🎓Nueve🎓
❦ Recuerden la canción para la lectura 𖤹
❦ Quiero comentarles que en capítulos anteriores tuve un pequeño error que ya fue corregido, aunque sigo revisando. La pequeña de Jungkook se llama Kang Somi por el apellido de su padre biológico, perdonen la confusión 🙏
La tarde era fresca a pesar de estar en la estación de verano, ideal para ejercitarse o pasear por un parque, relajarse de todo estrés. Así que Jungkook aprovechó su domingo libre para disfrutar al aire libre de este atardecer hermoso y despejado. Esta época del año es muy lluviosa para los habitantes de Corea en general, por lo que nuestro abogado no lo pensó y salió a correr. A ver si por unos minutos dejaba sus problemas atrás.
Tiene que admitir que esta semana fue bastante tranquila, con mucho trabajo y de las oficinas a su casa. También aprovechó para reunirse con su abogada y buena amiga Lisa, quería ponerla al tanto de los últimos acontecimientos y empezar desde ya a planear los próximos movimientos para que él recupere a Somi. Él no pretende quitarle el derecho de ser madre a su ex mujer, para nada, solo desea ser parte de la vida de la pequeña y en igualdades de condiciones con Ji Eun. Pero por el rumbo que ella va, donde se está envenenando en odio, no ve muchas posibilidades de resolver el conflicto civilizadamente; y no le temblará la mano si con eso ayuda a su hija. Es que casi no puede dormir por repetirse una y otra vez las palabras de aquel oficial de policía.
«...una leve depresión y tiene déficit de atención»
Esa frase es su tormento noche y día, de él y de su madre, con quien tiene muy buena comunicación y también ve a la niña como su nieta. No obstante, lo que más le duele es que debe esperar, como le aconsejó su abogada, ahora mismo tiene que ser paciente y observar el comportamiento de Ji Eun con respecto a la pequeña. Por supuesto que él se negó al principio, no quería aceptar su situación y que la niña la siga pasando mal, o que esa depresión crezca; y más cuando él ha visto a lo largo de su carrera los estragos de esta enfermedad en un menor.
No podría vivir con su conciencia si esto se vuelve un padecimiento en Somi y que le afecte su futuro. Pero mientras que tenga esa orden de alejamiento que vence en un mes, está prácticamente de brazos cruzados, y es que Lisa o sus amigos colegas tienen razón. No puede darle más argumentos a su ex para que lo ataque.
Con un gran suspiro, mientras que atravesaba el lobby de su edificio, vestido con ropa deportiva y en dirección a la salida, se da topes mentales e inhala todo el oxígeno posible cuando el aire externo acarició su rostro. Conecta sus manos libres y su reloj inteligente, y echa a correr dirigiéndose al parque más cercano de su casa.
Jeon ama estos instantes, no es que sea vanidoso con su físico aunque verse bien nunca está demás, es que le fascina realizar deportes y mantenerse en buena forma, su estilo de vida es muy saludable. Todos lo días sale a caminar o a correr dependiendo de lo cansado que esté, y también tiene sus secciones en el gimnasio donde practica boxeo. Es como su rutina terapéutica...
¡Y la ama!.
Disfruta de su cadencia en lo que su vista se deleita con el traspasar de las personas a su alrededor, como las parejas se toman de la mano mientras sonríen o como los padres juegan con sus hijos. Y cuando ya estaba a punto de finalizar su recorrido, escuchó por sus audífonos la entrada de una llamada. Enseguida se evidenció el surco en su frente.
—¿Jimin? —susurró para él y recuperándose, tanto de la sorpresa al leer ese nombre en la pantalla de su reloj como del propio ejercicio que hizo.
Nervioso se moja sus labios con la botella de agua, seca un pocos su sudor y contesta. Recuerda que le dio su contacto hace una semana cuando el rubio se incorporó a la firma y lo ayudó, de hecho, fue después de salir de la estación, cuando lo dejó en la puerta de su casa. ¿Qué habrá pasado?, pues tiene que admitir que en esta semana donde han convivido juntos en el bufete, lo ha estado observando y se dio cuenta que Park es alguien reservado, de pocas palabras o tímido. Así que si lo llama es porque le tomó la palabra y es un asunto urgente.
¡Algo pasó!.
—Hola Jimin, —contestó en lo que se estiraba y caminaba en dirección de un banco.
—Jeon, buenas tardes y perdona que te moleste en tu día libre, yo-o este —respondió el rubio nervioso y tartamudeando—, necesito de tu ayuda, eres el único que conoce mi situación y...— la línea se quedó en silencio, el pelinegro solo era capaz de escuchar su respiración.
—No tengas pena, Jimin, dime que es lo que pasa porque me estás asustando.
—Perdón, en serio perdóname por ser una molestia o por interrumpirte —el pelinegro escuchaba como le costaba al contrario expresarse— Mira, por teléfono es muy complicado de explicar. Puedes venir a mi casa, bueno aunque es la casa de Seung y no la mía, en fin, a donde me dejaste la otra noche, si puedes claro y...
—Jimin, Jimin respira... —dijo Jeon en un tono entre lo divertido y lo enternecido, es que tuvo que contener la pequeña risa que le nació al imaginarse al contrario todo tímido y sonrojado— Está bien, no eres una molestia y enseguida salgo para allá. Lo que demoraré unos 40 minutos aproximadamente, pues salí a correr y debo tomar una ducha, pero no te preocupes que estoy cerca de casa.
—Yo-o... gracias Jeon.
—Ya te dije que me puedes llamar Jungkook, entre nosotros no hace falta esa formalidad, Jimin.
—Entonces nos vemos pronto Jungkook y créeme, estaré eternamente agradecido, —y luego de unas palabras de despedida, la línea se cortó.
Jeon se quedó unos segundos en su lugar, sentado y sonriendo —aunque él no notaba su estado—, por el solo hecho de escuchar ese timbre de voz tan especial, o la clara imagen del hermoso rostro de Jimin sonrojado con esos cachetes abultados y esos labios carnosos que se parecen a la figura de un corazón. Se dió un buche de agua en lo que suspiraba, respiró profundo y se levantó para regresar a su apartamento.
Sin creer o pensar en el motivo que tiene a su pulso descontrolado, ya que eso era a causa del esfuerzo físico que hizo, ¿verdad?. Lo único que navegaba en su mente, es que debe apresurarse para ayudar a ese ángel, que ahora es su compañero de trabajo.
¿Qué hora era, por qué tardaba tanto?...
El sol ya comenzaba a esconderse por el oeste, una brisa sutil merodeaba el silencio creado en la sala del maestro Seung y la luz tenue daba un toque más intranquilo a las emociones de los presentes. Nadie se atrevía a hablar, hace dos horas que Seok Jin llegó y en las que han tratado, tanto Jimin como su padrino, en calmarlo y entender que diablos estaba pasando. La opresión en el pecho del rubio no ha hecho más que incrementar, su cabeza es un lío por captar y organizar toda la información brindada por Jin. Es que todavía está atónito, perplejo.
¿Qué tiene que ver Jackson en esto?.
¿Por eso está desaparecido, por eso lo dejó plantado?.
¿Hwasa tenía razón, era motivo de preocupación?.
¿Con quién demonios se comprometió?, porque este Jackson que está descubriendo, no era ni un cuarto del hombre que consideró el amor de su vida.
En lo que Jimin se mordía las uñas recapitulando todo, mirando a sus alrededores y viendo la hora en su reloj, el timbre de la casa al fin sonó. Rápido se levantó del butacón, ansioso porque no hay duda de que es Jungkook quien llegó. Mientras que sus pies andaban a pasos veloces atravesando el recibidor, iba pensando si hizo bien en llamarlo hace media hora. Es que de pensar en la vergüenza que tiene que pasar cuando por fin decida girar el picaporte, quiere que un hoyo se abra en el suelo y lo desaparezca.
Estos días en las oficinas, no fue capaz ni de mantenerle la mirada o hablarle, así que imaginarse enfrentarlo ahora que conoce la verdad, de que gracias al pelinegro no terminó atropellado el día de su boda, lo tiene en un puro nervio. Sin embargo, respiró profundo entrecerrando los ojos y abrió la puerta. Su primer instinto fue llamar a Jeon, por lo que debe ser fiel a su corazonada.
—¿Buenas, puedo pasar?.
—Claro, adelante —y Jimin se hizo a un lado cabizbajo, él sentía su rostro arder.
No solo por enfrentar a Jeon y agradecerle lo que hizo, también por tenerlo en su casa luciendo ese estilo informal tan diferente. Ahora que el pelinegro ingresó a la morada, detalla su aspecto juvenil, como no porta ese impecable traje hecho a la medida, sino que en su lugar, viste cómodamente con un pantalón de mezclilla gris y una polera negra, y aún así se ve espectacular. Jimin no puede despegar sus ojos en lo bien que se amolda esa prenda de poliéster a su espalda trabajada.
«¡Demonios!»
Sabía que su superior era guapo, no va a mentir, es el estereotipo perfecto que atrae a centenares de personas, pero nunca le había afectado tanto como en este momento. Sin embargo, detuvo su ensoñación cuando se acercaban al arco que dividía ambas estancias, la sala y el recibidor. Lo agarró por el antebrazo para detenerlo y ser capaz de espetar aunque sea una palabra.
—Jeon, ehh Jungkook —retiró su mano cuando el nombrado volteó a verlo— Quiero disculparme por molestarlo un día de descanso y por... n-no agradecerle antes lo que hizo por mí, y-yo no sabía.
¡Dios!, esto le estaba costando un montón a Jimin, el como jugaba con sus manos y sentía los cachetes calientes, se lo demostraban. Y la mirada inquisitiva, llena de dudas del pelinegro, no lo ayudaba a que calmara sus latidos salvajes. No obstante, atrajo fuerzas del más allá y engurruñó sus puños para contener el aliento; o sus temores.
—Que estuve esta semana trabajando con usted...
—Jimin...
—Contigo —rectificó al ser interrumpido por el contrario— La cuestión es que no te agradecí por haberme ayudado el día de mi boda y además, te traté muy mal en la firma en mi primer día de trabajo. Si soy sincero, no te reconocí; y hoy conversando con mi padrino fue que lo supe con exactitud. Así que muchas gracias —reverenció— También por eso fue que te llamé, necesito otra vez de tu ayuda.
—No tienes que disculparte, me imaginé que no me reconociste... —el pelinegro selló sus labios, esa confesión lo tomó desprevenido y no encontró las palabras adecuadas para responderle. Suspiró desviando la mirada, percatándose de como su mentor Seung y otro hombre lo observaban desde la sala—. Tranquilo Park, eso es pasado, ahora entremos que nos están esperando o eso creo, —susurró y señaló en dirección de los contrarios.
Jimin asintió mudo, pero captando aquellos ojos curiosos que lo miraban o juzgaban, y Jeon tenía razón. Así que se apresuró y le murmuró un sígueme, adentrándose por completo a donde los esperaban Jin y su padrino.
—Jeon, es un placer tenerte en casa —saludó el maestro— Ponte cómodo, ¿quieres algo de tomar? —y el pelinegro negó en lo estrechaba mano con su mentor. Enseguida tomó asiento como Seung le indicó.
Al estar todos presentes, aún con leves sollozos de Jin de fondo, la tensión volvió a reinar. Era una sala amplia y luminosa, cálida, pero Jeon pudo percibir lo denso del ambiente e igual, no dijo nada al respecto. También porque estaba muy concentrado en observar a Jimin.
—¿Park, le explicas tú o lo hago yo? —cuestionó Seung— No le hagamos perder tiempo a Jeon.
—Tienes razón, padrino —suspiró— Jungkook, te presento a Kim Seok Jin, un viejo amigo y la razón por la cual te llamé. Como sabes, me dejaron plantado el día de mi boda, es decir, no hubo ceremonia y mi ex prometido desde entonces está desaparecido. Por lo que tengo entendido, hasta su familia denunció este hecho a las autoridades. La verdad Jeon, desde hace tres semanas que no conozco si apareció o no, pero...
El de ojos azules calló, era muy incómodo relatar sobre su compromiso y boda fallida, y Jeon se removió intranquilo en su asiento al ver el cambio de actitud en Jimin más la mención del sujeto que se atrevió a lastimarlo. Es que hasta puede jurar que esas hermosas perlas celestes se cristalizaron.
—Mejor le explico yo, hijo —apoyó el maestro quien en todo este tiempo se mantuvo de pie y ahora se encontraba al costado de su ahijado y con una mano reposando en el hombro de este—. Jeon, el joven aquí presente es la pareja del empresario Kim Namjoon, fundador y presidente de Inmuebles Kim, ¿te suena esa compañía?.
—Por supuesto, la casa de mis padres fue adquirida a través de ellos, —afirmó el pelinegro prestando atención a cada detalle de la conversación.
—Ves, mi Namu es alguien honrado, que no tiraría el fruto del trabajo de años por la borda y que tanto nos costó, —al instante saltó aquel castaño claro con rasgos simétricos y elegantes que ante Jeon fue presentado como Seok Jin— Es que no sé porqué nos pasó esto a nosotros— y con la misma se echó a llorar.
—Calma Jin, estamos aquí para ayudarte y créeme, también quiero llegar al final de este lío.
Jimin no dudó en consolar al chico, puede entender parte de la desesperación que desprende, pues en un pasado compartió con la pareja Kim y hasta le tuvo cierta envidia de lo enamorado que se veían, una pequeña, sin maldad y por el deseo de que él mismo tuviese esa mirada brillante hacia su compañero sentimental; y viceversa.
—Voy por otro té, —comentó el profesor y se desapareció.
—No quiero interrumpir, Jimin, pero necesito entender que está pasando, sino, no te puedo ayudar.
—Es que Kim Namjoon era el mejor amigo de mi ex prometido, ambos han sido socios y estudiaron juntos. Resulta que hace seis meses más o menos que ellos firmaron un contrato para una inversión de alto riesgo...
—No Jimin, —gruñó Jin— Jackson convenció a Nam para que firmara y se asociara a esas personas, le dio seguridad y que él ya había invertido ganando el triple, pero resulta que todo fue una mentira. No se porque hizo eso o nos mintió, cómo enredó a Nam y destruyó su amistad, pero los Wang nunca pusieron un centavo en esa bolsa. Por eso la compañía entró en peligro de banca rota hace meses, estamos hablando de mucho dinero, y para colmo, esa empresa es una bolsa de valores fantasma, una vil fachada del crimen organizado. Y por eso Namjoon lleva casi un mes detenido, estamos en quiebra, todos los accionistas nos están presionando, algunos nos han abandonado y nuestros abogados renunciaron, no han movido un dedo para sacar a Nam de la cárcel, ¿y saben por qué?...
Jin hablaba sin parar, con puro desprecio y claro enojo, el rubio solo podía bajar la cabeza avergonzado y Jungkook se limitaba a observarlo, a tratar de comprender que pasaba en la vida de ese ángel.
—Los Wang te quitaron la supuesta protección, —respondió Jimin en susurros.
—Exacto, los señores Wang o el propio Jackson, corrieron la voz disimuladamente de que estamos envueltos en negocios turbios y que somos una deshonra para la sociedad. ¡Hipócritas!, —chilló Jin.
