«Não importa o que vôce decidiu. O que importa é que isso te faça feliz».
(No importa lo que decidiste. Lo importante es que te haga feliz.)

POV Ethan:

Una semana ha transcurrido desde la última vez que puse mis pies en este instituto. Varios sucesos habían tenido lugar estos días, pero ahora, lo único que invade mi mente es encontrar a Ashley.  La busco con la mirada pero no la veo. Necesito encontrarla para explicarle que  yo también tengo sentimientos por ella. No era cierto cuando dije, que solo era su amigo, y que por ese motivo me interesaba tanto su vida, bienestar, felicidad. En realidad si siento, aunque trate que no, o más bien, estoy tan roto que tengo miedo de terminar rompiéndola en pedazos para luego rodearla con mi oscuridad.

Tengo que aclarar todo con ella de una vez.

Entro a la clase de Literatura Inglesa y me la encuentro al final del salón con la mirada perdida observando a través de la ventana. Se encontraba tan sumida en sus pensamientos que ni cuenta se dio cuando me senté a su lado.

—Hola —digo entre susurros.

Su mirada chocó con la mía parecía tan vacía, triste, enojada, decepcionada, rota...

—¿Qué quieres Ethan? —contesta entre suspiros.

—Lo siento. —Sus ojos se posan en mí mostrando vulnerabilidad ante el recuerdo de lo sucedido.

—Olvida lo sucedido, no pasó nada —dice dirigiendo su mirada hacia al frente del aula.

—Ashley no lo hagas —murmuro mientras veo su cabello castaño caer por su rostro.

—No he hecho nada Ethan, sé que solo somos amigos —murmura aún sin observarme.

—¿Estás segura? —replico indeciso.

—Sí, tranquilo no ha sucedido nada
—afirma con un resoplido.

—Smith y Spark hagan silencio  —grita molesta la profesora Sousa.

Ashley no me habla, ni tan siquiera me mira, en los 45 minutos que dura el turno.

Al salir de la clase me encuentro con algo que nunca hubiese imaginado. Ahí está ella con un chico que al parecer era nuevo por aquí en el instituto.

¿Quién diablos es ese tío?

La ira se va expandiendo por cada rincón de mi cuerpo, no me gusta este sentimiento de rabia, celos.

¡Maldito celoso que eres Ethan Smith!

Poco a poco se acercaban más. Ese tío estaba a punto de besarla no iba a dejar que eso ocurriera y mucho menos cuando se veía que se sentía incómoda.

Lo siento Ashley.

—Ey, idiota suéltala —exclamo mientras le dedico una mirada llena de rabia.

Ella no para de temblar, en sus ojos se refleja un miedo feroz. Está asustada.

Ese idiota si no la suelta me va a hacer perder la paciencia.

—¿Quién diablos te crees tú para mandarme? —contesta con una risa de niño engreído.

Será estúpido.

Me acerco hacia él cogiéndolo por el cuello de su camisa.

—Te dije que la sueltes. —Me salió en un tono amenazante, no separo mi mirada de la suya.

La castaña se me queda mirando. En sus ojos se ve un asomo de temor, miedo. Otra vez tiene los ataques pánico, mejor la saco de aquí lo antes posible.

—Ashley —susurro mientras la tomo de la mano para sacarla hacia el pasillo.

—Ethan —murmura.

—Vamos —digo al ver como se detiene y me observa.

—¿Por qué? —pregunta curiosa.

—Ashley... —digo por lo bajo.

—¿Por qué si eres mi amigo haces ese tipo de acciones, por qué me parece que fueron celos, por qué me confundes? Solo responde y se sincero —exclama irritada.

—Ese tío se estaba acercando demasiado a ti, te veías incómoda con su cercanía
—murmuré por lo bajo para que no me escuchara.

—Sé defenderme sola, gracias —dice mientras me fulmina con la mirada.

—Eres tan...

No logro terminar de hablar cuando ella se acerca a mí y me susurra:

—¿Tan qué, Ethan?

—Sé que estás molesta conmigo —digo cambiando de tema.

—Diablos sabes no todo gira entorno a ti capullo. ¿Pensaste que iba a rogarte e ir detrás de ti para que me dijeras que sentías por mí o simplemente ver como te burlabas? Lo siento, pero no soy ese tipo de chica —replica molesta.

Una sonrisa se extiende por mi rostro.

Esta chica sí que tiene carácter.

—Que capullo por dios —susurra.

—El que me digas todos esos apodos tan "cariñosos" solo hace que me gustes más castaña. —Suelto una carcajada.

No respondió por lo que seguí hablando.

—Me gustaste desde aquel día que te vi sentada en el Queen's Park escribiendo en tu diario. Con tu pelo castaño, tu sonrisa genuina.

Poco a poco me fui acercando hacia ella la tomé por la cadera y la pegué más a mí.

                                   ***

POV Ashley:

Sus manos en mi cadera lograron que mi pulso se acelerara. Lo miro a sus ojos, rebosaba de felicidad su mirada. Su mano pasó a acariciarme una de mis mejillas y sin pensarlo dos veces lo besé.

Tanto que dijiste que no te gustaba el buenorro de Ethan para al final terminar enamorándote de él.

¡Cállate maldita conciencia!

Fue un beso intenso pero a la vez fue tan delicado con un rastro de ternura. Nunca olvidaría ese latir desbocado de mi corazón al besarlo, ni sus labios. El sentimiento que me está haciendo sentir es único. Por primera vez en mi vida, siento que también podría ser feliz como las demás personas a mi alrededor.

Estás loca como una cabra Ashley.

Tú también, te recuerdo que somos la misma persona.

Quién diría que la chica rota se enamoraría del chico roto y serían su mutua salvación.

—Lo siento —murmura observando a las personas que pasan a nuestro lado.

—¿Por qué me pides disculpas? —replico llena de curiosidad.

—Porque soy el mayor de los capullos
—susurra divertido.

—Ya pero eso lo sabíamos hace tiempo
—exclamo mientras sonrio.

Una sonrisa asoma en sus labios. Desvía su mirada de la mía y se queda sumido observando el cielo a través de una de las ventanas del pasillo del instituto. Se le ve tan relajado con su cabello negro azabache despeinado.

De pronto sentimos sonar mi móvil. Salimos hacia el patio de la escuela en busca de una mejor cobertura. Busco en mi suéter, al encontrar el teléfono lo desbloqueo.

Un número desconocido, que raro.

—Hola —digo al descolgar el móvil.

Pasaron varios minutos hasta que alguien respondió:

—Hola muñeca, pensé que  había sido lo bastante claro cuando te advertí que te quería lejos de él —susurra una voz que conozco demasiado bien.

Ha regresado, está nuevamente en mi caza. El protagonista de mis pesadillas acaba de materializarse delante de mis ojos.

—Hola muñeca —saluda mientras se sonríe.

—¿Quién diablo eres? —pregunta curioso y con tono amenazante Ethan al ver mis nervios.

—Su dueño —susurra mientras levanta un arma y dispara.

Un disparo, una bala, sangre esparcida por todo el suelo.

¿Está muerto?

—Bienvenida a tu pesadilla, muñeca. Esto acaba de comenzar  —dice mientras sonríe.

La presa ha sido cazada por el cazador.

N/A: El misterio comienza...¿Creen que Ethan murió? ¿Qué sucederá ahora? Déjenme sus hipótesis en los comentarios.

Gracias por hacer que la historia siga llegando a más lectores. Lxs amo <3.