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🎓Quince🎓

~Doble act.~
𖤹Recuerden la canción en el encabezado 𖤹

⚠︎ Aclarar que se hará mención a procesos legales
y que todo esto es ficción, no soy abogada así que perdón si ven errores. Siempre me gusta investigar y leer para darles una mejor experiencia, pero no soy una profesional y a veces adapto lo que leo para que tenga relación con la historia.

En completo silencio, Jeon trataba de concentrarse en el trabajo. Eran más de las dos de la tarde y debía terminar la demanda que presentará al juzgado en la audiencia preliminar de su nuevo caso, el de negligencia médica. Sin embargo, era imposible por más que cumpliera con sus propios requisitos y rituales que hace cuando está próximo a una defensa judicial.

Su despacho estaba en calma, en silencio e igual de desorganizado como era costumbre, pero él estaba intranquilo. Así que sin más remedio, apartó su mirada del ordenador, se recostó al respaldar de su sillón y cerró sus ojos mientras suspiraba. Hace cuatro días de que Jimin no viene a la firma, cuatro días desde que se enfermó y le indicaron reposo ya que sus análisis evidenciaron el bajo rendimiento de su sistema inmune, por lo que el pelinegro está preocupado. No solo por la salud de su compañero, también es por el vacío que le creó su ausencia en las oficinas.

Jungkook inconsistentemente lo observaba trabajar todo el día y en más de una ocasión el hacerlo le sacó una sonrisa. Ahora es que se da cuenta, ahora que lo extraña es que lo nota.

Resignado a que le va costar mucho concentrarse y terminar el informe, se levanta y va directo a su cafetera, a ver si por lo menos el placer de la cafeína lo anima un poco. No obstante, solo logró pararse en frente de ella y llenarla de agua, su acción se vio interrumpida por un frenético Taehyung que entró sin avisar. Dio media vuelta al escuchar el aspaviento, y frunció el ceño al notar el malestar brotar de su compañero junto a la incredibilidad en el rostro del secretario Min, quien lo siguió hasta su despacho.

—¡Vamos, tenemos qué hablar!, —espetó seco Taehyung, con sus facciones contraídas y una chispa de enojo en sus pupilas. Jeon estaba muy confundido con la actitud de su amigo— Te espero en la sala de juntas... Min, —dijo el pelirrojo y se giró hacia el chico que se encontraba a sus espaldas— Avísale a Solar y a Gong —ordenó.

—¿Qué pasa, Tae? —preguntó el pelinegro, pero no obtuvo más respuesta que ver como el contrario se retiraba.

Algo estaba mal, Jungkook pudo sentir la furia en su colega y eso era muy raro, como lo fue el hecho de que tan siquiera mirara a Yoongi ni le soltara un coqueteo de los que eran habituales. El pelinegro suspiró tratando de no impacientarse, ya que si se pone a pensar, el abogado Kim también llevaba cuatro días sin pisar la firma, y él con tanto ajetreo en su mente no se había percatado ni mucho menos razonó en el porqué.

—¿Sabes qué le pasa? —la interrogante del secretario despejó sus pensamientos— Entró como un loco, ni me saludó, solo preguntó si alguno de ustedes estaba reunido o fuera de las oficinas. ¿Sabes lo raro qué es eso?, Taehyung lleva cuatro días sin venir ni contestar mis mensajes, ¿y de pronto llega cómo un tornado sin tan siquiera mirarme a los ojos?...

—Te entiendo, Yoon —consoló el abogado mientras caminaba hacia el umbral y con mustio colocó una mano en el hombro del secretario— Estoy tan desconcertado como tú, pero en este instante, lo mejor es esperar y hacer lo que pidió. Por favor avísale a los demás —y con un asentimiento del contrario avanzó con pasos lentos hacia la sala de reuniones.

Cuando giró el picaporte y entró de a lleno, la imagen frente a él le asombró, dándole más veracidad a las palabras de Min. Taehyung caminaba de una esquina a otra frente a la gran pared de cristal que colindaba con el exterior del edificio y con la imponente vista de la ciudad a sus pies. Tenía los puños cerrados, y desde su posición, Jeon pudo detallar como las venas en ellas resaltaban por la fuerza con que el pelirrojo apretaba. Y cuando el último volteó a verlo, su corbata desarreglada le indicó que también le faltaba el aire.

—¿Tae... ?

—¡No! —el nombrado refutó alzando su brazo derecho cuando su amigo preocupado caminó hacia su ubicación— Hablaré cuando estemos los cuatros. Estoy lo bastante enojado para tener que repetir todo en más de una ocasión, aunque más bien es frustración lo que siento.

Dicho esto, Jeon se rindió. Ya se había colocado al lado de su colega por lo que solo lo miró, asintió palmeando su espalda y se fue a sentar en una de las sillas de la gran mesa rectangular. Sin poder evitar los grotescos suspiros que emergían de su garganta; y el silencio reinó.

—Solo dime una cosa —expresó el pelinegro sin mirar a su amigo— ¿Tiene qué ver con el caso Kim? —y fue cuando levantó su rostro hacia el de sonrisa cuadrada.

Taehyung no respondió, sin embargo, no le hizo falta para confirmar sus sospechas; y es que en sus ojos obtuvo la información. En ese segundo, dos toques desvanecieron la tensión que los merodeaba y las figuras de Sun y Gong se hicieron presentes en la estancia. Sin emitir una palabra, todos tomaron asiento menos Yoongi, él se quedó como estaca al lado del marco de la puerta a espera de nuevas órdenes.

—Yoon, puedes retirarte y por favor no dejes que nadie nos interrumpan. Hazte cargo, si surge imprevistos solo anótalos para cuando terminemos —expresó el mayor de los socios.

Sin más preámbulos, el secretario se fue hacia su puesto de trabajo para seguir como si su preocupación fuera irrelevante, pero él sabe cual es su lugar en la firma y siempre respetará él de ellos. Entiende que hay ocasiones donde los asuntos importantes del bufete se tienen que tratar con profesionalismo, por algo ellos son los jefes y accionistas, aunque se traten como familia y ahora mismo se muera de ganas por ir a brindarles su incondicional apoyo. Así que los deja a solas y a puertas cerradas para que debatan lo que sea que esté sucediendo.

—Bien, ya estamos a solas —espetó Gong y todos dirigieron su atención al tenso pelirrojo que seguía balanceándose de un lugar a otro— ¡Te escuchamos!. —y con la voz del mayor resonando en sus sentidos, Taehyung emblanqueció sus ojos, apoyó ambos brazos en el borde de la mesa y negó respirando con fuerza para clamarse.

—Es sobre el caso de Kim Namjoon, traigo pésima noticias que no nos esperábamos, o por lo menos yo no lo hacía.

Los contrarios trataron de relajarse porque se hicieron una idea de que eso sería lo que traía a su compañero hecho una furia, pero igual, la tensión se sentía filosa. Nadie habló, dejaron que Taehyung explicara a su ritmo y sin presionarlo.

—Como avisé y planeamos desde el lunes de la anterior junta, me encargué de ir a entrevistarlo a la cárcel y hacerme responsable de la investigación. Ya les notifiqué que aceptaba el caso, no hay dudas de que el presidente Kim es inocente y más con lo que he pasado estos días.

Taehyung suspiró colocándose recto en el cabezal de la mesa, paseó su vista por cada uno de los socios y obvió la incomodidad que les había transmitido. Solar ya se removía en su asiento como si este tuviese alfileres o clavos, su mejor amigo Jeon apretaba la mandíbula y mordía la comisura de sus labios mientras que no apartaba sus ojos redondos y azabaches de él, y Gong Yoo jugaba con la pluma entre los dedos de su mano izquierda y se masajeaba la sien con la otra. El abogado pelirrojo hizo a un lado todo eso y continuó mientras se servía un poco de agua que allí siempre había por si surgían reuniones de imprevistos como esta.

—Alguien está jugando sucio, muy sucio, señores. Así que ante todo les quiero pedir una disculpa por llegar tan frustrado a la firma, pero es que nunca me sucedió algo parecido. Igual, quiero que tengan presentes que esto me motiva más y no daré mi brazo a torcer hasta que demuestre que Kim Namjoon es inocente.

—Pensé que teníamos claro que este caso sería sin precedentes e inigualable para el bufete —musitó Gong con claro cansancio en su voz.

—Yo también lo creía así, hasta me emocioné por eso, pero una cosa es creer y otra muy distinta es chocar con la realidad...

—Ve al grano, Taehyung —interrumpió Jeon exasperado.

Aunque con una pizca de serenidad al ver regresar a la personalidad de su amigo, al Taehyung que siempre tiene un argumento para todo y que prefiere las palabras rebuscadas ante que la violencia. Sí, porque no siempre esta se evidenciará en lo físico. Un golpe no es más violento que una palabra o un gesto hiriente, es que hasta en nuestro comportamiento o en el aura que desprendemos podemos transmitirla. Y el abogado Kim no era de perder los estribos y su calma así como así. Su inteligencia emocional no se lo permitía.

—Bien, les voy a relatar todo lo que he hecho desde el martes a primera hora de la mañana, hora en que pisé el reclusorio y sobre todo, los obstáculos con los que he chocado en la fiscalía general de Seúl...

El pelirrojo se tomó un segundo para controlar su pulso, aprovechó el silencio compresivo de los contrarios y se sentó. Ya se lo exigían sus acalambradas piernas, la molestia en su zona lumbar y la sudoración de su piel; el agotamiento era evidente para él. Y allí, con confianza, empezó a testificar todo.

Movimiento por movimiento.

Resulta que el día en que conoció en persona a Namjoon, abandonó la correccional de hombres de la capital de Corea del Sur, para trasladarse a la Fiscalía de la misma y comenzar cuanto antes con este caso que tan emocionado lo tenía. Pero las cosas nunca suceden como uno quiere o planifica, y si a Taehyung le impactó el pequeño percance que tuvo en la cárcel —donde casi ni tuvo tiempo de conocer a su cliente—, lo que le esperaba a continuación era mucho peor...

—Ese día llegué con él libido a mil a la fiscalía —relataba con suavidad luego de contarles sobre la entrevista de Namjoon— Pero ya era pasado del mediodía y estaban en horario de almuerzo, por lo que pacientemente esperé para ser atendido. Luego de dos horas lo logré, y fue en vano, ese día no pude conocer más que trámites donde me acreditaba como la defensa de Kim Namjoon. Con mi cara amarrada me retiré y cumplí con lo que me pidieron, con la promesa de que regresaría a la mañana siguiente y a primera hora para reunirme con el fiscal a cargo y recoger el expediente con todas las pruebas acusatorias. Sin embargo, nunca me esperé esa jugada tan magistralmente sórdida...

Ese día el abogado Kim no pudo obtener ni el nombre de quien representaría a la contraparte, y desde entonces presintió y olfateó que allí había... ¡Gatos encerrados, no!, eran tigres y todos los familiares salvajes de esos felinos. Pero igual, puso su mejor sonrisa de galán depredador y se retiró orgulloso con el rabo entre las patas. Porque recuerden que Taehyung es un pésimo perdedor y que se parte el lomo para demostrar lo buen abogado penal que es; y aún así, no podemos olvidar que es un joven al cual le falta mucho camino por delante para ganar todo tipo de experiencia. Así que nunca ha estado de frente a estas situaciones que se le salen de control y que aunque los hechos estén en su cara, las pruebas que necesita las ve obstaculizada al punto en que se desintegran con solo rozarlas y sin él poder evitarlo.

—El miércoles, cuando llegué a la fiscalía de lo más dispuesto, me dió una bofetada la noticia de que el fiscal adjunto al caso renunció, eso me paró en seco. No lo podía creer ¡Es qué tan siquiera me dieron su nombre o el motivo por el cual renunció, que dejó tirada la investigación! —resopló, volviendo a sentir las llama de la ira.

Tanto Jungkook, como la abogada Sun y Gong Yoo, soltaron a la par unos gemidos de sorpresa y frustración. No obstante, no se amedrentaron ante la tensión floreciente; y siguieron en silencio.

—No tengo que explicarles lo que eso significa, mientras que no haya fiscal responsable, todo queda varado y confiscado. Lo que me molesta es que ellos tiene que explicarme el motivo de su renuncia o lo que haya pasado, y no lo hicieron, me han mantenido a la deriva peloteándome de un lado al otro, pero de todas formas aguanté y seguí con mi objetivo. Esa tarde volví a retírame, pero en vez de irme a casa o a la firma, me fui directo al edificio de Inmobiliarias Kim, para ver si me reunía con los directivos que están a cargo y por suerte, Jin me recibió.

Todos ellos conocían con antelación que Kim SeokJin, pareja actual del presidente Kim, es el jefe de recursos humanos en esa compañía y que trabajaba codo a codo con su novio. No obstante, al estar relacionado directamente con el acusado, ahora mismo es una carta que no tiene ni voz ni voto; y para colmo, lo separaron de su cargo e invalidaron sus funciones de directivo hasta nuevo aviso o que se dicte una sentencia.

Taehyung le dio un sorbo a su vaso y saboreó con sus labios la frescura del agua helada que este portaba, para continuar con su exposición.

—Jin me presentó a alguien del departamento de contabilidad de su entera confianza para que me explicara todo lo que ha trascendido desde que embaucaron a la compañía. Prometiéndome que lograría acceder a todos los informes y documentos legales de las finanzas de los cuales son de dominio público, ya que como la compañía está bajo investigación, es ilegal conseguir los datos confidenciales sin el permiso directo del de mayor autoridad, que para nuestro caso sería un juez o el fiscal que lleva la investigación.

»¿Y qué se imaginan que sucedió?...

Los tres pares de ojos que observaban al pelirrojo mientras escuchaban sus declaraciones, pestañearon gracias a esa frase interrogativa y continuaron mudos. Lo único que varió, fue que clavaron con ímpetu sus pupilas en el abogado Kim. Incitándole a que continuara y que el interés no sobraba.

—Señores, cuando llegué el jueves a esa compañía, me informaron que a Jin se le prohibió la entrada al edificio mientras siguiera en curso la investigación, y cuando pregunté por el nombre del contable que me ayudaría, un tal Lee MinHo y el segundo al mando de tal departamento, nadie supo que contestarme porque desapareció como si la tierra se lo hubiese tragado. No obstante, no me di por vencido, me planteé hasta que me permitieron ver a quien ahora está de director y sin pelos en la lengua me dejó entre ver que Kim Namjoon le importa un carajo y que ahora responde ante los accionistas, quienes por una vía u otra están todos relacionados con La Corporación Wang. Fue lo que pude indagar ese día, y sin lograr dar con el paradero de quien fue muy amable conmigo, el tal MiHo.

Pero allí no termina la historia.

—Sin resultados... —dijo Taehyung explicando y sin detenerse mientras empapaba sus papilas gustativas con el agua fría— Decidí que lo mejor sería dirigirme al juzgado. Kim Namjoon tuvo su audiencia preliminar hace un mes, donde le dictaron prisión preventiva hasta la hora del juicio final y sin derecho a una fianza. Allí podía recoger una copia de lo que aconteció en la corte y las pruebas que tienen en su contra; ¡y por fin logré algo!, porque sin problemas conseguí toda la documentación del caso que presentaron en la audiencia. Lo que cuando terminé de leer, tuve arcadas por tanta irregularidad y atropello cometido contra el ciudadano Namjoon, sobre todo, que nada concordaba con la declaración que tengo por parte de MinHo y las pruebas que él me mostró y vi con mis propios ojos desde el ordenador. Se han desaparecido casi todos los informes y transacciones que Inmobiliarias Kim hizo a la Bolsa de Valores discordante del caso. Nos tenemos nada concreto, todo es circunstancial y tan fugas como los meteoritos que nos llegan como estrellas a nuestro cielo... para que se hagan una idea.

Un murmullo unísono, con clara sorpresa, rebotó en las paredes de la sala. Los tres abogados contrarios no daban con el asta de la bandera, no daban con el núcleo del problema, y las expresiones en su colega Kim, les dictaba que todavía sobraba tela por la cual cortar.

—Tae, trato de entender tu frustración, te juro que lo hago aunque no sea un abogado penal —expresó Jeon antes la intranquilidad de los demás—. Pero ya sabíamos que este caso sería un chinche en nuestro cuerpo y no ha transcurrido ni una semana desde que lo aceptamos. Tú estás más que capacitado para asumir tal responsabilidad...

—Es que todavía no he terminado —interrumpió.

—Sigue... —exigió Gong

Solar, quien aún seguía inconforme con haber aceptado esto, negó en silencio y con la cabeza cuando escuchó el debate de sus socios. Se reincorporó mirando su reloj, ignorando que pronto será la hora de recoger a sus hijos, y siguió en silencio para no perder ningún detalle sobre lo que hablaba Taehyung.

—Chicos, yo sé que por la magnitud a la que nos enfrentamos, habría una guerra de poder y corrupción —dijo el pelirrojo y bajó la cabeza mientras alivianaba su dolor en ella— Lo que no para que el cargo más grave que tiene la fiscalía contra Kim Namjoon sea tan inconsistente y flojo, pero a la vez tan irrefutable por la falta de pruebas. Más de la mitad del libro contable y las constancias legales de los tratos en la Inmobiliaria, fueron destruidos... ya no existen. De un momento a otro un mago hizo su truco y los desapareció, será su palabra contra la nuestra. Eso sin mencionar hacia donde se está dirigiendo la balanza de la justicia.

»Tenemos todas las de perder, por más de que sé y lo presiento de que Kim Namjoon es inocente.

Y Taehyung volvió a encolerizar con esa línea que nació de sus labios.

—Tae, amigo —musitó el pelinegro— Ni ha pasado una semana, no te desesperes que todo pasa por algo y no hay acción malintencionada que salga impune tarde o temprano.

—Repito, —refutó bajo el pelirrojo y entre dientes— Esto no me detendrá, pero si cambia toda la perspectiva y les vengo avisar para que estemos listos en esta guerra.

El abogado Kim se levantó con violencia, sin importarle a donde fue a parar la silla giratoria donde hace un segundo atrás tenía su trasero postrado.

—Es cierto de que solo estamos a una semana y con mucha desventaja, sin embargo —tragó en seco y miró al frente captando la atención de los contrarios— Ya salió quien será el nuevo responsable del caso, como también, que la primera audiencia oficial será en tan solo tres meses....

—¿¡Qué!... tan poco tiempo? —chilló la abogada Sun y el pelirrojo asintió.

Jeon estaba atónito, eso era una injusticia.

—Y lo peor es que asignaron al Fiscal Lim, segundo al mando de la fiscalía general de Seúl y nuestro peor rival. Podría jurar que odio a ese hombre —chistó Kim contrayendo sus puños.

El fiscal Lim era todo lo opuesto al bufete de Gong & Asociados, con ansias desmedidas de poder que se creía el ombligo del mundo, con pensamientos ambiguos y ambiciosos. De hecho, sus faltas como fiscal corrupto eran un rumor de pasillo constante y por lo cual, cualquier abogado de la firma de Gong, se convertía automáticamente en su enemigo por no compartir convicciones.

—Creo que todavía estamos a tiempo de abandonar la defensa de Kim Namjoon —expresó la rubia atemorizada a que lleguen tiempos oscuros que afecte a su paz mental.

Los contrarios solamente la miraron como si hubiese cometido un pecado capital.

—¡No! —gruñeron al unísono Taehyung y el mayor, Gong Yoon.

Ambos impactaron uno de sus puños en la superficie de cristal, como si se hubiesen puesto de acuerdo. Jungkook abrió sus ojos hasta más no poder, esto le cogió desprevenido.

—Por favor, no nos precipitemos —alegó nuestro abogado Jeon y con los nervios a flor de piel.

Y es que nunca estuvieron tan divididos en pensamientos como hoy. Aunque su posición ya estaba definida, que era llegar al final como le prometió a Jimin, no puede mentirse que muy en el fondo concuerda un poco con la abogada Sun. Él prefiere vivir tranquilo, pero eso es de cobardes y contradice totalmente a la pasión que lo condujo a escoger esta profesión.

—Es que está más que claro que cambiaron al fiscal por nosotros, se enteraron que defenderíamos a Namjoon y que las cosas se le iban a complicar; y por eso tomaron esa medida —habló Taehyung con un tono más bajo, cansado por esta semana de corre corre.

Todos asintieron de acuerdo.

—¿Y entonces, qué vamos a hacer? —preguntó Solar, en su interior ella seguía renegando, pero siempre apoyaría a sus colegas porque confía con los ojos cerrados en ellos.

Taehyung levantó la mirada, perdida a un punto en la nada y con vacilación, tratando de encontrar algo que lo iluminara. Así que rendido suspiró y con sus orbes peinó el rostro de cada uno de sus compañeros, todos estaban igual o peor que él, pero si algo a ellos los ha definido en todos estos años que llevan trabajando juntos y siendo tan exitosos, es porque son un equipo y esta vez no será la excepción.

—Jeon tiene razón, —bufó y retornó a sentarse— Es la primera semana para alterarme así, se que lo que anticipó mi estado fueron las nuevas noticias, pero si me cierro no hallaré la solución, —entrelazó sus manos y apoyó su barbilla en ella.

—Tae, eres un excelente penalista y lo que más destaca en ti es tu visión de halcón, no se te pasa nada. Probablemente ahora te encuentres perdido, pero algo encontrarás, hallarás una ranura por donde entrar y que te permita desmantelar todo este circo que ellos han formado, —elogió el pelinegro con total seguridad.

—Chicos, —llamó Sun— Saben que siempre los apoyaré aunque no voy a negar que este caso no me gusta. ¿Pero... Tae, estás seguro qué Namjoon es inocente?, se que todo los tropiezos que tuviste en la semana son sospechosos...

—Sun, lo vi en sus ojos —interrumpió el nombrado— Además, repito por si no me expliqué bien. Kim Namjoon invirtió dinero en esa Bolsa de Valores, que como se especula fue por culpa de los Wang, y no ha recibido un centavo en meses. Pero un día, las autoridades coreanas, investigando cierto grupo criminal, llegaron hasta la pista de esa organización empresarial, la cual sirve de canal para desviar los capitales que necesitan para sus actos ilegales y lavar el dinero que ganan, donde da la casualidad que fácilmente rastrearon la inversión de Kim. Por lo que pude leer de lo presentado en la corte, aún no se ha descubierto quienes dirigen esa mafia porque el CEO de la Bolsa de Valores declaró que siempre se han mantenido en anonimato y es el principal testigo de la fiscalía. Ese hombre hizo un trato para declarar en contra de los colaboradores monetarios de dicho grupo y donde resaltó la compañía "Inmobiliarias Kim" entre otras empresas más pequeñas.

El abogado de sonrisa cuadrada tomó una gran bocanada de aire y continuó...

—Ese CEO tiene ciertos documentos que avalan su declaración, donde sí se observa que le entregó ganancias a la compañía de Namjoon, pero que no cuadra con la versión de nuestro cliente, y el problema mayor que nos deja en desventaja, es que en Inmobiliarias Kim desapareció por arte de magia todo lo relacionado con ese acuerdo, que claro que fue borrado desde adentro, ¡alguien de la Compañía Kim lo hizo! —suspiró y clavó sus ojos en la joven— Y eso hace ver demasiado culpable a nuestro defendido. Ahora me dirás, "pero Taehyung me estás dando la razón" —y dijo imitando el tono de voz de Solar, arrancándole una carcajada silenciosa a Jungkook que también escuchaba con atención.

—Sin embargo —tomó la palabra Gong Yoo, ese es su terreno y al instante comprendió lo que su socio de cabellos rojos dejó entre dicho— Ese acto es tan estúpido, que un empresario a la altura de Kim Namjoon no cometería si en verdad estuviese involucrado con el crimen organizado. Alguien tan inteligente como él, que ha creado un imperio de la nada, tiene todos los recursos para blanquear sus acciones ilícitas y salir ileso. Así que concuerdo con Taehyung, el presidente Kim es inocente —concluyó.

—¡Y hay más! —refutó el pelirrojo— El contable con quien me reuní el miércoles, me enseñó el motivo por el cual la compañía de Kim está en peligro de banca rota. Este debería ser el mejor año para Namjoon, pues tenía dos contratos gigantescos con una Constructora Estadounidense para abrir un hotel y un centro comercial en Jeju, por eso sus accionistas le recomendaron invertir en esa Bolsa de Valores y que además ese dinero saliera de su bolsillo, porque el capital que se usaría para ese proyecto en Jeju absorbería toda la solvencia económica de la Inmobiliaria, así que para continuar a la par y al día con sus finanzas, Namjoon usó todos sus ahorros personales para no comprometer a la empresa; y contaba con las ganancias para seguir con el trato de los americanos. Pero como esas ganancias nunca llegaron, tuvo que utilizar el fondo económico de la compañía y luego llegó este escándalo que hizo que la Constructora se echara para atrás y ahora los van a demandar por incumplir contrato. Inmobiliaria Kim no tiene como defenderse económicamente ante los americanos, están en crisis y eso es otra prueba que demuestra su inocencia. Una empresa tan importante cómo esa, que esté en números rojos, no lava dinero, señores.

—Vale, —aceptó Solar, contra ese argumento no puede luchar, y sonrió— Me han convencido, ya no escucharán ninguna negación de mi parte —murmuró la rubia.

—Igual, estamos en cero, pues quien me daría toda esta información para tener algo en que basar nuestra defensa, también desapareció y estoy seguro que cuando pueda volver al edificio de la Inmobiliaria, ya no voy a encontrar nada y todo quedaría en pruebas circunstanciales. ¿Ya van comprendiendo por qué estoy tan alterado?. Estoy completamente seguro que a Kim Namjoon le han hecho una cama...

