Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10. D I E Z

17 de octubre, 2020

— ¿Entonces está todo arreglado, no? —pregunto hacia mis hermanas— el problema es cuando lleguen las doce y caigan las máscaras.

— Sin caídas —aclaró Cynthia—, no al menos a las doce. Estuvimos hablando con papá y llegamos a la conclusión de que era muy anticuada la historia de Cenicienta y logramos conseguirte una hora más.

— Las máscaras caen a la una, a esa hora ya tienes que estar aquí.

— De acuerdo —suspiré— a las nueve el viejo decrépito anuncia mi compromiso y brinda por una unión fructífera y duradera, a la una caen las máscaras, osea que tendría que irme antes de las nueve y volver antes de la una, entendido.

Me miré en el espejo, convenientemente las tres estábamos usando vestidos del mismo color: verde jade, en mi caso, llevaba el cabello suelto y completamente rizado haciendo que luciera más salvaje, mi máscara era plateada y cubría toda la mitad de mi cara, ese color hacia a mis ojos más grises. La máscara de Cynthia era negra, con estilo cat eyes y la de Leslie blanca con plumas, las dos llevaban el cabello recogido, una en un moño alto y elegante y la otra de medio lado. Por supuesto que iba a intercambiar máscara con Leslie por una cuestión del color de cabello, pero Cynthia había dicho que sí nos vestimos las tres igual sería menos raro porque quedaría como «cosa de hermanas» y así no sería tan sospechoso. Algo con lo que Leslie y yo estuvimos completamente de acuerdo.

La fiesta era en el hotel Excelsior, en la terraza para ser más específicos, un lugar ridículamente grande y que estaba decorado por luces de navidad y tulipanes, mis favoritos. Leslie había convencido al viejo decrépito de quitar el enorme cartel que decía mi nombre junto al apellido Ryder por uno con el típico «happy birthday Kaylee» así que no tenía preocupaciones sobre que un cartel le revelara quien era a Riven.

Entre la gente busqué a Jordyn, sabía que Riven aún no había llegado porque dijo que me pondría un WhatsApp. Mi mejor amiga estaba hablando con mis hermanos, llevaba una copa de champagne en su mano y un abanico lila a juego con su vestido en la otra. Me acerqué a ellos y después de saludar centré la vista en mi hermano mayor quien había optado por la ropa negra que había a sus ojos azules.

— ¿Rose no vino contigo? —pregunté.

— No, no quiere despegarse de Abby —respondió Ian a lo que asentí.

Luego desvié mi atención a mi mejor amiga, notando que poco a poco se había ido apartando con Cole, también noté que los dos estaban un poco ya pasados de copas, pero decidí obviarlo teniendo en cuenta que deberían conocerse antes de casarse y ¿Que mejor manera de hacerlo que sin inhibiciones y complejos? Justo lo que el alcohol les quitaba.

— Kaylee —escuché mi nombre detrás de mi, fue involuntaria la reacción de poner los ojos en blanco, lo prometo.

Me giré para ver a Oliver Tipton, él tomó mi mano y besó mis nudillos al mejor estilo de Titanic y yo nuevamente puse mis ojos en blanco.

— Feliz cumpleaños —dijo, yo asentí y por fortuna no fue mucho el tiempo que estuve escuchado su palabrería porque mi teléfono sonó con el mensaje de Riven anunciando que ya estaba aquí.

Por cortesía me despedí de Oliver Tipton y me fui en busca de mi novio.

Mi novio, supongo que son palabras muy fuertes a las que aún no me adapto, pero que me gusta decir. Riven es mi novio y estoy disfrutando cada segundo de esta relación que poco a poco me está haciendo caer en un profundo enamoramiento.

Siento que unos brazos me agarran desde atrás y me tenso, hasta que ese característico olor de colonia cara llena mis cosas nasales e inmediatamente me relajo, también mi corazón se acelera.

— Feliz cumpleaños, hermosa —susurró en mi oído la frase que me había dicho ya lo menos siete veces.

En realidad, las felicitaciones de Riven fueron las primeras que recibí con un mensaje a las doce de la noche, luego me llevó a desayunar y me felicitó cuando me vio, después lo hizo cuando me dejó en casa y las pocas veces que hablamos a lo largo del día la conversación terminaba con eda frase, pero definitivamente me gusta oírla de él, me gusta oír todo lo que él tiene para decirme.

— Debería sentirme ofendida de que me hayas encontrado tan fácil.

— Tu iluminas más esta terraza que esas luces, por supuesto que iba a encontrarte.
Me giré entre sus brazos para encararle, el impacto fue grande. Estaba usando un traje de dos piezas color beige con corbata azul cielo y una máscara negra que le cubría la mitad derecha del rostro, su cabello peinado hacia atrás y la sonrisa dibujada en su rostro simplemente me dejaron sin palabras.

