Este extra lo escribí hace meses pero olvide publicarlo.

Que lo disfruten.

Deberías de dejar de reproducir aquella canción Park– un rubia se asomo por el marco de la puerta y miro de mala gana a su esposo.

Esto no te incumbe Yoo– le miro enojado desde el sofá– cómo está?– con la mirada señaló aquella panza enorme que la chica tenía.

Esta bien, dejo de moverse hace unos minutos, seguro está dormido– se encogió de hombros y se sentó en el sofá frente al pelinegro– Compraste un tocadiscos solo para reproducir esa cosa– miro aquel tocadiscos y bufo.

Es una hermosa canción– se encogió de hombros y suspiro.

Te recuerda a el, cierto?– sonrió levemente, había oído algo acerca de aquel chico.

Qué sabes tú?– le miro con seriedad, odiaba que hablarán de el.

Lo suficiente como para saber por qué odias a tu papá– miro sus manos con nerviosismo, no quería hacer enojar a Jimin.

Era un chico muy lindo– sonrió y miro su vaso– el chico más lindo  que jamás haya conocido.

Cómo fue que te enamoraste de el?– sonrió tranquilamente, nunca había tenido una charla tan larga con su esposo.

Ni siquiera yo lo sé– suspiro con tranquilidad e intento recordar aquellos tiempos– quizá fue su linda risa, su sedoso cabello o su mirada tan hipnotizante, pero me atrapó completamente.

Lo amabas?

Amar es poco para expresar lo que sentí por Jungkook– miro el tocadiscos y luego a la mujer frente a el– el era como la luz frente a la oscuridad, si tomaba su mano no pensaba en otra cosa que no fuera el, si miraba el cielo lo extrañaba y pensaba en su sonrisa, en todo lo que podía pensar era en el.

Por qué no te fuiste con el, Jimin?– murmuró con tristeza.

Porque lo iban a lastimar Yoo, porque no podía permitir que le tocaran un solo pelo, aún si tenía que sufrir para que el estuviera bien– intento tragar el nudo en su garganta y sonrió con pesar.

Puedes huir ahora, ve con el, yo te ayudare– sonrió ante aquella idea, podía lograr que su esposo fuera feliz.

No puedo Yoo, tu estás esperando a Yoongi, no te dejare sola, Jungkook dejo de esperar por mi desde hace años, ya no es el momento.

No puedes ser cobarde Jimin– se levantó con enojo del sofá y le miro con furia.

Qué no lo entiendes?– se levantó también – no se llama cobardía, estoy viendo por mi hijo, estoy viendo por ti, carajo– exhaló – estoy viendo por Jungkook, estoy bien como estoy ahora.

No lo estás Jimin– apretó los puños con rabia– qué acaso no lo entiendes?, tu lo sigues amando.

Y lo seguiré haciendo, pero no me necesita a su lado– se tocó las cien con desesperación– el está mejor sin mi, solo le hice daño, ahora sal de mi oficina y déjame solo.

Eres realmente cobarde Park– dio media vuelta y se marchó de aquella oficina.

El pelinegro suspiro y se acercó a su caja fuerte, tecleo los números y la abrió, sonrió cuando vio la foto que guardaba.

Perdóname por ser cobarde Koo– suspiro con pesar y trago grueso– pero no me arriesgare a qué el te mate.