Capítulo 3. Polizón
El viernes había llegado de forma veloz. Los pasillos del instituto se llenaban con rapidez mientras los murmuros llenaban la atmósfera. Todos esperaban que aquel último día lectivo pasara rápido para volver a sus casas y aprovechar el tiempo a hacer el vago de nuevo en sus camas. O al menos eso era lo que pensaba un pelirrojo que bostezaba de forma perezosa mientras arrastraba los pies y se encorvaba hacia delante. Tenía muchísimo sueño, apenas había podido dormir, su mente estaba siendo colapsada por la incesante imagen de aquella rubia tan dulce y linda que le tenía calado hasta los huesos. No lo culpéis, no tenía la culpa de haberse enamorado de alguien que ya tenía pareja. Y hablando de ello, allí estaban ambos conversando animadamente, la chica sostenía unos libros en sus brazos contra su pecho, mientras el joven la miraba con la mirada perdida, como si no la estuviera escuchando realmente, aunque era convincente ante la sonrisa tan perfecta que se esforzaba en mantener y los leves cabeceos de asentimientos ante los comentarios de la más bajita.
Un gruñido salió de su garganta, llamando la atención de u compañero, quien le dio un par de golpes leves en la espalda.
— Vamos, rojo, anima esa cara— Springtrap le sonrió—. Piensa que mañana es el gran día, daremos una actuación de verdad, y puede que nos den un premio.
— No sería la primera vez que gano un premio sólo por participar— hizo una mueca lo más parecida a una sonrisa, mientras se enderezaba y se estiraba en el proceso—. Espero que Bon haya sido capaz de mejorar su parte. En mi opinión creo que es el que menos talento tiene— comentó como si nada, haciendo reír a su amigo.
— Al menos nos sirve de algo que sea compositor. Ha mejorado mucho desde... bueno, que se junta con ese chico.
— ¿Con Bonnie?— Fox lo miró con duda—. Él ni siquiera debió juntarse con la competencia, no te ofendas— el rubio negó—. Después de lo que le dijo... No sé ni cómo no le he dado ya una paliza.
— Porque en el fondo quieres que hagan las paces— le hizo entrar en razón—. Pero bueno, es cuestión de tiempo que puedan volver a hablarse. Sería mejor no forzarles.
— Sí, tienes razón, estropajo— le despeinó de forma amistosa—. Por cierto, ¿la enana te dio la llave?
— Aquí está— le enseñó la llave—. Después de clases iremos todos a la sala de ensayos para poder acabar la canción para mañana.
— Estupendo— sonó la campana—. Anda, vamos a clase ya, aún tengo que enseñarte a leer la tabla periódica.
— Hey, ya me sé los gases normales— se defendió.
— Nobles, estropajo, son los gases nobles.
— Lo mismo da.
Se marcharon de allí entre risas, sin percatarse de que alguien bajito y pelimorado, con unos ojos rojos cual rubí ocultos bajo unas gafas oscuras, los había escuchado tras su casillero. ¿Para qué iban a ensayar en la sala? ¿Ir todos? No entendía a qué se referían, pero con sólo escuchar el nombre de su maestro su curiosidad lo llevó al punto de querer saber más.
Mientras, en la puerta del instituto esperaban un par de chicas a que alguien llegara. Era ya costumbre esperar por el chico de ojos esmeraldas que siempre prometía que llegaría a tiempo para luego llegar cada día más tarde.
— Este torpe...—murmuró con enojo la peliblanca, golpeando impaciente el suelo con su zapato—. La campana ya sonó, soy la encargada de asegurar que todos los alumnos lleguen a tiempo— miró a su amiga—. Joy, ¿te importa quedarte un rato hasta que llegue Bon, por favor?
— Sí... No hay problema...—susurró un poco ida la de cabellos dorados con la mirada perdida.
— Joy, sé que te afectó lo del otro día, pero supéralo ya— tomó el hombro de la menor y le sonrió—. No sufras por alguien que no te merece.
— Está bien, Meg— le sonrió de forma dulce, despidiéndose mientras veía a su amiga entrar al edificio. Miró su móvil por enésima vez, mirando la conversación que había tenido minutos antes con aquel chico que le había quitado el sueño durante dos días.
