House
A lo largo de la vida tienes que hacer muchas cosas que no quieres, por ejemplo yo cuando era un bebito me dignaba a caminar, gateaba por todos lados y aunque los doctores decían que era normal por mi pierna aprendí hacerlo hasta los dos y medio, pero una vez que camine no hubo quien me parara.
Otra de la las cosas que había evitado hacer era volver a casa de papá y es que el solo pensarlo me aterraba pero estábamos en un callejón sin fondo por lo que tenía que conseguir más pistas y la casa de papá era la respuesta.
Por fin habíamos llegados a un fin de semana largo que nos tocaría estar con papá.
—¿Llevas todo? — me preguntó E saliendo de la práctica
—Si mamá —bufé.
—En serio y porque sigue tu pierna en mi mochila —señaló él listillo.
Sonreí torpe para tomarla, no solía ponerme la normal hasta llegar a casa.
—¿Estas listo? —preguntó Kyle
—Es momento —asentí no muy seguro
—Si nos necesitas llama —me apoyó Ethan
—Pero no te contestaremos es tu castigo por no ir —regaño Kyle
Los fines largos solíamos ir acampar y aunque de verdad quería ir no tenía tiempo que perder así que tenía que ir a casa con papá.
Mi padre ya me esperaba emocionado, mi hermana ya estaba en el coche apoderándose del lugar de adelante.
—Listos chicos —sonrió— tengo un gran fin planeado para ustedes.
—Películas en casa —se burló mi hermana— actualízate Pa.
—Pero si les encanta —se quejó pues era nuestra tradición.
—Janin tiene razón, deberías actualizarte —señale— no sé llevarnos a Disney
—Eso no pasará —rompió mi sueño.
—Venga vamos hoy se estrenó la segunda temporada de mi serie y planeo ignorarlos todo el día —apresuró Jan poniéndose los audífonos.
Mi papá bufó con molestia para asentir, mientras más fuimos acercándonos a la casa más nervioso estaba de volver hasta que llegamos, por fuera ambas casas lucían iguales.
—¿Estas bien Jay? no tienes que entrar si no...
—Estoy bien solo dame un momento —me quedé observando la casa.
—Bien te daremos tiempo a solas para que lo proceses, te estaremos esperando adentro —insistió papá besando mi frente.
Me lo tomé muy enserio porque una hora después no podía entrar aún, mi hermana salió para abrir la puerta del coche.
—Bajas o te bajo —se cruzó de brazos
—Jani no...
—Te bajo —afirmó cargándome como costal de papas— eres un bebé lo sabías.
Lo acepté porque de otra forma no hubiera entrado.
Mi hermana me bajo una vez dentro, seguía aferrado a ella.
—Ya, ya —palmeó mi espalda— anda tu rata te espera.
Por poco olvidaba una de las razones más importantes de venir, ver a Patroclo.
—Patroclo perdóname te olvide —corrí a cargar a mi erizo.
El erizo se dejó agarrar sin preocupación alguno, solía pasear por la casa pues estaba entrenando.
—Te extraño mucho —dijo papá revolviendo mi cabello— anda ve a cambiarte para que comas.
Asentí algo nervioso, papá me acompaño abriendo la puerta por mi.
—La ventana...
—Tranquilo está cerrada —me calmó— con la cortina abajo.
Asentí para entrar con esa presión en mi pecho, seguía igual que como la dejé, claro estaba limpia pero todo seguia igual.
—Te espero abajo —asintió.
Me quedé mirando mi habitación, realmente me sentía mal de estar ahí.
Me cambié lo más rápido que pude deteniéndome en mi libreta... aquella con la que nos escribíamos de ventana a ventana, porque la niña estaba traumada con you belong to me de la diosa Taylor así que prefería eso a textear.
Aún así miré la hoja "nos vemos mañana" fue lo último que le había escrito... no hubo mañana.
Bajé lo más rápido que pude, papá había preparado la comida y aunque no era un experto hacía lo que podía
—Aww el bebé come nuggets de dinosaurio —se burló mi hermana de mi.
—Celosa —señale comiendo mi nugget con papitas
Si, tenía el paladar de un niño de tres y que.
—Mm si porque él come nuggets y yo pasta —le reclamo mi hermana
—Porque la última vez que te preparé Nuggets dijiste que eras muy grande para ello —recordó mi padre dolido.
—Nunca se es muy grande para los nuggets —afirmé sentándome en la sala a comer mientras veía tele.
Nos pusimos a ver tele cuando llamaron a la puerta, le di un nugget a perro aunque fui visto en medio del crimen.
—Jay los perros no come nuggets —me regañó Kalani riendo.
—Este si —asentí mirando a la chica.
Ella venía a mi cuando mi hermana la atrajo en un abrazo.
—Hola guapa —saludó mi hermana.
—Tu estás más preciosa — sonrió Kalani abrazándola más
Se llevaban muy bien a decir verdad.
—Les trajimos un pastel, Kali hizo de más —dijo la mamá de Nora entrando.
—Gracias Layla no debiste —dijo papá recibiendo el pastel
Me acerqué a saludar en lo que las chicas platicaban.
—¿Cómo te va en la escuela cariño? —me preguntó ella.
—Aburrido —asentí
—Ya sabes si no es Lacrosse no le interesa —me miró papá con molestia.
—Apruebo no, eso es lo importante explota mis talentos —afirmé
Papá solo negó para revolver mi cabello.
—Bueno si quieres puedo darte un par de asesorías —me sonrío.
—Ah no se preocupe estoy bien —asentí.
—No es molestia, te puedo dar clase en lo que Kali prepara galletas —insistió.
—Tengo una nueva receta —dijo ella llegando besando mi mejilla.
Acepté para aceptar pues podía servir para la investigación.
—Entonces nos vemos mañana cariño —se despidió junto con Kali.
Creo que pasé toda la tarde evitando ir a mi habitación hasta qué ya no pude aplazarlo más
—Venga a dormir —me obligó papá.
—Un capítulo más —rogué, como lo había hecho desde los últimos tres.
—Ya es tarde Jay —negó— a dormir o necesitas que te lleve como cuando eras pequeño.
Bufé para irme a mi cama a dormir, dejé la puerta entre abierta con la luz encendida era un chillon si pero no quería el fantasma de mi amiga jalándome la pata a mitad de la noche.
Me acomodé a dormir evitando no pensar en eso...
Jason... Jason...
Murmuró Nora.
Ayuda...
Desperté asustado, estaba sudando frío y no dejaba de temblar... me levanté de la cama de inmediato para salir de ahí a tropezones, o brinquitos en realidad.
Eran como las dos o tres de la mañana tal vez, entré al cuarto de mi hermana para acostarme a su lado, jalando su brazo para que me abrazara.
Mi hermana despertó para mirarme y jalarme hacia ella para abrazarme con fuerza.
—Mal sueño —murmuró adormilada
—No sé si fue un sueño —dije nervioso, podía sentir mi corazón salir de mi cuerpo.
—Fue un sueño solamente Jay —insistió acariciando mi cabello
—No lo sé... ella era muy vengativa —le recordé— seguro que vendría asustarme en forma de fantasma.
Mi hermana asintió para verme.
—¿Quieres hablar de eso? —preguntó mirándome
Me quedé pensando por un momento.
—La extraño mucho —confesé nervioso.
—Lo sé —asintió ella— pero pasara.
—Tu que sabes, lo único que pierdes son hombres —bufé.
—Quiere que te corra de mi cuarto —me amenazó segura
—Lo siento —la abracé más— pero en serio.
—No lo se Jay es lo que dicen los libros sobre ayuda —me explico.
—¿Y que más dicen tus libros? —murmuré.
—Bueno... que vivas tu duelo, que va a doler pero ese dolor poco a poco se va a ir aminorando hasta que puedas vivir con el —asintió— y que le des a tu hermana tu mesada.
Sonreí ligeramente para verle.
Ciertamente mi hermana y yo muchas veces no nos llevábamos bien... la mayoría de las veces, pero cuando la necesitara ahí iba estar, por ella yo daría un riñón el último pedazo de pizza claramente no, pero hasta la vida si.
—Venga duerme un rato —besó mi frente— aquí estoy de acuerdo.
Me acomodé en ella para dormir, caí rendido aunque se quejó en la mañana pues según ella pateo cuando duermo.
Mi papá nos preparo el desayuno, unos buenos panqueques con tocino.
—Debo llevar unos papeles, me tardo una hora, tal vez dos como máximo pueden sobrevivir —señaló.
—Será duró —asenti.
—No creo que sobrevivamos —aseguró mi hermana acompañándome
—Payasos —bufó él— y tú tienes tutoría después de desayunar no se te olvide.
—No señor — asentí.
Mi papá desayuno con nosotros para después irse pues nos llevaría al cine por la tarde, me preparé pues tenía pistas que buscar y Kali era mi principal fuente.
—Ya me voy —me despedí de mi hermana
—Aja —dijo ella sin mirarme centrada en su teléfono.
Salí de la casa me había costado mucho trabajo cruzar pero tenía que hacerlo.
Toque la puerta siendo recibido por Kalani con una sonrisa.
—Jason —me saludó abrazándome con fuerza levantándome como siempre.
—Hola Kali —correspondí al abrazo.
Cuando por fin me bajo por fin entré a la casa.
—Que bueno que llegas Jay —me saludó su madre— Kali se paró muy temprano para cocinar tus galletas
—Compré una nueva harina —dijo emocionada
—Oh sabes que amo tus galletas —conteste
Nos sentamos en lo que se enfriaban un poco las galletas.
—¿Quieres subir a su habitación? —me pregunto ella— creo que dejaste algunas cosas la última vez.
Asentí un poco nervioso, subimos a la habitación... se veía igual como la última vez que lo dejamos.
Mire el techo, era lo único diferente de este lugar, aquella tabla que cruzaba el techo estaba deforme...
Mire a mi ventana, las persianas cerradas y el marco de la ventana rota.
—No sabía que estaba rota —murmuré tomando mi sudadera del equipo que estaba sobre el señor oso.
—Creen que se rompió cuando Nora jalo la soga —explicó.
Asentí sintiendo una oleada de aire frío, salí de la habitación algo asqueado.
—Perdón Jay yo no...
—Estoy bien —la calmé.
Ella me abrazó con fuerza.
—Tranquilo todo va a estar bien —me aseguro— ya está en un mejor lugar.
No creía en eso, pero si le daba paz a ella estaba bien.
Bajamos a la sala para iniciar con la asesoría, Kali estaba preparando la comida que vendía, estaba ahorrando para rentar un local y ser la competencia de mi mamá
Tomé la galleta que estaba todavía calientita pero ya comible, de las mejores galletas de la vida.
Me la comí completita
—Solo una Jay —dijo ella apartándolas— si comes mucho azúcar no te vas a concentrar.
Sonreí sintiendo algo en mi garganta, empecé a toser ligeramente
—¿Todo bien Jason? —me miró.
—Agua —pedí entre tosidas
Me estaba ahogando con la galleta por comer rápido... no... no era esa.
Sentí como lentamente mi garganta se iba cerrando.
—Jason —escuché a la madre de Nora
Estaba en el suelo con las manos en mi garganta... me iba a morir.
Oh oh problemas 🙂
Les dejo un Jason chiquito 🥰
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro