Memoria 14
¡Claro que lo he encontrado!
Si de sus ojos desborda,
Como aquellas hojas que sobran,
En un libro jamás leído;
O en aquel terreno carpido,
Dónde ya no crece la mala hierba,
Y solo queda la herencia,
De un corazón herido,
Que ha sabido curar
Con tanta gracia y decencia.
Pero claro que lo he encontrado,
Cómo el sereno de las noches de verano,
Noches que fluyen en vano,
Si sus piernas no tengo cerca,
Entonces la locura ataca,
Sin previo aviso ni canto,
Y me obligan a ser preso de un llanto,
Que solo su presencia consuela,
Y así mi mente vuela,
Con su cabello castaño,
Recordando cuentos de antaño,
En dónde usted me camela.
Y si, lo he encontrado,
Entre sus brazos abiertos,
Dónde me encierro un momento,
Para olvidarme quien era,
Y fingir que la merezco,
Aunque este sucio y vacío,
Por qué en sus brazos el hastío,
De este arrogante y birlesco,
Se convierte en un torrente,
De deseos venideros,
Que avivan la incoherencia,
De querernos con razón.
Claro que lo he encontrado,
Cuando usted de mi se apodera,
Y me despierta las salvajes ganas,
De quererla entre las sábanas,
Que tienen tanto para contar,
Cómo los labios de su boca.
Donde mi ser explota,
Y se atiene a las consecuencias,
De besarnos de sol a luna,
De perder la noción del tiempo,
Que así sin tanto espamento,
Nos quieren siempre despiertos.
Kakashi
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