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🎓Dieciséis🎓

Jungkook apretó los puños para contenerse y terminar de escuchar a su amigo Taehyung, quien estaba contando las sospechas que su cliente Namjoon tenía, que Jackson estaba muy raro en estos dos últimos años y como se encargó de retrasar la fecha de la boda cuando era lo que más quería Wang —casarse con Jimin—.

El pelinegro no entiende con exactitud este sentimiento sobre protector y territorial que le nace hacia el menor. Ya reconoció que Park le gusta, pero esta intranquilidad es algo nuevo que está sintiendo. Solo con Somi vivió algo parecido, pero no es bobo para no diferenciar cada sentimiento; y eso lo hace más difícil de comprender.

—Creo que podemos indagar sobre la relación de ellos dos, a lo mejor encontramos algo de interés —dijo Taehyung batiendo sus pensamientos.

Jeon se había quedado lelo rememorando al rubio.

—Me parece bien —apoyó Gong.

—¡No!, —gruñó Jungkook.

Al instante todos se callaron y lo observaron con asombro, el pelinegro había saltado como un león defendiendo su territorio. Tragó en seco al darse cuenta de su actitud y como sus colegas lo analizaban, así que carraspeó la garganta.

—Es que no puedo creer que piensen que Jimin está involucrado —se excusó.

—¿Y por qué no? —retó Solar divertida e impresionada por su reacción.

Jeon estaba siendo demasiado obvio, pensó la chica y también Taehyung, quien rodó los ojos ante la escena.

—Eso no fue lo que dije, amigo, así que cálmate —bufó el pelirrojo jocosamente y rápido enserió su rostro para contener a Jungkook—. Ni Namjoon cree que Jimin esté involucrado de esa forma, solo que ahí puede existir el quiebre de lo que ha pasado, ¡y vamos!, es un hecho. Al final Jackson no se presentó a su boda y esté desaparecido, —explicó.

Al pelinegro no le quedó de otra que respirar con profundidad y asentir. Su amigo tenía razón, si era algo importante para el caso, la mejor opción era ventilarlo aunque en el fondo tiene miedo que afecte al rubio más de lo que está.

—Está bien, solo que ustedes no lo vieron el día de su boda —habló y los otros le prestaron atención— Estaba destrozado, pero sé que el primero que quiere que todo se resuelva es Jimin; y probablemente él también coincida con Namjoon.

—No sabía que tú lo conocías antes de que formara parte de la firma —replicó la joven abogada con un tono de interés.

—No mucho —alzó los hombros en respuesta y restándole importancia, aunque por dentro se sentía expuesto— Jimin es el ahijado del profesor Seung, no es que somos íntimos —y titubeó bajando la cabeza.

Todo se estaba tornando muy incómodo para Jungkook, más que sin comprobarlo con sus ojos, sentía la mirada inquisitiva de su amigo Taehyung como si lo hubiese atrapado cometiendo una barbarie. Ahora mismo, tenía unas ganas inmensas de levantarse e irse al demonio, pero eso sería darles más motivos para que sus traviesos colegas continuaran hostigándolo.

—¡Bueno, ya centrémonos!, —refutó el mayor— Tae, tienes luz verde para que investigues a Jackson Wang y a su compañía, pero respecto a Park ten mucho tacto, no podemos olvidar que es nuestro compañero y el mínimo error puede resultar en un conflicto de intereses. Por eso propongo que desde hoy solo trabajes a tiempo completo en este caso y fuera de la firma. Trata de venir lo menos posible y si necesitas a un pasante para que te apoye, llévatelo contigo... pero no podemos permitir darles más herramientas a que la fiscalía nos atropelle —Gong suspiró y se levantó— ¿Están de acuerdo?.

Los demás imitaron la acción, quedando todos de pies alrededor de la mesa, se miraron entre sí y asintieron.

—Ya sabes abogado Kim, que no vengas al edificio no significa que no tengas a mano todos los recursos del bufete. Con Min Yoongi puedes obtener los contactos de investigadores privados que son de mi entera confianza, respecto a las finanzas de Inmobiliarias Kim, ¡yo personalmente me encargaré!...

—¿¡Qué!? —exclamaron incrédulos los contrarios.

Gong Yoo llevaba años sin tomar un caso, lo único que realizaba eran una que otra consulta, pero es un acierto para la investigación que decidiera involucrarse. Tenía amplia experiencia en la administración de empresas y el comercio, ese era su fuerte aunque por mucho tiempo fue un abogado de litigio. Sí, antes de que Gong decidiera especializarse en la rama mercantil o corporativo, fue un funcionario público que conoce de todo un poco y que por eso es tan excepcional como Jefe.

—No se que les sorprenden, sigo siendo un abogado ¿o ya quieren jubilarme? —bromeó y los menores rieron negando.

—¡Para nada, esto es fenomenal!, —afirmó Taehyung emocionado por trabajar a la par con un hombre que admira tanto.

Y Jungkook junto a Solar también festejaron la noticia, era un placer verlo en acción.

—Ya... ya no se entusiasmen que solo apoyaré en la investigación. Me voy a enfocar en hacer un estudio minucioso de la compañía de Kim Namjoon en los últimos años para darte más sustancia a tu defensa, Tae. Tal vez encuentre algo relevante, pero no olvides que lo importante es demostrar la argucia de los Wang.

Y una vez más, todos estuvieron a favor como si fueran una sola cabeza pensante.

—No te preocupes, Gong, creo que este caso sacará una versión nuestra que desconocíamos, pero daré lo mejor de mí —espetó el pelirrojo entre suspiro y mucho más calmado a como llegó— Igual, lo primero que haré es lograr liberar al presidente Kim, me parece una injusticia que esté en la cárcel, ese hombre no tiene ni una multa de tránsito. Se que por como están las aguas, si vuelvo a insistir en una fianza esta será extremadamente alta que no podremos pagar, así que solicitaré un Habeas Corpus...

Por unos cinco minutos, los cuatros continuaron compartiendo ideas sobre el como proceder con este caso antes de retirarse y cada uno continuar con sus obligaciones. Ahora que vienen tiempos difíciles, tienen que estar unidos y demostrar quienes son, de que están hechos.

No hay lugar para el miedo.

La ciudad de Seúl se bañaba en un color rojizo al caer la tarde, en el cielo las nubes sobresalían junto a pequeños rayos del sol que se filtraban en ellas y mientras este descendía por el oeste. Había sido un día productivo en la capital de Corea, las lluvias habían decidido tomarse un descanso y dejar un clima agradable en su ausencia para que recuperaran el agitado ritmo que la caracterizaba. Así que mientras algunas personas salían de sus trabajos, otros se encaminaban a ellos u aprovechaban la pacífica tarde para pasear, un auto se acercaba a las inmediaciones de un almacén cerca del Río Han por la parte más despoblada de la zona.

El Mercedes Benz negro de último modelo, tan pulido que brillaba entre el montón, se estacionó sin inconvenientes al adentrarse por un terraplén arenoso y cruzar la cerca perimétrica que prohibía el paso a curiosos, demostrando que era un propiedad privada. El chofer bajó rápidamente si tan siquiera apagar el motor y se apresuró en abrir una de las puertas traseras. Desde esa ubicación podías delinear a detalles la fachada del establecimiento, y el hombre de edad un poco avanzada que ahora descendía del coche, enfocó su vista para deleitarse con lo que ya conocía. Este lugar era de suyo, pero igual, le gustaba ser minucioso con cada paso que daba.

—¿El fiscal Lim ya llegó? —interrogó el hombre con voz profunda al sentir que alguien ajeno a su chofer se le acercó y viendo a otro vehículo gris parqueado a unos metros.

El almacén se veía deteriorado a simple vista, de área cuadrática que abarcaba gran parte del terreno, con su pintura amarillenta que antes fue blanca y abundantes ventanales con cristales rotos. El polvo lo podías sentir en el ambiente y se ligaba con la incertidumbre, como también un leve aroma a humedad que cuando echó a andar en dirección al interior, se hizo más potente y desagradable.

—Si señor, ya lo están esperando adentro —y señaló hacia la antigua bodega de la Corporación Wang.

El contrario asintió regresando su mirada hacia la estancia que ingresaría y sin emitir palabra alguna hasta que casi pisó la entrada. El señor Wang arregló las mangas de su camisa blanca, frunció el rostro por la incomodidad y endureció sus facciones marcadas con pequeñas arrugas.

—¿Y hay alguna noticia del detective? —preguntó y torció su torso hacia el contrario.

—No señor, la desaparición de su hijo se ha tomado de forma irrelevante en la policía, solo creen que es un hombre adulto con posibilidades económicas que se aterró y huyó de su matrimonio, por lo que nuestro hombre en la comisaría tiene casi las manos atadas —respondió el sujeto—. De todas maneras le está siguiendo el rastro a los movimientos que hizo Jackson en los últimos meses... ¡Encontraremos una pista!.

—¡Ese niño...! —murmuró rechinando los dientes— ¿Por qué me la pone tan difícil?, yo no lo eduqué así —bufó entrecerrando los ojos con resignación— Por favor secretario Ahn, haz algo para que el detective se espabile y apresure la investigación, ya no soporto que mi mujer siga lloriqueando en las noche por ese inepto que ha echado todo a perder —negó al dar la orden y continuó hasta traspasar la gran puerta de metal oxidado de la entrada.

Enseguida visualizó la silueta de dos sujetos más, donde sin duda reconoció al fiscal Lim, y suspiró con pesar. Él no debería estar aquí, la edad ya hacía de las suyas y por algo se retiró para que ahora tenga que limpiar el desastre que hizo su heredero. No entiende en donde falló en la educación de sus hijos, la menor le ha salido una vaga de primera que prefiere vender su cuerpo antes de tener una carrera digna, y ahora Jackson, su primogénito. En quien más había depositado su confianza para que siguiera el legado que por generaciones han cultivado los Wang, es él que peor ha actuado porque Hye Jin por lo menos es independiente y tiene conciencia del peso de su apellido para no caer en escándalos.

Es que todavía no cree que ese chiquillo se haya cagado en todo al involucrarse en asuntos ilegales. Sí porque él no es tonto, a pesar de cederle todo el poder a su hijo, seguía controlando desde las sombras y ahora estaban metidos en un grandísimo problema gracias a su heredero, donde por suerte el señor Wang ha controlado la situación para que su apellido no salga perjudicado y sigan siendo una de las familias más influyentes del continente asiático.

El eco de las pisadas sacudieron sus pensamientos, levantó la barbilla observando por el rabillo del ojo todo lo que se movía a sus alrededores y fue que notó gracias a la poca iluminación del almacén, que el fiscal Lim ya se había percatado de su llegada.

—Señor Wang —reverenció a penas quedó frente a él y este le respondió con un lento asentimiento para después estrechar manos.

—Fiscal Lim, mucho tiempo sin vernos —respondió educadamente mientras hacía señas invitando al nombrado para que lo acompañaran y tener más privacidad.

Juntos caminaron hacia el fondo del lateral izquierdo esquivando los obstáculos que allí habitaban, hasta parar frente uno de los ventanales. Una brisa los rondó, revolviendo el desagradable olor a viejo y retorciendo las tripas de Wang. Estaba cansado y asqueado, así que masajeó sus sienes antes de abrir la boca.

—No perdamos tiempo y vaya al grano del porque quiso reunirse conmigo, —habló en un tono grave, pero bajo y siempre comprobando a sus espaldas— Me imagino que tiene que ver con el cambio de último minuto y donde usted se hizo cargo de la investigación —especuló.

—Imagina bien, señor —el fiscal se guardó las manos en los bolsillos de su pantalón, perdiendo su mirada al panorama externo— Hace un mes cuando usted me pidió ayuda, designé a alguien de mi entera confianza para que concluyera de manera rápida y eficiente el caso de Kim, pero por desgracia parece que el anterior fiscal no apretó bien las tuercas y el señor Kim consiguió a uno de los mejores abogados que tiene el país en el derecho penal...

—¿Y...? —interrumpió impaciente por ver el miedo en el rostro del fiscal— ¿Cuál es la preocupación?, todos tenemos un precio o un punto vulnerable en el cual atacar, no creo que eso sea un problema, al contrario —pero Lim negó rápidamente.

—No señor, esta vez no vamos a conseguir nada con la extorsión, conozco la manera de trabajar de Kim Taehyung, abogado penalista del bufete Gong & Asociados, y que son realmente un grano en el trasero.

El fiscal tragó en seco, sabe que a partir de ahora debe andarse con cuidado porque un paso en falso y caerá todo por lo que ha trabajado. Él es consciente que esos abogaduchos de Gong darán guerra hasta el final; y donde solo habrá un vencedor.

—Nada es imposible, es solo cuestión de buscar bien, así que déjeme ese problema a mí —espetó con desdén, burlándose en su interior al ver que Lim tenía temor de un par de abogados.

El fiscal tuvo que contenerse de no rodar los ojos antes este soberbio hombre. La arrogancia a veces puede ser la peor carta de uno, y ahora Wang estaba desbordándola y subestimando a Kim Taehyung como a la firma de Gong.

—Eso no es todo señor, —se apresuró en hablar para interrumpir la burla del contrario— Si yo tomé el caso es para asegurarme que las cosas sigan marchando como planeamos, y ya logré adelantar la fecha del juicio porque la Casa Azul está exigiendo respuestas inmediatas, acción que aproveché a nuestro favor, pero que también nos va a jugar en contra. Ayer en la reunión mensual con el fiscal general de la República, salió a debate una orden directa del Presidente de la Nación. Está exigiendo llegar al final del caso de atentado contra uno de sus diplomáticos, no se van a conformar con unos simples cargos de lavado de dinero como pensábamos. Así que le aconsejo que tenga cuidado con el bufete de Gong, a él lo conozco de años y no se va a dejar comprar, es ambicioso sí, pero diferente a nosotros, se cree un poeta idealista de la justicia e hizo muy buen trabajo formando a esos niños que ahora son sus socios. Por eso le digo que si lo chantajea o trata de extorsionar, lo único que logrará es elevarle el ego y que se empecine más en ganar. No son personas que debamos subestimar, señor Wang, y menos con lo inquieto que está el gobierno.

Ambos hombres de edades contemporáneas, se miraron cuando la tensión cayó como un velo sobre ellos y se quedaron en silencio. El señor Wang contrajo la mandíbula ya que no le gustó lo que escuchó. Aunque el fiscal Lim fue muy respetuoso, él lo tomó como una ofensa porque en palabras más o palabras menos, lo llamó inepto. Mientras que Lim tenía la certeza que había hablado con una pared, y esto era gravísimo. Si no existe sincronización entre ellos, cada cual andará por su parte para salvarse y al final ambos barcos se hundirán.

—Le agradezco su preocupación y que me haya avisado, pero por ahora ocúpese de que Kim Namjoon cargue con la culpabilidad y que mi compañía no salga a la palestra. Tiene un camino fácil porque me encargué de destruir todas las pruebas necesarias para que Namjoon no salga absuelto. De lo demás, me encargaré yo.

—Señor, pero debe volver a pensar en otras salidas, recuerde que también está el asunto de la investigación del atentado, y esa, es completamente independiente a esta. Ahora el presidente quiere la cabeza de la mafia y desintegrarla, su hijo también puede salir perjudicado...

—Tenga cuidado con lo que dice, fiscal Lim —gruñó Wang, contrajo sus puños y giró un poco para encarar al nombrado— No me gusta que me falten al respeto y yo no le pago para pensar, cumpla con lo que le ordené, que de lo demás me ocupo yo, —escupió con superioridad.

El señor Wang se siente intocable, seguro porque ya logró cuando la bomba explotó, dejar varada la investigación de aquel atentado y desviar la atención hacia Kim Namjoon. Pero si da la casualidad de que algo le salga fuera de guión, tiene demasiados conectos y el poder para que su hijo no salga dañado. No porque se lo merezca o por su gran amor paternal, es que debe preservar su reputación.

Wang se caracteriza por ser un empresario déspota, que si quiere algo lo consigue a como de lugar y abusando de su poder, por lo que no tiene la conciencia limpia. Pero aún así, trata que todas sus artimañas empresariales sean avaladas por la ley y evitar problemas. Nunca se vería envuelto en negocios tan graves como lo es trabajar o colaborar para una mafia. No le cabe duda que su hijo perdió la cabeza. Es que todavía no comprende que lo llevó a reunirse con gente tan peligrosa. No obstante, tiene que apoyarlo para que su imperio no salga perjudicado.

¡Hay demasiado en juego para hacerse el moralista!.

—Lo siento señor, no quise ofenderlo —dijo el contrario y reverenció— Mis intenciones siempre serán para favorecerlo, —expresó con voz temblorosa y Wang asintió.

—Bueno, si eso es todo me retiro y si pasa algo con respecto a Kim Namjoon, contacte a mi secretario, por ahora considero que mientras menos nos veamos, será mejor —respondió observando su reloj de muñeca— Que tenga buenas noches y relájese hombre, todo saldrá bien —palmeó su espalda antes de retirarse y ser seguido por el secretario Ahn.

El fiscal Lim sonrió en respuesta hasta que lo vio desaparecer del almacén, entonces esta se esfumó del rostro y respiró con dificultad. Él no está muy seguro de lo último que le comentó Wang, por lo que ahora debe meditar en algo que le salve el pellejo cuando todo se descontrole; y tiene un presentimiento que tarde o temprano pasará.

De hecho, más temprano que tarde.

Y mientras Lim se hundía en desasosiego, el padre de Jackson se quedó parado frente a la puerta de su coche. A pesar de la confrontación que tuvo hace unos minutos, lo que el fiscal le dijo hizo su debido ruido en su sistema. Él es suficiente para retomar el manejo de los negocios y proteger a su familia ya que su primogénito le falló, pero también debe tener en cuenta que los tiempos avanzan y que no puede ser tan testarudo. Es verdad que no se debe confiar.

—Secretario Ahn —este atendió rápido el llamado de Wang— ¿Se acuerda del sobre que recibimos hace un mes de los Big Brothers, después de la boda de mi hijo? —preguntó bajo.

—Si señor y lo tengo bajo mi cuidado, como me pidió.

—Perfecto porque quiero que te pongas en contacto con ellos, recuerdo que dejaron una forma para localizarlos en caso de que aceptáramos su oferta...

—Pero señor, no estará pensando en ceder al chantaje y trabajar para ellos... son personas muy peligrosas.

—Claro que no, Ahn, ¿por quién me tomas? —exaltado refutó Wang, hoy a todos les ha dado por dudar de su capacidad— Lo que pasa es que se viene un tormenta y a los enemigos hay que tenerlos cerca. Le haremos creer que sí cederemos para utilizarlos a nuestro favor. Si las cosas se ponen feas alguien tiene que hacer el trabajo sucio; y esos no seremos nosotros.

En el rostro del joven secretario se evidenciaba el terror. Él es consciente de para quien trabaja y que a veces su jefe es un traidor que te apuñala por la espalda, pero nunca pasó por su cabeza que jugaría tan riesgoso, al punto de juntarse con la mafia causante de sus desgracias. Se queja de su hijo, pero no por gusto está el dicho de que de tal palo tal astilla, y bueno a él ahora mismo lo están mandando al frente, no es bobo, sin embargo, no puede negarse. Porque si le hizo lo que le hizo a una persona tan buena como Kim Namjoon y que lo consideraba como un hijo más... ¿Qué quedará para un pobre diablo como él?.

—Tranquilo Ahn, —habló el mayor despejando los pensamientos del más joven— Vas a contar con mi equipo completo de seguridad, no tengas miedo y tu única tarea es ser mi mensajero. No te pasará nada y sabes que siempre se te remunerará tu lealtad.

—Claro jefe, usted cuente conmigo sin problema —y con angustia aceptó.

El señor Wang le sonrió complacido antes de abrir la puerta de su auto, sin darle tiempo a que su chofer reaccionara y cumpliera sus funciones. Estaba contra reloj y con mucho peso en su espalda.

—Confió en ti, secretario —alentó ya sentado en su asiento habitual y con una mirada intimidante sobre el joven— No me falles en estos momentos tan complicados, y menos ahora que me tengo que encargar de una firma de abogados atravesados...

Esas palabras resonaron con furia en la piel del joven que ni se percató de cuando su jefe cerró y el vehículo arrancó, perdiéndose en el horizonte. El secretario Ahn solo podía compadecerse de esa gente y rogar por su bienestar. No tiene ni idea de que abogados habla, pero si de que iban a enfrentarse contra el mismísimo diablo.


Los Wang ya están demostrando sus espuelas y trama se va desenvolviendo.

¿Teorías del por qué Jackson se involucró con esa mafia (Big Brothers)?...

Nos vemos muy pronto. Los quiero, cuídense, disfruten de la vida y nos leemos. ¡Besosss!

Kath 💜

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