
13|for
Querido diario...
El atardecer desde la colina en dónde estaba, era absolutamente perfecto. Los colores mezclados y el sol a instantes de ocultarse, me daba una calma inimaginable, una que tanto necesitaba desde hace mucho.
Había pasado un año. Un extenso año que parecía eterno.
El otoño me parecía más triste ahora, hace varios meses que no hablábamos. Ya ni las videollamadas hacías y tampoco respondías mis mensajes. Pensé que habías olvidado lo que una vez tu y yo fuimos. Por eso me sorprendió bastante tu llamada citándome en aquella colina cerca del campus. Debati durante horas si asistir o no. No quería hacerme más daño.
¿Soy una tonta por seguir amándote?
No quería escuchar la respuesta a esa pregunta. Preferiría hacerme la sorda a que me digan que si lo soy.
A lo lejos pude verte. Llegaste en un Jeep color negro y sonreí como nunca. Había logrado tener el carro que siempre soñaste. En ese instante, sentí melancolía y tristeza. Sentí que me había perdido muchas cosas en tu vida, durante todo el último año que estuvimos ausente en la vida del otro.
Habías cambiado tanto. Tu cabello oscuro se veía más claro que la última vez, tus ojos se veían más brillantes y llenos de vida. Y tú cuerpo estaba más ejercitado de lo que recordaba. Y en el momento que tú mirada y la mía colisionaron, todo se sintió maravilloso. Se sintió como si una pieza faltante regresó a su lugar en mi alma.
Solo que algo en tu mirada me dijo que no estabas ahí solo porque querías.
—¿Por qué estás aquí?—Fui al punto.
Tu sonrisa vaciló por un segundo, pero rápidamente te recompusiste.
—Voy a casarme.—Aclaraste tu garganta—. Y quiero que estés presente. Quiero que estés a mi lado.
Diría que mi corazón se volvió a romper, pero dudaba seriamente que aún seguía teniendo uno. No sabía que sentir, no sabía que decir. Es como si todas mis emociones se habían esfumados. Lo único que podía hacer era fingir que estaba feliz por ti, a pesar de que no lo estaba.
Ya no tenía corazón, ni un alma.
Solo era un cuerpo que vivía en modo automático.
Besos.
Allyn Sonaher.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro