ℂ𝕒𝕡.26
Jungkook miró curioso al criado apostado a la puerta del salón.
—¿Qué haces ahí? —le preguntó amable.
El hombre se aclaró la garganta.
—La marquesa tiene una visita, milord.
Jungkook supuso que era Nam, que los visitaba con frecuencia, y abrió la puerta.
No estaba preparado para lo que vio. SooHyo, de espaldas a él, estaba inclinada hacia adelante.
A su lado, estaba sentado un joven, que la rodeaba con el brazo. Cuando éste se volvió para mirarlo, Jungkook reconoció de inmediato al desconocido de Blessing Park. El desconocido al que ella había abrazado tan cariñosamente.
—¿Qué demonios hace éste aquí? —tronó la voz de Jungkook en el salón mientras cruzaba la estancia. El individuo se puso de pie de un brinco, pero SooHyo no se movió. Jungkook fue corriendo a ella y se agachó para mirarla a la cara, llena de lágrimas. —¡Cielo santo!, SooHyo, ¿qué ha ocurrido? —le preguntó de repente aterrado sin saber bien por qué.
—¡Ay, Jungkook! —musitó ella abatida.
Éste se irguió y miro furioso a Galen.
—¡Más le vale explicarme qué está ocurriendo aquí!
—Por favor, milord, soy Galen Carrey, primo de su esposa. —Jungkook anotó mentalmente aquel nombre, que le era vagamente familiar. —Me temo que soy portador de noticias inquietantes —anuncio en voz baja. Al detectar la mirada cada vez más oscura del marqués, Galen se explicó en seguida. —Tiene que ver con su padre. Son novedades preocupantes. Quizá quiera sentarse...
—Más vale que me lo cuente ya si no quiere que le obligue a hacerlo. —La voz de Jungkook había pasado de furiosa a peligrosamente serena.
Galen palideció visiblemente.
—Lord Darfield, lamento comunicarle que el capitán Kang hizo un segundo testamento. Uno posterior, que no es el que obra en su poder.
Atónito, Jungkook le lanzó una mirada feroz. Menuda sandez, menuda locura, menudo disparate.
—¡¿Qué?!
—Al parecer, el señor Strait fue demasiado eficiente. Empezó a disponer del patrimonio del capitán antes de que éste muriese. Por desgracia, el capitán cambió de parecer en el último momento y, antes de fallecer, firmó otro testamento que invalida el primero.
A juicio de Jungkook, aquello resultaba descabellado y demasiado propicio para algunos.
—Imposible —murmuró furioso.
—Lamento comunicarle que es perfectamente posible, milord —dijo Galen muy tranquilo.
—E imagino que ese nuevo testamento lo beneficia a usted de algún modo, ¿no es así?
Algo sonrojado, Galen alargó el brazo para coger el testamento de la mesa.
—Me lega a mí toda su herencia, milord —declaró tendiéndole el testamento para que lo viera.— La dote que usted ha recibido me pertenece.
Eso era absurdo. A Jungkook le importaba un comino la dote de SooHyo, pero no se tragaba ni por un momento que el capitán hubiese redactado un segundo testamento. Le arrebató el documento de la mano a Galen y lo examinó por encima.
Estaba todo allí, el condenado acuerdo, la liquidación de las deudas... Todo era igual, salvo que, en lugar de aceptar como compensación una suma a modo de dote, debía aceptar la cancelación de las deudas. El patrimonio de Kang se cedía, en su totalidad, a Galen Carrey.
—¡Este documento es falso!
—Esa es su firma —señaló SooHyo en voz baja.
Aquellas palabras estallaron en la cabeza de Jungkook; apartó la vista del documento para mirarla. Ella lo miró a su vez, con los ojos enrojecidos y tristes, luego miró a Galen Carrey. «Claro, Galen no besaba así.» Jungkook se sintió como si le hubiesen dado un puñetazo en el estómago, Galen.
El abrazo.
¡Por favor!, era inconcebible, pero no podía descartar la posibilidad de que ella formase parte de aquel fraude. Su gesto se mantuvo inescrutable, a pesar de las ideas que le hervían en la cabeza. Dobló con cuidado el pergamino y lo dejó en la mesa.
—Milord, su esposa no pudo enterarse de que había un segundo testamento porque ya estaba en Inglaterra, Y yo no se lo mencioné en las cartas que le envié a Blessing Park, sólo le dije que esperaba noticias importantes —intervino Galen.
«¿Cartas?» Atónito Jungkook se quedó mirando fijamente al hombre que tenía delante. ¿Se habían escrito? Apretó la mandíbula al recordar el día en que lo había visto en Blessing Park. Ella le había dicho que era un grumete del Dancing Maiden, amigo de Bang. No le había hablado de ninguna carta. Ni del parentesco. De hecho, había omitido por completo el hecho de que fueran primos.
—Usted, señor, es un fraude —proclamó categóricamente, con visible repugnancia.
Galen pestañeó nervioso.
—Lo siento de verdad, milord. Sé que esto le cae por sorpresa, pero no miento. La propia SooHyo le ha dicho que es la firma del capitán. Además, he traído otras cosas con el testamento, algunos efectos personales que sólo el padre de SooHyo podía haber tenido —Señaló los gemelos y la muñeca.
Jungkook, irritado por la familiaridad con que trataba a su esposa, se quedó mirando los objetos que le indicaba, la muñeca le trajo un recuerdo distante, vago.
