido, Kira... Piensa y centrarte que te estas mudando de esa casa — Señalo la casa de Fabiola — Te estas mudando porque maduraste, porque estas avanzando.
—Estoy avanzando... — Susurre.
—Sí, estas avanzado y cumpliendo metas que antes eran sueños... — Ella me sonrío — Andando, mi amada Peatón. — Cogió las cajas del asiento posterior y salió del coche.
Saque mi celular y le mande un mensaje a Kendall.
Hoy vine a recoger mis cosas, las últimas para ser más exactos. Luego iré a sacar cita con un doctor, nutricionista y psicólogo, iré mejorando cada vez más... Gracias por estar conmigo, te quiero.
Guarde mi celular en la guantera de April, tome la mochila y salí del coche. April estaba a lado mío.
—Si ella está ahí, simplemente nos vamos. — Afirmo.
—¿Tienes tu celular ahí? — Ella asintió —. Igualmente vamos a entrar, no importa si está o no, no nos hará nada... Somos dos, además tú sabes defensa personal.
April era del mismo tamaño que Mónica, en fuerza no se quien ganaría. Solo se que April es rápido y sabe mucho de autodefensa.
—Nos iremos, solamente si es que hay alguien más ahí... —April asintió.
—Entonces vamos.
April me sonrió con mucha confianza, ocasiono que me sintiera tranquila. Caminamos rápido, cruzamos el patio... Hace más de una semana había ocasionado un escándalo, eso está muy fresco. Al momento de llegar a la puerta, saqué la llave que tenía de la casa, cuando la inserté, sentí el seguro de la puerta.
Quizá no este hoy.
Al abrí la puerta pude ver sala, no había ningún cambio, todo estaba igual. No había botellas de licor en el piso, ni cosas rotas. Un silencio reinaba en esa casa, un silencio tan familiar. Entre y camine hacia la cocina.
Nada.
—Es la primera vez que entro a esta casa... — Susurro — ¿Kendall si llego a entrar? — Asentí.
—Estaba en mi cuarto la mayor parte del tiempo, no solíamos bajar... Vamos rápido.
Al subir las escaleras fui a la mano izquierda donde estaba mi cuarto, a la mano derecha estaba el cuarto de Mónica. Si íbamos un poco más al fondo, había una habitación para invitados y un almacén. Los últimos estaban olvidados, no entraba Mónica, ni Peter. Debajo de este piso, además de estar la cocina y sala, existía una cochera para un auto que nunca llego. Al parecer se volvió otro deposito más.
Entre a mi cuarto, todo estaba igual, nada se había movido. ¿Es normal esto? Yo esperaba quizá que estuviera algo roto o desordenado. Es increíble el hecho que ella no haya entrado para hacer una rabieta.
—Este es tu cuarto —April apareció rápido a mi lado —. Bueno, ex cuarto... —Agrego rápidamente.
Los ojos de April viajaron por todo el cuarto de forma rápida.
—¿Qué nos llevaremos de aquí? — Pregunto.
—Bueno, hay fotos, libros, algo de ropa y unos documentos del colegio... — Solté un suspiro.
—¿Acabas de decir fotos? — Asentí — ¿Cómo?
Entre y fui a la mesita pequeña, ahí se hallaban fotos... muchas fotos.
—Bueno, Fabiola siempre trato de estar ahí... —Susurre —Puedes ver todas las fotos después, hay que guardarlas.
April asintió.
Fui hacia el ropero, abrirlo vi que todo estaba en orden. Los documentos del colegio estaban ahí, los saque y lo coloque en la caja. April iba guardando las fotos en la misma caja. Una vez que coloqué los documentos, fui en busca de la ropa. Iba sacando una por una y las empecé a doblar, para que no ocupará tanto espacio en las cajas. En la mochila quería llevar un par de zapatillas, y algo de ropa.
El tiempo paso rápido y nuestros movimientos también, queríamos salir rápido. Yo quería escapar ahora, no volver a pisar este lugar... Quería que esta casa fuera destruída, que ni siquiera quedarán cenizas.
— ¿Eso es todo? — April se colocó la mochila en la espalda.
—Sí, no hay nada más. — Mire todo a mi alrededor y no podía encontrar algo más que me fuera servir.
—Vale, ayúdame con la caja, bajare y la colocare en el auto.
Tomé la caja y la coloqué en sus brazos, se sentía pesada porque ahí estaban los documentos más la ropa que pudo entrar.
—¿Estas bien con ese peso? — April asintió — Te ayudaré a bajar.
—No, tú trae la otra caja, yo estoy bien. — Comento.
April camino y yo fui tras ella, cuando empezó a bajar las escales miraba porque pisará bien cada escalón. Tenía miedo de que cayera, estaba llevando una carga muy pesada. Cuando llego a bajo sin problemas, no pude evitar suspirar.
—Estoy viva — Se giro a verme — , ve tú a traer la otra caja amiga. — Dijo catarina.
Ella salió de la casa, fui al cuarto y cargué la otra caja para salir de una vez. Quería irme ya, no quería estar un segundo más en este sitio.
Entonces escuché puertas abrirse, pude escuchar con claridad los seguros quitarse. Hay personas aqui, fueron las dos puertas abirse. El chirrido de las puerta abrirse..., la más cercna es una puerta que estaba a mi lado. Del cuarto de Monica.
Un escalofrío recorrió subia y bajaba mi espalda,empecé a sudar rapido, mis manos temblaban y mis rodillas querina seder ante la tensión. Escuche pisadas, pisadas acercarse y detenerse justo en la entrada de mi puerta.
Yo no quiero voltear, no quiero hacerlo.
Todo este momento no estuvimos solas, ella estaba aquí... Ella estaba aquí, solo espero el momento adecuado. Yo no quiero voltear.
¿A quien trajo?
—¿Por qué no te volteas? — Pregunto riendose.
Mi cuerpo empezó a temblar de forma abrupta, sin control.
En mí estallo el miedo, se apodero de mi cuerpo, me sentía congelada. Quería lanzarme por la ventana que estaba frente a mí.
¿Quién este hombre?
Trague saliva con fuerza y solo pude morder con fuerza, no sé que hacer.
Cuando me gire a verlo, él tenía un arma en la mano... Me estaba apuntando. Yo no sé quién es, ni que hacia aquí... Tenía toda la cara cubierta una tela, solo se podían ver sus ojos. ¿Ladrones? ¿O enviado? ¿Por qué esperaron?
—Tu mami, te envía saludos — Sonrió —. Baja esa caja y acércate, sí es que deseas, que tu amiga siga con vida...—Escuche la amenaza fuerte y claro.
Este hombre no tenía miedo, él iba a proceder si no lo hacia.
April...
Baje la caja temblando y me acerque a ese hombre, entonces escuche más pisadas en el primer piso. ¿Cuántas personas habían? Al acercarme al hombre, vi a otro hombre a su lado este tenía dos galones. Al parecer iban muy llenas porque se vi que aplicaba fuerzas para no soltarlas.
El sonido de agua salpicando, como cuando el agua rebalsa y empieza desbordarse sin control.
Quería llorar, tenía muchas ganas de llorar, pero estaba aguatando. Respiraba rapido y evitaba parpadear, para que mis lagrimas cayeran.
—Vacía todo en este cuarto también y en todo el pasadizo, hazlo rápido — Ordeno y la persona con esos galones entro rápido — Tú vienes conmigo, así que quiero que vayas al final del pasadizo.
Se hizo a un costado y salí de forma lenta, y no sé como es que mis piernas aun siguen funcionales. ¿Será porque hay alguien más en peligro? ¿Por qué trato de proteger a alguien más? Porque no quiero que le pase nada.
Así que April, no entres... Por favor, no entres.
Cuando mire el cuarto de Mónica, vi a otro hombre vaciando un liquido por todo el cuarto de forma desesperada. Se notaba que todo ya estaba empapado, hasta las cortinas. El olor de gasolina llego rapido a mí. Segui caminando y pase por el cuarto que es de huespedes, ahí tambien había otro hombre vaciando la gasolina de forma rapida.
Dios, ¿quemaran esta casa? ¿Morire?
Cuando llegue al final del pasadizo, el hombre coloco el arma en mi cabeza, solo pude bajar la cabeza. Mis lágrimas empezaron a salir sin control, no quería hacer ruidos. No quería que hiciera algo más, yo no quiero morir.
No quiero morir, no ahora.
—¿Asustada? — Pregunto riéndose — Entra a ese cuarto, al almacén. — Ordeno molesto.
Me acerqué a la puerta, la abrí y entre hasta donde se me permitia, porque era un lugar una tanto estrecho. Esta habitación era pequeña, habían cajas, hojas y un escritorio antiguo de Peter.
—Si te hubieras quedado callada por algunos años más, todo habría sido mejor para ti. No mereces ser feliz, tú mereces la muerte — Sentía que era una grabadora —. Ahora probaras qué es el verdadero infierno.
Cuando termino de hablar, de repetir lo que mando Mónica, cerro la puerta y escuche que un sonido afuera, como de palos chocando.
—Aquí también hecha, que arda todo, enciendelo rápido. — Escuche una voz de afuera.
¿Qué acaba de pasar? ¿Qué acaba de pasar? ¿Qué acaba de pasar? ¿Qué esta pasando? ¿Es una pesadilla? ¿Me quede dormida?
Me hallaba en la oscuridad parcial, solo había un poco de luz debido a una pequeña ventana en la parte superior. No podía escapara, no puedo salir... No puedo salir sin qué me disparen. Moriré de todas formas...
Oh, Dios mio.
Me arrodille, mis piernas no soportaban los nervios. Me abrace a mi misma, quiza trantado de contener mi miedo.
Dios, te ruego... Ayúdame, por favor, ayúdame.
Yo ya atravese llamas, ya llore hasta quedarme totalmente seca, ya me golpearon hasta dejarme cicatrices, ya me rompieron hasta dejarme en polvo... ¿Qué más debo pasar para vivir en paz? ¿Debo atravesar la muerte?
¿Qué se supone que deba hacer?
Sudaba por la ansiedad, lloraba porque estaba sola y temblaba de miedo. ¿Qué hago? Yo no puedo pasar por esa ventana. Es demasiado pequeña, por ahí solo saldría mi cabeza... ¿Qué se supone que debo hacer?
Yo ya estaba avanzando, hoy en la mañana tuve una conversación agradable con un amigo bueno, leí un diario precioso, reí con mi amiga. ¿Es que todo esto fue una utopía? ¿Una simple ilusión? ¿Un aparente que todo estaba bien?
No quiero morir, yo no quiero morir ahora... Por favor, Dios, ayúdame a vivir. Te lo suplico, estoy en el suelo, yo no tengo fuerzas para seguir con esto, mi corazón y mis fuerzas se van apagando. Ya no puedo continuar con esto, no puedo.
La casa quedo en un silencio, totalmente tenebroso ya no habían más pisadas... Las pisadas cambiaron por lo que es el olor a humo.
Huele a humo...
Incendiaron la casa, conmigo dentro...
"Ahora probaras el infierno"... Mando a quemar la casa, ella mando a que me asesinaran.
Ella quiere que muera sola y en desesperación.
—¡Ayuda! — Grite con todas mis fuerzas — ¡Alguien! ¡Ayuda!
Durante años me calle, nunca grite por ayuda en esta casa. Sabia que solor serian golpes o insultos, que saldria vida, pero ahora es diferente.
—¡Ayuda!
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