HELP
Es curiosos lo que uno piensa antes de morir... yo por ejemplo no podía dejar de pensar en si Nora había sentido lo mismo cuando la soga la asfixió.
Entre los gritos de Kali y mi desesperación por respirar sabía que no iba a ser la mejor de las muertes hasta que la voz de mi hermana me trajo de vuelta.
—Jay olvidaste tu mochila... ¡Jason! —exclamó mi hermana al verme en el suelo.
Mi hermana sabía bien que hacer y aunque solo me había pasado una vez mi hermana supo actuar rápido inyectando la EpiPen que siempre guardaba en mi mochila por si las dudas.
Un ataque de tos inmediato, sentía que el cuerpo me picaba pero al menos ya podía respirar.
—Ya está, ya está —me calmó sentándome para que pudiera respirar mejor.
Mi hermana me abrazó con fuerza, por el susto no podía hablar todavía, seguía inmerso en las palabras que repetía Kalani una y otra vez
"Harina, leche, chocolate... sin nuez, Jay es alérgico"
Una y otra vez sin parar.
—Jason estas bien cariño —dijo su madre acercándose
—Está bien, no gracias a ti —se quejó mi hermano ayudándome a parar para cargarme.
—Janin yo...
—Ahora no, ahora me tengo que asegurar que mi hermano esté bien —afirmó mi hermana saliendo de ahí conmigo en brazos.
Fuimos a ver a la otra vecina que era doctora y aunque estaba fuera de peligro nos mando directo al hospital.
Realmente nunca fui consciente de que me podía pasar algo así, la única vez que comí nuez fue cuando era pequeño y aún no lo sabíamos, y todo inicio muy lento.
Me pasaron un suerito y medicamentos por lo que me dormí hasta que llegó papá.
—Jani —saludó papá llegando para abrazarla— ¿cómo está? vine en cuanto llamaste pero había mucho tráfico.
—Está bien papá, lo quieren en vigilancia una hora más y después nos podemos ir a casa —lo tranquilizó.
Yo seguía en modo medio dormido porque no tenía ganas de hablar.
—Por suerte llegaste a tiempo —dijo papá besando mi frente.
—Exacto por suerte, ella no hizo nada papá —se quejó Janin con molestia.
—Hablaré con ella, seguro que se quedó en Shock y no supo que hacer —afirmó— los accidentes pasan Jani, lo importante es que tu hermano está bien.
Mi hermana no estaba del todo contenta pero que se le iba hacer.
Me dejaron ir a mi casa después de un rato más, al llegar a casa me tiré en el sofá con perro y Patroclo.
—Te pediré algo de comer de acuerdo —me dijo papá
—Un poco de algodón de azúcar no me caería mal —murmuré.
Papá sonrió para revolver mi cabello.
—Está bien pero no le digas a mamá —aceptó
Mamá estaba en una boda de una de sus amigas por lo que decidimos no contarle para que disfrutara su fiesta.
Mi hermana se agacho a mi altura para besar mi frente.
—¿Cómo estas? —me preguntó ella— no has dicho mucho.
Me limite a levantar los hombros mientras jugaba con el perro.
—Debió ser aterrador... yo me asusté mucho —asintió.
Mi hermana sabía como hacerme hablar.
—Crees... crees que ella tuviera miedo antes de morir —dije nervioso lo que estuvo rondando en mi mente todo este tiempo.
Ella suspiró para negar.
—Antes de que me grites que no fue suicidio —me detuvo— si lo fue dudo que lo tuviera, para ella eso fue una salvación y un respiro.
Asentí para abrazarla.
—Gracias por salvarme —le susurró— ya vez que no me odias.
—Mm hoy no, mañana tal vez por tragarte lo que no debes —gruñó pegándome en el brazo.
—No... no estás enojada con Kalani verdad —murmuré nervioso— fue un accidente, ella no me haría daño a propósito jamás.
—Yo... en este momento si, pero mañana se me pasa —me guiñó— ahora me voy que tengo una fiesta.
Negué, mi papá me compro pizza y algodón de azúcar para animarme, estaba tan casado que me quedé mirando la tele para dormirme y despertar varias veces.
La última ves desperté para darme cuenta que estaba en mi habitación me giré para ver el reloj, ya era de noche pero todavía no era tan tarde, últimamente sentía que oscurecía muy temprano, como si la luz se hubiera marchado ya.
Me quedé observando la ventana, respire para levantarme y abrir la persiana sintiendo ese hueco en mi estómago, tenía que revisar mi gastritis.
Me quedé mirando el marco de la ventana, era verdad estaba desecho, algo muy raro a decir verdad pues en todos estos años nunca se había roto.
Me tiré en la cama agotado, no dejaba de pensar en lo de la mañana.
—Jay Jay —llamó Kalani abriendo la puerta— puedo pasar.
—Claro que si —dije sentándome en la cama.
La chica corrió abrazarme, estaba muy triste lo podía ver en sus ojitos hinchados por llorar.
—Tranquila Kali estoy bien —la abracé con fuerza para calmarla.
—Lo siento, lo siento mucho —insistió triste pero con un dejo de confusión— no me di cuenta.
—Yo se que no fue tu intención —la calmé— fue un accidente.
La chica asintió con tristeza, para mirarme y presionar mi mejilla.
—Debiste tener mucho miedo —mencione— como el día que murió Nora
No me gustaba hacer esto porque no quería alterarla pero necesitaba respuestas, y su respuesta llamó mi atención pues ella simplemente negó...
—¿No tenías miedo? —pregunté confundido
—No puedo hablar de eso Jay —me susurró— es un secreto.
Una vez más su respuesta me heló.
—¿A quien se lo prometiste? —le susurré insistiendo.
La chica se acercó abrazarme con fuerza.
—Al hombre —susurró en mi oído— el hombre de negro.
Sus palabras me paralizaron por completo, no supe que decir.
—Vamos Kali, tenemos que irnos Jay necesita descansar —insistió su madre llegando.
—Si mamá —dijo Kali besando mi frente— descansa Jay.
Asentí sin saber que decir, su madre entró para sentarse al borde de la cama
—Jason yo quería disculparme por no haber hecho algo por ti —afirmó con tristeza— cuando pasó lo qué pasó... yo me paralicé... solo pude pensar en mi hija y mi vista se nublo y yo... lo siento de verdad cariño.
Una lágrima había caído por su mejilla, la abracé para tranquilizarla entendía lo que había pasado
—Lo siento mucho Jason, no sé qué hubiera pasado si tú...
—Estoy bien, eso es lo importante —la calmé.
Ella asintió limpiándose las lágrimas para besar mi frente.
—Descansa amor —me dijo ella acariciando mi mejilla.
La quería muchísimo pues me conocía desde que éramos pequeños.
Me quedé un rato en mi cama para luego irme al de mi hermana, me puse a jugar con su tableta en lo que me ganaba el sueño, pero ese sueño no llego hasta como las dos de la mañana cuando llego mi hermana.
—Tu otra vez aquí —dijo balanceándose para acostarse a mi lado, apestaba alcohol.
—No quería dormir solo —afirme.
—Y papá —contestó riendo
—Soy muy grande para dormir con papá —me queje
—Eres un bebé que —corrigió jalándome a ella
Era muy empalagosa cuando estaba ebria... y a veces cuando no pero en general lo era.
—Mi bebé —afirmó.
—Tengo catorce —le recordé— para nada soy un bebé.
—Ah sabes muy poco de la vida aún —dijo riendo
—Eh vivido más cosas que tú —le recordé.
—Es verdad, desde que naciste has luchado mucho...
—Con está plática si pareces una anciana —me burlé riendo
Mi hermana solo me apretujo y beso, pero como me había salvado en la mañana no me podía quejar... vaya mierda.
—Lo siento —me dijo al oído.
—Te perdonó —asentí
—No, no lo harás —me miró— yo no te lo conté pero hablé con Nora esa noche.
Me quedé pensando un poco en lo que me había dicho.
—Y por hablar te refieres a que se pelearon —deduje
Ella asintió mirando al techo, aquellas estrellas que habíamos pintado alguna vez.
—Me entere de lo qué pasó en la fiesta... y estaba un poco harta de cómo te trataba —afirmó— no eras de su propiedad así que se lo dije... y eso no le pareció.
Una "pelea" de mi hermana no era nada tranquilo así que me imaginaba lo que le pudo haber dicho.
—Y qué se dijeron...
—Bueno yo dije cosas de las qué tal vez me arrepiento y otras que no —asintió— y ella dijo puras mentiras.
—Me imagino —asentí— pero siempre era así, no te preocupes
—Tal vez... tal vez dije algo que no debía —mencionó— y la hice llorar.
Hacer llorar a Nora era algo muy difícil pues tenía un carácter muy duro, al ser pequeños a Nora la llegaban a molestar por su hermana... cosas malas que dicen los niños, pero ella nunca se dejó, nunca lloró frente a nadie, solo contraatacaba y claramente sus oponentes siempre terminaban llorando.
Era muy duro ganarle en una pela, más duro era verla llorar.
—Tal vez fue mi culpa —murmuró— que ella se... suicidara.
Mire a mi hermana, una lágrima había salido de sus ojos... hacer llorar a mi hermana también era algo complicado, era un mounstro que casi nunca lloraba... excepto por las películas ahí era un mar de lágrimas
—No fue tu culpa Jani —la calmé
—¿Como estás seguro? —me miró, sus palabras eran más una súplica.
—Porque claramente no fue un suicidio —establecí— y porque Nora estaba acostumbrada a las peleas de chicas, era fuerte para resistirse.
Mi hermana asintió, estaba claro que se lo había guardado por mucho tiempo.
—Tienes razón —afirmó la castaña
Me acomodé en ella, mi cabeza no dejaba de pensar en lo que me había dicho Kali.
—Jan... ese día viste a alguien extraño salir de su casa —pregunté nervioso de su respuesta.
—Había mucha gente ese día Jay, muchos policías —explicó ella— pero ahora que lo dices si hubo un hombre... llegó tiempo después de todos los policías y se fue hasta muy tarde... pero no lo sé.
No dijo más pues la borracha se quedó dormida.
Suspiré, si quería respuestas tenía que encontrar a ese hombre... el hombre de negro era la persona quien sabía la verdad.
Pido perdón por olvidar subir el capítulo pero se estaba salvando el semestre y se logró 🥰
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