La mañana siguiente, Percy se levantó muy temprano, para ir a cortar leña. Cuando Medusa despertó, noto que el joven no estaba. Ella quería agradecer la ayuda de Percy de alguna forma. Y aunque era una gran cabaña y se encontraba muy limpia y ordenada, Medusa trato de limpiar lo que podía y preparar algo para cuando regresará Percy.

Medusa preparo un poco de café y unos huevos con vegetales y especias. Pero, el joven no llegaba. Medusa se desesperaba al notar que el joven no regresaba, así que decidió guardar la comida.

De pronto un ruido en su cabeza molesto a Medusa, escuchaba algo en su mente que le provocaba un dolor enorme.

—¡Ahh!!!, bastaa.... paraaaaa... —Gritaba Medusa, mientras el dolor se intensificaba.

Medusa salió de la cabaña cómo pudo corrió hasta estar sumergida en medio del bosque, en dónde se quedó hasta que el dolor ceso.

Cuando pudo ponerse de pie, noto que estaban ahí, las tres Moiras la habían visitado otra vez.

—¿Que hacen aquí?, ¿Que quieren? —Respondió Medusa.

Las tejedoras del destino ocultaban su ojo, para no ser asesinadas por la mirada de Medusa. Pero al unison hablaron.

Ya casi se cumple la profecía, has matado a tus hijos y te has salvado. Pero, la bestia aún no muere, en 3 días será su fin.

—¿Y que es este dolor que siento en mi cabeza?, ¿por qué duele tanto?

Eso niña, es por qué la bestia está sufriendo, después de todo lleva tu sangre.

—Deberás soportar el dolor de muerte y después podrás tener tu venganza.

—Es cierto, mi venganza...

—¿No es lo que querías?, —Preguntaron las moiras, al escuchar la voz dudosa de la gorgona.

—Si, eso quiero, deseo es que Atenea y Poseidon Mueran.

—A eso hemos venido, no es fácil matar a un Dios, si deseas hacerlo tienes que mantener la forma que te han otorgado. O tienes la opción de recuperar tu humanidad.

—Tu decides... Te dejaremos decidir si te conviertes en un monstruo o vuelves a ser humana...—Se escucharon las tres voces.

-—¿Cómo puedo volver a ser humana?, —pregunto Medusa. Pero las Moiras ya habían desaparecido.

Medusa sentía un dolor intenso en su cabeza, escuchaba la voz del monstruo dentro de ella.

Permaneció un par de horas en el bosque, mientras el dolor cesaba. Cuando por fin, pudo levantarse, camino hasta la cabaña pensando en que debía alejarse de Percy, pues debía soportar un dolor intenso y no quería involucrarlo en su venganza.

Percy había regresado de cortar leña, había cazado un venado y lo llevaba con el, noto que en la mesa de la cocina había un aroma a comida.

Busco a Medusa en la cabaña, pero no la encontró. Así, que decidió continuar con sus actividades, sabía que no era seguro que ella se quedará.

Cuando Medusa regreso al hogar de Percy, el se encontraba en el jardín. Ella observo al joven, que se encontraba cortando algunos tomates y limpiando el pequeño huerto de la maleza. Miro un largo rato al joven, hasta que una voz rompió el silencio.

—¿Te vas a quedar ahí parada observando me? —pregunto Percy al notar que Medusa tenía un buen rato observándolo.

—En realidad vengo a despedirme, agradezco tanto tu amabilidad, pero si me quedo aquí, solo traeré mala fortuna a tu vida. —respondió Medusa con un tono imponente.

—Entiendo. —respondió Percy

—Siempre eres bienvenida a volver.

Percy que no entendía muy bien lo que sucedía, acepto la Decisión de Medusa sin poder hacer nada más.

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A la mañana siguiente Medusa salió antes de que Percy despertara. Camino por horas hasta llegar a un templo abandonado del Dios Hades. Pensó, que era un buen lugar para refugiarse, pues era poco probable que alguien visitará un templo en ruinas.

—¿Cómo se puede matar a un Dios?, —se preguntó en voz alta.

—No se puede, —respondió una voz de tras de ella.

—¿Quien eres? —preguntó Medusa mientras giraba para ver de dónde provenía la voz.

—¡OH!, VAMOS, ESTAS EN MI TEMPLO Y ¿NO SABES QUIEN SOY?

—¡Hades! —Respondió Medusa, pero no podía ver por ningún lado al Dios.

—¡bingo!

—¿Por qué no sales?, si dices, que un dios no puede Morir, entonces ¿por qué no me miras?

—¡No podemos Morir!, pero eso no quiere decir, que seamos inmunes.

—Si me conviertes en piedra, No moriré, sin embargo, quedaré prisionero. Y no pretendo hacer eso.

—¿Que quieres de mi? —preguntó Medusa.

—Solo te quiero ayudar...

—Se lo que te han hecho, y también se que las Moiras te han ayudado, por qué yo se los Ordené. —Comentó el Dios con un tono imponente.

