Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 10


Ellos charlaron por unos cortos minutos hasta que se acordaron de mi existencia, la verdad es que me sentí perdida. Hablaron de algunos incidentes ocurridos dentro del lugar donde vivían. Lo que más resalto en su conversación fue el hecho que habían infieles y que hubo varias ocasiones donde los vecinos fueron corridos por sus esposas.

Parece que será un sitio interesante.

—Lo siento, Kira. — Eliane se gira a verme con una sonrisa de disculpa.

—No hay problema. — Encojo los hombros.

— ¿Entonces van a casa? ¿Te quedarás con Eliane hoy? — Yerik se encontraba mirándome.

La verdad es que tenía pensado en ir a la casa, y Eliane no me invito a su casa.

—No, iré al lugar donde vivo. — Sonreí.

—Es muy tarde, Kira, puedes venir a mi casa y podríamos hacer una noche de chicas. —Eliane me sonríe y se le vuelven a poner brillosos los ojos.

—No quiero incomodarte, además estas cansada... Bueno, estamos cansadas para una noche de chicas. — No es mi intención hacerle sentir mal, ojala no me malentienda.

—Pero que te vayas a casa a estas horas, es muy peligroso. —Ella frunció levemente el ceño.

—La habitación se encuentra libre, Kira. Puedes dormir ahí, pero en serio, ya es tarde.

Sus voces expresan preocupación, además de que es cierto... Es tarde.

—Está bien, iré.

— ¡Genial! Entonces vámonos, ya. —Eliane dio un pequeño salto.

Empezamos a caminar en silencio, para ser sincera no estaba incomoda. Mirar las calles y estar en compañía es agradable.

Autos van y vienen, al igual que muchas personas. La mayoría van en grupos y riendo, o molestándose entre ellos. La mayoría de las tiendas ya estaban cerradas, pero sus letreros seguían prendidos.

—Yerik, no es por ser metida pero hace un momento le dijiste a Kira acerca de un cuarto.

Oh, eso.

—Bueno, no sé si Kira te habrá contado que se mudará.

—Sí, me lo ha dicho...—Eliane se quedó callada. — Kira, ¿estarás viviendo en el mismo edificio que yo? —Me dijo totalmente sorprendida.

—Al parecer sí. —Reí.

—Oooooh. Me alegra oír eso, en serio, no puedo creerlo. — Eliane sonreía de manera genuina. — Entonces, ¿cuándo estarás viviendo ahí? ¿Cuándo te mudas?, podría ayudarte.

—Es muy probable que la otra semana, ¿cierto? — Yerik me sonrió. — Y creo que mientras más manos tengas, más rápido acabaras.

—Sí, buen punto. Estaría encantada que me ayudes, gracias Eliane.

Observe de reojo a Yerik y lo veía muy satisfecho, ¿por qué? ¿Debería asustarme?

—Wow, entonces, Kira... ¿Vendrás a las fiestas que organizó? —Eliane estaba demasiado entusiasmada.

— ¿Qué? —Yerik y yo lo dijimos al mismo tiempo.

Yerik parecía sorprendido y con ganas de reír.

— ¿Pasa algo malo? — Ella nos miró con el ceño fruncido.

— ¿Así que eres tú la de las fiestas? — Ella asintió orgullosa.

— ¿Cada cuánto tiempo haces tus fiestas? — Pregunte.

— Cada día festivo, o para algún cumpleaños.

— No me agradan los lugares aglomerados, ni el sonido muy fuerte...— Susurré.

— Entonces no vendrás.

— Lo dudo muchísimo.

Durante en camino restante fuimos conversando de cosa triviales, pero que nos sacaban ciertas risas. Eliane contaba alguna que otra anécdota de su vida, pero Yerik y yo evitábamos hablar de nuestros asuntos.

Eliane entendió lo que pasaba, así que saco el tema el su carrera. Me entere que Yerik está estudiando astrofísica, lo cual me sorprendió mucho.

No sabía que él estaba estudiando astrofísica, no se lo pregunte a April...