—Esos artículos se pueden comprar en cualquier parte. No creo que tengan ningún valor testimonial. —Galen tragó saliva, visiblemente angustiado. —Señor Carrey, mis abogados examinaron de forma exhaustiva los documentos que recibí del capitán Kang y verificaron rigurosamente su autenticidad. Si el señor Strait desea comunicarme algún error, lo escucharé encantado. —no le pasó por alto el parpadeo de los ojos de Carrey al oír nombrar al señor Strait.— Hasta entonces, cualquier cosa que me traiga, incluidas sus baratijas, no serán para mi más que un lamentable intento de estafarme. Le agradecería que saliese de mi casa inmediatamente —añadió con serenidad.
—Jungkook, creo que esto es cosa de mi padre, no de Galen —dijo SooHyo con un hilo de voz.
Jungkook no podía creer lo que estaba oyendo: SooHyo defendía a aquel bastardo. Se le empezó a helar la sangre; le costaba contener el deseo de estrangular a Carrey. Y a SooHyo, ¡cielo santo! los últimos meses no habían sido una mentira, de eso estaba convencido, ¿o no? ¿Podía haberlo engañado tanto? Se le encogió el pecho de pensarlo, luego la miro con frialdad.
—Ahora hablaré contigo —le replicó muy seco, luego se volvió hacia Galen. —Márchese inmediatamente.
Éste se aparto del sofá.
—Es evidente que necesita tiempo para asimilar las desafortunadas noticias que traigo. Como es lógico, querrá recibir los documentos —dijo mientras se encaminaba a la puerta. Se detuvo y sonrió tranquilizador a SooHyo. —Le daré mi dirección al mayordomo. En cualquier caso, vendré a verte en unos días, pequeña.
Las palabras afectuosas de Galen a su esposa lo recorrieron como una bala; apretó los puños junto a los costados. Entonces se colocó delante de SooHyo para que éste no pudiera verla.
—No visitará a mi esposa bajo ninguna circunstancia, señor Carrey. ¡Márchese ya!
Mirando por última vez a SooHyo, el joven salió por la puerta.
El silencio que siguió a la salida de Galen era casi ensordecedor. SooHyo le tocó la manga a Jungkook, pero él se apartó de ella. Su leve sollozo no lo hizo recular. Su gesto frío e inmutable ocultaba un torbellino de turbias emociones.
—Me mentiste. Te pregunté quién era. Me dijiste que era un grumete del Dancing Maiden, no tu primo besucón.
SooHyo sintió miedo y remordimiento, la mirada gélida de Jungkook exploraba con descaro su rostro.
—No te mentí, no te conté...
—¿Toda la verdad?
SooHyo hizo una mueca, consciente de lo horrible que parecía todo.
—No podía contártela entonces —espetó. —Le avergonzaba... —Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera darse cuenta de que estaba cavando su propia fosa. Necesitaba pensar, ordenar sus ideas y recobrar la calma para poder explicárselo todo de forma coherente.
—¿Qué decías, pequeña? —le soltó él. —¿Que le avergonzaba presentarse a mi? ¿Por qué? ¿Porque habría sido de muy mal gusto hacerlo antes de estafarme?
—No, no—respondió SooHyo con voz áspera. —N-no... no tenía trabajo —señaló sin convicción, aturdida.
Terriblemente alterada por la última traición de su padre y la indignación de Jungkook, se sentía completamente incapaz de explicarse. Era evidente que sus respuestas no estaban contribuyendo a tranquilizarlo en absoluto. Si era posible que el rostro de un hombre se endureciese aún más, el de Jungkook lo hizo
—Supongo que sus cartas te ilustrarían mucho en ese aspecto —dijo él con voz grave. Antes de que SooHyo pudiese responder, dio media vuelta y se apartó de ella. —Creo que deberías retirarte a tu cuarto.
Aterrada, SooHyo buscó un modo de explicarse. ¡Cielos, estaba confundida! Podía estropearlo todo, empeorarlo aún más. Pero no podía dejar las cosas así. En contra de toda lógica, dio un paso adelante.
—Jungkook, ¡escúchame, por favor! Galen no me habló del otro testamento. Sólo me dijo que esperaba noticias importantes, un puesto en un buque mercante. No quería presentarse porque no se sentía... competente —espetó. —Yo respeté sus deseos... ¡por el amor de Dios, es mi primo!
—Eso es lo que tendrías que haberme dicho cuando te pregunté —le contestó Jungkook con frialdad.
Se acercó al aparador y se sirvió un whisky, de espaldas a SooHyo. No la creía. ¡Cielo santo!, no la creía. Cerró los ojos y, con todo el dolor de su corazón, decidió en aquel mismo instante que, mientras no lograra tranquilizarse y ordenar sus ideas, estaba haciendo más mal que bien.
—Estás disgustado, y yo también. Es una noticia difícil de digerir, para los dos —se oyó decir. Su marido la miró por encima del hombro con un desdén que la hizo sonrojarse. —Prefiero esperar a que podamos hablarlo racionalmente —añadió con la voz rota, luego dio media vuelta y se dirigió a la puerta con paso vacilante. Se detuvo en el umbral para echar un vistazo a la espalda rígida de Jungkook antes de subir corriendo a refugiarse en su cuarto.
Este miró por la ventana, cogiendo el vaso de whisky con todas sus fuerzas, presa de un conflicto interno de emociones. En ningún momento se le había pasado por la cabeza que Galen Carrey pudiese estar diciendo la verdad; sencillamente, resultaba demasiado descabellado. Lo único que se le ocurría era que los ojos de SooHyo no mentían. ¡Ella no mentía, maldita sea!
•••
Pwrdoooooon!!!
Siento haber actualizado tarde!!
Es que la escuela me tiene lokkkaaaa
EFE por mi *cry*
Creo que actualizare los domingos.
O cuando tenga tiempo okey!?
SaranHaeYo SandyShingus!!!
♡♡♡
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