—Vamos a regresar para ver si entiendo —intervino Jeon— Primero, ¿estamos hablando de Corporaciones Wang? —los contrarios asintieron y el pelinegro abrió los ojos como plato, conectando que el famoso CEO Jackson Wang, es el ex prometido o él que se atrevió a dejar a Jimin en el altar. Carraspeó la garganta y continuó— Bien, ¿entonces me pueden decir de qué acusan a Kim Namjoon?.
—De lavado de dinero, evasión de impuestos y todo lo que a la fiscalía se le ocurrió.
En lo que el castaño respondía entre lágrimas y recibiendo la bandeja de bebidas que traía Seung, Jimin y Jungkook conectaron miradas fijamente, tanto que el rubio pudo leer su confusión, y el pelinegro el dolor contrario. El de ojos azules suspiró cuando su padrino calmaba a Jin y se levantó, necesitaba aislarse un poco para conversar con Jeon en privado. Así que no lo dudó, caminó en dirección de la terraza y le hizo una seña al pelinegro para que lo siguiera. Al instante en que el sereno chocó con su rostro, sintió la presencia contraria.
—Jeon te estarás preguntando por qué te llamé, ¿cierto?, —y dio media vuelta, donde se impactó por la cercanía del mayor.
—Me hago una idea, pero abogado Park, ¿confía en ellos plenamente?
—No es que ponga las manos en al fuego por los Kim, sin embargo, en estos años que hemos compartido, he notado que son personas buenas, humildes y educadas. Quisiera aunque sea intentar ayudarlos, más cuando mi ex prometido sigue brillando por su ausencia y eso lo incrimina de cierta forma, sin contar que conozco de sobra el método que usan mis suegr... los señores Wang y créeme, están tratando de tapar algo. No podría dormir tranquilo, sin llegar al fondo o intentar saber si Kim Namjoon es inocente, si viví estos años engañado.
—¿Qué tienes en mente?, —preguntó Jungkook cuando el silencio los volvió a abordar y esa expresión vacía en el rubio apareció, la que tanto él ha querido descifrar en el transcurso de esta semana.
—Como estoy vinculado con las personas de interés, no me puedo hacer responsable del caso, pero el bufete sí y se que hacen excepciones especiales donde, aunque el cliente no tenga como pagar, lo aceptan igual. Quiero que me ayudes para que Gong y los otros socios acepten el caso de los Kim, aunque sea que lo revisen. Ellos están en una situación crítica, con todas sus cuentas congeladas, la compañía en números rojos desde hace tres meses y bajo investigación, sus abogados renunciaron y el público que le otorgó el gobierno no pudo conseguir ni una fianza.
—Eso no es problema para la firma, Jimin, si vemos que es inocente, tomaríamos la defensa de Namjoon sin pestañear, pero como dijiste, no solo depende de mí o de ti, en Gong Yoo & Asociados trabajamos en equipo, así que todos deben estar a favor. Principalmente Taehyung, quien sería la cabecera del caso.
—Lo sé, pero quiero saber si tengo tu apoyo para hablarlo con Gong Yoo y los demás, o que me des tu opinión.
—La tendrás Park, mañana en la junta de las dos lo descutiremos con el equipo y te apoyaré, confiaré en tu juicio.
—Gracias, en serio gracias Jeon.
—No hay de qué —el pelinegro sonrió, dio un paso y acarició la cabellera dorada del contrario, quien al instante brincó sutilmente y se sonrojó por la cercanía— Ahora regresemos para seguir debatiendo con tu amigo.
—Vamos, que quiero darle la noticia y que pueda dormir aunque sea por hoy...
Ambos abogados se miraron para luego regresar a la sala. Con un ligero brote de felicidad que ninguno de los dos quiso notarlo.
Ahora no es momento para eso...
¿O sí?.
Otra actualización corazones, desde el capítulo pasado vamos viendo parte del misterio del compromiso de Jimin. Quiero leer que opinan y los amo muchoooo 💜
¿Kim Namjoon será inocente y el bufete tomará su caso, qué esconderán los Wang?.
Kath 🥀
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