Se siente bien estar en este tipo de grupos, poder charlar sobre cosa triviales y no tener esa sensación de una presión... Me agrada el poder encontrar este tipo de personas, en las que podría confiar y que podrían ayudarme... Y ojala me dieran la confianza para que yo también pueda ayudarlos en algún momento.

Llegamos a la puerta y Leo estaba ahí hablando con una chica.

—Hola Leo. —Saludo Eliane. — Te estaré esperando arriba con nuestro bebé.

Leo se quedó con la boca abierta y la chica se alejó rápidamente de él.

— ¡Eliane! —Ella se empezó a reír y entró sin decir más. —Buenas noches Yerik y... ¡Oh, Kira! ¡Volviste!

—Buenas noches, Leo. —Sonreí— ¿Cómo has estado?

Yerik se detuvo y se quedó a mi lado. Leo tenía una linda sonrisa en su cara.

—Bien, todo normal. ¿Y tú? — Me sonrió.

—Estoy bien. — Dije tranquila. — Estoy volviendo de mi trabajo, trabajo con Eliane.

— ¿Con la bruja de mi hermana?

¿Qué?

— ¿Es tu hermana? —Soltó Yerik.

— ¿Qué no lo sabias? — Dijo molesto. —Te dije que mi hermana era una loca.

— Me dijiste que estaba en el psiquiatra. — Yerik dijo confundido.

—Pues se escapó. — Soltó con un suspiro. Disimule mi sonrisa mirando hacia otro lado.

—Iremos a descansar, Kira ha estado casi todo el día de pie. — Asentí.

— Hasta mañana, Kira. — Leo se despidió con una sonrisa.

— Adiós. — Sonreí.

Entre al edificio y Eliane se encontraba hablando con alguien por celular muy alterada. No sabía el porqué, pero me estaba asustando.

Dio media vuelta y vino rápidamente hacia nosotros.

— Kira, lo siento, tengo que irme ahora mismo. Mi mamá está en el hospital, debo informarle a Leo ahora para ir al hospital.

— Está bien, pero tú...

— No te preocupes Kira, yo estaré bien. Te daré las llaves de mi cuarto para que puedas dormir tranquila. Mañana te contaré todo. — Se podía ver la desesperación en sus ojos.

— Tranquila corazón. —Ella saco las llaves de su apartamento y me las extendió.

— Eliane, tranquila. Ella se quedará conmigo, los cuartos que tengo están disponibles.

Eliane me miro por unos segundos y yo le sonreí.

— Estaré bien. —Sonreí. — Ve con tu mamá y gracias por lo de hoy.

Eliane me abrazó fuerte y escuche que soltó un suspiro.

— Está bien. Cuídense. — Sonreí y asentí.

Ella se fue rápidamente y me sentí melancólica, me recuerda cuando yo tenía que cuidar a Fabiola cuando agarraba un resfriado o cuando le dolía la cadera.

— Vamos Kira, necesitas descansar. — Asentí.

Yerik y yo caminamos al ascensor en silencio, esperamos a que las puertas se abran y entramos.

— ¿Estas bien? — Asentí. — He traído chocolate, si es que te hace sentir mejor.

—Gracias. — Sonreí. —El chocolate es delicioso y hace que tu cerebro sienta un efecto de tranquilidad.

—Sí, cuando estudio para mi examen siempre tengo una barra de chocolate a mi lado.

Sonreí. Por motivos que por el momento desconozco, Yerik me agradaba de una buena manera.

¿Está bien eso?

— ¿Sabes hablar algún otro idioma? —Negué. — Si deseas, te puedo ayudar con el ruso.

— ¿En serio? — Dije emocionada. Él asintió. — ¡Wow! Muchas gracias, en serio.

—No hay problema, sería un gusto. —Me regalo una sonrisa radiante.

No se cómo describir lo que siento ahora. Es una mezcla de emoción, alegría, euforia y hormigueos. Jamás pensé que podría hablar otro idioma.

— Le dije a April para enseñarle, me dijo a la semana que se había cansado y que mejor estudiaba español. —Me empecé a reír.

— Bueno, yo realmente quiero aprender todo lo que pueda. — Él asintió.

— Quisiera aprender francés, algunos de los libros que necesito están escritos en ese idioma. — Soltó un suspiro y saco las llaves de su bolsillo.

Las puertas del ascensor se abrieron y salimos.

— La universidad te pide algunos libros que aún no están escritos en nuestro idioma.

— Sí, pero es para un mayor entendimiento de las cosas. Cada país tiene un estudio diferente, entonces abarcar eso nos conviene.

Yerik coloco las llaves, dio dos vueltas para abrir la puerta y abrió la puerta. Prendió las luces y me invito a pasar con una sonrisa, cerré la puerta y camine detrás de él.

— Puedes tomar asiento —Señalo el sofá. —, ¿quieres jugo? ¿Algo? — Ofreció.

— El chocolate que mencionaste en el ascensor viene a mi mente. — No pude evitar sentirme intimidada.

— Va en camino, ¿gaseosa? — Asentí.

Yerik se acercó a la cocina y fue a su refrigerador, lo abrió y escuche el sonido de unas botellas chocar. Aproveche en irme al sofá, me senté en uno donde pueden caber dos personas. Yerik saco el chocolate de la bolsa y unos snacks, se acercó con una sonrisa.

— Su chocolate y gaseosa, señorita. — Me extendió las cosas y las tomé.

— Gracias. — Sonreí.

— ¿Quieres ver una película o hablar?

— Conversar. — Dije rápidamente. — Sería justo para ambos saber un poco más de nosotros, ¿no crees? — Él asintió dándome la razón.

Vamos asegurarnos que no tenga cosas ocultas, luego aparezca en esos casos de "Viviendo con mi asesino".

— Me gusta esa idea, entonces haremos una ronda de preguntas. — Asentí.

Abrí mi botella de gaseosa y mi chocolate, amo el chocolate.

— ¿Puedes contarme un poco de tu infancia?

Me quede helada.

¿Qué le respondo?

— Debo decir que la relación con mis progenitores no es buena, nunca la fue al parecer — Encogí los hombros. —. Y yo tuve que cuidar de mí por un periodo corto de tiempo, hasta que conocí a Fabiola... Aunque ella siempre estuvo ahí — Sonreí —. No necesitaba de ellos si tenía a Fabiola a mi lado, ella fue una madre para mí.

— Disculpa, no pensé que fuera a ser así esta conversación. — Susurro.

Lo mire y él se encontraba avergonzado, le sonreí.

— No te miento, aún es un poco difícil hablar de esto pero es algo que simplemente debo dejar ir esto — Mis mejillas se tiñeron de un rojo, tal vez un poco intenso —. Además, seremos compañero de cuarto durante un tiempo así que en algún momento te lo tenía que contar. — Baje la mirada un tanto avergonzada.

— Kira — Llamo y no pude evitar mirarlo. —, prometo que esta confianza que me brindas no la romperé. — Dijo sincero, o eso me parece ver.

— Sé que no lo harás. — Admití. — ¿Y tú? ¿Algo de tu infancia?

— Tengo bueno recuerdos con mis padres, sobre todo con mi padre — Sonrío —. Él falleció en una balacera protegiendo a mi hermana, fue algo demasiado fuerte para nosotros. Él era del tipo que todas las tardes me decía porque tenía que ser sincero con los sentimientos, cosechas lo que siembras. — Miro al piso y sonrío.

— ¿Siempre te hablaba de eso? — Musité. Él asintió.

— Mi padre amaba a mi madre de una forma maravillosa, él quería que mi hermana y yo tuviéramos una familia llena de amor... Quizá haya unos problemas, pero nada que se pueda solucionar. — Sonrió.

— Suena tan hermoso que hasta parece utópico. — Mordí un pedazo de mi chocolate.

— Sí, pero como dice April "Las cosas del amor, van más allá de tus conocimientos físicos". Quiero saberlo, he visto a mis amigos caer en eso y luego desilusionarse.

— Conozco el proceso químico por el que pasa el cuerpo durante esa etapa, pero no es fácil controlarlo. — Encogí los hombros. — Cuando pierdes la razón, ahí es donde debes asustarte.

— ¿Alguna vez has perdido la razón?

¿Perderla?

Creo que fue por unas semanas, luego la volví hallar y no la he vuelto a perder.

— Sí. Pero no fue por mucho, la encontré y me he prometido no volverla a perder hasta cuando sea el momento adecuado. — Sonreí.

— ¿El momento adecuado? — Asentí. — ¿Cómo sabrás que lo es?

— La verdad es que no lo sé, pero según April es algo que sientes. Tal vez sea como la catarsis, sentirás que tu alma se limpia. — Mencione de forma mística.

— Sentirás que viajas al espacio en una velocidad más rápida que la luz, mil emociones en juego. — Él también lo menciono de forma mística.

No callamos, nos miramos y reímos.

— ¿Funcionará así? — Se cuestionó.

— No lo sé. — Musite. — Hay una diferencia abismal entre gustar de alguien y enamorarse, la segunda te hace experimentar todo tipo de cambios.

— ¿Supongo que planeas tener familia? — Asentí. — ¿Cuántos hijos?

— No lo sé, pero el proceso de parto debe ser doloroso. — Me estremecí.

— ¿Y el proceso de creación? — El rojo invadió mi cara. —Kira, esos temas dejaron de ser tabú, ¿por qué te pones así?

— Es solo... — Trague saliva. — La copulación...

— Mejor cambiemos de tema, harás que yo me ponga rojo. — Sonrío y se cubrió el rostro.

Es cierto, sus orejas se encontraban rojas y, además, se está cubriendo bien el rostro. Por la forma en la que está cruzando sus piernas, puedo notar nerviosismo. ¿Yo le hice eso? Hice que se ponga nervioso y sonrojado, ¿solo porque dije copulación? ¿O hice alguna cara rara? ¿O lo dije muy profundo?

Vamos a averiguarlo.

— Pero la copulación es el acto entre dos seres de sexos opuestos, esto para la creación de vida o el mero hecho de satisfacer algún impulso sexual...

— ¿En serio? — Susurro. — Kira, mi reacción fue así porque cuando dijiste "copulación", lucias asustada. Sentí que hablaría con una niña, que sabe del tema pero es muy tímida.

— Tímida soy, pero debo practicar este tipo de conversaciones. Mi carrera me lo impone así, debo ser más ¿Abierta?

— Sí, pero no te presiones, todo fluirá poco a poco. — Me sonrió. — Cuando creas que sea el momento de hablar libremente, hazlo. Además aún no empiezas la universidad, apuesto que durante el camino irás abriéndote. — Aseguró.

— Muchas gracias por eso — Contesté sonriendo —. Espero poder adaptarme bien al nuevo entorno, no es como el colegio.

— No lo es, pero tú tienes que demostrar confianza siempre. No dejes que nadie te intimide ni que note tus debilidades, guarda eso para las personas en las que confía tu corazón.

— En eso tienes mucha razón, guardar debilidades para aquellos de confianza... Pero en algún punto todos pueden visualizarlo, habrá momento en que todo eso salga. — Afirmé.

— Entonces ocúltalos bien hasta que sepas que ya puedes ir batallando contra ellos, sabes que la gente toma ventaja de las debilidades.

—Lo sé — Afirmé —. Pero cambiemos de tema, ¿sí? Esto de seriedad quita lo bonito de la noche.

Cambiar de tema, porque esto es lo que más odio de mi vida. Que esa persona se aproveche y me amenacé con hacer algo a quien quiero, sabe que el chantaje funciona perfectamente en mí.

— ¿De qué deseas hablar? — Me observó detenidamente.

—No lo sé, quizá una película favorita o algún artista favorito — Encogí los hombros.

—Algunas películas que me gustan son El padrino y Una mente maravillosa, artistas favoritos tengo varios que ni sé por dónde puedo empezar... ¿Tú?

— ¿Yo? Película... Ay no sé, la verdad es que hay varias que he visto, me han gustado y con artistas — Dirigí la mirada hacia el techo pensando que cantante me gusta — Hay una artista que me encanta, una de sus canciones que se llama Wings, la artista se hace llamar Birdy.

Esa cantante tiene un efecto muy bonito en mi cabeza, sus canciones tienen algo que me relaja y me sacan una sonrisa.

— ¿Solo ella? ¿O hay más?

—Quizás dos o tres más, como Bruno Mars, Frank Sinatra y Alicia Keys...

Some people live for the fortune — Tarareo —. Some people live just for the fame...

—Así que te la sabes, eh... — Reí.

—Sí, me la sé por alguien. — En él afloro una sonrisa genuina.

¿Está enamorado? No lo sé.

— ¿Es una de tus favoritas?

—La verdad es que no, yo prefiero Fallin. — Solté un suspiro.

—Uh... ¿Por quién será? — Volteé a observarlo rápidamente — ¿Entonces hay alguien?

Me sentí enrojecer rápidamente.

—No, no hay alguien ahora — Negué rápidamente —. Solo que la canción es muy apasionada, pero no hay alguien.

— ¿En serio? Entonces, ¿por qué te pones roja?

—No lo sé, pero en serio... Yo tengo otras cosas en mentes, además eso de gustarme alguien, siento que no va en mí.

— ¿A qué te refieres? — Me observó confundido.

Sus ojos me observaban detenidamente, su mirar me provocaba escalofríos de los buenos. Había olvidado aquella sensación...

¡No! ¡Por favor, no! Esto se volvería muy incómodo.

—Es que siento que no seré correspondida de la forma que deseo, además de eso sé que no podría hacerlo funcionar como se desea.

— ¿Por qué no ser correspondida? Eres muy bonita, no es por coquetear pero tienes unos ojos muy bonitos y soñadores, cuando sonríes y te sonrojas causas ternura. — Explico con una sonrisa.

Yo me encontraba sonrojada, sentía que se me iba a salir el corazón en cualquier rato. Tomé un respiro para calmar mis emociones, calmar esa sensación tan confusa.

—Algo a lo que te debes acostumbrar es a los cumplidos, porque ahora cualquier idiota se aprovecha de chicas. Si yo fuera un idiota, me aprovecharía y seguiría acaramelándote el oído para conseguir algo más, y es debido a que eres muy evidente — Me sonrió —. No quiero que me mires así... Ya sabes esa mirada de confundida, te digo la verdad. En la calle vas a encontrar todo tipo de personas y debes saber cubrirte bien.

—Sí..., lo sé. — Musité.

—Sabes que hay ese tipo de personas pero no haces algo para cubrirte — Menciono obvio —. ¿Qué haces cuando una persona te dice que eres hermosa?

— ¿Ah? Pues... Yo digo...— Miré hacia la pared y comencé a jugar con mi cabello.

— ¡Ahí lo tienes! — Exclamó — Debes decirle que ya lo sabes, ¿sí?

Lo observé asustada.

¿Decirle eso? ¿Por qué? Sonaré creída y antipática.

— ¿No debería darle las gracias? — Pregunte confundida.

— ¿Por qué? ¿Acaso te vestirías para alguien? No, debes hacerlo porque estas bien contigo, tú te tienes que sentir hermosa. — Me aseguró.

— Pero yo no tengo esa confianza ahora, quizá...

—No — Sentenció —. Será muy tarde si lo postergas, podrías terminar con el corazón roto así que yo te ayudaré. —Me sonrió.

Su forma de hablarme es directa y no me da vueltas, me observa como si estuviera tratando a una niña pequeña. ¿Realmente me ayudará?

—Yo te ayudaré, Kira. —Aseguró.

— ¿Cómo...? — Pregunte entre asustada y confundida.

—Yo te diré lo hermosa que eres cada mañana que te vea, te diré que tienes unos ojos tan hermosos que me pierdo en ellos y cuanto me encanta esa sonrisa tuya. — Me sonrió.

Tengo miedo.

¿Así es como tendré confianza conmigo misma?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro