FUERA LUCES
16 de noviembre
—¡Graduación, graduación! —vitorearon al unísono una y otra vez mis amigos.
La hora del almuerzo solía ser un caos, más a finales de año graduándonos de la escuela de niños pequeños
—Oh vamos aún quedan dos semanas y un proyecto que subir —les recordé rompiéndoles la ilusión.
—Ah no te preocupes tengo todo bajo control —dijo mi amiga pasando su brazo sobre mis hombros atrayéndome a ella.
—Como siempre —murmuró Ethan frente a mí mientras terminábamos nuestro desayuno— manipuladora
—Es porque Jason confía más en mi, seguro que te duele eso no —atacó con una risita.
Los dos empezaron a discutir como de costumbre.
—Podrían no pelear por un día —pedí con molestia.
—No —se negaron al unísono.
—Chicos, chicos —calmó Kyle— a ver corten su mierda hoy iremos a la fiesta pre graduación, hay que divertirnos.
—Apoyó la moción —asentí chocando palmas con Kyle.
—Pero primero a entrenar así que vamos Jay —dijo Ethan jalándome de la mano— lastima que tú no puedas —le guiño a la chica
—No tientes tu suerte cabron —amenazó ella, intimidante como siempre.
Negué riendo, ciertamente me divertía verlos pelear, después de nuestra última práctica nos tiramos los tres en el césped para refrescarnos.
—Últimos entrenamientos en la liga menor —dije más que emocionado.
—Las cosas cambiarán ahora que somos grandes —afirmó Kyle
—Habla por ti yo aún soy joven —bufó el latino— ojalá que Nora se cambie de escuela
—Eso no pasará seguirá a Jake hasta el fin del mundo —se burló Kyle
—O podrían tratar de hacerse buenos amigos — genere una gran idea.
—Es la pendejada más grande que has dicho en tu vida y eso que lo haces con frecuencia —se negó Ethan, nunca apreciaban mis buenas ideas.
No iban a cambiar, pero tal vez algun día iban a madurar y su odio iba a disminuir.
Al salir de la práctica me fui a casa de papá junto con mi hermana y Nora a mi lado.
—Agh tu otra vez, porque siempre estás aquí —le reclamó mi hermana con disgusto.
—Por qué molestarte con mi sola presencia es mi pasión —afirmó Nora victoriosa
—Niñas, tranquilas por favor —pidió papá pero eso no hizo ninguna diferencia claramente
Se continuaron peleando hasta llegar a la casa, fui a comer a la casa de mi amiga para terminar con el postre: las galletas de Kalani, como buen día terminé acostándome en la cama de Nora
—Una siestecita—dije acomodándome
—No, no —me regañó— me tienes que ayudar a elegir mi ropa de hoy
—Ah ponte lo que quieras —bufé golpeando la almohada para darle forma.
—Ya sé que con lo que me ponga me veo bonita pero es un día importante —afirmó— hoy me voy a confesar al chico que me gusta
—Una ropa no hará que te diga que si —le dije la maravillosa verdad.
La chica brincó a la cama acostándose a mi lado, me miró con esos ojos grandes que siempre se me hicieron lindos.
—¿Tu me dirías que si? —me preguntó sería
—Tu eres mi mejor amiga —le recordé— ahora déjame dormir.
Ella negó para cambiarse mil veces aunque no le preste mucha atención pues necesitaba mi siesta reparadora.
Cuando la hora se acercaba me fui a mi casa para bañarme y cambiarme de ropa.
—No llegues muy tarde de acuerdo —me pidió papá— y por favor... no tomes
—Aja —contesté cenando para antes de irme.
—De verdad Jason —insistió
—Porque lo haría sabe horrible, nada dulce —me queje
Mi hermana se empezó a reír pero se detuvo ante la mirada de mi padre.
—Cuídate Jay —pidio besando mi frente.
Los padres siempre se preocupan mucho para mi gusto, en fin la fiesta no era muy lejos de aquí así que nos fuimos caminando.
Nora hablaba demasiado y a veces eso hacía que mi cerebro se desconectara.
—Me estás escuchando —me reclamó ella
—Claro que lo estoy haciendo, que mi cerebro no procese lo que digas es otra cosa —asentí.
—Contigo no se puede —dijo ella tomándome de la mano.
—No me voy a perder —la miré riendo.
—Eso dijiste la semana pasada en la escuela y terminaste en otra clase —me revivió el vergonzoso momento.
—Ahh tienes un punto —cedí a la realidad.
Sentí una mano en mi hombro que me jalo apartándome de su agarre
—Lo que quiere decir es que no necesita que lo lleves de la mano porque no son nada más que amigos —dijo Ethan mirándola con molestia.
—Ahora si te mato —lo amenazó.
