Capítulo 3
Es el inicio de un nuevo día, y en la ciudad de Detroit vemos que todo mundo se están preparando para comenzar con pie derecho este día. Vayamos con nuestro protagonista albino, quien estaba durmiendo en su cama de habitación, Lincoln dormía muy tranquilamente, pero esa tranquilidad se vería interrumpida por el sonido del despertador del celular de Lincoln.
Lincoln apagó la alarma de su dispositivo móvil, vio la hora y pudo notar que eran las 6:30 AM, a lo que se levanta de la cama para comenzar bien este día, el cual es su primer día en la preparatoria. Se levantó y fue directo al baño, ya ahí se dispone a quitarse la pijama y se metió en la regadera. Mientras se bañaba notó que debía de ir a comprar algunos productos, ya que no tenía shampoo y pasta dental.
Salió del baño y fue a la habitación y se puso su ropa que utilizaría en todo el día. Para cuando terminó de cambiarse fue a buscar su mochila, se aseguró primero que no le faltara nada, vio que todo estaba en su sitio y bien ordenado, a lo que se dispone a irse a su centro educativo. Sale de la habitación cerrando la puerta con llave, bajó las escaleras en donde vio al señor Adam.
_ Buenos días señor Adam.— saludaba Lincoln al dueño del edificio.
_ Buenos días a ti también Lincoln, ¿Listo para tu primer día de escuela?— preguntaba el hombre a Lincoln.
_ Lo estoy más que nunca, este año me prometí a mí mismo que me destacaría no solo en mis estudios, sino que también me quiero destacar en otras cosas más (y demostrarle a mi familia que no soy un inútil)— decía Lincoln pensando eso último.
_ Estoy seguro que podrás sobresalir, veo en ti un joven con un futuro prometedor. Mejor no te hago perder tiempo, yo iré a hacer algunas cosas para este día, adiós muchacho.— dijo el señor Adam a Lincoln.
_ Está bien, lo veré luego señor Adam.— dijo Lincoln al señor.
Sin perder un solo segundo salió del edificio y partió con rumbo a su centro educativo. Vio la hora en su celular y notó que no tendría tiempo para ir a la cafetería que fue el día anterior. Por lo que fue a una tienda y se compró una barra de granola.
_ No es el mejor desayuno que pueda comer uno, pero es lo mejor que hay. Tendré que comprar provisiones para así hacerme mi propio desayuno.— dijo para si mismo el peliblanco.
Se comió la barra de granola a la vez que continuaba con su camino hasta su centro educativo.
Mientras tanto.
Dejemos a Lincoln por unos momentos y vayamos a otro lugar. Nos dirigimos a una casa la cual es de dos pisos, de color gris con bordes de las ventanas pintadas de blanco, en el interior de esa morada se encontraba una familia de cuatro integrantes, los padres de familia y sus dos hijos.
En una de las habitación de esa casa se encontraba durmiendo una bella joven de cabello castaño de unos 17 años aproximadamente. La chica estaba durmiendo como si fuera la bella durmiente, pero su sueño se vería interrumpido por el sonido incesante de su despertador, a lo que la chica, con mucha flojera y sin ganas de levantarse, apagó su despertador.
La joven castaña quería seguir durmiendo, pero lamentablemente debía de levantarse, ya que hoy era su primer día en la preparatoria, bajó de la cama en donde se podía ver qué la joven usaba de pijama un camisón manga larga de color morado claro. La chica dio un bostezo a la vez que estiraba sus brazos para quitarse el sueño que aún cargaba.
Una vez que terminó tomó su toalla y fue directo al baño, salió de su habitación y fue al baño, notó que nadie había entrado, a lo que aprovechó para darse una buena ducha con agua caliente. Se quitó su pijama quedando desnuda, se metió a la tina y de ahí se dio un buen baño para comenzar bien este día.
Se tomó su tiempo en asear su bello cuerpo, unos 10 minutos pasaron en donde la joven terminó, se puso su toalla cubriendo su cuerpo, salió del baño en donde ahí mismo aparecía un joven, el cual era menor que la chica castaña, unos dos años menor. Cabello negro y tenía una mirada para nada agradable, el chico entró al baño sin decir nada, cosa que la chica lo dejó pasar.