—¿Quieres decir qué lo inculparon?, —preguntó la rubia.

—Vamos Sun —rezongó Jeon mientras se estiraba en su asiento— Pensé que eso te había quedado claro, es muy obvio —dijo y tanto Gong como Taehyung asintieron.

—Es solo ponerse en la piel de esos delincuentes y pensar como ellos. Empresarios como Kim Namjoon son un blanco fácil, le guardan un sin fin de su basura bajo el tapete y cuando la bomba explote, como sucedió, tienen a alguien que cargue con sus cochinadas y que desvirtúe a las autoridades para ganar tiempo. Porque ahora mismo, todo se gira en demostrar que Kim Namjoon lava dinero, y no en atrapar a las cabecillas de la mafia, los que verdaderamente son los monstruos en esta historia —expuso el pelirrojo.

Por unos segundos, en la luminosa sala donde los abogados estaban reunidos, la manta de tensión cayó y los silenció. Los cuatros se quedaron inmerso en sus propios pensamientos. Hasta que el mayor decidió romperla, su experiencia le sembró un presentimiento que tiene que volver a repetir.

—Hay una cosa que quiero aclarar y espero que no lo olviden, yo estoy de acuerdo en su totalidad con lo expuesto por Taehyung, aquí están jugando sucio, sin embargo, esos criminales no tienen el poder necesario para lograrlo. Hay alguien más interesado en que esta investigación no finalice con la verdad y aunque suene muy rápido, pongo mi pescuezo si no son los Wang...

—¡Y es lo qué tenemos que descubrir! —completó Jeon a favor de su superior— Creo que en esa hipótesis deberías guiar tu defensa, amigo, si llegamos a probar que los Wang estafaron a Inmobiliaria Kim y a su presidente, lograríamos destruir todo el caso que la fiscalía tiene contra Namjoon, y por ende que el jurado lo encuentre inocente.

—Ya eso lo supuse, socios, pero les recuerdo que tenemos tres meses, tres putos meses para quitar todas esas trabas e infiltrarnos por completo a la boca del lobo —respondió Taehyung.

—¿Y eso te da miedo? —retó Jeon con una ceja alzada y de brazos cruzados— Tú eres Kim Taehyung, la estrella del derecho penal en Gong Yoo & Asociados, que además tiene a un equipo de leones que te respalda —y el pelirrojo relució su elegante sonrisa cuadrada al escucharlo— ¿Cuál es el temor, Kim? —y ya no pudo aguantar la carcajada que su amigo Jeon le provocó.

Todos acompañaron en risas al pelirrojo, desvaneciendo poco a poco el malestar que vivieron hace tan solo un segundo. Pero que se compensa por el espíritu que comparten entre ellos, y que aunque el camino que les esperan sea demasiado turbio, saben que lucharán con todo para sobrevivir y ganar en esta guerra que se acerca.

—¡Bien! —llamó la atención el mayor, evidenciando sus rasgos finos y serios— Para finalizar esta reunión, ya que todos estamos a favor de continuar con el caso, ¿algo más qué agregar, Tae? —y Gong ladeó su torso para mirar al nombrado mientras que se arreglaba su impecable traje negro.

Este lo observó de vuelta y lo sopesó. Con tanto trajín en esta semana, su juicio se ha visto comprometido, pero rápidamente su celebro hizo clip y un nombre salió a relucir.

—Sí, casi lo olvidaba —espetó Taehyung con una bruma espesa de frustración sobre su espalda, suspiró y buscó con su mirada a Jungkook, tan firme que el pelinegro lo sintió y se removió intranquilo— Kim Namjoon es un hombre inteligente y muy intuitivo, a penas que me vió en la visita que tuvimos me estudió de pies a cabeza, ¡lo sé!, por eso tenemos que tomar en cuenta su opinión y él me dejó una duda sembrada aquí —señaló a su cabeza con furor.

Eso no le gustó para nada a nuestro abogado Jeon.

—Vamos Kim, no le des más vuelta y escúpelo...

¡Jimin!


¡Hola corazones!

Me excedí con el largo del capítulo perdón,
5 000 palabras más o menos, pero era necesario para explicar la trama, recuerden que ya dejamos la fase uno atrás y lo que sucede con el personaje de Kim Namjoon es tan importante como el Kookmin. Los quiero mucho, los leo y les envío un besote virtual, pero desde el fondo de mi 💜

Kath!

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