Caminé por las calles de mi pueblo buscando a quién flechar.
Estaba entusiasmado por unir a más personas, era algo maravilloso para mí tener este poder.
Me hacía feliz que hubiera amores correspondidos.

Frené en seco cuando escuché a una chica decir lo mucho que le gustaría encontrar a su alma gemela.
Me encantó la forma en que lo dijo y se expresó.
Tan pasional.

Busqué un alma que conectará con la suya pero era muy difícil encontrarla porque el alma de esta chica era hermosa, la más pura y sincera de todas las que había visto hasta ahora, realmente la admiraba.

La seguí sin que se diese cuenta para no perderla de camino y poder unirla con alguien igual que ella, se lo merecía.
Cuando encontré un alma parecida a la de ella los fleche rápidamente.

- hola - escuché la voz de la chica.

- hola - contestó el chico en un tono seco y desinteresado, cosa que me pareció extraña.

- ¿puedo saber tu nombre? -

- Enzo -

- yo me llamo Giselle -

- Giselle, bien - dijo el chico, parecía que la ignoraba.

- ¿me pasarías tu número? - le preguntó ella.

- ah... sí, ¿tienes donde anotar? -

- sí, toma mi teléfono, anotalo tú -

- aquí está, ese es mi número -

- gracias Enzo, te enviaré un mensaje para que guardes mi contacto -

- ok, adiós Giselle - escuché como el se despidió y la dejaba ahí sin más.

*Nota: Aquí les dejo una imagen de Enzo (a Giselle ya la conocen)*