~Ayer~
Osito🐻💙: Sigues molesta??
22:25 ✔✔
Tú: Claro que sí, estuvo mal lo que hiciste
22:26 ✔✔
Osito🐻💙: No pretendía espiarte!
22:26 ✔✔
Osito🐻💙: Además, ni siquiera quería entrar allí, unos chicos me empujaron y me hicieron entrar en el baño de chicas!
22:27 ✔✔
Tú: Cómo sé que no mientes? Siempre estás detrás de todas las chicas del instituto, por qué no ibas a aprovechar la situación de espiarnos?
22:28 ✔✔
Tú: Confiaba en ti, Fred, ahora ya no sé qué pensar...
22:28 ✔✔
Osito🐻💙: ...
22:29 ✔✔
Tú: Mira, ahora no quiero hablar de eso, sí?
22:31 ✔✔
Osito🐻💙: Está bien, como tú digas...
22:50 ✔✔
Ahora que leía los mensajes con detenimiento se daba cuenta de que quizás se habría pasado un poco con el contrario. Tal vez decía la verdad y ella lo estaba prejuzgando por sus actos, pero no podía evitarlo. Ese chico... le hacía dudar tantas veces.
— ¡S-Siento la demora!— justo en eso había llegado el peliturquesa por el que estaba ahí fuera esperando.
— Por fin llegaste— comentó con un tono entre burla y cansancio, seguramente les regañarían a ambos por el retraso.
— L-Lo siento, es que...— rió nervioso el moreno, rascando su nuca.
— Ya tendrás tiempo de inventarte una excusa después— fue adelantándose para ir a su clase—. Vamos ya.
— Sí...— levantó una de sus cejas ante el comportamiento extraño de su amiga. Normalmente no era tan directa a la hora de recibirlo como era normal en el día a día, de eso se encargaba Meg. Seguramente seguiría afectada por lo que pasó con aquel chico de cabello azabache, con quien por cierto debía hablar sobre su parte del solo de la canción.
Pasadas las aburridas horas de clases, llegando a ser las dos de la tarde, todos los jóvenes ansiaban volver a sus casas. Todos excepto cierto grupo de cinco nuevos amigos que se dirigían al salón de ensayos, pues estaban a un día de presentarse al dichoso concurso de talentos.
— Creo que si aumentamos el ritmo de la música será un poco más entretenida en lugar de ser tan monótona y triste— Bon borraba y volvía a escribir en sus partituras, dando leves golpes en el suelo con su lápiz, ya que estaba sentado en el suelo—. Después de todo tendría que animar en lugar de deprimir.
— Me parece bien— comentaba distraído el de mirada oscura mientras buscaba un micrófono que funcionase—. De todos modos la letra creo que está bien, y eso es lo importante.
— Además, tenemos que grabar la melodía de fondo, y como el aula de audiovisuales está ocupada tendremos que hacerlo nosotros mismos— Springtrap terminaba de montar la batería que había allí.
— Y nos tiene que dar tiempo a probar los atuendos para últimos retoques— mencionaba el pelirrosa con sus vestimentas listas en un pequeño perchero con ruedines.
— Mientras lo tengamos listo hoy ya habremos conseguido algo— bufó aburrido el pelirrojo, sin saber qué hacer mientras veía a los demás preparar todo—. Pero yo aviso, a parte del triángulo no sé tocar ningún otro instrumento.
— Sí claro— el rubio le miró con las cejas aladas y una mirada confianza—. ¿Por qué no nos muestras qué puedes hacer con esta monada?— le mostraba la batería terminada, lanzándole las baquetas para que las atrapara, lo cual atinó a hacer con velocidad.
Todos le miraron expectantes, esperando que demostrara sus reales habilidades. Resignado, se acercó al instrumento y sentándose en la banqueta.
— Tú lo has querido, estropajo, pero luego no te quejes si la rompo— le miró acusador mientras veía reír al rubio.
Tras unos segundos que usó para mentalizarse empezó a tocar un ritmo normal con ayuda del bombo y los tamborines. Pero en cuanto tomó confianza se dejó llevar, golpeando con habilidad y destreza creando una melodía de percusión bastante pegadiza e impresionante.