También generaron mariposas que comenzaron a aletear en mi estómago, de repente me puse muy nerviosa con su cercanía y el escaneo de su mirada en mí, quería impresionarle.

— ¿Te gusta? —pregunté, nerviosa, dando una vuelta.

Dios no permitas que me caiga con estos tacones.

— Te dije ya que iluminas la terraza más que las luces de decoración, pero hay algo que no te he dicho aún.

— ¿El qué?

Sus manos se fueron a mi cintura y tiró de mi dejándome al raz de su cuerpo, luego sus labios besaron mi mejilla y se arrastraron con suavidad hasta mi oreja, ahí susurró:

— Insistas a la locura.

— ¿Qué tipo de locura? —me atreví a preguntar.

— Locuras, del tipo de secuestrarte de esta fiesta y llevarte conmigo.

— ¿Y a donde iríamos?

— A donde quieras, mientras sea juntos, solos y pueda contemplarte, como si vamos al infierno.

— En el infierno no estaríamos solos —bromee intentando disipar la tención en el aire.

¿Por qué de repente el centro de mis piernas palpitaba? Sentía el aire denso, pero no del tipo incómodo, más del tipo... sexual, de ese que tanto describen en los libros.

— ¿Y donde si lo estaríamos?

Me incliné un poco y dejé un beso sobre su barbilla, luego pasé mis brazos por sus hombros y con mis dedos comencé a acariciar su nuca, esta vez fui yo quien se acercó a su oído para susurrar:

— En la suite dieciséis.

Al parecer alguna clase de espíritu maligno y lujurioso se apoderaba de mi cuando estaba con Riven, justo como en ese momento que seguí mi instinto de chupar el lóbulo de su oreja y arrastrar mis labios por su cuello, dejando un beso húmedo en el centro, Riven jadeó y me apretó contra él; estaba semiduro.

— ¿Es esa una buena idea? —cuestionó.

— No lo sé, ¿lo averiguamos?

No tengo ni idea de lo que le estoy proponiendo, tampoco he intentado mentalizarse o darle mucho cráneo al asunto, simplemente he decido seguir el consejo de Cynthia y descubrir las cosas que van pasando entre nosotros poco a poco.
También es cierto que en todo momento Riven se ha portado como un caballero conmigo y que después de ese... ¿encuentro? En su auto no hemos hecho nada y yo estoy muy curiosa respecto al asunto, además ya no soy menor de edad. Ahora no estoy diciendo que le vaya a violar si bajamos a la suite donde mis hermanas y yo nos arreglamos, solo digo que... bueno en realidad si le he dado algo de craneo al asunto y me gustaría dar un paso más en nuestra relación, no sé si tanto como perder mi virginidad, al menos hoy, pero si indagar un poco en el terreno sexual.

— ¿Quieres hacerlo? —preguntó él—, averiguar si es buena idea.

— Quiero hacerlo, ¿tu quieres?

Riven cerró sus ojos y suspiró, luego apoyó su frente en la mía y acarició mis brazos lentamente con las yemas de sus dedos.

— Tengo miedo —confesó—, siendo sincero creo que me estoy enamorando de ti, Kay. Me asusta todo esto que estamos viviendo, me asusta que el día de mañana te vayas y yo no sepa que hacer sin ti, pero, siguiendo con la sinceridad: tengo muchas ganas de estar a solas contigo.

— ¿Si?

— Si, hermosa.

— ¿Y que quieres hacer? —pregunté, quise sonar seductora, aunque creo que me oí más insegura que sexy.

Una vez más, Riven se acercó a mi oído, compartiendo conmigo el secreto que aquello que quería hacer.

— Quiero besarte, por todas partes. Quiero tocarte, acariciarte, sentirte, ¿quieres eso conmigo, Kay?

Asentí, estaba como hipnotizada por sus palabras.

— Quiero eso y más —murmuré contra su pecho— quiero descubrir todo lo que podemos hacer juntos, llevar a un nuevo nivel aquello que hicimos en tu auto, también quiero que me toques y tocarte, besarnos, sentirnos...

Lo sentí suspirar y luego sus dedos en mi barbilla obligándome a mirar hacia arriba para verle.

— ¿Estas segura de que quieres ir a esa suite conmigo? —preguntó, yo asentí—, vamos.

Eso me hizo tragar en seco, había barajado todas las posibilidades con mis hermanas, pero ahora que era real, la verdad que sí experimentaba un poco de pánico, creo que mi convicción flaqueó y él lo notó, porque acarició suavemente mi mejilla y, siguiendo con los susurros, dijo:

— Si no estas segura está bien, nos quedamos aquí.

Negué con la cabeza y saqué la llave del protector de mi teléfono donde la había guardado.

— Espérame abajo —pedí— suite dieciséis, en un minuto voy.

Riven asintió con la cabeza y besó suavemente mis labios antes de despegarse de mi, me quedé en mi lugar hasta que le vi bajar, luego busqué a Leslie entre la gente, ella estaba hablando con Cynthia apartada, no me costó mucho localizarla teniendo en cuenta que ambas miraban en la dirección en la que hace unos segundos nos encontrábamos Riven y yo.

— ¿Todo bien? —preguntó Cynthia en cuanto me acerqué.

— Me está esperando abajo —comuniqué, comenzando a deshacer el nudo de mi máscara, Leslie hizo lo mismo e intercambiamos.

— Kiki, si no estás segura sabes que no tienes que ir, ¿verdad? —recordó Leslie, mientras Cynthia peinaba su cabello como el mío, por supuesto que ya lo había rizado.

— Lo sé, Les. Pero estoy segura, muy segura de hecho. Le quiero y quiero hacer esto con él.

— ¿Él te lo pidió? —preguntó ahora Cynthia, como si fuera información vital para su vida, creo que después de todo este plan es algo tarde preguntar eso, pero así mismo le respondí:

— No, lo hago porque quiero, quiero hacer esto y quiero hacerlo únicamente con él.

— En ese caso —terminó con el cabello de Les—, suerte hermanita.

— Gracias —dije y me abroché la máscara de Leslie, después salí de la terraza y bajé por las escaleras de emergencia evitando encontrarme con alguien.

Me quedé parada frente a la puerta de roble oscuro con el número dieciséis en dorado. Por un momento Leslie, Cynthia, Riven y Jordyn diciéndome que si no quería hacerlo estaba en todo mi derecho y que si me arrepentía podía volver a subir a la fiesta pasaron por mi cabeza.

¿Realmente quería esto? Aunque... ¿que era lo que quería?

Kira siempre dijo que el sexo arruinó su vida, que si no hubiese estado con el viejo decrépito ella hubiese podido estudiar y ser alguien en la vida, algo más que una mamá, ella siempre dijo que mi deber y obligación era estudiar y sacar una carrera universitaria, no perder el tiempo con hombres ni amores juveniles.

Entonces... ¿estaré haciendo lo correcto?
A pesar de todo lo que he dicho sobre que está demente, en ocasiones Kira tiene razón, ¿qué pasa si esta es una de esas?

No, Riven no es Roger, sé que si en algún momento quiero parar él lo hará, además, que estemos solos en una habitación no quiere decir que tenga que pasar precisamente eso, ¿verdad?

A pesar de lo mucho que Kira me ha decepcionado yo no quiero y no puedo decepcionarla, no con lo único que siempre me ha pedido.

Las palabras de Cynthia diciendo que no podía vivir mi vida a través de Kira pasaron por mi cabeza, mi hermana tenía razón, yo era la dueña de mi destino y la capitana de mi alma, no podía dejar que otros decidieran por mi a pesar de que ese otro fuese mi madre, porque es mi vida.

Y esto es lo que quiero, quiero a Riven y quiero hacer cosas con el que, por otra parte, son normales dentro de toda pareja. Él es mi novio, no estoy haciendo nada malo o salido de lo normal. Solo seríamos una pareja más disfrutando de la sexualidad que todos aseguran es maravillosa, entonces ¿que es lo que me frena?

Nada.

Yo quiero esto, definitivamente lo quiero y no me importa si piensan que es pronto o si Kira cree que estoy arruinando mi vida, porque es mía, tengo yo derecho de decidir cómo vivirla.

Suspiré y me adentré en la suite.

***
Nota de autora: Creo que ya lo dije pero: amo a este par, me encanta la manera en la que pueden ser románticos y sexuales al mismo tiempo, la inocencia de Kaylee y la sinceridad de Riven lo es todo, ellos dos combinados de verdad que me van a enloquecer.

Ahora sí, hablemos del capítulo, ¿qué creen que pasará en esa suite?

Será como la canción de Shakira: en la suite 16, lo que empieza, no termina.

O no pasará nada; lo que si debo admitir es que la confusión del final de Kaylee... uff, muchas personas tienen esas mismas dudas o creen cosas erróneas producto de una mala educación sexual o, como en el caso de Kay, se cohiben debido a una idea que les inculcaron desde pequeños o por miedo de un embarazo o decepcionar a alguien, el sexo es algo maravilloso y es totalmente normal disfrutar de él, en pareja, solo, con algún amigo, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias y con la comunicación entre ambas partes.

Bueno, ahora sí, que me meto en charlas psicológicas que nadie me pidió y me extiendo.

Espero que les haya gustado el capítulo, si es así déjamelo saber con tu voto⭐ o comentario✉️

Bichi-besos 😚🐞💋

Bea S❣️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro