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Capítulo 4

Damos un salto en el tiempo, más exactos unas dos semanas. Han pasado dos semanas desde que Lincoln ingresó a la preparatoria, en donde su primer día no fue como el que esperaba, aunque al menos no pasó a mayores. Durante ese tiempo Lincoln se ha puesto al tanto con sus estudios, prestando atención a lo que dicen sus maestros.

Aparte que Lincoln ha progresado en su trabajo en la pizzería, en donde recibe buenos comentarios de parte de su jefe Mario, el cual le contaba que los clientes les gustaba las pizzas que él hace. Y otra cosa a detallar es que Lincoln no ha recibido noticias de sus hermanas por parte de Clyde, solo es cuestión de tiempo para que su mejor amigo le comunique de los movimientos que hacen sus hermanas.

Ya una vez aclarado lo que ha sucedido con nuestro albino favorito vayamos a ver lo que hará este día. Nos encontramos al ya mencionado Lincoln, el cual llegaba a la escuela, caminaba por los pasillos para llegar a su salón, en eso se topó con Scott, el cual estaba como si nada y aparte había varios chicos que lo acompañaban, no hace falta decir que esos chicos son su séquito, o esclavos para él.

_ Pobres ilusos, pierden el tiempo estando con ese patán que no les dará nada bueno. En fin, son cosas de ellos no mía.— comentaba Lincoln al ver esos chicos.

Siguió en donde se topó con un cartel, el cual decía algo que a Lincoln le llamó la atención. Dicho cartel decía de que se abrió las inscripciones para unirse al equipo de fútbol. Esto claro a Lincoln le gustaba, ya que si quería ser bueno en algo deberá de entrar a varios clubes para así demostrar que él tiene la talla para ser el mejor.

Fue hasta el salón en donde estuvo atento a las clases y a su vez pensando en que si quería que lo acepten en el equipo, deberá de demostrar lo que sabe hacer, no por nada ayudó a Lynn con sus entrenamientos de fútbol años atrás. A la hora del recreo fue que Lincoln se dirige a Demian para comentarle lo que hará.

_ Oye Demian, vi que están abiertas las inscripciones para formar parte del equipo de fútbol.— comentaba Lincoln a su amigo y compañero.

_  No me digas que quieres entrar, ¿O si?— preguntó el castaño a Lincoln.

_ Claro que lo haré, me gustaría destacarme en algo, y que mejor forma que empezando con esto, entrar al equipo de fútbol.— contaba Lincoln que quería entrar.

_ Yo te recomendaría que no lo hagas, ya que Scott es el capitán del equipo, y también de que se cree la estrella del equipo cuando la realidad es que él no hace nada. Ya que él les ordena a todos que le den el balón para que así él meta los goles.— aconsejaba Demian a Lincoln.

_ No me importa si Scott está ahí, yo quiero entrar y así demostrar que puedo jugar. Aparte que ya tengo experiencia tratando con personas que se creen superiores que otros, solo confía en mí.— decía Lincoln calmado.

_ Si tú lo dices.— respondió Demian.

_ ¿Y tú no quieres entrar al equipo?— le preguntó el albino a su compañero.

_ Hacer ejercicios no es lo mío, prefiero verlos jugar desde las gradas.— negaba rotundamente Demian.

_ Tú te lo pierdes, pronto me verás a mí jugar en el equipo y demostrarle a Scott que ser el capitán no es solo llevarse el crédito, sino que es jugar por diversión, el compañerismo, eso es parte de jugar en los deportes donde hay más de un jugador.— decía Lincoln a su compañero.

Cuando acabó el recreo todos regresaron a sus salones, ya en la hora de salida fue que Lincoln va a inscribirse para formar parte del equipo de fútbol. Fue hasta el gimnasio en donde vio al entrenador, se acercó a él para decirle que entrará al equipo.

_ Hola entrenador, vengo a inscribirme en el equipo de fútbol.— decía Lincoln al entrenador.

_ Está bien, solo pon tu nombre aquí y estarás adentro.— dijo el entrenador dándole a Lincoln un portapapeles.

Lincoln tomó el portapapeles en donde pudo ver qué había pocos alumnos inscriptos, puso su nombre y le entregó al entrenador el portapapeles.

_ Muy bien… Lincoln. Ya formas parte del equipo, solo dime una cosa, ¿En qué posición juegas tú?— preguntó el entrenador.

_ Juego de mediocampista, en el lateral izquierdo.— respondía el albino.

_ Excelente, así nos vendría bien un jugador que juegue esa banda. Mañana comienza los entrenamientos luego de la escuela, te veré mañana Lincoln.— dijo el entrenador a su nuevo jugador.

_ Está bien entrenador, lo veo mañana.— se despedía Lincoln del entrenador.

Ya una vez realizado la inscripción en el equipo de fútbol Lincoln procede a retirarse de la escuela para ir al  trabajo. Mientras caminaba pensaba en que deberá de hablar con su jefe de que habrá ocasiones en donde no podrá ir a trabajar por motivos de estudios, hablando bien con él lo entenderá mejor.

Más tarde.

Luego de terminar con sus labores en la pizzería, Lincoln regresó a su apartamento, subió las escaleras en donde se recostó en el sillón. En eso recibe un mensaje en su celular, lo sacó y vio que se trataba de Clyde, a lo que se dispone a leerlo.

_ “Hola Lincoln, ¿Cómo estuvo tu día, todo bien, alguna novedad?”— preguntaba el moreno.

_ “De hecho si, hoy me inscribí al equipo de fútbol de la escuela”— respondía Lincoln la pregunta.

_ “Súper, esa es la actitud, aún recuerdo cuando tanto a ti, como a mí no nos gustaba hacer deportes. Pero ahora te unirás a un equipo, se nota que vas con todo para destronar a tus hermanas”— comentó Clyde.

_ “Y hablando de mis hermanas, ¿Sabes si alguna ha hecho algo? Desde hace días nadie me ha mandado mensajes a mi celular”— preguntaba Lincoln de sus hermanas.

_ “Me enteré que Lola está practicando para un certamen, y que Lucy fue ahora a una cafetería a las afueras de Royal Woods a recitar un poema con su club, ya de Lana y Lisa no hay nada relevante”— contaba Clyde lo que han hecho las Loud.

_ “Ya veo, aunque ya me espero a que una de ellas me mande una foto mostrando lo que han hecho y presumirlo para hacerme enojar. Pero saben que eso no va a funcionar”— comentaba el peliblanco.

_ “Solo es de esperar a ver qué hacen, te estaré poniendo al tanto de lo que harán luego. Te deseo lo mejor hermano, espero te superes a ti mismo en el equipo de fútbol, adiós amigo”— se despedía Clyde de Lincoln.

_ “Muchas gracias por ponerme al corriente de mis hermanas. Hablamos luego Clyde, que descanses”— se despidió Lincoln de su mejor amigo.

Luego de la charla que tuvo por mensajes con Clyde fue que Lincoln decide descansar, cuando de pronto escuchó que otro mensaje había caído a su celular. Lo tomó y vio que se trataba de un mensaje de Luna, la cual se le ve a ella junto a su banda, donde se puede ver qué acababan de terminar de ensayar, abajo había un mensaje que Lincoln leyó.

“Aquí, con la banda ensayando. ¿Qué has hecho tú Bro? Aparte de no hacer nada por la familia”

Al leer eso último fue que Lincoln sintió un poco de enfado hacia Luna, de decirle que no ha hecho nada por la familia. Si tan solo supieran que él ha hecho más de lo que imaginan. Se controló e inhaló y exhaló, no valía la pena enfadarse, ya le llegará el momento en que él les restriegue en la cara de sus hermanas lo que él logrará.

_ Veremos quién será el que no ha hecho nada por la familia. Ya lo veremos hermanita.— dijo Lincoln a si mismo.

Al día siguiente.

Es otro día en Detroit, y Lincoln se alistó para este día, en donde comenzaría con su camino en demostrar que él es bueno en algo como sus hermanas. Y para eso iniciaría con algo suave, en formar parte de un equipo. Las clases pasaron normalmente hasta que fuera momento de salida, Lincoln fue hasta la cancha de la escuela, en donde vio a sus compañeros quienes se unieron al equipo.

Entre los que estaban ahí se encontraba nada menos que Scott, el cual se le veía confiado con esa cara de niño ricachón. Recordó lo que Demian le contó, por lo que demostrará que no solo uno debe de llevarse la gloria, todos merecen ser reconocidos y llevarse parte del crédito.

_ Muy bien chicos, hoy comienza los entrenamientos en el equipo de fútbol. Antes que nada empecemos con un calentamiento, vayan y den cinco vueltas alrededor de la cancha, ahora.— ordenó el entrenador.

Los chicos hicieron caso e hicieron lo que les pidieron, comenzaron a trotar y dar cinco vueltas alrededor de la cancha. En eso Lincoln empezó a recordar de las veces en que ayudaba a Lynn con sus prácticas, en las cuales él se negaba rotundamente de hacer alguna actividad física. Aún recuerda la vez en que su madre le ordenó hacer ejercicios y buscaba la forma de salirse con la suya.

O de la vez que lo inscribieron al equipo de fútbol americano, en donde convenció a Lynn que tomara su lugar. Al final no salió como esperaba, y también de que recibió una paliza por parte de su equipo por anotar en su propio campo. Pero ahora todo será diferente, ya no más Lincoln holgazán, ahora mostrará su 100 por ciento, no pondrá ningún pretexto para no querer hacer un deporte. Y más que tiene conocimiento de como se juega varios deportes, todo gracias a Lynn.

Ya cuando terminaron de dar las vueltas hicieron otros tipos de ejercicios para calentar y estirar los músculos. Cómo sentadillas, saltos de tijera, flexiones de brazos, entre otros. Para cuando terminaron de calentar fue que el entrenador se dirige a ellos para hacer algo más.

_ Ya que hicieron los trabajo de calentamiento es momento de ver qué tan buenos son en este deporte. Quiero que formen dos equipos y que jueguen entre ustedes, yo escogeré quienes serán los capitanes de dichos equipos.

_ Los capitanes serán Scott y Lincoln. Ustedes dos escogerán a sus jugadores, así que comiencen y escojan.— decía los nombres de los capitanes.

Tanto Lincoln, como Scott escogieron a sus jugadores, ya una vez escogidos fue que comenzaron el juego. Lincoln jugaba de mediocampista en la banda izquierda, el albino mandaba pases a sus compañeros que estaban solo, en algunas ocasiones Lincoln tuvo que ir a recuperar el balón, y en otras se tuvo que ir a la delantera.

Pero fue que Lincoln notó algo en el equipo contrario, y eso era que Scott no hacía nada, absolutamente nada, no corría, no marcaba, nada. Vio que cuando un delantero llevaba el balón se lo mandaban al rubio. Quién nada más se encargaba de empujar el balón a la meta marcando así goles. Esto para Lincoln no tenía sentido alguno, de que la mayoría de las jugadas eran lo mismos, los chicos hacían todas las jugadas, creaban situaciones de peligro, corrían por las bandas, llegaban a la portería, y cuando uno piensa que ellos marcarían un golazo le pasan el balón a Scott quien no ayudó en nada.

Al terminar el juego quedaron en empate 4-4, el entrenador vio todo y evaluó quienes serían perfectos para ser parte del equipo cuando sea momento en un campeonato. Lincoln fue a las regaderas en donde se cambió a su ropa normal, vio a los chicos, quienes jugaron de maravilla, pero en eso llegó Scott para arruinar el ambiente con lo que diría.

_ Este juego me lucí como siempre, 4 goles para mi colección. Los veré mañana nenitas.— decía Scott con claro desinterés eso último.

Lincoln vio a sus compañeros, quienes nada más siguieron con lo suyo, el albino se dirige a ellos para que entren en razón y que no deberían dejarse pisotear por Scott.

_ Oigan chicos, no deberían dejarse pisotear de ese idiota. Todos ustedes jugaron bien y él no hizo nada, y así dice él que jugó cuando la realidad es que no.— habló Lincoln a sus compañeros.

_ Estás hablando de Scott amigo, no importa lo que hagamos, él no nos escucha, y le importa poco o nada lo que es mejor para el equipo. Mientras él sea la estrella es lo único que le importa.— respondía uno de los chicos.

_ Pues eso va a cambiar desde ahora, en el siguiente juego de entrenamiento ustedes van a jugar como es debido. Por qué de eso se trata  este deporte, de jugar en compañerismo, no individualmente.— les dijo Lincoln a sus compañeros.

Todos escucharon a Lincoln y decidieron en hacer lo que él dijo, de jugar en compañerismo y no solo para un patán que no hace nada. Al día siguiente en el segundo entrenamiento fue que nuevamente el entrenador les pidió que jugaran en equipo, donde de nueva cuenta Lincoln y Scott fueron los capitanes.

El juego transcurrió y todo marchaba bien, cada equipo iban al ataque para así abrir el marcador. El equipo de Scott iban al ataque, uno de los chicos llevaba el balón, a lo que se acercó peligrosamente al área rival. Fue entonces que Scott pediría pase para marcar gol.

_ Aquí estoy, pásamela para así pueda anotar.— pedía el pase Scott.

En lugar de eso el chico le mandó el balón a otro compañero que estaba desmarcado, a lo que ese chico mandó el balón al fondo de las redes. Por supuesto que esto molestó al rubio, tanto por no recibir el pase, como por no marcar el gol. Más tarde el juego había acabado, en donde el equipo de Scott ganó por un gol, en las duchas los chicos se estaban cambiando cuando de pronto apareció Scott.

_ ¡Grandísimos idiotas! ¿Cómo se les ocurre no mandarme el pase? ¡Es a mí a quien deben de mandar los balones y pueda marcar!— exclamó Scott enojado con los chicos.

Lincoln al ver eso se levantó y fue a encarar al rubio, no dejaría que ese ególatra se salga con la suya, le daba igual si es millonario o no, no permitiría que se saliera con la suya.

_ Tanto tú, como ellos tienen derecho a jugar y divertirse. No puedes hacerles eso, ellos jugaron bien por lo que aportaron en la cancha. Por lo que debes de ser más justo con ellos.— le dijo Lincoln al niñito mimado.

_ Mejor no te metas en esto anciano, ellos deben de saber que yo soy la estrella. Por lo que mejor hagan lo que les ordeno si es que quieren estar fuera del equipo.— amenazó el rubio a los chicos.

Scott se retiró de las regaderas dejando a los chicos solos, fue ahí que el mismo chico que habló con Lincoln el día anterior se dirige a él.

_ Te lo dijimos, a Scott le importa nada si uno quiere jugar entre todos y no para él. Será mejor que sigamos jugando para él y evitar problemas.— decía el chico a Lincoln.

_ Eso si que no, no permitamos que Scott haga esto, ustedes tienen más derecho que él para tener su momento de gloria. Por lo que no deben de tenerle miedo a él y sus amenazas.— dijo el albino a sus compañeros.

_ No sabes lo que realmente puede hacer Scott, él con solo decir lo que quiere se lo cumplen. Tal como pasó con un chico, al cual lo expulsaron solo por qué le estornudó accidentalmente.— contaba otro chico algo que hizo Scott.

_ Ustedes hagan lo que yo les digo, y no tengan miedo a eso, ya he lidiado con tipos así que se creen intocables. Ese oxigenado aprenderá y verá que la vida no es tan fácil como él cree.— exclamó el peliblanco a sus compañeros.

Pasado los días y todo en cuanto a Scott pareciera que no cambiaría, ya que en los entrenamientos cuando todos juegan el rubio se molesta cuando uno de sus compañeros no le manda pase, y cuando eso pasaba él los amena. Esto a Lincoln le era absurdo de como ese chico sea así de egoísta y a la vez de cabeza dura, le recordaba mucho a Lynn, cuando ella se lleva todo el crédito de todos los triunfos en los equipos que ella juega.

Vemos a Lincoln, quien en medio de los entrenamientos estaba practicando con el balón, decide en hacer algo. Vio a lo lejos la portería, a lo que pone el balón delante de él, toma un poco de carrera y patea el esférico. Vio como este tomó altura y entró al arco, uno de los compañeros de Lincoln lo vio y se asombró por ver esa demostración.

_ Vaya amigo, eso estuvo increíble.— halagó el chico a Lincoln.

_ Gracias, y de hecho no fue tan difícil, solo es de saber cuánta fuerza hay que pegarle al balón y calcular la velocidad con que la misma va.— dijo Lincoln dando cálculos de como pegarle.

_ Aún así no quita el hecho de que fue asombroso. Realmente eres bueno en el fútbol.— volvió a halagar el chico.

_ Aunque anteriormente los deportes no eran lo mío, no me considero el mejor, pero doy lo mejor de mí. Y eso es lo que importa, muchas gracias por los comentarios Hmmm….— trataba Lincoln de recordar el nombre del chico.

_ Owen, me llamo Owen.— dijo el chico su nombre.

_ Me llamo Lincoln, será mejor que sigamos practicando, no queramos que el entrenador nos vea sin hacer nada.— le dijo el albino a su compañero.

Siguieron con los entrenamientos hasta que fueron a las duchas, cuando todos se cambiaron fue que el entrenador se acercó a ellos para informarles de algo.

_ Chicos, me acaban de confirmar que se hará un torneo local en la ciudad con otras escuelas. Por lo que tenemos que prepararnos, el torneo arranca la semana que viene, eso era todo lo que tengo que decirle, los veo mañana.— dio el aviso el entrenador.

_ ¡Genial! Otro torneo en donde yo volveré a ser la estrella, y espero que ustedes hagan lo que les ordene. Adiós plebeyos.— se retiró el oxigenado del lugar.

Lincoln esperó a que Scott se fuera y se dirige a los chicos.

_  Ya que el pelo teñido se fue solo les diré esto chicos. Ustedes jueguen sin miedo, todos ustedes son el equipo, ustedes cargan con la responsabilidad de llevar al equipo a lo más alto, él ni las gracias les da a ustedes. Si yo fuera el no sería como él, dejaría que ustedes jueguen a su manera.

_ Así que será mejor empezar a trabajar, vamos a dar todo en este torneo, y todo mundo sabrán lo que ustedes valen, por lo que hagan esto y verán que no toda la vida van a jugar solo para uno. De Scott no me espero nada de que él pueda entender el significado de la palabra compañerismo. Vamos a jugar y ganar este torneo, como el equipo que somos.— dijo Lincoln esas palabras motivadoras a sus compañeros.

Los chicos vieron y escucharon lo que  Lincoln les había contado, ese discurso motivacional les ayudó mucho, jugarían este torneo como es debido, en equipo y no solo para uno. Lincoln se retiró de las duchas en donde los chicos se reunieron y seguido de eso fueron con el entrenador para decirle algo a él.

Al siguiente día todos ya estaban reunidos, los chicos esperaban la llegada del entrenador, el cual llegó y antes de que comenzaran con los entrenamientos daría un aviso a sus chicos.

_ Bien chicos, quisiera decirle algo a ustedes, en especial a ti, Scott. Quizás lo que te diré no te agrade, pero lo diré de todas formas. Para este torneo Lincoln será su capitán.— dio el aviso el entrenador.

Esto sorprendió tanto a Lincoln, como a Scott, pero de formas diferentes, el albino de que sería capitán en este torneo, y a Scott que lo relegaron de su puesto de capitán a alguien a quien no se lo merece. A lo que el rubio, enojado fue a encarar al entrenador.

_ ¡¿Cómo que el anciano será capitán en este torneo?! ¡Yo debería de serlo, he sido capitán por varios años y no permitiré que alguien tome ese puesto que no sea yo!— exclamó molesto Scott a su entrenador.

_ Lo siento Scott, pero todos tus compañeros me hablaron y ellos estuvieron de acuerdo en que Lincoln sea el capitán en este torneo. Dale una oportunidad para ver si él da la talla.— dijo el entrenador a su alumno.

Scott no estaba para nada contento de que fuera relegado de su puesto de capitán por un tipo cualquiera, y más viniendo de Lincoln. En parte del albino este estaba contento de que lo hayan escogido como capitán, se prometió a si mismo que hará un buen trabajo como capitán y que demostrará ser mejor que Scott.

Todos se pusieron a realizar trabajos de calentamiento para así estar preparados para el primer partido que disputarán en este torneo. Durante el entrenamiento Lincoln era muy participativo, ayudaba a sus compañeros en lo que fuera, todo esto mientras que Scott lo veía con una evidente aura de enojo y celos. Acabados los entrenamientos fue que todos fueron a las duchas, se cambiaron y Lincoln esperó a que Scott se fueran.

_ Chicos, no deberían de molestarse en convencer al entrenador de que me diera el gafete de capitán del equipo.— dijo Lincoln a sus compañeros.

_ Teníamos que hacerlo, estamos cansados de Scott, y nosotros estamos seguros que tú serás mejor capitán que Scott. Cómo sueles decirnos, lo importante es jugar en equipo y no para uno.— respondía Owen al peliblanco.

Esto alegró muchísimo a Lincoln, de que sus compañeros vean en él una imagen a seguir, de alguien que piensa en los demás antes que a uno mismo, algo único en el peliblanco, quien a diferencia de sus hermanas, las cuales solo piensan en si mismas antes que a alguien, como por ejemplo a la persona que tanto les ayudó por años y que nunca recibió un agradecimiento por parte de ellas.

Los días fueron pasando hasta que fue el día del primer partido, el juego se llevaría a cabo en la cancha de la escuela. El equipo entero se estaban preparando, se colocaron sus uniformes y listos para empezar con este juego, antes de que salieran de los vestidores Lincoln se dirige a ellos.

_ Bien chicos, este es el primer juego que tendremos. Solo les pediré que jueguen limpio, no se dejen provocar, cuando vean la oportunidad de marcar gol háganlo, y si están con marca manden pase al que esté libre. Ya es hora de salir al campo, andando equipo.— dijo esas palabras el peliblanco.

Así todos los chicos salieron contentos al terreno de juego, menos Scott por ya saben que. Al salir vieron a todos en las graderías, sus compañeros, sus maestros y varias personas más. Cada quien se colocó en sus posiciones y a la espera que el árbitro diera autorización de que empiece el juego. Dio a sonar su silbato el árbitro y arrancó el juego.

El equipo de casa dio el saque inicial, Lincoln corría al área rival en compañía de otros compañeros, al ser mediocampista podía tanto subir al ataque, como ir a defender. Los minutos fueron pasando, el marcador no se movía, llegado a los 29 minutos fue que se daría la primera jugada de gol a favor del equipo de Lincoln.

El albino llevaba el balón consigo, hizo uno que otro regate y se quitó las marcas, mandó un pase a profundidad, el cual un compañero suyo la pateó tal como vino metiéndolo al arco y dando así el 1-0 a favor de su equipo. Todos celebraron este primer gol, más que nada el chico, quien celebró con todo.

_ Muy bien chicos, así se juega, vuelvan a sus posiciones, que esto aún no acaba.— dijo el albino a sus compañeros.

Se reanudó el juego en donde el equipo rival fue al ataque a conseguir el empate. El juego era reñido, los jugadores iban de aquí para allá, todo esto mientras los minutos corrían. Llegado a los 45+2 se daría una equivocación en un mal despeje, el cual un defensa no consiguió deshacerse del esférico y este llegó a los pies de un jugador rival, quien sin vacilar la pateó en medio de un revoltijo de jugadores, bloqueando la vista al portero que solo vio como el balón entró a su portería.

Unos segundos después el juego finalizó su primer tiempo, a lo que los jugadores fueron a los vestidores a descansar y esperar al inicio del segundo tiempo. Lincoln se aproximó a sus compañeros para decirles algo.

_ Jugaron bien chico, me gustó como cada uno dieron todo en la cancha. Y sobre el mal despeje no te preocupes Joe, todo mundo comente un error. Por lo que descansen y hay que seguir con la táctica con la que empezamos.— decía el albino a sus chicos.

Pasaron los minutos y los chicos regresaron al juego. Empezó y todos le echarían más ganas para así poder ganar. Lincoln recibe pase a lo que se lo pasa a su compañero de al lado, siguieron corriendo en donde llegaron a la portería rival. Quién tenía el balón se lo devolvió a Lincoln, quien viendo que estaba despejado decidió patear el balón y así tratar de meter gol. Pateó el esférico lo más fuerte que pudo, vio como la pelota dio a un defensa, lo que provocó que el balón fuera a otra dirección, y para mala suerte del portero no pudo evitar que el balón entrara, dando así un autogol a favor del equipo de Lincoln.

_ Excelente chicos, sigan así, fue buena la elaboración de esa jugada.— halagó Lincoln el juego de sus compañeros.

Se reanudó el juego en donde el marcador no se movió, ambos equipos llegaban al área pero no se hicieron nada. Fue así hasta que el partido había acabado dando así la victoria del equipo del peliblanco en un 2-1. Los chicos fueron hasta las regaderas en donde ahí Lincoln iría a felicitar a sus muchachos.

_ Fue un buen partido chicos, demostraron un gran juego que poseen ustedes. Espero que sigan así  para los siguientes partidos que vengan.— decía Lincoln felicitando a sus jugadores.

Cada uno de los chicos se sentían halagados por las palabras que su capitán les dijo, aparte se sintieron bien al jugar en equipo y no solo para uno. En este caso Scott, el cual en todo el partido corría esperando a que recibiera pase, pero nunca los recibió, cosa que lo enojaba.


Un día después.

Luego de ese partido ha pasado un día, en donde en la escuela se hablaba de lo bien que jugaron todos y como ganaron. Se ve a Lincoln caminar por los pasillos acompañado de Demian, el cual estaba asombrado por ver y saber que Scott no será capitán del equipo en este torneo.

_ Cielos Lincoln, aún no me creo que en verdad seas el capitán del equipo y no Scott.— comentó Demian a su amigo.

_ Agradécele a los demás chicos, ellos lograron convencer al entrenador de que fuera el capitán para este torneo y no Scott. Y los resultados hablan por si mismo, espero que sigamos así para seguir avanzando.— dijo Lincoln a su amigo.

Todo en el equipo fue mejorando, pasando los días y el equipo seguía dando mucho en la cancha con Lincoln de capitán. En los siguientes encuentros tanto Lincoln, como sus compañeros fueron la maravilla y la sensación, a los equipos que fueron enfrentando les ganaron por un marcador más que aceptable.

Aunque de una cosa que no sabía Lincoln, es que Scott tenía algo planeado entre manos, y solo esperaba hacer su jugada cuando fuera el momento. El equipo del peliblanco había ya ganado a otra escuela, logrando así llegar a la final. El equipo entero estaba festejando de que jugarían la final, tanto esfuerzo se vería reflejado en el premio que ganarían, los chicos estaban en las duchas cambiándose para así prepararse en estos días para así disputar dicho encuentro.

Lincoln se estaba cambiando cuando de pronto vio que el entrenador se acercaba a él, una cosa que no notó Lincoln es que el entrenador tenía una mirada no tan agradable, como si algo le molestara. El hombre se acercó al albino, quien, alegre se dirige a él.

_ Hola entrenador, ¿Está contento de que vamos a jugar la final? Esto va a ser emocionante.— preguntaba Lincoln a su entrenador.

_ Lincoln… tengo que hablar de algo contigo.— dijo seriamente el entrenador.

Esto al peliblanco no le agradaba, sentía que algo no andaba bien, y lo que le diría su entrenador lo dejaría claro.

_ ¿De que quiere hablar conmigo, entrenador?— preguntaba Lincoln esperándose lo peor.

_ Para este partido de final… iniciarás en la banca… y tampoco serás el capitán para ese encuentro.— dijo lo que tenía que el entrenador.

Lincoln no sabía que decir, sinceramente se esperaba otra cosa, que lo cambiarían de lugar, o que saldría de cambio por otro compañero, ¿Pero esto? ¿Quitarle el puesto de capitán y que comenzará en la banca? Esto debía de ser una broma de mal gusto.

_ Pero entrenador no puede hacer esto, estando yo al mando hemos logrado mucho. Pudimos avanzar a la final, déjeme seguir al mando en este partido, y le prometo que haré un gran trabajo para ganar la final.— pedía Lincoln que no le hicieran eso.

_ Lo siento muchacho, fue una decisión difícil para mí. Realmente lo siento hijo.— dijo el entrenador con mucho pesar.

Dicho eso el hombre se retira de ahí dejando a Lincoln solo, pensativo y algo triste, de que posiblemente no juegue la final. Se hacía muchas preguntas del por qué el entrenador no quiere ponerlo de titular, en cuanto a rendimiento Lincoln daba todo de si, incluso llegó a anotar uno que otro gol. Terminó de cambiarse y decidió irse a su departamento.

Cuando pasaba por el estacionamiento de la escuela fue que escuchó unas voces que le fueron conocidas. Se acercó lentamente y evitando ser escuchado fue hasta el origen de esas voces. Y lo que vio lo dejó perplejo, se trataba de Scott, quien estaba acompañado de nada menos que el entrenador.

_ Bien hecho entrenador, hizo un buen trabajo. Aquí tiene lo que acordamos.— decía Scott dándole dinero al entrenador.

_ No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto. Lincoln es un buen jugador y su presencia en la cancha hará falta.— dijo disgustado el entrenador.

_ ¿Sabe que puedo hacer que lo despidan de la escuela? Sino quiere eso haga lo que le ordeno. No permitiré que ese anciano me quite lo que a mí me pertenece por derecho, y me alegra que ese renacuajo no jugará la final y yo seré la estrella. Nos vemos viejo.— dijo Scott yéndose de ahí.

Lincoln había visto y escuchado lo que presenció hace unos momentos, ahora todo tenía sentido, del por qué el entrenador le dijo que empezará en la banca y que no sería el capitán, sino que sería Scott quien lo será. El albino estaba molesto, no, furioso. Demian le había advertido de que Scott puede hacer lo que quisiera solo por qué si, por el simple hecho de ser millonario.

_ Desgraciado, crees que el dinero te dará poder en la vida. Solo espera, el karma llega a quienes más se lo busca. Y aparte que desde ahora estaré un paso delante de ti Scott, ya lo verás.— se dijo a si mismo el peliblanco.

Dia de la final.

Había llegado el día del encuentro entre el equipo de nuestro albino, quien no jugará de titular, contra otro equipo de otra preparatoria. El equipo, quien será comandado por Scott ya estaban preparados, no hace falta decir que todos estaban disgustados por la decisión del entrenador, pero poco podían hacer ahora, ya había tomado su decisión.

Ambos equipos fueron a la cancha, en donde Lincoln estaba entre los suplentes, quienes algunos estarán calentando por si llegase a necesitar un cambio. En el lugar habían bastante personas, quienes querían ver jugar a ambos equipos. Demian veía que su amigo estaba en la banca, él también estaba enojado por lo que su amigo le contó.

_ Bien chicos, hagan lo que les ordene, me pasan el balón solo a mí y yo meto los goles. Tan fácil y sencillo que ustedes puedan entender.— daba las indicaciones Scott a su equipo.

Los compañeros del rubio no estaban para nada emocionados pese a jugar la final, estaban descontentos por el hecho de que Lincoln no estaría de capitán y de titular en el juego. Minutos después el encuentro había comenzado, ambos equipos fueron al ataque para así dar el primer batacazo. Las acciones de juego fueron muy calmadas en los primeros minutos, pero luego la intensidad fue creciendo cuándo ambos equipos entraban al área.

En el equipo comandado por Scott, vemos al ya mencionado, quien corría para así poder chutar un gol, se metió por las bandas en donde, en una jugada de peligro pidió el balón, a lo que pateó el esférico el cual entró a la portería. Scott fue a celebrarlo a todo pulmón su primera anotación, en cambio sus compañeros nada más fueron para no quedar mal.

_ “Infeliz, mírenlo. Se cree Messi o Cristiano Ronaldo, cuando la realidad solo es un payaso que cree que está en el circo”— pensaba Lincoln de su compañero Scott.

Se reanudó el encuentro en donde el equipo rival fue al ataque, ambos equipos trataban con todo lo que tenían en evitar goles en sus porterías y también para ir a meter goles. Para cuando estaban en el minuto 30 se dio una jugada en donde un jugador del equipo de Scott tocó el balón con la mano en el área, lo que provocó que diera como penal. Hubo algunas protestas pero ya el árbitro dio su veredicto.

El equipo contrario logró conseguir el empate por medio de la vía penal, cada uno de los jugadores fueron a celebrar, en cambio Scott se dirige a una cuantos compañeros suyos.

_ Miren lo que hicieron bolas de imbéciles. Para la próxima no hagan estupideces como esa, arruinarán todo y no podré ser la estrella  del partido.— regañaba Scott a sus compañeros.

Continuando con las acciones de juego luego de ese empate no hubo nada más que resaltar, acabado el primer tiempo ambos equipos fueron a descansar y a esperar a que se reanuda el juego. Scott se dirige a sus compañeros para así reprenderlos del error que habían cometido lo que provocó el empate momentáneo.

_ ¡Grandísimos idiotas! ¿Así quieren que ganemos, regalando goles para los rivales? Solo les advierto, no más fallos, si por su culpa perdemos esta final lo van a pagar caro.— reprochaba y amenazaba Scott a sus compañeros.

Ninguno quería decir nada, ya saben ya que saben lo que Scott puede llegar a hacer, Lincoln vio y escuchó y aún le costaba trabajo procesar de lo realmente asqueroso que era ese tipo. Necesita ayuda, pero ayuda profesional y un buen golpe de realidad y que deje de vivir en esa fantasía que lo tiene prisionero.

Ya había terminado el descanso por lo que ambos equipos regresaron al terreno de juego. Iniciado los otros 45 minutos los dos equipos irían a atacar y así meterse en el juego. En el transcurso de los minutos los dos equipos seguían atacando, iban de ida y vuelta, pareciendo que ninguno quiere darle chance al otro, pero llegado a los 50 minutos de haber comenzado se daría otra jugada de gol a favor del equipo de Scott.

Un compañero mandó un pase filtrado, el cual fue rechazado por un defensa, pero recuperado al instante por otro jugador del oxigenado, quien mandó el balón a dónde estaba Scott, quien logró engañar las marcas rivales y colarse para así tomar el balón y meterlo al fondo de la portería, dando así el 2-1. Scott fue a celebrarlo a los cuatro vientos.

_ “Claro, como él hace todo el juego se merece celebrar así. Grandísimo tonto”— volvía a pensar Lincoln.

_ “Como odio a ese cretino, ojalá que él y su familia se vayan a la quiebra y que queden en la calle. Cuando eso pase me voy a reír hasta el cansancio”— pensaba ahora Demian sobre Scott.

El partido continuó en donde la gente estaban expectante de lo que veían. Los jugadores del equipo contrario no se rendirían fácilmente, fueron al ataque en donde llegaría el gol de empate por parte de ellos. En un contramano en donde vieron distraídos a la defensa de parte del oxigenado, a lo que el portero tuvo que hacer lo que más podía para evitar que su marco fuera nuevamente goleado, pero no lo consiguió.

El equipo contrario anotó el empate 2-2, cosa que esto molestó internamente a Scott, ya vería más tarde cuando los encare por cometer nuevamente otro fallo.

Las acciones de juego continuaron, ambos lados luchaban por meter el gol de desempate. Todo seguía muy apretado, ambos equipos no querían soltar, y no lo harían. Pero llegado a un punto pasaría algo que se esperaba.

En un contragolpe el equipo de Scott fueron al ataque, un compañero de él le mandó el balón, cuando estaba por ingresar al área e intentar golear, fue derribado por un defensa, quien se le fue en una barrida que no solo le quitó el balón, sino que lo dejó en el suelo. Scott se le notaba una mueca de dolor, producto del encontronazo con ese defensa, los compañeros del rubio se acercaron para ver cómo estaba.

_ Mal… dito, eso dolió.— se quejaba Scott de la entrada que recibió.

El árbitro vio la jugada y no dudó en sacarle tarjeta roja directa por la entrada a Scott. El árbitro se acercó al rubio para ver si podía seguir jugando.

_ ¿Te encuentras bien, puedes seguir jugando?— preguntó el árbitro a Scott.

_ Si… puedo seguir jugando… solo fue un golpecito nada más.— respondía el oxigenado.

Cuando Scott trató de levantarse fue que terminó en el suelo y puso una mueca de dolor. Esto dejó más que evidente de que no podía seguir jugando, por lo que debería de hacer cambio por él.

_ No parece que puedas seguir jugando, será mejor que alguien entre en tu lugar.— dijo el árbitro a Scott.

El rubio no quería salir, quería seguir en el terreno de juego, pero no podía mientras tuviera esa lesión. Por lo que, aguantando las ganas de gritar y mandar al diablo a todos, salió de la cancha siendo atendido por sus compañeros, el entrenador decidió mandar a alguien que suplante a Scott. Y sabía a quién debería mandar.

_ Bien Lincoln, tú vas a entrar en lugar de Scott y serás el capitán. Así que prepárate.— dijo el entrenador a su alumno.

Lincoln se alegró por saber que entraría a jugar y tomaría el lugar de Scott. Por lo que se puso a calentar un poco y así saltar al terreno de juego. Scott por su lado se quitó el gafete de capitán y lo arrojó al suelo con mucha molestia. En las gradas se podía ver a Demian, quien estaba contento de que al rubio lo hayan lesionado.

_ “¡Tómala puto! Eso te pasa por ser un egoísta y un malagradecido. Disfruta de una cucharada de tu propia medicina”— pensó Demian celebrando de ese chistoso infortunio.

Ya cuando Lincoln estaba preparado fue que se hizo el cambio de Scott por Lincoln, además de aprovechar de hacer dos cambios más. En el terreno de juego un compañero le dio el gafete de capitán que Scott tiró, Lincoln se lo puso y seguido de eso se dirige a sus compañeros.

_ Bien chicos, ya saben que deben de hacer, jueguen para el equipo, todos merecemos divertirnos, eso es lo que importa.— dijo a sus amigos y compañeros.

Se reanudó el juego en donde Lincoln participaba en varias ocasiones de ataque, mandaba pases y creaba jugadas peligrosas. Ya unos cinco minutos después de haber entrado se daría otra ocasión de falta, pero esta vez fuera del área, a lo que se haría un tiro libre, y quien se encargaría de ejecutarlo sería el propio Lincoln.

Lincoln miró por dónde pondría el balón, calculó cuánta fuerza le pondría, la velocidad del viento y elevarla lo suficiente como para evitar que un defensa la desvíe. Ya colocada la barrera y que el árbitro diera la autorización fue que Lincoln patearía el balón, el cual pasó por encima de la barrera, y que fue al ángulo inalcanzable para el portero, todos celebraron el 3-2 a favor del equipo de Lincoln.

_ Bien chicos, vuelvan a sus lugares, el partido aún no acaba.— dijo Lincoln a sus amigos.

Tras ese maravilloso gol, el cual, se parece a varios goles que el astro Argentino Lionel Messi suele hacer de tiro libre. Esto claro Lincoln lo aprendió cuando entrenaba con Lynn, en donde ella practicaba sus tiros libres, siguieron el juego en donde pasando los minutos llegaría el empate del equipo rival, el cual en un enredo entre jugadores uno de los rivales pateó el balón lo que dio el 3-3.

_ Aún no se desanimen chicos, el juego aún no acaba cuando se da el silbatazo final. Sigamos jugando.— decía Lincoln a sus compañeros.

Siguieron con el juego en donde no se hicieron más daño que antes, tanto Lincoln y sus compañeros, como el equipo rival no dejaban pasar a nadie, estaban bien parados lo que imposibilita la llegada de jugadores al área rival. Ya estaban jugando el tiempo extra, si seguían así ambos equipos irían a un alargue de 120 minutos, y si no hay desempate ahí, irían a penales.

Cuando ya todo parecía que irían al tiempo suplementario fue que llegaría el milagro. Lincoln se había filtrado al área rival, lo que hizo que un defensor en un intento trató de quitarle el balón a Lincoln, lo que terminó haciendo fue provocar una falta penal, el cual fue bien sancionada. Quién sería el responsable de ejecutar el penal sería el propio Lincoln.

_ Sé que lo harás amigo, confiamos en ti en esto.— le dedicó Owen esas palabras a Lincoln.

El peliblanco se relajó y mantuvo la mente fría, no pensó en otra cosa que no fuera el balón dentro de la portería. Lincoln estaba frente a la pelota, pensando en por qué estaba jugando fútbol en primer lugar, pensó en hacerle entender a Scott que él no es la estrella de nada, para darle un título a la escuela, y más principal aún, era de dejarle claro a sus hermanas que él es del talento y no ellas.

Con ese pensamiento fijo en su mente fue que Lincoln pateó el balón con suma fuerza y colocándolo en donde el portero no podía alcanzarla jamás. Todos vieron como el balón entraba y el portero dio una volada espectacular, que no fue suficiente y que solo sirvió para posar para una foto. El equipo entero fueron a celebrar con Lincoln, quien estaba feliz de haber anotado.

Se reanuda el juego en donde pasaron pocos minutos hasta que el árbitro dio el pitazo final, en donde el equipo de Lincoln fue el merecido ganador en un partido reñido que terminó en un 4-3. Todos fueron a celebrar, menos Scott, quien estaba molesto de que Lincoln fue el salvador quien le dio el título a la institución.

Al recibir el trofeo fue el mismo Lincoln quien lo levantó a todos los presentes, en las gradas Demian estaba celebrando de que su amigo logró darle la victoria a su equipo. En la mente de Lincoln llegaba un sinfín de pensamientos, este era el primer premio que ganaba con su propio esfuerzo, no como el trofeo que obtuvo de sus hermanas, el cual se lo dieron por lástima.

_ “El primero de muchos trofeos, solo esperen hermanas, que muy pronto las voy a destronar. Y las veré pedirme perdón por todo lo que me hicieron y de todo que nunca me agradecieron. Esto apenas comienza”— pensaba Lincoln de la emoción que sentía.

Este había sido un gran torneo, el cual Lincoln pudo destacar y conseguir un título no solo para él, sino para su institución, algo que lo ponía contento. Aunque de lo que no sabe nuestro protagonista peliblanco, es que esto también sería el comienzo de una fuerte rivalidad, de cierta persona que hará todo lo posible para hundir a Lincoln, sea cual sea el método necesario, lo conseguirá.

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Hola amigos, ¿Como están? Espero que bien.

Aquí el cuarto capítulo, ya vamos poco a poco, si sigo así ya dentro de poco tiempo ya tendré todos los capítulos subidos en donde había quedado esta historia. Por lo que espero que la disfruten nuevamente, ya que además de resubirlos, les corrijo unos cuantos detallitos que dejé pasar.

Sin nada más que decir los dejo con mis angelitos para que despidan el capítulo.


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