Al terminar todos le miraron, sin habla, boquiabiertos. Bueno, todos menos el rubio que ya sabía de su habilidad oculta.
— Listo, ya tenemos batería— dijo feliz el estropajo, mientras los demás aplaudían al ruborizado pelirrojo que sentía de nuevo la adrenalina de tocar la batería.
Pasaron la tarde entera ensayando y practicando para el día siguiente, repasando, componiendo y mejorando la letra, la coreografía y la melodía. Todo estaba saliendo como tenían planeado, pero no pensaban que tendrían público tan rápido.
— ¡Auch!— una queja sonó en la puerta de la sala junto a una cabellera morada.
— ¿Uh?— todos se giraron al sonido producido, sorprendiéndose de ver al ex-guitarrista de los Animatrónicos.
— ¿Bonnie?— murmuró el peliturquesa, sintiendo sus mejillas sonrojarse muy ligeramente con sólo verlo de nuevo, pero sin tener valentía de mirarle a los ojos en cuanto Fox le ayudó a levantarse.
— Enano, ¿qué haces aquí?— el pelirrojo lo miraba serio mientras el contrario sólo jugaba con sus dedos nervioso.
— Y-Yo...— desvió la mirada—. Os escuché a ti y a Spring sobre que estaríais aquí ensayando para algo que pasará mañana... Sólo tuve curiosidad.
— Ay... Tú y tu curiosidad— rió dándole un golpe en la espalda—. Vale, nos has pillado, te diremos qué tramamos, pero prométenos que no se lo vas a decir a nadie, ¿entiendes?
— ¡Sí!— sonrió, fijándose que Bon estaba en el fondo de la sala, sin mirarle, "hundido" en sus pensamientos. No evitó hacer una mueca triste.
— Repito, ¡a nadie!— le hizo jurarlo por el pudin.
— Lo prometo— puso su mano sobre su corazón.
Nadie se fijó que cruzó los dedos de su otra mano tras su espalda.
(...)
Llegada la noche, en casa de un peliturquesa se escuchaba el grifo de la ducha en el cuarto de baño del segundo piso. El moreno suspiraba con cansancio mientras sentía cómo el agua caliente le cubría por completo y retiraba los restos de jabón de su piel. Estaba agotado, lo único que quería hacer en ese momento era tumbarse en la cama y poder así descansar por fin. Cerró la llave del agua y tomó una toalla para secarse. Al llegar a su habitación se comenzó a vestir, pero en eso su móvil le avisó de mensajes entrantes de un número conocido.
Bonnie🐰: Perdona si te molesto
21:35✔
Bonnie🐰: Podemos hablar?? Por favor
21:36✔
Suspiró al leer el nombre de aquel que le había sonrojado tantas veces que había perdido la cuenta. Desbloqueó el aparato para teclear de forma rápida antes de volver a apagarlo dejándolo en silencio. Se tumbó y arropó con las sábanas oscuras, apagó la luz y cerró los ojos, esperando que llegara el gran día.
(...)
Maestro💙: No creo que sea buena idea ahora Bonnie. Mañana debo madrugar, mejor otro día
22:38✔✔
Retiró por milésima vez las lágrimas que caían con dificultad de sus ojos rojos. Llevaba días sin hablar con el peliturquesa y en verdad lo extrañaba. Estaba arrepentido por lo que pasó aquel día que parecía un ensayo corriente para pasar a ser una obra dramática con traición incluida, por cortesía de la molesta pelirroja que se pegaba al moreno como chicle bajo la mesa. Bloqueó su móvil y lo lanzó al otro extremo de la cama, ocultando su rostro en sus brazos. No le gustaba llorar, le hacía ver débil y vulnerable. No le importaba qué horas eran, de todas formas mañana no tenía nada que hacer. ¿O sí?
— El concurso...— musitó con un brillo en sus ojos.
Se tiró a por su celular, el cual encendió con rapidez para poder pulsar rápidamente un número en la pantalla.
— ¿Bonnie?— la voz somnolienta de una chica resonó en su oreja—. Son las doce de la noche, ¿qué quieres?— sonaba molesta, pero al pelimorado no le importaba.
— Chica, ¿tienes planes mañana?
—————————————————
To be continued...
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