—¿Por qué?, ¿Que quieres de mi?

—Es simple, ¡estoy aburrido!, mis hermanos y sobrinos, hacen lo que quieren con la humanidad. Y ahora deseo ponerles las cosas difíciles.

—Digamos, que mi familia suele están envuelta en traición, guerras y un montón de cosas más. Siempre hacemos lo que Zeus demanda, nos guste o no. Y me gustaría que eso cambie.

—No puedes matar a un Dios, por qué hay tareas específicas para cada uno de nosotros, Poseidon es el Dios de los mares, tiene tantos seguidores, creyentes, ofrendas, y el respeto de los humanos. No es fácil acabar con el. ¡PEROO, NO ES INMUNE A TU PODER! —respondió Hades.

—¿Que sugieres?, —Preguntó Medusa.

—No lo podrás matar, pero si que puedes herir el orgullo de un Dios, la vergüenza es una marca que llevarán por la eternidad.

—Eras demasiado peligrosa para seguir con vida, tanto para Atenea o Poseidon como para cualquier Díos. ¡Tu poder es único!.

—¿Apoco creés, que el que te mandarán a asesinar fue una conciencia?, simplemente no lo fue. Eras demasiado peligrosa para dejarte viva. Atenea no pensó en ello al convertirte en lo que ahora eres.

—Todo está relacionado con ellos, rivalidad, guerras frías y castigos.

—¿Pero sabes en realidad por qué Atenea y Poseidon se Odian?, la historia es bastante curiosa, su rivalidad es tan trivial y humana, que es imposible no reírse de ellos. —Respondió Hades, con un tono burlón.

—Resulta, qué la rivalidad entre Atenea y Poseidon comenzó cuando ambos quisieron ser los patrones de la ciudad de Atenas. Para resolver el asunto de manera pacífica, Atenea propuso realizar un concurso: ambos crearían un regalo para la ciudad, y los ancianos decidirán cuál de ellos era el mejor. El ganador sería el patrón de la ciudad, mientras que el perdedor aceptaría la derrota y no tomaría venganza. Poseidón aceptó y como regalo para la ciudad creó a los caballos. Mientras Atenea creó el árbol de oliva, una planta que les permitiría a los ciudadanos de la ciudad exportar olivas al mundo y eventualmente se volverían ricos. Obviamente los ciudadanos eligieron a Atenea como la ganadora y en forma de conmemoración a su regalo, los ancianos del lugar, nombraron la cuidad como Atenas.

—Pero Poseidón estaba molesto, y olvidó su promesa de no tomar venganza. Provocando un terremoto en la ciudad que casi la destruye.

–Atenea, estaba tan molesta por la actitud de Poseidon, que empezaron una enemistad, que pronto cambiará para Atenea. Ambos se molestaban indirectamente. Hasta que para Atenea esto se volvió una especie de obsesión, siempre observando a Poseidón, eventualmente empezó a verlo de otra forma. 

—Pero eso solo es la mitad de la historia, ¿Que rivalidad puede ser más profunda que una provocada por el amor?

—Así es Atenea, la "perfecta" estaba enamorada de su querido tío Poseidon. Pero eso es algo que no se dice, digamos que es un secreto a voces.

—Una diosa de la justicia que se ciega, por los celos de ver al hombre que ama con otra u otras mujeres, sabiendo que ella nunca podrá estar con el. Poseidon sabía ésto y lo utilizo para molestarla, pues a él no le interesaba ella en lo absoluto.

—Un día mientras Poseidon perseguía a una joven a la que intentaba seducir, Atenea la transformó en cuervo, cuando está le imploró ayuda.

—¿Que crees que llevo a Atenea a convertir a una joven en cuervo en vez de enfrentar a Poseidon?.

Medusa escuchaba atentamente a Hares sin decir absolutamente nada.

—El supuesto amor de Atenea la llevó a cegar su razón y su buen juicio, cuando el hombre que amaba tomo a una de sus sacerdotisas más devotas en su templó.

—Ella, estaba tan molesta, por la aparente falta de respeto, pero de ¿Quien fue la falta?, ¿de la jóven, que importaba ayuda que nunca recibió? ,¿O de el Dios, que abuso de su poder y fuerza?, ¿No te parece extraño, que la que recibió el castigo fuiste tú y no el?

—Atenea, estaba tan celosa, que no pudo ver mal en su decisión de castigarte, para ella, "Tu lo habías seducido", y por esa razón el verdadero responsable no recibió castigo. Además, ¿Quien podría castigar a su ser amado, cuando comete una falta?, bueno, está claro que ella no.

Medusa, estaba tan impactada por la revelación que estaba escuchando, que no sabía que decir.

—Se que es complicado de digerir, por qué finalmente es una inflamación que te atraviesa directamente. —respondió Hades

—Lo es, —contesto Medusa al Dios.

—¿Que puedo hacer entonces si, no puedo matarla ni a ella ni a Poseidon? —Preguntó Medusa.

—¿Y sobre todo que es lo que ganas tu con todo esto? , ¿Qué deseas obtener?

—Esa, es una buena pregunta. —Respondió Hares.

—En primer lugar, necesitas llegar a ellos, ya que ninguno vendrá a ti. Para eso necesitas un objeto que te permita llegar al Olimpo o a sus dominios y salir con facilidad sin que lo noten. Necesitas la ayuda de Hermes, pero está claro que el no ayudará, y menos sin un pagó. Casualmente tú conociste a uno de sus Hijos. Jajajaja, vaya que tienes suerte. —El Dios dejo salir una larga risa de diversión y después continúo hablando.

—Percy hijo de Hermes y una guerrera Ateniense. Ese muchacho tiene un objeto que le permite moverse con facilidad, aunque no es conciente de ello. Su madre le hizo creer que era algo que simplemente podía lograr. Pero casualmente nunca sale sin ese objeto. ¿Sabes de qué te hablo?. —Preguntó el Dios.

—¿Su Bastón? —Contestó Medusa.

—En efecto, ese Bastón es una réplica del Báculo de Hermes, el Caduceo y aunque no es exactamente igual, este contiene parte de los poderes de Hermes, que le permitirían a su hijo poder moverse aún con su ceguera.

—Bien, pues tienes el primer objeto que tienes que obtener para poder transportarte y llegar a ellos. Por otro lado, necesitaras una pequeña parte de la piedra de Sísifo, basta con un pequeño grano de ella. Está la utilizarás para Atenea, deberás buscar la forma de que ingiera esa parte de la piedra y se duerma, para así sumergirla en un eterno bucle del que no podrá salir a menos de que acepte que se equivocó, lo cuál será muy difícil de lograr. En este bucle ella vera repetir una y otra vez un momento que tú le indiques a la hora de consumir la piedra.

—Para mi querido Hermano, el castigo será que su cuerpo físico quedé prisionero para siempre, el no morirá, solo no podrá materializarse como humano, de esta forma no volverá a dañar a nadie. Para eso tendrá que mirarte. Aunque quizá enfrentarlo a el, sea de los retos más difíciles de sobrellevar para ti.

—Bien, ya me has dicho todo el plan, ¿ahora dime qué quieres como pago? —Respondió Medusa.

—Deseo poder, on Poseidon a un lado, podré tener más dominio sobre la muerte y el mar, pero hay un objeto que me interesa además de todo, quiero el Bastón de Percy, la réplica del Caduceo.

—¿Que pasa si no te lo entrego? —Preguntó Medusa.

—Si decides no entregarlo, tu esfuerzo será en vano, por qué entonces yo mismo me encargaré de liberar a Poseidon de su prisión de piedra y a ti mi quería lo que te sucedería después, serían horrores más terribles que los que has vivido ahora. Después de todo, no me quieres como enemigo. —Hades Habló con un tono más serio e imponente.

—Está bien, tenemos un trato. —Respondió Medusa.

Hades salió de las sombras dónde se encontraba y con un movimiento veloz corto con una daga dorada uno de los brazos de Medusa, y está gritó por el dolor.

—¿Que es lo que estás haciendo? —Gritó Medusa.

—Solo me aseguro de que cumplas tu parte, aceptaste un acuerdo, pero el corte que te acabo de hacer no cerrará hasta que cumplas tu parte. El filo de la daga con la que te corte, contiene un veneno extraído de Aracne, este no te matara hasta que pasen 2 meses, no te molestará ni provocará dolor, el primer mes. El segundo mes empezará el sufrimiento, sentirás una sensación de asfixia, dolores punzantes en el corazón y empezarás a vomitar sangre, hasta que los síntomas se hagan tan agudos que morirás por el dolor. Así que te recomiendo que termines esto en un mes y tendrás tu antídoto.

Medusa estaba molesta, sabía que Hades no jugaba limpio y que siempre tenía una carta bajo la manga para evitar perder. Pero aún así, le había dado un plan y una oportunidad para vengarse. Admitir que el único Dios que la ayudo, fue el, apesar de sus intenciones, era algo que no podía ignorar.

—Bien, espero que cumplas tu palabra. —Respondió Medusa.

—Yo siempre lo hago —Contestó Hades.

Medusa se disponía salir del templo para regresar con Percy, pero antes de salir dijo unas palabras al Dios.

—En dónde nadie me otorgó una oportunidad de Justicia, en dónde ni siquiera alguien escuchó y empatizo con mi dolor. Tu el Dios que todo mundo Odia y el mismo al que sus hermanos traicionaron y marginaron. Me concediste una oportunidad para vivir. Tus juegos de astucia solo son parte de la máscara que estás condenado a llevar. Porqué, te niegas a verte como un Dios benevolente. Aún así, Gracias por permitirme vivir.

Medusa salió del templo sin recibir una sola palabra o respuesta por parte del Dios Hades. Este había quedado impresionado por las palabras de Medusa, pues en el fondo sabía que lo que la joven había dicho era cierto.

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