Memoria 3
Creo fervientemente en que cada ser, por más miserable que sea, tiene una tarea en este mundo.
Una tarea simple, compleja. Pequeña, efímera, o perenne, gigante.
Nuestras tareas están definidas. La suya es salvarme. La mía es quererla.
Quererla a pasos agigantados. De manera inconmesurable. Quererla con un calor exacerbado, que se rehúsa caprichosamente a abandonar las aortas de mi corazón cuándo usted permanece cerca.
Mis manos vibran. Y mi pecho colapsa. Mi orgullo se borra ante la presencia de un ser cuya opción era ser libre, pero decidió atarse a este sujeto que no hace otra cosa que causarle conflictos a sus memorias. A sus quehaceres, a las obligaciones que tiene con su propio espíritu.
Querida mía, en mi soledad este ninja jamás había siquiera pensado en la idea de tomar un libro y escribir palabras profundas. Cargadas. Sin embargo, cuando mis ojos encontraron consuelos en los suyos, estas hojas se convirtieron en páginas de vida. Páginas de una vida que ansía ser llenada de retoños. De hijos. De nietos. De esa energía que emana su vientre. Vientre que hoy alberga mi única bella creación compartida. Mi propio hijo. Nuestro niño.
¡Que llegue! ¡Que cante! Ansío verle su rostro. Tenerlo en mis brazos. Ansío amarlo, aunque debo reconocer que mi estómago colapsa de sensaciones puras que en mis épocas de soltería jamás había sabido sentir.
Que herede su sonrisa. Sus dientes. ¡Que herede todo lo suyo! Porque ¡míreme! ¿Qué podría heredar de mi? ¿Qué hay de bueno o puro en este sujeto que durante años sólo ha sido un fraude?
La veo. Hoy la vi. Le expresé mis miedos. Mis dudas. Me tomó de las manos, me abrazó. Yo no sabía cómo sería ser padre. Usted me dijo que tenía miedo de ser madre. Ambos nos sonreímos, y se calmaron nuestras angustias. Ahí supimos que teníamos lo suficiente para llenar el corazón de ese pequeño que vendría.
Ahí supimos que teníamos un cariño mutuo. ¡Imperfecto! Pero colosal. Capaz de destruir barreras. De dominar universos.
Pero no, no se confunda. Que mi cariño solo de nada vale.
Usted le pone el valor. El peso. La temperatura.
Yo sólo pongo la ecuación. La incógnita. Usted es la respuesta. La solución trigonométrica. El algoritmo perfecto entre la luz y el infinito. La literatura de la matemática. La propia poesía.
Y fue ahí que comprendí mi tarea.
La suya es salvarme. La mía es quererla. Quererla con ansias. Con enredos. Con aprietes. Quererla a fuego. Quererla a morir.
La suya es salvarme. De las guerras. De los miedos. De la soledad sombría. De loa fondos. De la interminable frustración de mis pensamientos. De mi baja autoestima.
Usted me salva. Y yo la quiero. Usted me quiere. Y yo la salvo.
Nuestra tarea está definida. Ser música. Ser poesía. Ser versos escritos en fuertes redes de pensamientos fortuitos. De abrazos infinitos en el tiempo de nuestros cuerpos. Usted es la eternidad, la dicha pero yo solo soy la angustia. Angustia que muta en paz cuando sus labios tocan los míos. Cuando sus oídos escuchan y oyen. Oyen mis voces internas pidiendo clemencia. Piedad. Piedad por este ser monstruoso y frío que apenas sabiendo como sobrevivir a su apocalipsis interior tuvo el valor de salir del fondo cuando sus manos tomaron las mías. Y me alzaron en un vuelo.
En vuelos galácticos. Con saltos de tiempo. En años luces. Vuelos de una pasión interminable, de esas pasiones que se resguardan en las hojas amarillas del otoño pero que retoman su viaje en primavera.
De esas pasiones que no humillan. Sino que fortalecen.
Su tarea es salvarme. La mía es quererla.
Usted me salva y yo la quiero. Así. Sin orden, porque nuestro tiempo no conoce de jerarquías. De escalones. De fondos. Ni de finales, pero si de comienzos.
De esos que comienzan por la alfa. Que de tantas vueltas se detienen.
Mareados, pero dichosos.
La salvación esta frente a mis ojos. Mi salvación. La nuestra. Y ya no volveré a dejarla, a dejarte. Ya nada. Ya nunca.
Por que nuestras tareas están definidas. La mía es quererla.
La suya…salvarme
Usted me salva. Yo la quiero. Usted me quiere. Yo la salvo. Así , sin orden. Así , sin rodeos. Así , Yo la quiero.
Kakashi
-------
Si hay alguien alli que me lee, pido disculpas por demorarme. Espero les haya gustado. HOSHI ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro