"Yo bien podría decir que las personas están definidas por cono actúan los días de lluvia."

Me dijiste.

Y tu teoría me intereso mucho.

Están las que corren y evitan mojarse. Las que prefieren cerrar el paraguas, y no huir.

Están las de los corazones rotos que lloran, y los que comienzan a reconstruir.

Están los que purifican. Los que hieren. Los que callan. Los que gritan.

Y estamos nosotros. Marcados por las tormentas de nuestros cielos. Las nubes recargadas de bronca y dolor. Las olas salvajes de nuestro mar. Los huracanes. Las ramas caídas. Las huellas.

Estamos nosotros. Quienes se quedan absortos mirando hacia el este, esperando lo que no llega, aunque no sepamos muy bien que es.

Estamos los cambiantes, tan cambiante como un temporal del capricornio. Los que basamos nuestra inestabilidad en un sinfín de causas injustificadas que no tienen otro culpable mas que nosotros. Aunque no queramos admitirlo. Aunque no lo sepamos hacer. Porque duele.

Y nadie sabe cuanto.

Porque todos asumen que soportamos.

Y si, soportamos. Pero duele, duele y deja marca.

Las paredes húmedas, las vigas corrompidas. La pintura descascarada.

Los muebles rotos. La madera hinchada.

Carajo, si que duele.

Nos duele que llueva, pero mas nos duele que nos llueva dentro. ¿Quién no ha visto la marca negra dejada en las paredes de tu corazón?

Nadie. Solo yo me he dado cuenta.

Y solo tu has visto las mías.

'Pero..' supiste decirme. 'Después de los temporales solo queda una cosa...y es que salga el sol'

Y cuándo sale el sol lo mojado se seca, la humedad se ventila. El cielo brilla. Como tu, como yo. Cuando nos miramos después de la inundación eterna a la que pensábamos que estarían sumidos nuestros pensamientos.

Y el agua corrosiva se desagota, y nos mira impía, odiosa, por dejarla ir. Por aceptar que se fuera. Por comprender que dejándola salir, haremos lugar para agua nueva.

Limpia, pura. Impoluta como tus besos.

Y así nos comportamos nosotros.

Quizás aprendimos que nunca dejará totalmente de llover, pero al menos estaremos para siempre juntos bajo la misma nube. Bajo la misma tormenta, y luego...bajo el mismo sol.