Querido diario...

El baile de graduación ya estaba cerca, tan solo faltaban unas semanas. Habían sido días estresantes en el instituto. Muchos exámenes finales y tantas cosas que planear para la graduación. Nuestro tiempo juntos ya era escaso por esos intermedios… o al menos eso pensaba hasta que un día decidí salir al parque y te vi ahí.

Pero no estabas solo.

Mi corazón dolió, se destrozó. Y no solo a causa de lo que sentía por ti, no era solo por eso. Me dolió profundamente que no volvieras a confiar en mí, y me contaras que estabas viendo a alguien. Me destrozó tanto pensar que por culpa de mi confesión, ya no confiaras en mi.

Fue tan horrible Noha.

Días después de eso, esperé, tal vez, que te animaras a contarme algo. Pero no ocurrió. Solo estabas ahí, fingiendo que nada pasaba y dando muchas excusas para no verme. Parecía que eso era lo que mejor sabías hacer. Pensé que nuestra amistad había vuelto a la normalidad, solo que no me di cuenta que tenía una venda en los ojos que no me permitía ver la realidad.

No era igual.

Ya nada era igual.

¿Por qué no solo podías amarme Noha?

Podría ser tan fácil.

Besos.

Allyn Sonaher.