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Capítulo 23

Lincoln caminaba fuera del parque con una sonrisa en su rostro. Luego de esa charla que tuvo con su cuñado Dylan, en donde este último le cuenta un poco de su vida, contando detalles que ni la propia Dana conoce. Lincoln estaba más decidido como nunca antes lo ha estado en su vida.

Esa charla que tuvo con Dylan le subió la motivación, no dejaría que Scott se salga con la suya. No le dejaría el camino fácil para que intente lo que sea con tal de que Dana sea su novia. Sin importar lo que llegue a hacer Scott él estará más que preparado por si el oxigenado intenta atacar nuevamente.

Llegó a su hogar y subió las escaleras. Vio a sus vecinas, quienes se sorprenden al ver a Lincoln muy contento. Obviamente les dio curiosidad de saber que estaba pasando.

_ ¿Estás bien amigo? ¿Por qué tan contento?- preguntó Amatista.

_ Hola chicas, no es nada. Solo tuve una plática con alguien conocido, y lo que estuvimos hablando me dejó claro algo. Y eso es que no debo dejar que Scott crea que ha ganado la batalla, no pienso dejarme pisotear, lucharé hasta el final y así ser feliz con la mujer que amo.- contestaba Lincoln.

_ ¿En serio? Eso es maravilloso, pero una cosa. Dijiste que Scott posiblemente tenga a alguien que te esté vigilando. En pocas palabras, ese inepto te tiene siguiendo tus paso por dónde vayas.- comentó Peridot.

_ De eso puedo preocuparme después. Lo importante aquí es que no tengo porque tirar la toalla. He pasado por cosas peores que esta, no debo dejar que Scott siga insistiéndole a Dana que sea su novia. Podría llegar un punto donde él se cansará y hará algo impensable.

_ Y eso también va con mis amigos, así como Dana no pienso alejarme de mis amigos. Ellos son importantes para mí, por lo cual haré lo que quiera cuando quiera sin importarme lo que intente ese cabeza hueca. Yo seguiré siendo novio de Dana y nadie me obligará a separarme de ella.

Tanto Peridot como Amatista se sorprendieron ante las palabras de Lincoln. Pese a que esté amenazado por Scott si intenta acercarse a Dana lo pagaría caro. Pero él le importa un bledo si el rubio haga algo en contra de él. Lincoln haría lo que fuera para que su relación con Dana no termine.

_ Realmente eres sorprendente amigo. Otro en tu lugar ya se hubiera conseguido otra chica. Pero tú no eres así, y eso es algo que nos impresiona. Lucha por ella, no dejes que ese idiota te amenace y la obligue a que sea su novia.- le dijo Amatista a Lincoln.

_ Eso haré, cuando menos se lo espere Scott yo estaré un paso adelante. Aún no pienso dejar de lado en buscar evidencia de lo que hizo ese oxigenado, tiene que pagar por sus acciones, y lo gozaré como no pueden imaginarlo.- respondía el albino.

Así Lincoln entró a su apartamento luego de esa breve plática con sus vecinas. Adentro se puso a pensar en lo que haría. Sabe que Scott tiene los recursos suficientes para mandar a personas a espiarlo. Por lo que tendría que hacer ciertas cosas para estar al tanto por si el rubio hace alguna movida.

_ Solo espera Scott. Cuando menos te lo esperes yo seré quien ría de último. No permitiré que sigas interponiéndote en mi relación con Dana. Ella ya tiene un novio, y ese soy yo.- se dijo a si mismo Lincoln.

_ Es momento de poner en marcha la operación: "Evitar que Scott se salga con la suya y no hacerle caso a sus amenazas y seguir saliendo con Dana pese a las consecuencias y buscar un nombre más corto para esta operación" en marcha.

Al día siguiente.

Ya es lunes, inicio de una nueva semana. Vemos cómo Lincoln se despertaba, se duchó, se cambió y ya una vez preparado salió con rumbo a la cafetería a desayunar. Todo parecía normal, aunque en realidad Lincoln haría algo para comprobar de una vez si Scott de verdad está vigilándolo.

Cuando terminó de comer sale de la cafetería y se encaminó hacia su centro educativo. En el trayecto Lincoln pondría en marcha su plan que había pensando el día anterior. Para eso hizo como si observara el cielo, como si pensara que el clima puede que cambie repentinamente, a lo que volteó a ver el cielo.

Al hacerlo fue que vio algo del cual aclaró sus sospechas hacia Scott. Lo que vio Lincoln era algo de color blanco y que estaba a una altura considerable. Se trataba de nada menos que un Dron. El cual estaba volando a varios metros de distancia, a modo que él mismo no se diera cuenta de su existencia.

_ "Muy rebuscado y muy gastada esa idea. Aunque debo de admitir que quien está piloteando se lo está tomando muy enserio, en tener que seguir desde muy temprano"- pensó Lincoln al ver lo que descubrió.

Nuevamente Lincoln volteó su mirada disimuladamente para averiguar quién está piloteando el dron. Agudizando su vista pudo ver a alguien sospechoso, el cual llevaba puesto una sudadera con la capucha puesta. Aparte que llevaba algo en sus manos, fingiendo que estaba con su celular.

_ "Con que ese chico es quien está detrás del dron. Con esto me deja claro que en definitiva Scott está siguiendo mis pasos. Tendré que pensar en algo para así poder quitármelo de encima"

Ya con eso pudo corroborar que Scott lo tiene vigilado las 24 horas del día. Esto con el fin de que no se acerque a Dana. Aún con eso no lo detendría, seguiría con su noviazgo con la castaña.

En la preparatoria.

Mientras Lincoln está de camino a la preparatoria, vemos cómo Dana llegaba a la escuela. La castaña bajó del autobús y se dirige al interior del inmueble. En eso vio como una camioneta negra se estaciona, y de ahí baja nada menos que Scott. El rubio bajó del vehículo y se dirige al interior de la preparatoria.

Pero en eso observó que Dana se encontraba ahí. Esto lo pone feliz, a lo que se dirige a su bella amada para saludarla y nuevamente, pedirle que salga con él.

_ Hola preciosa. ¿Cómo amaneció la chica más hermosa de la galaxia?- saludaba Scott.

_ Igual como hace unos días, del asco.- respondió Dana de mal humor.

_ Yo sé que puede alegrarte el día. ¿Te gustaría ir a Hawaii de vacaciones conmigo? La pasarás de lo mejor en el mejor lugar paradisíaco de todos.- insistía Scott.

_ No gracias, prefiero pasar las vacaciones en casa o visitar algún familiar mío.- respondió la castaña.

_ O sino podría llevarte de viaje a cualquier país que te plazca. Puedes escoger en donde quieras ir. Si a Francia, Italia, España, Inglaterra, o a Marruecos.

Fue así en donde Scott utilizaba todo tipo de chantaje para así convencer a Dana que sea su pareja, creyendo que así podría ganarse el amor de la castaña fácilmente. Por su lado Dana ya estaba cansada, aún no se creía que Scott sea tan necio para entender que no quiere nada con él, ni mucho menos luego de lo que él mismo hizo con ella y Lincoln, su novio y del cual lo tiene amenazado de no acercarse a ella.

Recordando todo lo ocurrido y de ver cómo Lincoln había sufrido las consecuencias de no obedecer lo que él mismo Scott le había dicho tiempo atrás. Fue lo suficiente para que ya no soportara esto, ya había llegado a su límite. Le dejaría claro a Scott que nunca, jamás, ni en la otra vida será novia de él.

_ ¡¡Ya basta!! ¡Ya estoy cansada de escucharte! ¿Acaso eres sordo? ¡Yo no quiero nada contigo!- explotó la castaña.

Los demás alumnos que pasaban por los pasillos de la escuela se detuvieron al oír el grito de Dana. Scott se asustó cuando vio como Dana le gritó muy enojada. Iba a decir algo pero la castaña se adelantó.

_ Desde hace años llevo diciéndote lo mismo, yo no quiero tener nada contigo. No me importa si tienes dinero para comprarte una isla, eso a mí me importa un carajo. Yo no soy de esas mujeres que son codiciosas y avariciosas que solo piensan en dinero. Yo jamás seré una mujer así.

_ Lo único que quiero es que me dejes en paz, no me dirijas la palabra. Yo no estoy interesada de ser tu novia. Te lo diré aquí mismo y que te quede claro de una vez por todas.

_ ¡Tú no eres mi tipo, y no quiero verte en mi vida! ¡Quiero que te alejes de mí y no me hables ni me llames jamás!

Con eso último Dana se retiró de ahí aún enojada. Ya estaba cansada, fueron años en los que Scott no dejaba de atosigarla y molestarla de que fuera su novia. Por más que se lo decía pareciera como si estuviera incitándolo a que siguiera molestándola una y otra vez en que acepte ser su novia.

Pero ya no, ya había aguantado demasiado, había llegado a su límite, él cruzó la línea. Había caído tan bajo para hacer lo que fuera con tal de que acepte ser su novia, y peor aún, de intentar separarla de Lincoln, su novio y el amor de su vida. No le perdonaría jamás lo que le hizo al peliblanco, ni mucho menos las cosas que hizo Scott para así culpar a Lincoln de algo que el albino nunca hizo.

Por su lado Scott estaba parado en el mismo lugar, estaba estático, no movía ningún músculo, sentía que el mundo se había detenido. Había escuchado claramente lo que Dana, la chica de sus sueños y el amor de su vida le dijo en su cara. Que ella jamás querrá nada con él, que no estaba interesada y que para ella, no era su tipo.

Esto claro le había dolido a Scott, de que todos sus esfuerzos no sirvieron de nada. Dana no quiere nada con él, se lo había dejado claro. Sentía como si le hubieran enterrado un cuchillo en su pecho, o incluso un disparo. No quería creer en eso, no quería dejar ir a la persona a que más ama en este mundo. Haría lo último para así, tenerla en sus manos y nunca dejarla ir.

_ "No pienso dejarla ir, haré hasta lo último para que así seas mi novia. Eso implicaría tomar medidas extremas"— pensó el rubio.

Lincoln llegó a la preparatoria y lo primero que vio fue a varios alumnos, quienes estaban hablando entre ellos mismo. Se les notaba algo sorprendidos, como si algo hubiese sucedido, de ser así debió ser algo inimaginable.

_ ¿Que ocurre aquí? ¿Por qué todos están como si hubiera venido un famoso a la escuela? Sea lo que sea debió ser algo impactante.— se dijo a si mismo Lincoln.

Caminó hasta llegar a su salón, vio como igualmente sus compañeros estaban iguales como los que vio en el pasillo. Otra cosa que notó Lincoln, es que Dana se le veía molesta, algo que no veía en ella desde hace unos días, cuando ocurrió lo del incidente de la cafetería, cuando le bajó la falda sin querer.

_ "¿Que le habrá pasado a Dana para que esté molesta? Se lo preguntaré luego. Por ahora tendré que poner en marcha mi plan de no dejar que Scott siga amenazando y seguir mi relación con Dana"— pensó el albino.

Las primeras horas de clase pasaron como si nada. Lincoln notaba que Dana se le había ido un poco de su enojo, además de ver a Scott, quien estaba pensativo. Posiblemente esté pensando en algún plan para atraer a Dana y ser su novia. Le sobraba ganas de dejarle desfigurado su rostro, así como sus guardaespaldas lo dejaron a él luego de la paliza de hace días.

Ya cuando comenzó el recreo todos salieron del salón. Lincoln se dirige a una mesa apartada. Vio que Demian y Karen estaban juntos en una mesa comiendo. Vio a Dana, quien ya no estaba tan molesta que antes. A lo que aprovechó en sacar su celular y mandarle un mensaje a Demian, para preguntarle que sucedía.

Lincoln: Amigo, ¿Sabes que le pasa a Dana? Desde que llegué la veo molesta.

Demian: Lo que pasa es que Dana explotó. Vi como Dana le decía algunas cosas a Scott, le dijo que no quiere nada con él, y que no es su tipo. Lo hubieras visto, fue algo gracioso.

Lincoln: Con que eso pasó. Lástima que no llegué a tiempo para verlo. Pero en fin, me alegra que Dana le haya dicho que no quiere nada con ese imbécil.

Lincoln: Además, te comunico que si más tarde podemos reunirnos en tu casa. Dana, Karen, tú y yo. Es para hablar de algo, y quiero que estemos reunidos.

Demian: Si tú lo dices, le diré a Karen y así ella se lo diga a Dana. Nos vemos más tarde en mi casa.

Luego de esa conversación entre mensajes Lincoln guardó su celular. Le sorprendía que Dana haya explotado y que le haya dicho a Scott de una vez que no quiere nada con él, que no será jamás su novia, y que él no es su tipo. De verdad se maldecía por no haber estado ahí cuando eso pasó, quería ver la cara que habrá puesto ese tarado.

Más tarde.

Pasado las horas podemos ver cómo Lincoln llegaba a la casa de su amigo Demian. Tocó la puerta y la misma se abre, dejando ver al gordito, quien se alegra de ver a su albino amigo.

_ Pasa amigo, las chicas ya están adentro.— dijo Demian.

Lincoln entró a la casa de su amigo, vio a Dana y Karen, quienes estaban sentadas en el sofá y esperando a que él viniera. La castaña se acercó a su novio y lo besó en sus labios. Sin duda alguna extrañaba besar a su conejito, ya no quería tener que estar separada de él por culpa de Scott.

Tras ese beso fue que Demian se dirige a su amigo para preguntarle el por qué de esta reunión en su casa.

_ Dinos Lincoln, ¿De que quieres hablar con nosotros reunidos en mi casa?— preguntó Demian.

_ Antes de responder a esa pregunta, quería decirte algo a ti, Dana. Supe lo que hiciste horas atrás, el como le dijiste sus verdades a Scott, de que no quieres su novia jamás.— le dijo Lincoln a su novia.

_ Por supuesto, ya estaba cansada, ese imbécil había colmado mi paciencia. Fueron años en los que ese patán no me dejaba en paz y me insistía en que sea su novia. Y se lo dejé bien claro y enfrente de todos.— respondía la castaña.

_ Y me alegra que lo hayas hecho. Aunque conociendo bien a Scott es obvio que no se rendirá fácilmente. Seguirá insistiendo pese a que le hayas dicho que no estás interesada y que él no es tu tipo.

_ Seguirá hasta que no aceptes ser su novia. Dejando eso de lado, les vengo a decirles del por qué estamos reunidos en la casa de Demian. Y es que no debemos dejar que Scott nos manipule, no hay que dejar que se siga riendo de nosotros y creer que es intocable.

_ Lo que digo es que hagamos lo que nosotros queramos, salir a divertirnos y sobre todo, que Dana y yo salgamos en citas.— contaba Lincoln el por qué la reunión.

_ Te diría que lo hagamos, pero recuerda que Scott puede mandar a sus guardaespaldas a hacernos algo, así como lo hicieron contigo. Es mejor que sigamos tal como estamos para evitar que nos suceda algo.— dudaba Karen.

_ Chicos, entiendo que quieren evitar que les suceda algo por culpa de ese inepto, yo tampoco quisiera pasar por lo mismo que me hicieron. Pero no por eso pienso dejarle el camino para que pueda hacer con Dana lo que quiera. Solo piénselo bien, ese estúpido podría usar algún tipo de chantaje a Dana o manipulación para que la fuerce a ser su novia.

_ Lo que hizo Dana hoy no servirá de mucho, solo hará que quiera superarse en buscar la manera de que ella acepte. Y no pienso dejar que haga eso, luego de una buena plática con alguien en especial, me abrió los ojos, me hizo pensar en varias cosas, y entre ellas es no hacerle creer a ese idiota que ha ganado, en la guerra solo gana el que queda de pie.

_ No dejemos que Scott nos tenga a raya con sus amenazas. Él no nos manda a nosotros, nosotros somos libres de hacer lo que queramos. Y si él intenta hacernos algo nos vamos a defender como unos guerreros que luchan por el bien de todos. También de que no dejaremos lo que nos pasó a Dana y a mí quede impune, buscaremos la manera de encontrar evidencia para así mostrarle al mundo como es él en realidad.

_ Por eso les digo esto, no debemos de tenerle miedo a ese bastardo, que importa si tiene millones, o que su padre es alguien importante. Él no tiene el poder de hacer lo que él diga, por lo cual no debemos de tenerle miedo, hagamos lo que nosotros queremos, si él nos ataca, nosotros nos vamos a responder de la misma manera.

Los chicos por su lado estaban asombrados de las palabras de Lincoln, de que no hay por que tenerle miedo a Scott y de lo que este último llegaría a hacer si descubre que Lincoln ha estado con Dana. No tienen por qué tenerle miedo, si él hace algo ellos estarán preparados ante una posible represalia.

Los tres estuvieron de acuerdo con hacer lo que dijo Lincoln, de hacer lo que ellos quieran sin tener miedo a lo que Scott podría hacer.

_ ¿Sabes que? Tienes razón, no debemos de estar asustados de lo que ese idiota pueda hacer hacia nosotros. Él no nos manda, y tampoco es alguien importante para obligarnos a hacer lo que él diga.— dijo Demian a su amigo.

_ Es verdad, no dejemos que ese tarado nos diga que debemos de hacer. Y tampoco puede obligar a Dana a ser su novia, ella es feliz con Lincoln. También de que si nos hace algo nos vamos a defender, sin importar cuantos guardaespaldas vienen acompañados por él.— comentó Karen.

_ Estoy de acuerdo contigo conejito, no pienso quedarme de brazos cruzados y dejar que Scott siga fastidiándome de que sea su novia. Yo solo tengo un novio, y eres tú, Lincoln.— dijo Dana a su novio.

_ Me alegra que estén de acuerdo con lo que les dije. Y para que eso, ¿Que les parece si este viernes salimos los cuatro juntos a divertirnos?— propuso Lincoln salir los cuatro.

_ Por mí está bien. Estos días han sido muy aburridos desde que Scott nos amenazó.— se unió Demian.

_ Yo digo lo mismo, salgamos a divertirnos como los amigos que somos. Y si ese imbécil hace algo se las verá con nosotros.— comentó Karen.

_ Por supuesto que sí, también de que quisiera volver a salir contigo conejito. Realmente extraño salir en una cita contigo.— dijo Dana a Lincoln.

_ Te prometo que tú y yo saldremos en una nueva cita. Por ahora tendremos esta salida de amigos el viernes, a las 3 de la tarde.— dijo por último Lincoln.

Con eso los amigos se despidieron y con eso estuvieron de acuerdo en que no dejarían que Scott se salga con la suya. Si él intenta hacerles algo ellos también responderían de la misma manera. También de que no dejarían de lado su labor de encontrar evidencia de lo que ese oxigenado les hizo a Lincoln y Dana. Tiene que pagar por sus crímenes.

Viernes.

Es viernes y el cuerpo lo sabe, y este día Lincoln, en compañía de sus amigos Demian y Karen, así también de su novia Dana. Saldrían este día en una salida de amigos, sin importar lo que el rubio podría hacer si se entera de lo que harán ellos.

Luego de la escuela Lincoln se preparó para salir con sus amigos y su novia Dana. Pidió permiso a su jefe Mario para tener un día libre, cosa que el hombre de bigote accedió. Vemos como Lincoln se alistaba para su salida.

Estaba emocionado, desde hace días que ha querido tener un tiempo con sus amigos y su novia, más que nada en salir con Dana en una cita, cosa que ya pensaría luego. Lo importante es salir con los chicos. Ya listo sale del apartarmento, con sus llaves, celular y billetera consigo prendió viaje a ver a sus amigos.

En el camino Lincoln observaba a su alrededor y pudo notar que el tipo del dron lo estaba siguiendo, y también el mismo dron. Tenía que buscar la manera de quitarse de encima a ese tipo, ya que es claro que ese tipo es quien le dice a Scott lo que él está haciendo, ya pensaría en algo.

Vio a sus amigos que estaban esperándolo cerca de una cafetería, los chicos vieron al albino llegar. Lincoln se acercó a ellos y los saluda.

_ Hola chicos, ¿Listos para pasar este día a lo grande?— saludaba Lincoln a sus amigos.

_ Hola mi conejito, nosotros ya estamos listos para pasar este día juntos.— respondió Dana.

_ Así es Lincoln, desde hace días que nos merecíamos esto. Es momento de pasarlo bien.— aclaró Demian.

_ Yo también estoy preparada para este día. ¿A donde iremos para comenzar la diversión?— preguntó Karen.

_ De eso no se preocupen, vayamos a donde el viento nos lleve. Lo importante es divertirnos, así que andando.— respondía Lincoln.

Fue así que los chicos comenzaron su camino para así comenzar esta salida de amigos. En el camino Lincoln se percató de que el tipo del dron los estaba siguiendo, por lo que decide en contarle a sus amigos de lo que pasaba.

_ Chicos, no se alteren con lo que diré. He visto que un tipo me está siguiendo. No hace falta decir el por que hace eso.— contaba Lincoln a sus amigos.

_ ¿Que un tipo nos está siguiendo a nosotros?— preguntaba Karen.

_ Así es, es obvio que Scott lo mandó para vigilarme. Debemos de buscar la forma de quitarlo de encima nuestro.— contestaba Lincoln.

Mientras los chicos seguían caminando hasta que llegaron al parque, al pasar por ahí notaron que algo estaba pasando. Ya que veían muchas personas ahí reunidas. Cosa que claramente les llamó su atención.

_ ¿Que estará pasando ahí?— preguntó Dana.

_ No lo sé, vayamos a ver y preguntar que está pasando.— respondía Demian.

Sin más los chicos fueron al interior del parque a preguntar que está pasando, del por qué hay mucha gente reunida ahí. Vieron que había una mesa y unas personas que estaban dando indicaciones a otras. Cuando los chicos se acercaron fue que Lincoln preguntaría que era todo eso.

_ Disculpe señor, ¿Que es lo que están celebrando aquí?— preguntó el albino.

_ Lo que se está celebrando aquí es una maratón. En donde los participantes tendrán que superar varias pruebas. Serán equipos de dos y la pareja ganadora recibirá un premio.— contaba la persona que era todo eso.

_ Entre las pruebas están en trotar, luego ir en bicicleta, luego con patines, y terminando con trotar nuevamente hasta llegar a la meta.— decía el encargado lo que harían los participantes.

Los chicos por su lado escucharon con atención lo que se estaba celebrando en el parque, cosa que les sorprendió. Pero fue ahí que Lincoln aprovechó la oportunidad de volver a ganar un nuevo premio y presumirlo a sus hermanas. Además de que sería una buena oportunidad también de pasar el día con sus amigos y novia.

_ Chicos, vengan, ¿Que les parece si nos inscribimos en esta maratón?— preguntaba Lincoln.

_ ¿Inscribirnos? No lo sé, no soy tan buena en los maratones. Aunque no estaría de más intentarlo.— decía la castaña.

_ Yo tampoco le veo el problema. Incluso sería genial el participar, y pasar el rato nosotros juntos. Y claro, todo esto sin ningún tipo de rivalidad.— comentó Karen.

_ Por mí me anoto, no me vendría mal el hacer un poco de ejercicio. Pero aguarda Lincoln, ¿Que haremos con el tipos que nos está siguiendo? Le dirá a Scott lo que estamos haciendo.— preguntaba Demian.

_ De eso yo me encargo, haré que no nos esté siguiendo mientras estamos en la maratón.— contestaba el albino.

Lincoln observó que ese tipo aún seguía ahí, observándolo desde la distancia y con el dron. Vio a su alrededor y pudo observar que había una chica que estaba practicando con un arco y flechas. A lo que se le ocurrió una idea. Se acercó a la chica para decirle algo.

_ Oye amiga, he estado viendo que un dron te está observando desde hace un rato. Creo que alguien te está espiando.— engañó Lincoln a la chica.

_ ¿Que? Ese idiota, ya le dije que me deje en paz. Pero tal parece que tomaré medidas drástica con él. Gracias por avisarme amigo.— agradeció la chica.

En eso la chica toma su arco y con flecha en mano apuntó al dron, derribándolo de una y este cayó sobre el techo de un local. Ya con el dron derribado era momento de deshacerse del tipo que lo manejaba. Vio que cerca se encontraba un tipo musculoso, el cual parecía que participaría en la maratón con su pareja.

_ Oye amigo, vengo a avisarte que aquel sujeto de allá dijo algo acerca de tu novia. Dijo que la pondría en cuatro y la dejaría en silla de ruedas.— engañó ahora Lincoln a ese sujeto.

_ ¿Que dijo que? Ahorita mismo se arrepentirá de lo que dijo de mi novia.—  contestó el tipo musculoso.

El albino vio como el sujeto fue a donde estaba el tipo que Scott contrató para seguirlo. Vio cómo lo tomó de la capucha y de ahí lo llevó a un lugar donde nadie los vería para darle una paliza por algo que no hizo. Luego de eso Lincoln regresó con sus amigos.

_ Listo, problema resuelto. Ya es momento de inscribirnos en esta maratón.— dijo el peliblanco a sus amigos.

Ya una vez que Lincoln se deshizo de ese sujeto fue que los cuatro se inscribieron para participar en esa maratón. Luego de poner sus nombres se les entregaron unas ropas adecuadas para dicha competición. Un rato después se ven a varias personas, quienes se inscribieron para participar, cada uno estaba con su respectiva pareja.

_ Muy bien participantes, ya es momento de comenzar con esta maratón organizada por la alcaldía de Detroit para recolectar dinero para el hospital infantil para niños con discapacidades. Todos pónganse en la línea de salida para dar comienzo a este evento.

Todos los participantes fueron hasta la línea de salida y así estar listos para cuando dieran la señal. Un hombre apareció con una pequeña revolver, quien sería el encargado de dar la señal.

_ En sus marcas, listos..... ¡Fuera!

Con el disparo de esa revolver fue que todos los participantes salieron dando inicio a esta maratón. Lincoln y Dana trotaban a la par a un ritmo perfecto. Demian y Karen igualmente trotaban a su propio ritmo. Fue así hasta que llegó el turno de ir en bicicleta.

_ Toma esta y yo en esta. Andando.— dijo Lincoln a su novia.

Dana tomó una bici y de ahí ambos comenzaron a pedalear, vieron que algunas parejas se les acercaban. Por lo que aceleraron el paso. En el camino vieron algunos obstáculos que les impedía el camino.

_ Ten cuidado Lincoln. Hay obstáculos adelante.— avisó Dana a su novio.

La pareja tuvieron cuidado y esquivaron los distintos obstáculos que habían adelante. Otros competidores no tuvieron suerte y terminaron cayendo de sus bicis. Karen y Demian lograron salir de esa zona llena de obstáculos y también de los participantes que estaban caídos.

Luego de eso habían llegado a la siguiente etapa, la cual era de usar patines. Lincoln rápidamente se puso los patines, le ayudó a Dana a ponerse los suyos. Pero antes de comenzar a rodar fue que Dana se dirige a su novio.

_ Espero que Demian y Karen les vaya bien. Oh, espera, ahí vienen.— dijo Dana mirando a sus amigos.

Los dos novios habían llegado, Demian se le veía muy cansado y sudando mucho, pero no quería rendirse pronto. Por lo que se colocó los patines y junto con Karen comenzaron a rodar. Igualmente en el camino vieron más obstáculos, a los cuales fácilmente esquivaron. Todo marchaba perfecto hasta que vieron como otra pareja se les adelantó a Lincoln y Dana.

_ Pero que.... no dejaremos que nos ganen. Andando Dana.— dijo Lincoln a su novia.

_ ¿Haces esto para ganar otro premio y presumirlo a tus hermanas?— preguntó Dana.

_ Así es, quise aprovechar la oportunidad de poder ganar algo, y también de desquitarme un poco de lo que ellas me hicieron.— respondió Lincoln.

_ En ese caso ganemos esto para ti. Quiero ver como mis cuñadas están celosas de que ganaste algo.— comentó la castaña.

Así la pareja patinaron más rápido para alcanzar a la otra pareja que les pasó por delante. A Lincoln le alegraba que Dana le ayude a ganar un premio y así presumirlo a sus hermanas. Cosa que disfrutará más que las otras veces anteriores, y más que nada por lo que ellas hicieron en ayudar a Scott.

Unos minutos pasaron en donde lograron llegar al último destino. Pese a que ambos estén cansados luego de recorrer varios kilómetros aún tenían energías para continuar. Retomaron el trote para así finalizar este recorrido hasta la línea de meta.

Lincoln y Dana vieron que la pareja no mostraban signos de estar cansados, estaban más frescos que una lechuga. Corrieron hasta que vieron que la línea final estaba cerca. A lo que ambas parejas aumentaron la velocidad de sus trotes, estaban codo a codo, ninguno de ellos querían perder, todo terminaría en un final de fotografía.

Se ve como ambas parejas cruzan la línea final al mismo tiempo. No se sabe quienes habían ganado, por lo que verían como salió todo en la fotografía.

_ Veamos quien de las dos parejas ganaron.— dijo el juez del evento.

Tomó la cámara del fotógrafo para ver quien había ganado. En la foto se podía ver como Dana estaba un paso más adelante que Lincoln y la otra pareja y había tocado la cinta roja. Por lo que la victoria era para ella y Lincoln.

_ Los ganadores de esta maratón son Lincoln Loud y Dana Miller.— dijo el juez a los presentes.

Tras eso el juez le dio a Lincoln y Dana un trofeo del primer lugar, y en cuanto a la otra pareja les dio el premio del segundo lugar, cosa que disgustó a ellos dos, ya que era claro que querían ganar. Lincoln estaba feliz de que había ganado otro premio, y mejor aún, lo había conseguido con su novia.

_ Lo hicimos Lincoln, logramos ganar este evento.— dijo Dana a su novio.

_ No lo hubiéramos conseguido sin ti amor. Me sorprendió que hayas tocado primera la cinta.— decía el albino.

_ Para ser honesta, ya estaba cansada y no podía seguir más. Pero luego recordé todo lo que tus hermanas hicieron, fue tanto el coraje que me dio que fue suficiente para dar un esfuerzo más para ganar.— contestaba la castaña.

_ Ahora que hemos ganado este premio me gustaría tomarme unas fotos y luego mandarlas a esas ingratas. Quiero que ardan de la envidia.— dijo el peliblanco.

Dana tomó algunas fotos con el celular de Lincoln, en donde se veía a este mismo cargando el premio que ambos ganaron. Solo que aquí Lincoln no quiso tomarse una foto con Dana juntos. No quería que ellas sepan de que tiene una novia, las conoce muy bien a cada una de ellas, y no dudaría en hacerle un millón de preguntas de quien es la chica que estaba con él.

En eso Lincoln y Dana vieron que Karen y Demiam llegaban, pudieron notar que el gordito estaba que fallecía. El cansancio había podido con él, Karen por su lado le ayudaba a seguir adelante hasta llegar a la línea final.

_ ¡Al fin!..... pudimos llegar a la meta.— exclamó Karen igual de cansada.

_ Tal parece que hicieron el doble de esfuerzo en llegar.— dijo Dana.

_ Ni que lo digas, Demian se había cansado luego de la parte de las bicicletas. Le dije que si no podía más que podríamos dejarlo, pero él no quiso, y continuamos hasta llegar a la línea final. Y tal parece que ustedes ganaron.— contaba todo Karen.

_ Así es, logramos ganar esta maratón. No fue fácil pero pudimos conseguirlo. Vayamos a la pizzería a celebrar.— propuso Lincoln.

_ Primero..... quiero.....  descansar..... por favor.— dijo cansando Demian.

Los chicos hicieron lo que Demian les pidió en descansar un poco más. Luego fueron a cambiarse a sus ropas normales y luego fueron a la pizzería a celebrar. Lincoln estaba contento de que pudo salir con sus amigos y novia, además de ganar un premio más, el cual se los mostraría a sus hermanas y dejarles claro que la guerra aún no acaba, y también de que no olvida lo que ellas hicieron. Esperaba el día en que les reprocharía lo que hicieron, y no sólo eso, sino de todo lo que ellas hicieron años atrás.

Unos días después.

Pasaron unos días luego de que Lincoln y Dana ganaron en esa maratón, y por ende recibieran un premio. En esos días Lincoln le mostró las fotos donde aparecía él y el premio que ganó junto a su novia. No hace falta decir que las chicas estaban celosas y molestas de que Lincoln haya ganado otro premio.

Por otra parte, vemos como Scott estaba con sus secuaces, donde estaban hablando de algo que tiene que ver con Lincoln.

_ ¿Dices que no has recibido noticias de Fred sobre lo que ha hecho el anciano?— preguntaba Stan a su jefe.

_ Lo he estado llamando y no contesta su celular. Inclusive no me ha mandado fotos y videos de lo que hace ese idiota. Solo espero que estúpido no se haya dado cuenta de que lo estoy espiando y vigilar que no se acerque a mi Dana.— decía el rubio a sus secuaces.

Regresando con Lincoln, vemos como este último llegaba a su escuela, caminaba para entrar a su salón. En eso vio cómo Dana entraba al cuarto de escobas del conserje, le hizo señas de que entrara con ella, cosa que no desaprovechó.

Asegurándose de que nadie los viera, ni mucho menos Scott, entró al cuarto de escobas para hablar con su novia.

_ Dime, ¿Que te dijeron esas cabezas huecas cuando le enviaste las fotos?— preguntó Dana a su novio.

_ Que te digo, lo mismo que ha pasado desde que gané los otros premios. De que no estoy a la altura de ellas, que no tengo la misma cantidad de premios que ellas, y cosas así. Es obvio que están celosas.— contestaba Lincoln.

_ ¿Y les dijiste de lo que ellas hicieron?— volvió a preguntar Dana.

_ No, para eso pienso en decírselos en sus caras y también enfrente de mis padres. Además de reprocharles todo lo que ellas han hecho sin recibir ningún tipo de regaño.— respondía el albino.

_ Espero estar ahí cuando se los digas. Ellas tampoco se salvarán de lo que hicieron al ayudar a Scott, con o sin intención de molestarte.— comentó la castaña.

_ Te prometo que estarás ahí, tanto para eso, como para conocer a mis amigos en Royal Woods, y también que conozcas a mi hermanita Lily. Con ella si te llevarás bien a comparación de las demás.— dijo el peliblanco.

_ Por lo menos ella es la única de todas tus hermanas que sigues queriendo y que tampoco es igual a ellas. A ella si la considero mi cuñada.— dijo Dana.

_ Y oye Dana.... te quería decir que si tú y yo podríamos tener una nueva cita. Ya sabes, extraño mucho que volvamos a salir juntos.— le pedía Lincoln salir a su novia.

_ Estaba esperando a que me pidieras salir en una nueva cita. ¿Crees que Scott se dé cuenta de lo que haremos? — preguntaba la castaña.

_ Puede que si, tal vez ya se dio cuenta que el tipo que contrató para espiarme no esté en condiciones para seguirme. Quizás mande a alguien más. En todo caso no pensemos en eso y tengamos nuestra cita los dos.— comentó Lincoln.

_ Excelente, y antes de que salgamos de aquí, ¿Nos besamos aquí mismo? Nadie se dará cuenta.— preguntaba Dana.

_ Sabes cuál es mi respuesta, y no pienso desaprovechar esta oportunidad.— respondió el albino.

Sin perder el tiempo ambos adolescentes comenzaron a besarse, aprovechando de que nadie los veía. Como disfrutaban de esto, poder besarse cuántas veces quisieran sin que alguien los estuviera espiando y listo para arruinarle su momento.

Al rato salieron del cuarto igualmente asegurándose de que Scott o alguien más los viera. Fueron a su clase y todo transcurrió con total normalidad. Acabado el día escolar fue que Lincoln fue a su hogar y de ahí se fue a trabajar a la pizzería, a su vez que le pedía permiso a su jefe de salir temprano por lo de su cita.

Más tarde saliendo de trabajar Lincoln fue a recoger a su amada novia. Fue a su casa y de ahí la esperó que saliera, un minuto después Dana apareció, lista para esta cita con su novio, luego de varios días.

_ Ya estoy lista amor. ¿A donde iremos para nuestra cita?— preguntó la castaña.

_ Iremos a donde nos lleve el viento. La idea aquí es pasarla a lo grande y olvidándonos de lo que ocurrir si se entera el cabeza de nabo ese.— contestó Lincoln.

_ Me encanta lo que dices. Entonces vayamos a divertirnos como si no hubiera un mañana.— exclamó Dana.

Sin más ambos jóvenes dejaron la casa de la castaña y fueron a pasar esta noche en su nueva cita importándoles poco si cierta persona se llega a enterar de lo que están por hacer. Fueron primero a divertirse en la feria, en la cual así como en la cita doble que tuvieron días atrás, se subieron a todo tipo de atracciones, y también Lincoln ganó uno que otro premio para su novia, y también para él mismo.

Luego de eso fueron a un acuario en donde ambos quedaron asombrados al ver todo tipo de peces, tiburones, pulpos y demás animales acuáticos. Pasando ahora fueron a la pista de patinaje donde igualmente habían ido días atrás. Luego de eso a ambos les dieron hambre, a lo que fueron a un lugar especial para ambos, la pizzería de Mario y Luigi.

_ Hola bambino, veo que vienes acompañado de tu bella sposa. ¿En qué les puedo servir?— saludaba Mario a su empleado.

_ Hola a usted también señor Mario. Queremos la pizza Italiana que servimos en ocasiones especiales.— contestaba el peliblanco.

Anotado la orden que pidió Lincoln, el hombre con bigote fue a que hicieran ese pedido. Mientras esperaban fue que Dana se dirige a su novio.

_ Me he divertido mucho en esta cita. Realmente nos merecíamos esto. Sino fuera por Scott ya hubiéramos salido en más citas en días pasados.— comentó la castaña.

_ Lo sé amor. Yo también extrañé salir en una nueva cita contigo. Solo espero que esto dure para siempre, si tan solo ese idiota no nos estuviera molestando, todavía sigo al tanto de buscar algo para mostrarlo a las autoridades y hagan lo suyo.— dijo Lincoln a su amada.

La pizza llegó y ambos comieron de un buen manjar de la gastronomía Italiana. Luego de terminar su pizza, y de pagarla claro esta, era momento de seguir con la cita, faltaba ir a otro sitio que no debía faltar, el cine.

Fueron con rumbo al cine para ver una película, esperando que hubiera alguna en cartelera. Al llegar se llevaron una sorpresa, y es que el lugar estaba cerrado, notaron un cartel que tenía algo escrito.

_ "Cerrado debido a mantenimiento" genial, el cine está cerrado, y el otro cine de la ciudad está muy lejos. ¿Que haremos ahora?— preguntaba Lincoln.

Dana por su lado pensaba que harán ahora ya que el cine está cerrado debido que le estaban haciendo mantenimiento. De verdad que quería ver una película con su novio, podrían ir en taxi al otro cine que hay en la ciudad, pero queda muy lejos.

Pensó hasta que una idea surgió en su mente y que además les saldrían más fácil a ellos.

_ Ya lo sé, ¿Que te parece si vamos a mi casa a ver una película? Y no te preocupes por mis padres y mi hermano, ellos salieron y vendrán hasta mas tarde.— daba una idea Dana.

_ Si tú lo dices, entonces vayamos a tu casa y continuar con nuestra cita.— aceptaba el peliblanco.

Sin más que decir ambos novios fueron hasta la casa de la castaña a seguir con la cita. En eso mientras caminaban con rumbo a la casa de la castaña alguien los había visto. Y que además le sorprendió verlos juntos.

_ Tal parece que ese estúpido no le quedó claro la amenaza de Scott. Ni modo, tendré que decirle lo que está haciendo el anciano.— dijo esa persona.

Regresando con los novios, vemos como estos llegaron a la casa de Dana. Entraron y como tal había dicho la castaña, no había nadie ahí, ni los padres de ella, así como su hermano Dylan.

_ Antes de comenzar con la película iré a preparar palomitas, ya regreso.— dijo la castaña.

_ Está bien, aquí espero.— contestó Lincoln.

Unos minutos pasaron en donde Dana apareció con un tazón lleno de palomitas y unos refrescos. Los puso en la mesita que estaba frente a ellos. Luego tomó el control remoto y puso en la televisión la opción de Netflix.

_Que bueno que mis padres me dejaran contratar un paquete de Netflix con todo incluido. Así todos nosotros podamos ver cualquier película que queramos.— decía Dana a su novio.

_ Eso es genial, veamos que películas hay para poder ver una. Espero que sea una buena y no una mediocre.— dijo el albino.

Dana fue viendo que películas habían para poder ver, entre tantas al final escogieron una que les llamó la atención. Una vez puesta comenzaron a verla. Durante varios minutos ambos novios estaban atentos a la peli.

En eso Lincoln aprovechó en abrazar a su novia poniendo su brazo sobre sus hombros. En una de esas sus manos se entrelazaron y quedando juntas cuando tomaron más palomitas, cosa que provocó un poco de gracia a ambos.

Luego de las risas se quedaron viendo fijamente. Tantos días que pasaron para volver a salir en una nueva cita. Extrañaban esto, de salir nuevamente como la pareja que son. Unos segundos más pasaron en donde ambos se juntaron para comenzar a besarse.

Ambos jóvenes se dejaron llevar por el amor que se tenían. Lincoln probaba los labios de su novia, no importaba cuantas veces la besaba, cada beso que se dé con ella será especial como el anterior. Dana por su lado estaba agradecida de tener a un gran novio como lo es Lincoln, quien le ha demostrado que no es igual a los demás chicos, quienes sólo son unos cretinos, así como Scott, al cual ya la tenía cansada.

Se separaron unos momentos para tomar aire, luego siguieron con su beso. En eso se puede ver como Lincoln puso su manos sobre la pierna de Dana, acariciando y sintiendo su piel. Luego comenzó a subir hasta llegar hasta su falda, a lo que Dana se dio cuenta de lo que Lincoln hacía.

_ Eres un conejito travieso, ¿Lo sabías?— le dijo Dana a su novio.

_ Perdón, me dejé llevar por unos momentos. Lamento si te hice incomodar por lo que estaba por hacer.— se diculpaba el peliblanco.

_ Tranquilo amor, es normal en las parejas que haya este tipo de contacto. Aparte.... Me estaba gustando lo que hacías.— confesó la castaña.

_ Yo nunca antes había hecho eso, es la primera vez que lo hago.— contó el albino.

Al decir eso fue que a Dana le vino algo a su mente con respecto a las palabras que había dicho Lincoln, "primera vez" algo del cual había escuchado muchas veces de parte de algunas amigas y compañeras sobre tener intimidad con sus parejas. Y en ese entonces no creía nada de eso.

Pero ahora su curiosidad sobre eso se hizo presente. Quería sentir en carne propia el tener algo con su novio, y así, dar un paso colosal en su relación con Lincoln.

_ Lincoln.... quisiera decirte algo.... no sé que pensarás al respecto..... pero es algo del cual me gustaría que hagamos nosotros dos.— le dijo Dana a Lincoln.

_ Adelante amor, puedes decirme lo que quieras. Yo te escucho.— respondía el albino.

_ Quisiera que tú y yo..... tengamos nuestra.... primera vez.— decía con pena la castaña.

Lincoln al oír eso fue que se puso nervioso y rojo, ya que sabía a que se refería Dana al decir sobre tener su primera vez. No era tonto, eso lo sabe perfectamente en una ocasión cuando sin querer escuchó una conversación entre Lori y sus demás hermanas mayores.

No sabía que decir o hacer en estos momentos, nunca imaginó poder llegar a esto. Por una parte no se sentía seguro de esto, debido a lo que puede pasar si lo hacen. Aunque por el otro lado también sentía curiosidad de querer hacerlo, debido a lo mismo que escuchó en esa conversación, donde Lori contaba que cuando lo hizo con Bobby fue algo mágico.

Se debatía que podría hacer. Si hacerlo con su novia o no, era una de esas decisiones en las cuales estaba entre la espada y la pared. Veía a su novia y pudo notar en su mirada que en parte ella también quería hacerlo y experimentar que se siente ser dos en uno. A lo que pensó en la respuesta que bien, esperaba fuera la buena.

_ Está bien.... tengamos nuestra primera vez..... Dana.— dio su respuesta Lincoln.

_ Que bien.... pero antes vayamos a mi habitación, no quisiera que mis padres y hermano nos vieran haciéndolo en la sala, sería raro.— contó la castaña.

_ Cierto, vayamos a tu habitación para así tener más privacidad.— acató el albino.

Dana estaba ansiosa de que daría un gran paso en su relación con Lincoln, apagó la televisión y luego fueron a la habitación. Estando ya adentro fue que Lincoln se dirige a su novia.

_ Bien.... ¿Que es lo primero que hay que hacer?— preguntaba Lincoln.

_ Primero.... debemos de quitarnos nuestras ropas.... para estar más cómodos.— respondió Dana.

Y así lo hicieron, ambos jóvenes comenzaron a quitarse sus prendas, empezando con sus zapatos, pasando por sus camisas, y luego de eso Lincoln se quitó su pantalón, y Dana su falda. Ya estaban en ropa interior, pero faltaba algo más, y eso era la misma ropa interior.

Dana se quitó su sostén dejando ver sus ya formados pechos, cosa que provocó que algo en la entrepierna de Lincoln despertara, cosa que notó Dana. Quien no perdió tiempo y se quitó sus bragas, Lincoln también hizo lo mismo quitándose su bóxer.

Ambos estaban tal como vinieron al mundo, tenían sus caras completamente rojas, esta era la primera vez que se ven desnudos. Lincoln veía el cuerpo de su novia, debía de admitir que se veía sexy, no quería decirlo en voz alta, pero Dana es la chica más sexy que haya visto. Dana por su lado veía a Lincoln y pese a que no sea alguien atlético y con un cuerpo marcado, no quitaba el hecho de que se veía muy bien.

_ Vayamos a la cama y comenzar con lo nuestro..... estoy nerviosa.— dijo Dana.

_ Yo también lo estoy, hagámoslo.— respondió Lincoln.

Fueron hasta la cama en donde ahí mismo darían un pequeño calentamiento, primero empezaron con un beso en sus labios. Podían sentir el calor de sus cuerpos como emanaba. Lincoln acariciaba más el cuerpo de su chica, tocando partes que según él, no debía de tocar, y lo estaba haciendo, cosa que Dana le gustaba.

Luego de unos minutos de puro besos y caricias ya era momento de la verdad. Lincoln estaba acostado en la cama, vio como su novia estaba preparada para ser uno mismo.

_ Aquí voy, espero que estés preparado.— avisó Dana.

Sin más, Dana introdujo el miembro de su novio en su zona íntima, dejando escapar un gemido de dolor. Cosa que estremeció a Lincoln, pensando que Dana se hizo daño.

_ ¿Estás bien Dana? ¿Te está doliendo mucho?— preguntó Lincoln preocupado.

_ N-n-no.... descuida.... conejito, estoy bien.— respondía Dana.

Así Dana comenzó con la acción, moviéndose de arriba abajo, en donde el dolor que había sentido en un comienzo poco a poco se convertía en placer. Lincoln también empezaba a disfrutarlo, no creyó que esto fuera realmente bien. Dana seguía brincando encima de su novio, sacando la lengua del placer que esto le causaba.

Lincoln observaba cómo su novia lo estaba disfrutando, además de ver como los pechos de su novia rebotaban. Pasado ya varios y largos minutos fue que Lincoln estaba por terminar. Ya no aguantaba más y terminó por correrse dentro de su novia.

Luego de eso ambos cayeron rendidos, esto había sido algo glorioso, algo del cual no tenía comparación, era difícil de describir, sólo podían decir que fue mágico. Pasado unos minutos en donde recuperaron el aliento fue que Lincoln se dirige a su novia.

_ ¿Quieres hacerlo nuevamente? — preguntó Lincoln.

_ Claro.... quiero que me lo hagas tú mismo.— contestaba la castaña.

Tras eso Dana se acuesta boca arriba y luego se abre de piernas, Lincoln ya tenía a su amiguito despierto nuevamente. Lo metió lentamente sobre la cavidad vaginal de su amada, quien ya no le dolía, le encantaba tener el miembro de su amado dentro de ella.

Ahora era Lincoln quien tenía el control, comenzó a moverse dándole placer a su novia. Se le veía que lo hacía un poco torpe, pero hacía lo mejor que hacía, y sabe que más adelante puede mejorar para hacer feliz a su bella novia.

Otros largos minutos pasaron y Lincoln terminó por terminar dentro de Dana. Esta segunda ronda fue igual de placentera como la primera, pero esto no terminaba, querían más. Ahora Dana se puso en otra posición, ahora estaba en la posición de perrito. Lincoln volvió a introducir su miembro dentro de su novia.

El albino le daba embestidas a su novia, donde se escuchaba el sonido de sus cuerpos chocar como si fueran palmadas, además de escucharse los gemidos de ambos. Sentían sus cuerpo calentarse y sudar en exceso, aún con eso seguía con su acto carnal.

Por tercera vez Lincoln se corre dentro de Dana, la castaña sintió la semilla de su conejito en su interior. Luego de esto ambos no pudieron más y terminaron cayendo en la cama, cansados pero complacidos, esta había sido la mejor noche de sus vidas, un momento del cual jamás olvidarían, el día que dejaron de ser vírgenes.

_ Eso.... fue hermoso, fue único, fue bello, sobre todo.... fue mágico lo que hicimos.— dijo la castaña.

_ Lo que decían de hacer el amor no metían, fue realmente asombroso. Y este momento es uno que jamás pienso olvidar. Aunque, me preocupa lo que pasará ahora, ya sabes, lo acabamos de hacer sin protección.— decía Lincoln sobre ese detalle.

_ Tranquilo conejito, escuché que las jóvenes que tienen relaciones la primera vez no pueden quedar embarazadas, pero ya la segunda si. En todo caso iré a la farmacia a comprar unas pastillas anticonceptivas.— decía Dana a su novio.

_ Bueno, eso me anima mucho. Por ahora quiero descansar, quiero recuperar fuerzas luego de lo que hicimos.— dijo el peliblanco a Dana.

_ Yo también, nos vendrá bien descansar un poco tras la acción que tuvimos.— comentó la castaña.

Así ambos novios se acostaron en la cama, abrazados y felices de que habían dado un paso enorme en su relación. Ahora estaban más unidos que nunca, algo del cual esperaban hacer más adelante, cosa que sin duda disfrutarán así como lo hicieron hoy.

Más tarde.

Un rato pasó y Lincoln comenzó a despertarse, vio que Dana lo estaba abrazando, notó que ella estaba sonriendo. Sin duda se veía hermosa, y más como estaba con su cuerpo desnudo, era todo un ángel para sus ojos.

Vio en el reloj de pared que había en la habitación la hora, eran un poco pasado de las 9, era ya tarde, además de que los padres de Dana estarían por venir o posiblemente ya estén en casa. En todo caso tendría que irse, pero antes le avisaría a Dana de que tendría que irse.

_ Dana.... despierta Dana, ya es un poco tarde, y tengo que irme antes de que tus padres lleguen.— trataba de despertar a su novia.

_ Mmmmm.... unos 5 minutos más....— dijo dormida Dana.

_ Jeje, vamos despierta mi bella durmiente. No quisieras que tus padres se enteren de lo que hicimos, será mejor que nos cambiemos y yo tendrá que regresar a mi apartamento.— le dijo Lincoln a Dana.

Así la castaña se levantó como pudo, quería seguir durmiendo, pero tenía que hacerle caso a Lincoln, de levantarse y hacer que nada pasó en esa casa en ausencia de los padres de familia. La castaña vio que aún tenía de la semilla de su conejito, tomó unos pañuelos que tenía en su habitación y se limpió bien en su parte íntima.

Luego ambos procedieron en ponerse sus ropas y verse que no hicieron nada, ya cambiados fue que bajaron hasta la sala. Notaron que todo en la sala estaba tal como lo dejaron, indicio de que los padres de Dana aún no han llegado y también Dylan.

_ Esta ha sido la mejor cita que haya tenido. Fue algo que siempre recordaré.— dijo Dana a Lincoln.

_ Así es amor, ha sido algo del cual pienso recordar siempre. Y espera que más adelante pueda que volvamos a hacerlo, y cuando ese día llegue me aseguraré de comprar preservativos. Por ahora me tengo que ir, adiós Dana.— se despedía Lincoln de su amada.

_ Adiós mi conejito, estaré ansiosa cuando volvamos a tener algo de intimidad. Te veré luego.— le dijo Dana a su novio.

Con un beso en sus labios ambos novios se despidieron, Dana cerró la puerta de su casa y luego fue a su cuarto a tomar su toalla y darse un baño. Lincoln caminaba de regreso a su hogar, estaba alegre, había tenido su primera vez con Dana, nunca pensó que su relación con Dana pudiera mejorar, pese a lo que ha pasado entre ellos dos por culpa de cierta persona.

Caminó hasta llegar a un cruce, esperó a que la luz cambiara a verde para poder cruzar. Cuando vio que cambió la luz caminó por la zona peatonal para cruzar al otro lado. Mientras cruzaba Lincoln no se fijó de que un auto venía a toda velocidad y se acercaba hacia él.

Para cuando se enteró lo único que vio fueron unas luces que lo envolvieron totalmente, sabía que estaba por pasar. Algo del cual era inminente y que no tenía posibilidades de poder esquivarlo. Lo único que pudo hacer en ese momento fue cerrar los y esperar lo peor.

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Hola amigos, ¿Cómo están? Espero que bien.

Bueno, en este capítulo pudimos ver el como Lincoln estaba más emocionado, luego de la plática que tuvo con su cuñado donde no debería de dejar que Scott tenga el camino libre para intentar ligar a Dana y obligarla a estar con él.

También vimos como Dana explotó, le dijo a Scott lo que sentía de él, donde le dejó claro que no quiere nada con él y que mejor ni siga insistiendo. Pero ya sabemos como es el oxigenado ese.

Además de ver como Lincoln pasaba nuevamente un día entero con sus amigos y novia, en donde Lincoln pudo ganar algo y presumirlo a sus hermanas. Y en donde también Lincoln y Dana tuvieron una nueva cita, en la cual ambos tuvieron su primera vez.

Las cosas se pusieron interesantes, sobre todo lo que pasa al final, ¿Que pasará ahora con Lincoln? ¿Acaso Lincoln podrá librarse de esta? ¿O será alcanzado por ese auto? Todo eso y más lo sabremos en el siguiente capítulo, en donde les aviso que de aquí las cosas se pondrán epicardo.

Sin nada más que agregar, los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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