8. O C H O
27 de septiembre, 2020
Querido Diario:
Estoy demasiado nerviosa, no, demasiado es una palabra muy pequeña, estoy jodidamente nerviosa sobre esto que estoy a punto de hacer. Faltan menos de tres minutos para las nueve, la hora en la que Riven dijo pasaría a buscarme para ir al restaurante en el que accedí cenar con sus padres.
¿Qué estoy haciendo? No sé y dudo que Cynthia tenga razón ahora al decir que es divertido descubrirlo. Tengo muchísimo miedo sobre lo que pueda pasar en esa cena con mis... ¿es correcto llamarlos suegros? No lo creo, no cuando no sé qué tengo exactamente con Riven.
Hoy Leslie y Cynthia me preguntaron si era mi novio y aunque dije que no, por un momento me quedé en blanco sin saber muy bien que responder ¿Él es mi novio? ¿No lo es? Nos hemos besando un par de veces, muchas veces de hecho, pero ¿eso lo convierte en mi novio? Ian y Rose tuvieron una hija mientras ella estaba casada con Jackson, por lo cual ellos hicieron mucho más que besarse y no por eso tenían una relación. Claro que no era exactamente igual porque ella estaba casada, pero, en estos casos, en los que los dos somos solteros (porque me niego a pensar en Oliver Tipton como una relación) ¿cómo se supone que son las cosas? En las series de Disney todo parece ser tan fácil, se besan una vez y ya son novios, y son besos superficiales y nada húmedos como los que yo he tenido con Riven.
Sería mucho más fácil si él llegara y me preguntara: Lutteo si o no, entonces yo le respondería ¿te queda alguna duda chico fresa? Aunque en nuestro caso sería: ¿Kayven? Si o no ¿Raylee? Bueno como sea el caso, el hecho es que no tengo ni idea de que se supone que somos, aunque no estoy segura de que podamos ser nada teniendo en cuenta que yo me voy a casar, claro que no me quiero casar, pero me estoy dando cuenta que no me va a quedar más remedio que resignarme y decir “si quiero” en un altar como hará Leslie el dia primero de noviembre y Cynthia el dia cuatro de enero, o Jordyn el siete de febrero, parece que poco a poco todo el mundo se ha ido resignando y sólo falto yo, aunque al final Ian no se casó por ser el papá de Abby. Entonces... ¿mi solución es convertirme en una mamá? porque eso sería como la tipica frase de que es peor el remedio que la enfermedad.
No quiero casarme porque eso sería arruinar mi futuro, centrarme en ser una esposa y no podría estudiar ni cumplir mis sueños, pero, si me vuelvo una mamá mi vida se volvería eso, ser solo una mamá, tampoco podría estudiar ni cumplir mis sueños.
Entonces ¿cual es la solución?
Supongo que ya tendré tiempo de pensar en eso después porque Riven acaba de llegar, se supone que es inglés, no alemán, pero así mismo tiene puntualidad alemana, supongo que está bien, odio a la gente impuntual, sería mucho más fácil si él tuviera algo que no me gustara, pero es que jodidamente me gusta todo de él.
Kiki E.R. Davies.
Guardé mi diario en su lugar y me levanté de la cama para mirarme en el espejo de cuerpo completo. Riven me había dicho por mensaje que iríamos a cenar al Excelsior (uno de los restaurantes de la cadena de mi hermano Jackson, aunque eso él no lo sepa) así que estaba usando un bonito vestido verde esmeralda, sin tirantes y ajustado de cintura para arriba que luego caía suelto hasta mis tobillos y tenía un bonito broche plateado en la cintura que hacía juego perfectamente con los tacones bajos que estaba usando. Mi cabello castaño iba suelto y cayendo en abundantes ondas hasta mis caderas, de mi cuello colgaba una fina cadena con una K por dije y mis ojos estaban delineados con negro, lo que hacía que se vieran más verdes.
Tomé un pequeño bolso plateado y metí ahí mi teléfono, tarjeta de crédito y DNI, por si las dudas. No fue mucho lo que tuve que esperar para ver el Aston Martin negro de Riven estacionarse en la verja de mi casa y segundos después escuché el telefonillo, bajé las escaleras y anuncié a Kira que me iba, más no dije con quién, ese derecho lo había perdido cuando se revolcó con el viejo decrépito.
Cuando salí al exterior, Riven se me quedó viendo durante largos segundos en los que creo que ni respiraba, luego parpadeó muchas veces y sacudió la cabeza, finalmente se acercó a mí y tomó delicadamente mi cara entre sus manos.
— Pareces una hermosa muñequita de porcelana —comentó— me da miedo tocarte y partirte.
— ¿Es tu forma de decir que te gusta como me veo?
— Mierda, Kay. Siempre me gusta como te ves, pero hoy... literalmente no tengo palabras para decir que estoy sintiendo.
— Entonces no lo digas, muéstramelo.
— ¿Cómo?
Sonreí y me incliné, con los tacones no era mucha la diferencia de estatura entre nosotros, pero así mismo él era más alto que yo, mis labios hicieron contacto con los suyos en ese momento y le sentí suspirar antes de devolverme el beso con una delicadeza increíble, creo que de verdad se creía que era una muñequita de porcelana que iba a quebrar si tocaba.
— Eso es un buen inicio —dije cuando nuestros labios se separaron, él me sonrió.