—¡Corre E, corre! —le grité cuando ya había emprendido la huida.
Ethan es un gran deportista por lo que llegó rápido, mi amiga se quedó en la puerta recuperando el aire.
—Sostenme esto —me dió su bolsa.
Empecé a buscar si tenía un dulce en su bolsa pero fue una gran decepción al ver que no.
—Si te le vas a declarar a tu amorcito en una carta no va a funcionar —señale mirando lo que tenia en su bolso.
—No es para él, es para Queen chismoso —me regañó quitándome la bolsa.
Entramos a la casa de Kyle ya había varios de la escuela disfrutando de la fiesta.
—Iré a buscar a Queen te veo en un momento —me sonrió ella
Busqué a mis amigos, ahí estaba E sentado en la alberca.
—Corriste rápido —dije burlón
—Casi no la cuento —dijo riendo tendiéndome un refresco— estás listo para el séptimo año
—Me da igual la verdad —asentí tomando del refresco metiendo mi pierna al agua de la alberca— van a estar ustedes así que es lo único que necesito
—aww nos amas —exprés abrazándome con fuerza
—Contrólate quieres —gruñi— yo nunca dije eso.
—A mi me sonó a eso —me guiño aún con un brazo sobre mis hombros.
—Es solo que con ustedes me siento bien, por eso detesto que ustedes dos se la pasen peleando —insisti
El moreno suspiró un poco irritado.
—Lo intentare solo por ti sí —me aseguro— pero que quede claro que es ella la que lo hace difícil
Asentí para darle un liguero abrazó cuando su voz nos distrajo
—Ethan podemos hablar un momento —le pidió ella
—Bien pero que este Jay presente así evito mi asesinato —accedió de mala manera.
—De acuerdo pero quiero hablar de tus intereses románticos así que si quieres que Jason escuche adelante —señaló cruzada de brazos
Ethan solo suspiró y se dispuso a levantarse para ir con ella, me quedé un momento ahi cuando llegó Kyle aventándose a mi espalda
—Si veniste —dijo emocionado y con ese olor particular.
—Estas borracho —bufé riendo.
—Mi hermana está aquí y dijo que estaba bien —asintió riendo
—¿Cuanto tomaste? —me queje
—Muy poco la verdad —dijo— no debería estar Nora o Ethan aquí, siempre están pegados a ti como un chicle...
—Eso no es verdad —negué riendo
—Ethan está enamorados de ti lo sabes verdad —me cuestiono— y no solo el Nora también, tanto así que no deja que nadie se acerque a ti y eso no le parece a Ethan para nada, porque crees que están hablando.
—Yo que se para hacer las pases —me mentí.
Pero el bullicio arriba claramente me indicó que no estaban haciendo las pases, subimos a ver el alboroto y ahí estaban ya los dos empapados en refresco
—Eres una perra sabes por eso nadie te quiere —le grito Ethan
—Oh por favor la única verdad aquí es que estas celoso, eres un cobarde eso es lo que eres —le dijo ella
—¡Ojalá te mueras y así dejes de joder a todos! —exclamó Ethan con un odio puro y sincero
—Si bueno si te murieras hoy a él ni siquiera le importaría, porque nunca se fijara en ti así como tú quieres —le dijo victoriosa.
Gracias a dios Kyle vomito en ese momento lo que despejó la intensidad que tenían los dos.
Ethan solo se apartó con los ojos llorosos a lo que ella me miró aún con esa sonrisa de victoria.
—En serio —dije con molestia
—Anda ve a consolar a la nena —bufó cruzándose de brazos
—Tu espérame aquí ahora vuelvo —gruñi— tenemos que hablar
Fui a buscar a Ethan, ahí estaba él afuera con los ojos llorosos.
—¿Estas bien amigo? —pregunté preocupado
—No quiero hablar de eso ahora —insistió
—Ethan...
—No, ahora no si —insistió— mi mamá ya llegó así que nos vemos.
El chico se subió al auto de su madre para irse, Nora llegó a mi lado
—Que cosas no...
—Vamos a casa —insistí
La chica camino a mi lado platicando como si nada hubiera pasado, pero ciertamente empezaba a creer que lo que habían dicho mis amigos era verdad.
—¿Hace frío no crees? —me preguntó sobándose los brazos para entrar en calor
—De quien es la culpa —bufé dándole mi chaqueta porque si se enfermaba iba a ser mas insoportable.
—De Ethan —señaló.
Bufé molesto poniendo los ojos en blanco para adelantarme
—Jason... hablemos si —me pidió sería
—Si la verdad es que si, estoy harto de tu actitud sabes, lastimas a las personas cercanas a mi y estoy harto...
—Oh por favor no lo hago —se defendió ella.
