Asesinato multiple
Mi primera pelea a golpes sin contar a mi hermana fue a los seis cuando un niño dijo que no podía jugar porque no tenía una pierna... claro tenía que establecer un dominio, desde ahí he tenido un gran historial de peleas.
No voy a mentir no le tengo miedo a partirnos la madre aunque siempre supe controlarme y saber cuando parar... pero hoy no quería parar.
Iba a cometer asesinato sin importar que.
—Ya está Jay, ya está —dijo mamá separándome de él.
—¡Yo lo sigo viendo vivo! —exclame tirando cuanta patada podía.
Mi tía Wen me sujeto de las piernas para que me detuviera.
—Es una bestia tú hijo —dijo la tía Daphne levantando a su hijo que estaba lleno de sangre y chillando a mares.
—¡Lárgate de aquí con el engendro de tu hijo! —le gritó mamá abrazándome con mucha fuerza para que me calmara.
—¡Te voy a demandar me oíste! —le gritó indignada.
—Hazlo, tú y yo sabemos que esos peces estaban vivos —afirmó mamá.
Mi tía bufó indignada para irse escuchando el azoton de la puerta, el llanto de mi primita me hizo despejarme para empezar a llorar por lo que mi tía Wen se fue a ver a su nena.
—Mis peses mamá —dije llorando— no estaban muertos.
—Lo siento mucho cariño, seguro que no les paso nada y están bien en el océano —mintió para calmarme.
Ambos sabíamos que no era así, que ese cabron había matado a mis pecesitos.
Mi mamá me abrazó con fuerza hasta que me cansé de llorar, me acostó en mi cama para quedarnos así hasta que me quedé dormido.
Desperté con unos besitos, ahí estaba mi princesa pero en estos momentos ni ella me podía animar.
—Te trajimos de cenar amor —me dijo mi tía
—No tengo hambre —murmuré.
—Jay, Jay —coreó la bebe mi nombre.
Había sido su tercera palabra de la que estaba orgulloso, miré a la bebe para precionar su mejilla.
—Tienes que comer mi niño —insistió presionando mi mejilla— te compramos tu pizza favorita.
Mire la rebanada para negar.
—Yo creo que el bebé quiere que le demos de comer verdad Chloe —le dijo a la rubia.
Mi tía me acomodó entre sus piernas como cuando era pequeño.
—Ya estoy grande para esto —le recordé.
Mi tía me tendió la rebanada con ese quesito que se desbordaba.
—Te doy de comer o tu puedes —me miró... si era capaz de hacerlo.
Suspiré para comer la pizza mientras me recargaba en ella.
—Se que has pasado por mucho Jack y no me gusta verte triste —dijo besando mi mejilla
—No estoy triste —afirmé... estaba enojado, muy enojado.
Mi tía me abrazó con fuerza para besar mis mejillas.
—Cuando seas más grande lo entenderás —murmuro más para ella.
Me acabe mi pizza para acurrucarme con mi tía y la bebé.
Desperté por el ruido de la puerta abrirse, me giré para ver a mi hermana para poner a los peces en el agua.
—Se que no son Tom y Jerry pero estos también están bonitos —mencionó ella.
No dije nada... es que no sabía que estaba pasando.
—Sabes que deja de hablarme todo lo que quieras —se
sentó a mi lado en la cama— estabas mal e hice lo que cualquier hermana mayor haría —afirmó segura.
Solo la abracé porque en estos momentos lo único que necesitaba era un abrazo de mi hermana mayor.
—Deja que vea al zucaritas y lo mató —aseguró haciéndome piojito.
Asentí, mi hermana me abrazó hasta que me morí de cansancio.
Por la mañana no desperté de mejor humor que el día anterior, y se notaba... estaba exhausto.
Me estaba costando mucho concentrarme en clase, pero no concentrarme en el lacrosse es inaceptable.
Estaba fallando mis pases, ya me había pegado la bola dos veces lo que me dejaría un hematoma seguro y había anotado al otro equipo en nuestro juego entre nosotros.
—Mierda Jason deja de jugar mal —me reclamó Kyle
—Solo estoy jugando como tú —bufé molesto.
—Tu y yo sabemos que estás jugando mal así que deja el sarcasmo a un lado y ponte a jugar bien cabron que tenemos juego pronto —gruñó.
—Kyle en vez de estarte preocupando por mi deberías preocuparte en jugar bien idiota —lo empuje.
El chico negó para empujarme de nuevo, Ethan llegó para poner su palo de lacrosse entre los dos
—Se meterán en problema y no jugará ninguno de los dos, así que cálmense —insistió el moreno.
Gruñi para irme porque no tenía ganas de soportarlos, seguimos jugando pero por distraerme perdí el último tiro haciendo que perdiéramos, y al equipo perdedor le tocaba correr al final del entrenamiento.
—Bien hecho tonto —dijo Kyle corriendo a mi lado
—Tu tampoco jugaste bien cabron —señalé.
—Jay tiene razón, no podemos depender tanto de él —regañó E— un mal día le pasa a todos.
—Kyle tiene malos días siempre o solo es muy estupido —gruñi con molestia
—Lo qué pasa es que desde que Nora se suicido no has vuelto a ser el mismo —me reprochó— joder nos jodio la graduación y ahora también el partido, ni muerta deja de joder.
—Kyle —lo detuvo Ethan— basta esas cosas no se dicen.
—Todos lo creen, hasta tu —insistió.
—¡Eres un cabron! —lo empuje.
—¡Lo mejor que nos pudo haber pasado es que se muriera esa zorra! —me gritó.
—¡Te hubieras muerto tu imbecil! —le grité— por eso tu papá te abandonó.
Recibí un puñetazo en el labio, pude sentir la sangre llenando mi boca, una sonrisa se me hizo en cara... en el momento en el que me dió el primer golpe era libre de poder hacer lo que quisiera
Me lancé a él para darle un buen golpe en el ojo, claramente no se iba a dejar golpear así que nos dimos de golpes, fue inútil para Ethan tratar de separarnos.
Todo el equipo nos separo ante la insistencia del entrenador... si fuera por ellos hubieran apostado primero, solo vi al entrenador furioso venir a nosotros, nos llevaron a los tres a la oficina del director.
—Si se van a pelear pueden dejarme fuera, siempre me meten en problemas— se quejó el latino.
—Tu te metes solito —gruñi
—Es verdad nos debiste dejarnos putearnos solos —añadió Kyle cruzado de brazos.
—¡Imbeciles! —gruñó.
El director llegó para vernos
—Ustedes tres otra vez —suspiró— parece que me síguenos
—Usted se cambió de escuela para seguirnos —señale.
El director negó para suspirar, lo conocíamos desde el kínder.
—¿A quien llamo? —preguntó mirándonos.
—Mamá—dijimos los tres al unísono.
Ya sabíamos como lo manejaba el hombre.
—Llamaré a tu madre —señaló a Kyle— tú te puedes ir todos sabemos que eres víctima de estos dos —dijo el director señalando a Ethan— y de ti llamaré a tu papá —arque la ceja.
Mierda mi mamá me lo iba a dejar pasar por lo de ayer pero mi papá no.
—Esperen aquí —ordenó.
Suspiré sobando mi pierna, en algún momento uno de los golpes me debió pegar entre la porotesis y la pierna lo que me pellizco y mi muñoncito era medio mamon como yo así que empezaba a dolor.
—¿Te duele mucho? —preguntó Ethan preocupado.
Negué aún sobando mi piernita.
—Te traeré algo antes de que empeore el dolor —se adelantó E para ir a la enfermería.
Nos quedamos en completo silencio.
—Lo siento, no quería pegarte en la pierna —susurró.
—Lamentó decir lo de tu padre —me disculpé, me había pasado.
El chico se quedó serio por un momento.
—Papá prometió venir a mi partido si llegaba a las nacionales —explique— lo siento, no debí poner la presión que me corresponde en ti, es que es muy frustrante no poder ser el mejor, y se que puedes llevarnos a ese nacional.
Suspiré para verle por fin, no era el único que la estaba pasando mal y es que su padre también era un idiota.
—Mi primo asesino a Tom y Jerry ayer —conté— solo no es mi mejor día pero prometo que te llevaré a las nacionales.
El chico sonrió para extenderle la mano para hacer la paces.
—No decía en serio lo de Nora, solo hablé por hablar porque sabía que eso te iba a lastimar... yo de verdad lo siento —dijo sincero— en cuanto a Zucaritas tranquilo sé dónde vive déjamelo a mi.
Suspiré para chocarle la mano y hacer las pases.
Para mi sorpresa llegó Billy y Mandy acompañados del profesor de educación.
—Hay fila así que esperarán aquí —señaló el entrenador sentándoles.
—Así que en problemas he Henry —dijo Kyle burlon— lo esperaría de Tori pero de ti, que decepción.
El chico solo se hundió en su asiento.
—¿Por qué están aquí? —pregunté riendo.
—Henry se negó a jugar quemados por los riesgos de traumatismo —se burló ella— y yo me negué a jugar porque estoy en mi periodo.
—Y eso que —dijo Kyle de insensible como siempre.
—Tu sangras una vez al mes y sientes como tu utero te apuñala y crece ocho veces más su tamaño —insinuó ella.
—No —murmuró apenado.
—Entonces cállate Kyle —le dijo con molestia.
Me reí para seguir masajeando mi piernita.
—Entonces esto tal vez te ayude —le dijo Ethan dándole una compresa caliente a la chica.
—Gracias —dijo la morena con... ¿una sonrisa?
Eso si era nuevo... me burlaría de ella después.
Ethan me puso la compresa para sentarse a mi lado.
—¿Mejor? —preguntó preocupado
—Ya veremos —asentí.
—¿Tienes dolor fantasma? —preguntó Henry mirándome interesado.
—Ahm si algo así, es una neuropatia crónica porque los nervios del muñón crecen y hace que me duela pero es momentáneo —asenti.
—Y cuando le duele se pone insoportable —señaló Kyle rodando los ojos.
—Tu eres insoportable —me defendió E.
Me reí, unos diez minutos después llegó la señor Nia.
—En serio Kyle, empezando el ciclo escolar y ya me tienes aquí —regaño— y tú Jay...
—El empezó, además me pego en mi muñoncito —acuse.
—Si te creo, pobre de mi bebé —dijo besando mi frente.
La señora Nia era un amor, siempre nos consentían
—Mamá yo soy tu hijo —le recordó.
—Ah si —dijo besando su frente y luego la de Ethan.
Mi papá llegó enseguida, me miró todo puteado para suspirar.
—Primero que nada ¿Cómo estas? —preguntó mirando mi pierna.
—No tan mal —lo calmé.
—Bien, porque vas a estar en problemas —señaló cruzándose de brazos.
Entramos con el director, ya éramos clientes frecuentes desde el kínder
—Bien vamos al punto, se pelearon y según el entrenador lo que alcanzó a escuchar fue y citó "lo mejor que pudo pasar es que muriera y por eso te abandonan" —nos miró— ¿quieren hablar de eso?
—Mira Graham —le dijo Kyle
—Directo Grham —corrigió con molestia.
—Eso, bueno lo dicho, dicho está ya hicimos las pases —insistió Kyle— nos lamentamos de nuestras acciones, un mal día le pasa a todos.
—Exacto, ya pasó —asentí— nos podemos ir y todo bien.
El hombre suspiró para firmar unos papeles.
—Detencion dos semanas —afirmó— ya pueden irse ustedes, me quedo con sus padres.
Esperamos hasta que salieron de la oficina, mi papá no me dijo nada al salir solo un ademán para irnos, al subir al coche solo suspiró, nada bueno...
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