Negación
Estábamos cometiendo un crimen... si probablemente pero asesinar a una persona es un crimen más grave que el que podíamos cometer.
En el bosque que estaba cerca de la casa de Ethan nos sentamos para ver el expediente.
—¿Quieres leerlo? —me preguntó la morena.
Lo pensé por un momento para negar
—Seguro tiene terminología que no entienda —me deslinde nervioso.
Ella asintió para leerlo, estaba muy nervioso de lo que podía pasar, empezó a leer con mucho interés, esos minutos para mi fueron eternos.
—Bueno la primera parte es una copia de la transcripción de la llamada de emergencias hecha por James King —me miró— supongo que es tu padre.
—Si él hizo la llamada —asenti.
—Bien, lo siento pero lo demás no tiene mucha información— me dijo— pero si hay fotos de la escena del crimen.
—No quiero verlas —negué cansado.
—Tranquilo, tampoco las veremos —me calmó Henry poniendo su mano en mi hombro.
—Ahora que... —suspiré acostándome en el suelo abatido, volvíamos a tener nada.
—Tranquilo amigo conseguiremos más pistas —dijo la morena sentándose a mi lado— Creo que sería de ayuda si pudiera interrogar a tu amigo.
—Kyle es algo torpe pero si quieres...
La chica me soltó un golpe en el hombro por hacerme el gracioso.
—Mañana te sientas con nosotros almorzar, es pésimo hablando con mujeres así que lleva a Henry —acepté invitándoles a mi mesa— pero tu cuídate de Kyle.
El rubio tomó una inhalada de su aparato del asma para asentir con un poco de nervios.
—Bien me voy con Ethan antes de que se coma mi algodón de azúcar— me levanté.
—Así que es chico de dulce —cuestionó ella escribiendo en su libreta
—No claro que no, es latino le pone chile hasta la fruta —negué la incongruencia del hombre— la verdad no sé ni para que pidió una máquina de algodón pero la voy aprovechar.
Me sacudí el pasto para suspirar.
—Gracias por la ayuda —dije sincero
—Agradécenos cuando descubramos la verdad —asintió ella, era una promesa.
—Tu me lo agradeces cuando te junte con mi amigo —dije burlón.
Vi que la chica se paró pero no quise detenerme a ver qué pasaba, Henry decía que nada bueno.
Llegué a la casa de Ethan para tocar la puerta para encontrarme a la señora Pascal.
—Hola señora Pascal —saludé.
—Jason, hoy no huirás de mi cuidado —me regaño
—Lo siento Lineth —me disculpé entrando— ya me voy a portar bien —la abracé.
—Llevas siete años diciendo eso —negó revolviendo mi cabello.
Así es, conocía al moreno desde hace siete años cuando se mudó de suiza y es que su mamá era suiza pero su papá mexicano.
—¿Están los gemelos? —pregunté preocupado sus hermanos eran unos agresivos.
—Tranquilo están en natacion —negó riendo— Ethan está en su cuarto, no tarda estar la comida.
—Gracias Lineth —me dirigí a la habitación.
Entré al cuarto del castaño cuando el chico estaba saliendo de la ducha, con la toalla enredada en su cintura.
—Jason —dijo asustado cubriéndose con la pijama el resto del cuerpo que tenia desnudo.
—Agh que te cubres si te he visto el culo mil veces en la ducha —me dirigí a Rambo para cargarlo.
Su conejo era la cosa más peluda de este mundo y la única razón por la que venía... bueno también por él .
Me tiré en su cama mientras E se cambiaba, me quité la pierna para descansar un poco, con el tenía la suficiente confianza de que viera mi muñoncito, la mayoría lo veía con la medía y es que a mi no me daba pena, sin embargo prefería ahorrarme las miradas y los murmullos de los que no estaban acostumbrados a verlo.
El moreno se acostó a mi lado para acariciar a Rambo.
—¿A dónde fuiste? —me preguntó curioso.
—Con Tori y Henry —conteste jugando con el conejo moviendo sus orejas.
—Billy y Mandy —arqueó la ceja.
—Son buena personas —corregí mirándole.
—Lo creo pero tú no eres bueno, qué hacias con ellos —señaló riendo.
Es verdad soy un poco cabron no lo voy a negar.
—Son mis amigos del grupo de apoyo, teníamos que hacer una tarea —mentí.
El chico asintió para revolver mi cabello.
—Como sea los invité a comer en nuestra mesa mañana así que se lindo —pedi
—Yo no soy el problema —asintio— adviértele a Kyle.
Kyle también era medio idiota a no lo voy a negar.
—Si eso si será un problema —suspiré— en fin quiero mi algodón de azúcar.
—No se va a poder, tu mamá hablo con la mía para decirle que estás en desintoxicación de algodón así que mamá ocultó mi máquina —contó riendo.
—Nooo yo vine por mi algodón —me quejé— quiero mi algodón de azúcar E
Solía decirle E porque que flojera decirle por su nombre completo... además de que no hay ningún diminutivo u apodo para Ethan.
—Yo no puedo hacer nada Jay —dijo riendo.
Bufé para tirarme encima de él.
—No me quitaré de ti hasta que no me des mi algodón —señalé con molestia.
—Jay no es mi culpa, para que eres un adicto —atacó tratando de quitarme de él.
Al final fallamos los dos pues nos quedamos dormidos, mamá me recogió por la tarde, pero en cuanto vi que no era el rumbo de casa algo me olí.
—¿A dónde vamos? —pregunté con cautela— más vale sea por pollito KFC
Las mujeres de mi vida no dijeron nada.
—Si no me dicen voy a gritar que me están secuestrando —amenacé bajando el vidrio
—Quieres estar castigado toda la vida —contraatacó mamá
Suspiré para negar.
—Te hice una cita con Carmen —confesó mamá.
—¿Por qué? —pregunté con molestia
—Solo quiero que estes bien y volver con el psicólogo creo te sería de mucha ayuda —dijo mirándome para luego mirar a mi hermana de reojo.
Entonces lo entendí... mi hermana había roto su promesa de muñón.
—Eres una chismosa —la empuje con fuerza.
—Necesitas ayuda —dijo tomando mis manos ante mi ataque.
Mamá tuvo que parar el coche para separarnos, pasándome enfrente con ella, llegamos al psicólogo que conocía bien.
—Te amo mucho lo sabes verdad —me dijo mamá mientras esperábamos en la sala— y tu hermana también, por eso me contó lo que ocurrió.
Mi mamá me tenía abrazado, más para que no huyera que por otra cosa.
—Solo lo hizo para molestarme —señale.
Mamá negó para besar mi frente
—Si lo haces bien y te comprometes te compro una caja de algodón de azúcar de las grandes —me chantajeó.
—Ni con todo el algodón de azúcar del mundo —me quejé
—Que tal por una máquina de algodón —elevó la apuesta.
Me estaba tentando... peor no me iba dejar.
—Hazlo por mi si, pero más importante por ti —pidió ella.
Suspiré sin mirarle todavía, la puerta de su oficina se abrió dejándome a ver la castaña.
—Hola Jay, ven pasa —pidió amable.
Entre recordando las múltiples pláticas con ella.
—¿Como has estado? —me pregunto
—Sin rodeos Carmen, ya sabes porque estoy aquí —señale con molestia.
—Quieres hablar de eso —empezó con sus cosas.
—No claro que no —bufé con molestia— estoy aquí en contra de mi voluntad.
—Quieres contarme porque no quieres —insistió la mujer.
—Por la misma razón que nadie habla de sus traumas, quien quiere revivirlos —señale ante lo obvio.
—Jay lo que viviste es algo muy duro —me dijo lo que todos me decían— entiendo una pérdida a esa edad... debió ser duro.
—Si usted no perdió a un amigo no me venga a decir que me entiende —reprendí
Ella sonrió para sentarse a mi lado.
—Cuando tenía tu edad tuve un amigo... un buen amigo que puedo decir que era mi mejor amigo, todos sabíamos que estaba enfermo de su corazoncito pero no nos imaginábamos cuan grave era hasta que de un día a otro dejo de ir —empezó a contar.
Podía ver ese dolor oculto en sus palabras.
—Es gracioso sabes, no recuerdo el último día que lo vi solo recuerdo que me dijeron que lo habían internado, incluso había conseguido su número para llamarle —contó— pero por una u otra cosa nunca lo hice, hasta que ese día que me decidí hablar con él hice la llamada... resultó que había muerte hace apenas unas horas.
No sabía que decir... que se dice en esos momentos.
—Era un chico extraordinario, tenía un gran corazón que no funcionaba bien y requería ser cambiado... din embrago ese corazoncito no llegó —explicó— y sin duda es algo que te marca la vida.
—Ya, lo siento pero no es igual —deje en claro.
—Ah sí y porque no es igual Jay —me pregunto
—Porque usted sabía que era una posibilidad, yo no —afirme.
—Todos tenemos posibilidades de morir Jason, ahora mismo se nos podría detener el corazón, caernos un meteorito o enfermarnos y morir después —prosiguió
—O ser asesinados y que encubran tu asesinato—murmure.
—Claro es una posibilidad pero eso no fue lo qué pasó con Nora —afirmó.
—Con que seguridad lo dice si nisiquiera la conocía bien —me queje.
—Tu tampoco lo hacías Jason, porque las personas ocultamos nuestras inseguridades y problemas con una sonrisa, a veces por años que aprendes a vivir con ellos hasta que un día las personas más vulnerables ya no pueden más —afirmó
—Eso no es lo que le pasó a ella... ella estaba bien —aseguré— yo hubiera sabido si planeaba hacer algo así, pero eso no iba a pasar... estaba bien.
—No, no lo estaba Jay y tú tampoco— me aseguro— pero esto es un proceso y tienes que procesar tu duelos
—¡Ella no sé suicido la mataron! -2le grité con eso nudo ahogándome.
Se hizo un silencio en la sala, estaba tan cansado de repetir lo mismo que me levanté para aproximarme a la puerta.
—Muy bien Jay supongamos que eso pasó, algo cambia acaso —me detuvo.
—Claro que si, lo cambia todo —asegure irónico para voltearla a ver.
—Jason eso no cambia nada porque asesinada o no Nora está muerta cariño —dijo lo que no quería oír— y eso no va a cambiar
Negué mordiendo el labio para soltar un quejido involuntario
—No lo está... no lo está...
—Lo siento Jason pero tú mejor amiga está muerta —dijo las palabras que me helaron
—¡No! —le grité herido— ella no pudo haber hecho algo así...
La venezolana se levantó de su asiento para acercarse a mi y tratar de abrazarme, traté de alejarme pero no pude cuando me atrapo en un abrazo
—Ella no abría hecho algo tan horrible —afirme comenzando a llorar.
—Está bien Jay, esta bien —pidio sobando mi espalda para que dejara de llorar.
Yo sabía que no era cierto... que no habría hecho algo así porque sabía cuánto dolor provocaría al hacerlo, lo sabía muy bien.
Por un instante entre las lágrimas y el corazón roto me puse a pensar que si ella lo había hecho... la odiaba por haberme dejado solo.
Dentro de mi sabía que no podía odiarla y la única esperanza que tenía para no hacerlo era encontrar al culpable de su muerte... tenia que hacer justicia por ella.
Recuerden ir a terapia 🥲
*24 Winch se limita a no pagar terapias a causa de sus historias 🤭
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