Riven abrió la puerta del auto para mi, eso hizo que lo mirara mal, él me sonrió.
— Ahí esta mi hermosa Kay nuevamente, la que no cree en los formalismos baratos.
— ¿Tu hermosa Kay?
Un rápido beso de pico voló sobre mis labios, le sonreí y decidí, al menos por hoy, dejar que me tratara como la muñequita de porcelana que le parecía, por lo que me adentré en el auto y él cerró la puerta para después rodearlo, la calefacción dentro, mezclada con el olor de Riven definitivamente eran algo reconfortante.
Riven se adentró en el auto y puso música antes de ponerlo en marcha, para ser más específica Youngblood de 5 Seconds of Summer, adoro esa banda a decir verdad, aunque no fue mucho lo que pudimos disfrutar de ella porque pronto llegamos al restaurante y el cambio de música fue algo realmente abrupto ya que pasamos del pop rock a la música clásica de Tchaikovsky en El Lago de los Cisnes lo de la música clásica en el restaurante había sido idea de Leslie, decía que le daba un toque más sofisticado al lugar, además de que no era algo vulgar y que permitía a las personas hablar de sus temas sin tener que gritar, lo que pasaría si reprodujeran System of a Down como propuso Jonathan que era la única persona en la faz de la tierra de cantar eso que todos entendíamos como iwachu.
Riven habló con el Hostess quien me recibió mi abrigo y nos guió hasta la mesa donde ya estaban sus padres, hermana y también Debbie, su ex-novia, esa que le engañó con su hermana Bree. El nerviosismo se apoderó de mí cuando comenzamos a acercarnos, Riven tomó mi mano deteniéndose.
— Hay algo que debes saber primero —me dijo.
— ¿Debbie y Bree tienen una relación? —probé, era lo único que se me ocurría para justificar la presencia de Debbie en la mesa.
— Mis padres creen que nosotros la tenemos. En realidad, yo les dije eso.
— ¿Tenemos una relación? —pregunté.
— Si quieres la tenemos, ¿quieres?
— Quiero —asentí, Riven dejó un pequeño beso en mi nariz y luego volvimos a caminar hasta la mesa.
— Y aquí está: mi novia, Kaylee —presentó, yo sonreí incómoda de tener todas las miradas sobre mí— mis padres: Adam y Allyson, a mi hermana Bree ya la conoces y a su novia Debbie también.
Okey... esto no es raro en lo absoluto —¡Alerta de sarcasmo!
Nótese: los padres de Riven no parecen especialmente cómodos tampoco, así mismo sonrieron y me invitaron a tomar asiento, Riven entrelazó nuestros dedos por debajo de la mesa cuando, nuevamente haciendo uso de esos formalismos baratos, apartó la silla para mi y luego se sentó.
— ¿Y hace cuánto salen? —preguntó Allyson.
Ni cinco minutos.
— Unas semanas —respondió Riven.
— Ya... —ese fue Adam— Riven nos comentó que eres menor de edad, eso es algo que me preocupa, ¿tus padres saben de esto?
— ¿Mis padres? —miré a Riven, él me hizo una seña de «improvisa» así que dije lo primero que se me pasó por la mente— papá está muerto y mamá... está ahora mismo en París, pero le he hablado de Riven y muere por conocerlo.
— ¿Pero sabe de la diferencia de edad?
— ¡Mamá! —regañó Riven.
— En realidad, el mes que viene cumplo dieciocho, no es algo que le preocupe mucho a mi madre.
— ¿Qué día? —preguntó Bree, hablando por primera vez.
— El diecisiete —respondí, ella volvió a su conversación aparte con Debbie.
— Kaylee —me llamó Allyson— supongo que tu madre te habló sobre lo importante que es que se cuiden, ¿verdad?
Abrí mucho mis ojos sintiendo como el sonrojo se precipitaba a mis pálidas mejillas, quizás debí de haber puesto un poco de colorete para disimular, debí imaginar que esto pasaría.
— Nosotros no... —comencé, Riven me interrumpió.
— Para ya.
— Solo quiero saber hijo —se excusó Allyson— no quiero que el día de mañana llegue diciendo que está embarazada y te metería en más de un lío, primero con la universidad y luego con la justicia. Ella es menor de edad y tu ahora mismo no puedes encargarte de un niño, mucho menos ella.
— ¡Para! —exigió Riven y apretó con más fuerza mi mano.
— Tu madre tiene razón, hijo —se metió Adam—. No es un buen momento para que te relaciones con una menor de edad, de hecho nunca lo sería, pero ahora menos, puedes meterte en más de un lío.
— Quiero irme —susurré, con la esperanza de que él me oyera.
— Kay y yo aún no hemos tenido relaciones, no soy tonto, sé que es menor de edad, pero también les está diciendo que dentro de nada dejará de serlo, si lo único que les preocupa es que no se embarace para que siga estudiando leyes como me obligan, no os preocupéis, se de sobra las precauciones que hay que tomar. Conozco a mi chica y sé que ella es la primera interesada en estudiar en la universidad y ese es un sueño que no le arruinaré ni un millón de años, ahora, si nos disculpan, nos vamos.
Riven se levantó, como su mano aún estaba entrelazada con la mía yo también lo hice y juntos salimos del restaurante.
— ¿Cenamos en el McDonald's y luego te llevo a un sitio para que te diviertas? —propuso.
— Vamos a por unas hamburguesas.
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