La vida es un mar de recuerdos donde solo hay que saber bien elegir el recuerdo ya que nosotros en el mar de recuerdos solo tenemos dolor y tristeza nada más ningún sentimiento feliz solo de tristeza solo queremos salir de este mundo que hay entre la oscuridad y la luz solo queremos ir a nuestro hogar la oscuridad.

Lo que paso ayer en el instituto me hizo sentir a mi verdadera madre, note que ella me esperaba y que me buscaba para llevarme con ella es algo que nadie puede imaginar esa luz negra era el cariño de mi verdadera madre la muerte solo quiero estar con ella, me parece que me dan el alta...

He salido del hospital y la señorita de protección de menores dice que vaya con ella que querrá, no soy una chica popular, ni nada por el estilo, me quiere llevar con su coche me da miedo y me da una mirada de que no tenga miedo, hago caso a la mirada, me subo en el coche ...me pregunta que estoy escribiendo, no sé si decirle todo lo que pienso o que, parece que confié en ella pero no me fio, le digo que estoy escribiendo todo lo que pasa a mi alrededor y lo que pienso, parece sorprendida. Ahora no sé qué pensar estoy tan confundida que quiero dormir en mi cama.

¿No sé por qué parece que me leyó la mente?, sabe que estoy confundida y que tengo ganas de saber lo que pasa y es verdad, me doy cuenta de que no me lleva a mi casa, le pregunto ¿Por qué? Me responde que estoy en peligro con mi madre y le han pedido al juez que el gobierno tenga me custodia y se la concedieron, pensé que debían tener pruebas con eso, dijo también que tenían las pruebas suficientes además de que no quería que fuera al instituto, yo era las otras pruebas tenían pruebas físicas de que me hacía daño físicamente y psicológicamente, no sé de dónde saco eso, las físicas si pero las psicológicas no. Al final llegamos a nuestro destino un barrio bien adaptado con un gran parque con otras escuelas e institutos pero no era mi sitio llegamos a una casa que ahora estaba vendida, me pregunto ¿quién vivirá allí? Sin darme cuenta la señorita de protección del menor dijo que era mi casa como me falta poco para cumplir los 18 años que me daban una casa para vivir.

La gente que quiere salvar a otra del sufrimiento llega tarde para salvarlas ya que la vida es como un mar de recuerdos que no se pueden olvidar