8. Un momento algo triste
Los dos perritos se acercaron cuidadosamente al pequeño cachorro pastor alemán, quien tenía una mirada de terror y estrés. Pero pronto los planes de la inocente perrita poodle en llevarlo al refugio animal donde trabaja su dueña, se verían muy perjudicados.
Barney: (Se acerca) Hola chiquito, estás solito, no tengas miedo
Delores: Somos amigos y queremos ayudarte (anima al pequeño pastor alemán a caminar) Eso es, síguenos (camina con Barney)
Barney: (Caminando) Mm oye, amiga, ¿no presientes algo?
Delores: Mm (se detiene) Nop, pero... (mira hacia arriba)
En ese momento los dos perritos miraron hacia el cielo contemplaron con mucho detalle la inmensidad de Ciudad Aventura, sintiéndose muy intimidados y algo mareados.
Delores: Vaya que... es muy grande
Barney: Sí lo es... (mira algunas sombras muy grandes acercarse y se asusta) Corran... (corre por la calle)
Delores: (Toma al pequeño pastor alemán y corre)
Los dos perritos corrieron por la ciudad muy asustados, pero lamentablemente perdiéndose por la gran ciudad, había edificios mucho más grandes con cada paso que daban, autos acelerados y mucho ruido.
Ambos solo conocían su pequeña casa, pero nunca habían ido al centro de Ciudad Aventura la cual es enorme, y los perritos les empezaba a aterrar casi tanto como al pequeño cachorro pastor alemán.
Delores: (Mirando) Ehh ¿por dónde íbamos?
Barney: (Un poco nervioso) Ehh ni idea
Cachorro: (Aúlla de miedo y empieza a llorar)
Delores: (Se arrincona con Barney en una esquina) No te asustes chiquito, vamos, sonríe
Barney: (Mira que empieza a oscurecer) Ehh ¿chicos?
Delores: (Sigue acariciando al pequeño pastor alemán) Ya ya, encontraremos el camino a casa
Barney: Amiga...
Delores: ¿Qué pasa? Trato de calmar a nuestro amigo
Barney: Ya se está haciendo de noche, y Justin se preocupará si no llego a cenar, ¿qué hay de tus dueños?
Delores: No podemos dejar a éste pequeñin solo aquí (lo carga y camina a la calle) Encontraremos el camino
Cachorrito: (Mira a un lado y chilla muy fuertemente)
Delores: Ay ¿qué pasó? (ve que ha atorado su pata en un pequeño drenaje) Rayos
Barney: (Mirando) Ehh ¡Cuidado!
En ese momento los tres vieron que un auto a toda velocidad se acercaba a ellos, y la joven Delores no podía desatorarse para escapar
Barney: (Asustado) ¡Delores, Sal de ahí!
Delores: (Jalando su pata) Auch ¡Eso intento!
Cachorrito: (Llorando del miedo)
Delores: (Lo suelta y lo empuja fuera de la calle) ¡Corre, chiquito!
Cachorrito: (Corre descontroladamente hacia el otro lado)
Delores: (lo mira entre lágrimas) Encuentra un gran hogar chiquitín, y sé feliz
Después de ese suceso, la joven poodle nunca volvió a ver al pequeño pastor alemán que deseaba ayudar, y solo esperaba que encontrara a alguien que lo amara y lo cuidara tanto como sus dueños la aman y la cuidan a ella.
La cosa es que apenas unos segundos después, Delores solo se agachó del miedo dejándola totalmente expuesta a lo que veía rápidamente hacia ella.
Pero para su fortuna era el mismo Justin el que estaba dentro del auto buscando a su pequeño Barney, y pudo frenar a tiempo para luego ver lo que había pasado.
Justin: Ehh ¿Barney?
Barney: (Nervioso) Ehh jeje
Justin: ¿Delores?...
Delores: (Aún atorada) Pues jeje, ¿me das una pata?
Continuará................................
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