Entró a su habitación y lo primero que hizo fue quitarse la toalla dejando nuevamente su cuerpo al descubierto, fue a dónde estaba una silla y ahí estaba su ropa doblada y lista para que ella se la ponga. Se puso su ropa interior, la cual eran de color negro, seguido de eso se puso una falda de color negra, junto a ello una blusa de rayas moradas y blancas horizontales que dejaban descubierto sus hombros. Luego se pone unas medias moradas para seguido ponerse unas botas de color marrón, y por último se puso unos aretes de color rojos.
Ya lista fue que sale nuevamente de su habitación en donde fue a la cocina, vio a sus padres, los cuales su madre estaba preparando el desayuno, mientras que su padre leía el periódico. La joven al ver a sus padres fue que los saludó a ambos.
_ Buenos días, mamá y papá.— saludó la chica a sus padres.
_ Buenos días Dana, ¿Cómo amaneciste?— saludó la mujer a su hija.
_ Desperté muy bien, ya estoy lista para comenzar este primer día de escuela.— respondía la chica llamada Dana.
_ Nos alegra oír eso, ¿Viste si tu hermano ya despertó?— preguntaba ahora el padre.
_ Lo vi que entró al baño cuando yo terminé de bañarme. Creo que debe de estar preparándose para hoy.— contestaba Dana.
_ Espero que se esté preparando, sino yo mismo iré a despertarlo. Por ahora toma asiento mientras tu madre termina de preparar el desayuno.— dijo el padre a su hija.
Dana hizo caso a su padre y se sentó para acompañarlo hasta que el desayuno esté listo. Minutos pasaron en donde se puede ver qué alguien llegaba, era nada menos que el chico pelinegro de hace unos momentos, el cual llevaba puesto una sudadera color negra y unos jeans azul.
_ Buenos días Dylan.— saludaba el padre a su hijo.
_ Hola.— dijo así sin más el chico.
_ Buenos días hermanito, ¿Estás preparado para tu primer día de escuela?— preguntaba Dana a su hermano menor.
_ Vieras que lo estoy, estoy tan feliz que voy a explotar.— respondía con sarcasmo Dylan.
Dana solo veía a su hermano, el cual tenía una cara de pocos amigos, pero aún así lo quería, fue ahí que la madre había terminado de preparar el desayuno, a lo que todos tomaron sus platos para así comenzar a comer. Mientras comían Dana se hacía muchas ideas de lo que le espera para este año, lo principal era poder pasar de año y así ir a la universidad que está ahí en la ciudad, quería destacar y ser una alumna destacada.
Cuando terminaron de desayunar fue que la familia entera se prepararon para irse. Los padres tomaron sus cosas y fueron al auto, en cambio Dana y su hermano Dylan fueron por sus mochilas, ya en sus hombros fue que se subieron al vehículo y de ahí el padre partió para ir a dejar a sus hijos en sus centros educativos. Primero dejaron a la hija mayor a la preparatoria.
_ Adiós familia, los veré más tarde en casa.— se despedía Dana de sus padres y su hermano.
_ Adiós hija, que te vaya bien en tu primer día.— dijo la madre a la castaña.
Así Dana caminó hasta el interior del inmueble, veía como varios alumnos llegaban a la institución, algunos con sus padres, otros en bicicleta, y algunos en sus propios autos. La castaña siguió caminando mirando en donde estaba el salón en donde estaría este año. Estuvo caminando hasta que había llegado. Entró y vio algunos chicos, los cuales serían sus compañeros, algunos los reconoció y otros no.
No fue hasta que vio a alguien a quien le alegró muchísimo ver. Se acercó hasta poder darle un fuerte abrazo.
_ ¡Karen, que bueno que estemos en el mismo salón!— dijo Dana abrazando a su amiga.
_ ¡Igualmente chica, es increíble que estemos aquí ambas!— contestaba la chica de nombre Karen.