—Si lo haces —insistí— si no es con Ethan es con Kyle con Queen o con cualquiera que se acerque a mi... no soy de tu propiedad.
—Y qué hay de ti... tú también me lastimas y eso te importa acaso — me echo en cara algo que no entendí
—¿De que hablas? —dije confundido.
—Por favor Jay aunque ambos sabemos que eres estupido no lo eres tanto... tú sabes lo que siente Ethan por ti... también sabes lo que yo siento por ti pero decides ignorarlo y hacer que nada está pasando... crees que eso no nos lastima —me dijo sería
—Nora...
—No, nada de Nora —se acercó a mi empujándome— eres un cabron, no importa que tan linda me ponga, que tanto hagas por ti... !¿Por qué no te gustó?!
Suspiré, porque lo que más me temía se había hecho realidad... no soy tonto sé que mis mejores amigos tienen sentimientos por mi y no se porque, pero no quería ser el idiota que lastimara sus sentimientos.
—El problema no eres tú si —traté de calmarla— eres una chica muy linda, pero eres mi mejor amiga y no quiero arruinar la amistad—expliqué
—Búscate otra excusa quieres...
—Que quieres que te diga entonces —bufé cansado
—!La verdad¡ —me gritó.
—Nora no puedes forzarme a sentir algo que no siento, lamento no poder corresponder a tus sentimientos pero esa es la verdad... no me gustas —afirme— perdón si lastimé tus sentimientos pero eres muy importante para mi, no quería arruinar nuestra amistad esa es la verdad.
Ella me miró como nunca lo había echo para limpiarse la lágrima que había rodado por su mejilla
—Eres un idiota sabes —dijo dándome una bofetada.
Solo la dejé sacar sus sentimientos porque claramente estaba alterada, ella se adelantó un par de pasos para mirarme.
—Te odio —murmuró.
Suspiré para quedarme ahí pues iba a ser algo incómodo el regreso... al llegar a casa me tiré en mi cama cansado, me dolía un poco el muñón así que me quité la prótesis para dejarla recargada en la ventana como siempre.
Ahí estaba ella en su computadora.
Tomé el cuaderno para enseñárselo, un simple.
"Nos vemos mañana"
A lo que solo me miró para levantarme el dedo de en medio e irse.
—Ya se le pasará —me dije más para mi.
Me acoste a dormir para poder olvidar todo el asunto, todavía tenía que arreglar el desastre que había causado con Ethan.
Desperté temprano como cada fin de semana para ir a entrenar, estaba algo adormilado aún, me levanté para encontrar mi prótesis en el suelo.
—Tu qué haces ahí —me queje teniéndome que agachar por ella.
Me levanté para ponérmela para mirar por la ventana instintivamente... aquellas piernas colgando del tejado, apenas visibles desde mi ventana.
Ese nudo en mi garganta me estaba ahogando con fuerza... quería decir algo, quería gritar pero de mi garganta no salió mucho.
—No... No...
La puerta de su habitación se abrió dejando entrar a su mamá.
—Nora vamos amor ya es tarde —dijo ella para recaer en su hija—No, no, no —dijo con un nudo en la garganta— ¡Nora! —gritó con desesperación
La mujer se acercó a mi amiga con desesperación tratando de bajarla, podía notar la tristeza e impotencia en su rostro seguido de eso gritos que desgarraban el alma.
Me quedé helado, lo que debieron ser segundos para mi fue eterno, ver como bajaba su cuerpo... un cuerpo pálido con labios morados, aún con el cordón en su cuello
—¡No dios mi no... mi niña no por favor! —gritó desesperada.
Mi papá entró a la habitación.
—Jay que sucede, escuché un grito —me miró confundido
No pude decir nada, no podía moverme... ese nudo en mi garganta no me dejaba respirar, me estaba ahogando.
—Jay —dijo papá tomando mi hombro para por fin ver la escena que estaba frente a mi.
Instintivamente mi papá me atrajo a él para ocultar mi cabeza en él pero ya era tarde ya había visto todo.
—¿Qué pasó? —le gritó papá
—¡Mi niña... mi nenita está muerta! —le gritó desesperada acariciando el cabello de su hija.
—Tranquila llamaré una ambulancia —dijo papá aunque eso no servivira de nada
—¿Qué ocurre Papá? —preguntó mi hermana desde la puerta
—Jani no entres —la detuvo— quédate ahí si cariño.
Papá me llevo hasta mi hermana para murmurarle algo al oído, no dijo nada solo me sacó de ahí para sentarnos en la sala, me atrajo a ella en un abrazo con mucha fuerza.
La luz de las ambulancias y policías acompañadas de el ruido no ayudaron.
Mamá llegó azotando la puerta para verme y abrazarme con fuerza.
—Está bien cariño, está bien...
No lo estaba, mi amiga estaba muerta...
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