La susodicha Karen, es una chica de cabello castaño claro atado en una cola de caballo, pecas en sus mejillas, camisa de color rosa u dibujo de un panda, pantalón negro y zapatillas negras, además de tener un collar con un colgante de un delfín.
_ Me alegra que estemos otro año más juntas. Por un momento creí que no estarías conmigo este año.— dijo Dana a su amiga.
_ Déjame decirte que mis padres estaban por inscribirme en otra escuela, pero les pedí que me inscribieran en esta. En ningún otro lugar sería igual sin mi mejor amiga.— dijo Karen a Dana.
Ambas chicas estuvieron así en donde platicaron de lo que hicieron durante las fiestas de Navidad y fin de año y otros temas a tocar, más que nada de lo que les pueden ocurrir en este año de clase.
Con Lincoln, momentos antes.
Regresando con Lincoln, vemos al peliblanco quien había llegado a la preparatoria, vio como algunos llegaban, unos en taxis, otros con sus padres, incluso vio como unos pocos venían en autos propios. Al ver eso Lincoln pensaba que debería de conseguir su propio auto, ya sabe manejar, eso gracias a ese simulador de videojuegos que jugaba de pequeño, y en donde aprendió a manejar un auto real fue con Vanzilla.
_ Antes de ir al salón daré un recorrido por el lugar. No me dio chance de ver más de aquí.— dijo Lincoln mirando la escuela.
Entró y caminó por los pasillos mirando el entorno, vio como algunos se les quedaban mirando, ya era algo de todos los días que se le queden mirando. Vio unos folletos en donde le mostraba todo el inmueble, a lo que se guió con el folleto, vio donde quedaba todo, la cafetería, el gimnasio, la biblioteca, el comedor, los baños, todo.
_ Bien, ya miré lo suficiente para así no perderme buscando cada lugar. Y aún tengo tiempo para mirar un poco más, veré qué miro por ahí.— decía el peliblanco.
Caminó en donde leía algunas cosas detrás del folleto, no miraba por dónde iba, estaba distraído que no vio que alguien caminaba por dónde él iba. Se puede ver a un chico de cabello rubio, el cual estaba mirando algunas cosas en su celular, ignoraba todo a su alrededor, tenía su vista pegada a la pantalla de su celular, fue en eso que ese chico y Lincoln chocan provocando que ambos cayeran al suelo.
_ Auch, ¡Fíjate por dónde vas grandísimo imbécil!— exclamó el chico rubio a Lincoln.
_ Perdón, iba distraído. Aunque también tú lo estabas, no mirabas por dónde ibas.— se defendía el albino.
El rubio se sorprendió al ver a Lincoln, claramente esto debido a su cabello, no siguió pensando en eso y se dirige al peliblanco.
_ Como sea, vale más que mi celular no le pasó nada, de ser así lo hubieras pagado caro. Espero no toparme otra vez contigo.— dijo el oxigenado y se fue de ahí.
Lincoln se levantó del suelo y se sacudió la ropa, no le agradó para nada la actitud de ese chico, era muy irrespetuoso, engreído, y también de que es arrogante, aparte que él tuvo parte de la culpa. No siguió pensando y notó que era momento de ingresar al salón, por lo que caminó hasta que escuchó que el timbre sonó.
Los alumnos llegaban y toman sus asientos, Lincoln veía a sus compañeros, cada vez llegaban más, incluso vio que el chico con el que chocó entraba, esto no le gustó para nada, de que sería compañero de ese tipo. Para cuando ya todos habían entrado fue que apareció el maestro que se encargaría de impartir las clases durante todo el año.
_ Buenos días alumnos, yo seré su profesor este año. Déjenme presentarme, me llamo Rubén Moira, y antes de empezar las clases quisiera que todo mundo se presente, para que así se conozcan.— dijo el profesor presentándose.
Así fue cada alumno se fue levantando de sus asientos en donde dijeron sus nombres para que así pudieran conocerse. Fue así en donde le tocaba el turno a Lincoln y Dana.
_ Me llamo Dana Miller, espero llevarme bien con ustedes.— decía Dana presentándose.
_ Me llamo Lincoln Loud, y también quisiera llevarme bien con ustedes.— dijo ahora Lincoln.
Al momento en que Lincoln se presentó fue que el chico rubio con el que Lincoln se topó momentos atrás fue que diría un comentario sin importar que alguien lo escuche.
_ Como que ahora dejan estudiar aquí a los ancianos, ¿O será que se equivocó y cree que esto es un asilo?— dijo el chico burlándose.
Algunos alumnos escucharon eso y comenzaron a reír, esto claramente a Lincoln no le había gustado, una cosa es que todo mundo comenten cosas sobre su cabello, pero otra es que digan cosas haciéndolas pasar por chistes. Le gustaría que se lo dijeran en la cara y no a sus espaldas.
_ Bueno, bueno, ya dejen las bromas para después. Es momento de empezar las clases.— dijo el maestro calmando las aguas.
Dicho eso todos obedecieron e hicieron caso al maestro, durante dos horas Lincoln prestaba atención a lo que decía el docente. Durante ese tiempo fue que el albino sabía que las cosas en este año no serían nada fáciles teniendo a ese tipo rubio molestándolo, aunque ya tenía experiencia tratando con tipos así. Las primeras horas de clase terminaron y fue momento del recreo.
Lincoln salió al igual que el resto de sus compañeros. Fue a la cafetería en donde compraría su almuerzo, tomó la bandeja y de ahí fue a una mesa, vio que algunas estaban ocupadas con jóvenes quienes eran claro que se conocían, a lo que el peliblanco le tocó ir a una mesa apartada y que no había nadie. Se sentó y comenzó a comer su comida, en eso alguien apareció a la mesa en donde estaba Lincoln.
_ Hola, ¿Estás esperando a alguien? Solo pregunto para no molestar.— decía un chico a Lincoln.
_ Descuida, estoy solo comiendo. Adelante puedes sentarse, de todos modos no soy dueño de esta mesa.— dejó Lincoln que le acompañen.
_ Muchas gracias amigo.— agradeció el chico.
El chico se sentó en la mesa haciéndole compañía a Lincoln, mientras Lincoln vio al chico que le estaba acompañando, era un chico un poco gordo, no tanto pero se le notaba su gordura, cabello negro, se le empezaba a notar el vello facial, usaba una camisa blanca con rayas azules, pantalón jean y un chaleco color gris. Lincoln al verlo recordó que lo había visto en su salón de clase.
_ ¿Tú estás en el salón de clase del profesor Rubén?— le preguntó Lincoln al chico.
_ Si, me llamo Demian, Demian Dempsyn, ¿Y tú te llamas Lincoln, cierto?— respondía y preguntaba el chico llamado Demian.
_ Ese soy yo, nadie más se llama así más que yo.— contestaba Lincoln.
_ Es sorprendente ver a alguien así con el cabello blanco así como el tuyo. Bueno, he visto otros pero ellos lo tienen teñido, ¿El tuyo es teñido?— decía Demian al peliblanco.
_ No, mi cabello es natural, y si te preguntas el como es posible, es por mi abuelo por parte de mi madre, él en su juventud era igual a mí.— respondía Lincoln sobre el tema de su cabello.
_ Cool, ¿Y no te molesta que todos se te queden mirando?— volvió a preguntar Demian.
_ Ya estoy acostumbrado, he lidiado esto toda mi vida, ya nada puede molestarme.— contestaba Lincoln.
_ ¿Y no te molestó lo que dijo Scott sobre ti?— dijo el gordito.
_ ¿Así se llama ese patán? La verdad si me molestó, pero no soy tan estúpido para seguirle su jueguito. Si fuese hombre me lo hubiera dicho a la cara y no a mis espaldas.— dijo el Loud albino.
_ Así es Scott, él es el típico chico popular, el que cree que el mundo le pertenece, que puede mandar a quien sea, y todo eso debido a que su familia es millonaria.— contaba Demian sobre el chico Scott.
_ Tranquilo amigo, ya me he encontrado con chicos así como él, lo mejor que podemos hacer los dos es no toparnos con él y así evitamos los problemas.— decía Lincoln a su compañero.
_ Si tú lo dices, mejor terminemos con nuestro almuerzo ya se acaba el recreo.— dijo Demian a Lincoln.
Dejaron de hablar y fue que Lincoln estuvo pensando en lo que Demian le había dicho sobre el tipo Scott, de que es el chico que cree que por ser millonario puede hacer lo que se le antoje. Por lo que debería de mantenerse al margen por si intenta hacerle algo, y esto que acaba de pasar al inicio de la clase era un comienzo, ya se esperaba lo que puede venir más adelante.
Con Dana.
Dejando a Lincoln y a Demian vayamos con la castaña, Dana estaba con su amiga Karen. Ambas amigas estaban comiendo a su vez que estaban platicando de lo que han visto en las primeras horas de este primer día de escuela.
_ Este primer día ha comenzado un poco normal, aunque me lo imaginaba un poco más caótico como el año pasado.— dijo Karen a Dana.
_ No me lo recuerdes, ese Scott y sus amplificadores, por poco y casi pierdo el sentido de la audición. Menos mal que no hizo algo parecido.— decía Dana un poco descontenta por ese recuerdo.
_ Y hablando de Scott, ¿Ya ha dejado de insistir que salgas con él?— volvió a preguntar Karen.
_ El tipo sigue y sigue, como que ya comenzaré a aprender a hablar otro idioma, por qué ese idiota no sabe español. Se lo he dicho muchas veces que no quiero nada con él y jamás pasará.— respondía Dana sobre el tema de Scott.
_ Ojalá que lo entienda. Dejando eso de lado, ¿Qué te parecieron los nuevos compañeros que tendremos este año?— decía Karen preguntando a Dana.
_ Pues, me alegra que estuvieran este año Miriam, Chester, Mabel, y Cindy. Y ya lo demás me esperaba que no estuvieran este año.— comentaba la castaña.
_ ¿Y que hay de ese chico de cabello blanco? ¿Cuál es su nombre? Lincoln.— ahora preguntó Karen sobre Lincoln.
_ La verdad cuando lo vi me sorprendió ver a alguien con el cabello así, no sé si quiere hacer un Cosplay o quiere parecerse a un personaje de anime.— contestaba Dana sobre Lincoln.
_ Aunque me pareció un poco lindo, no le queda nada mal con el cabello así.— dijo la castaña clara.
_ A ti todo chico que ves te parece lindo, pero si, le queda bien con el cabello así. Espero que podamos llevarnos bien con él.— dijo Dana a su amiga.
Estuvieron así en donde el recreo había acabado, a lo que Lincoln, como Dana tuvieron que regresar a clase. Durante las siguientes horas todo transcurrió con total normalidad, aunque Lincoln estaba a la defensiva, si Demian le contó que Scott hace lo que se le da la regalada gana, entonces eso es motivo para así evadirlo lo más que pueda.
Más tarde.
Las clases habían acabado, a lo que todos los jóvenes salieron de sus salones. Vemos cómo Lincoln salía del salón acompañado de Demian, ambos chicos estaban contentos de que todo fue bien y que no hubo nada que lo arruinase.
_ Las clases estuvieron tranquilas este primer día, menos mal que no pasó nada loco y descomunal.— comentó Demian a su compañero.
_ Para ser el primero no estuvo nada mal, solo espero que los siguientes días fuesen así.— dio su opinión Lincoln.
_ Te veré mañana Lincoln, me tengo que ir. Ya que yo le ayudo a mi padre con su taller de motocicletas.— dijo Demian a Lincoln.
_ Eso es genial viejo, que te diviertas.— dijo el albino a su compañero.
Ambos chicos se separaron y tomaron caminos distintos, Lincoln iría al edificio para prepararse e ir a la pizzería en donde también sería su primer día de trabajo. Mientras se podía ver a Dana, la cual estaba acompañada de su amiga Karen, ambas estaban platicando mientras caminaban.
_ Este primer día de escuela fue mejor de lo que imaginé. Menos mal que Scott no hizo nada tonto, y quisiera que así fuera hasta fin de año.— dijo Dana quien estaba contenta.
_ Espero que así sea, si ese cabeza de estropajo hace algo me volveré loca. Mejor dejemos de pensar en eso y hablemos de otras cosas, ¿Tienes planes luego de la escuela?— le preguntó la castaña a la otra castaña.
_ No mucho, si quieres podemos ir al centro comercial y ver que hay de nuevo.— dijo Dana a su mejor amiga.
Ambas chicas se pusieron de acuerdo y fueron con rumbo al centro comercial. Dejando a las chicas volvamos con nuestro albino favorito del ayer y hoy. Lincoln caminaba tranquilo por las calles para regresar a su hogar, este primer día de escuela estuvo relativamente bien, había hecho un amigo, conoció a varios compañeros. Y sin dejar de lado el incidente con Scott, al cual tendrá que tener cuidado con él.
Llegó al edificio y subió hasta su apartamento, al llegar fue que vio a sus vecinas, Peridot y Amatista, las cuales se veían que apenas habían llegado. Lincoln las ve y posterior a ello las saluda.
_ Hola, Peridot y Amatista, ¿Cómo están?— saludó Lincoln a sus vecinas.
_ Hola Lincoln, pues nosotras nos fue bien en la universidad. ¿Y tú qué nos cuentas?— respondía y preguntaba Amatista.
_ Igualmente me fue bien, mejor de lo que pude pensar. Todo fue tranquilo y sin nada que lamentar.— dijo Lincoln omitiendo lo de Scott.
_ Nos alegra que te haya ido bien. Nosotras estaremos en nuestro apartamento, ¿Qué harás más tarde?—dijo Peridot al peliblanco.
_ Yo estaré ocupado, iré a mi trabajo en la pizzería. Ya me toca entrar, adiós chicas, las veré al rato.— se despidió Lincoln de sus vecinas.
Entró a la habitación en donde dejó su mochila en el sofá, se preparó para ir a trabajar. Mientras lo hacía fue que recibió un mensaje en su celular, sacó su celular y vio que era un mensaje de su hermana Lori. Lo abrió y vio que decía algo, a lo que Lincoln leyó lo que le mandó su hermana mayor.
“Aquí entrenando para el siguiente campeonato de golf. Preparándome para así ganar otro trofeo y colocarlo en mi colección. ¿Y que has hecho tú? Hermanito”
Seguido del mensaje se vio dos fotos de Lori, las cuales eran unas selfies donde se le ve con su uniforme de golf. Era claro que Lori le envió ese mensaje y las fotos para molestar a su hermano menor.
_ Ya veremos quien ríe de último, y cuando eso pase lo disfrutaré como no podrás imaginar. Solo espero que Bobby no sufra por mí, luego le pediré disculpas cuando llegue ese día.— comentó Lincoln sobre el mensaje.
Dejó de hablar y se preparó para irse. Salió del apartamento y fue con rumbo a la pizzería, vio la hora y faltaba menos de 10 minutos en llegar, por lo que aceleró el paso hasta que había llegado, entró y pudo ver a su jefe Mario, el cual al verlo lo saluda.
_ Hola Lincoln, ¿Cómo estuvo tu día giovane?— saludaba Mario a Lincoln.
_ Hola señor Mario, pues me fue bien en la preparatoria, y espero que así sea durante el resto del año.— respondía Lincoln la pregunta de su jefe.
_ Me alegra escuchar eso bambino, por ahora ve a la cocina que ya en cualquier momento se vienen los clientes.— le ordenó Mario a su nuevo empleado.
_ A la orden señor.— acató Lincoln la orden.
Fue hasta la cocina en donde se puso un delantal y una redecilla para el cabello, Lincoln, junto a sus compañeros de trabajo fue que se pusieron a preparar algunas pizzas, Lincoln había preparado una en donde la dejó en la ventanilla para que el mesero la deje a sus clientes, regresó y siguió haciendo más pizzas.
Más tarde.
Las horas habían pasado y era el momento de que Lincoln se fuera a su casa, a lo que dejó el delantal y la redecilla en su puesto para seguido paso dejar el restaurante. Se dirigió a su jefe para así despedirse y descansar para regresar mañana con las pilas recargadas.
_ Ya me tengo que ir, lo veré mañana señor Mario.— dijo Lincoln despidiéndose de su jefe.
_ Arrivederci Lincoln, y déjame decirte que los clientes les fascinaron las pizzas que hiciste. Sigue así y serás bien recompensado.— dijo Mario notoriamente feliz.
_ ¿En serio? Entonces seguiré dando todo para que los clientes estén felices y con la panza llena. Adiós señor Mario, que descanse.— decía el albino al hombre con bigote.
Salió del restaurante y al ver qué aún no era muy tarde, por lo que aprovechó en ir a comprar unas provisiones para reabastecer el pequeño refrigerador que tiene en su apartamento. Fue a un minisuper en donde tomó una canasta y fue de pasillo a pasillo comprando todo lo que necesitaba.
Vio que los productos estaba a buen precio, por lo que sin duda no dejaría pasar esa chance y tomó cada producto que veía, ya cuando tenía la canasta llena fue que iría a pagar a la caja registradora. Vio que había una pequeña fila, por lo que se puso a esperar, delante de él había un chico, el cual estaba mirando algo en su celular, Lincoln por pura casualidad vio lo que estaba viendo.
Lo que el chico veía era un vídeo, pero no cualquiera, era un vídeo de bromas de cámara oculta, el peliblanco vio a la persona detrás de esas bromas era nada menos que su hermana Luan. La cual como siempre, suele hacerle bromas a la gente, solo que aquí sus bromas eran más elaboradas, como sí ya supiera lo que sus “víctimas” harían.
Pudo notar que el vídeo que subió Luan era reciente, más exactos, unas cinco horas de haberlo subido a su canal de YouTube, tenía un poco más de 10 mil comentarios y unas 200 mil vistas. En parte a Lincoln le sorprendía, pero en otra no tanto, ya sabía que el canal de YouTube de Luan había crecido, y prueba de ello son los premios que ella recibió cuándo llegó a los 100 mil y un millón de suscriptores, y está a la espera de llegar a los 10 millones y recibir otro premio por llegar a esa cantidad.
Ya cuando era el turno para pagar fue que dejó la canasta en el mostrador y el empleado comenzó a pasarlo por el escáner. Unos cinco minutos después había terminado, Lincoln notó que no era mucho lo que pagaría, por lo que sacó su billetera y pagó por todo. Con bolsas en mano fue qué ahora si iría a su casa feliz de que tiene provisiones para unas cuantas semanas.
Al llegar lo primero que hizo fue guardar todo, empezando con el refrigerador, donde guardó lo qué compró, le alegraba ver ese pequeño refrigerador lleno, fue ahora al baño en donde dejó los productos de aseo personal, como shampoo, jabones y pasta dental. Ya listo fue que Lincoln se dispone a preparar su cena. Hizo sándwiches de queso derretido como a él le gusta.
_ Nada mejor que una buena cena luego del día que tuve. Fue un buen inicio de clase, quitando lo que pasó con Scott todo fue perfecto. Espero que todo siga así, y espero poder ingresar a los equipos que tiene la preparatoria, y así destacarme y ganar uno que otro premio.
_ Esperen hermanas, que ustedes no han visto al verdadero Lincoln Loud, el que conocieron años atrás fue una versión simplona e ingenua de él, pero este nuevo Lincoln está dispuesto a callarles las bocas y destronarlas, sentirán que se siente cuando alguien les pasa por encima en lo que más aman.— dijo Lincoln firme a lo que está dispuesto a hacer.
Se dispone a comer su cena mientras veía la televisión, esperaba que este año sea el mejor que pueda haber, quería sobresalir y ser el mejor de todos para así dejarle en claro a su familia que Lincoln Loud es, y será un ganador como debió ser años atrás cuando empezó a ayudarle a sus hermanas.
_____________________________________
Hola amigos del metal, ¿Como están? Espero que bien.
Aquí con el tercer capítulo en donde se introduce a Dana y al resto de personajes que ya conocen.
Poco a poco estaré subiendo los capítulos hasta llegar a dónde había quedado. Solo les pido paciencia. Ya sin nada más añadir los dejo con mis angelitos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro