"El ataque al Castillo de la Noche"

Selene solía ser despertada por su sirviente muy temprano por la mañana para tener tiempo de ser arreglada. Extraña vez sus hermanos iban a despertarla, ella solamente recordaba que los días de su cumpleaños sus tres hermanos brincaban sobre su cama hasta que ella por fin abriera los ojos.

Al sentir el movimiento en la cama, el primer pensamiento que le llegó fue que era su cumpleaños. Pero de alguna manera su mente adormilada se las arregló para hacer cuentas acerca de la fecha de su nacimiento y ese no sería hasta unos meses después. En el instante que notó que sus hermanos no estaba allí para desearle feliz cumpleaños, automáticamente abrió los ojos y se irguió sobre la cama.

No pasaron ni dos segundos antes de que cayera en cuenta que sus hermanos no estaban brincando sobre su cama, en realidad estaban moviendo el cuerpo de Selene a propósito para despertarla. De un momento a otro la realidad le cayó de golpe: los trillizos estaban llorando, atemorizados por lo que fuera que habían ido a buscar a su hermana mayor; su madre estaba en la puerta de la habitación, utilizando todas sus habilidades oscuras para mantenerlas cerradas, pero, al ser de día, la reina del Clan Oscuridad no tenía tanta fuerza como lo haría en la noche.

Selene no comprendía lo que estaba sucediendo. No comprendía por qué sus hermanos estaban tan asustados ni por qué su madre se empeñaba en mantener la puerta cerrada. ¿Quiénes estaban al otro lado?

Enseguida Selene salió de la cama, dispuesta a ayudar a su madre sin importar lo que estuvieran enfrentando. Aún tenía su vestido para dormir puesto, pero este se convirtió en un vestido púrpura digno de la princesa heredera del Clan Oscuridad después de que Selene tan solo lo pensara. Era una de las ventajas de tener habilidades de oscuridad.

Cuando la última costura fue transformada en su nueva vestimenta, su madre notó que Selene estaba detrás de ella, dispuesta a ayudarla a cualquier costo. Incluso entre sus manos ya habían varios destellos de luz púrpura, lo cual significaba que estaba preparada para lanzar sus poderes hacia la puerta, justo como lo hacía Janieris, su madre.

—¡No! —La mujer la detuvo antes de que Selene pudiera hacer algo. —Debes irte. —Un fuerte golpe retumbó en toda la puerta de madera. —Llévate a tus hermanos, protégelos con tu vida, ¿entiendes eso, Selene? —La confusión en el rostro de Selene era mayor a cualquier cosa que estuviera sucediendo—. ¿Entiendes, Selene? Debes protegerlos a ellos y al clan. —La nombrada no podía siquiera contestar, seguía sin comprender lo que ocurría. —¡Dime que lo entiendes!

La puerta fue derribada, derrotando a la agotada reina. Entraron personas pronunciando un grito de guerra. A pesar del ruido, Selene escuchó los agudos gritos de miedo provenientes de sus hermanos menores, saltando de la cama para esconderse debajo de ella. Al tener tan corta edad, sus habilidades no estaban tan desarrolladas como las de la misma Selene, pero eso no les impidió crear un escudo alrededor de ellos, juntando la fuerza de los tres e impulsados por el miedo. Incluso probablemente el escudo lo hicieron de manera inconsciente.

Hombres y mujeres invadieron la habitación de la princesa Selene, todos llevaban cuchillos o espadas. Su madre fue la primera en ser enfrentada con tales armas, gritando algo que Selene no podía escuchar.

Se convenció a sí misma de que su madre iba a estar bien, que ella podría hacerlo. Selene tenía que preocuparse por el resto de su familia en ese momento. Los tres pequeños seguían llorando cuando Selene logró sacarlos de su escondite, no dejaban de preguntar por el estado de su madre. La mayor de los hermanos los llevó al otro lado de su habitación donde había una puerta secreta que los guiaba a cualquier parte del Castillo de la Noche. Les ordenó que no salieran de ahí, a menos que fuera la misma Selene quien los sacara.

Usó todo lo que tuvo a su alcance para bloquear la puerta, incluyendo sus poderes. Nunca podría perdonarse si algo les sucedía a los trillizos por algún descuido suyo.

Los intrusos no tardaron en darse cuenta de que Selene era la princesa, por lo que los ataques que estaban siendo dirigidos a su madre cambiaron el rumbo hacia la heredera del trono.

Chispas, luces y rayos púrpuras cruzaron toda la alcoba en defensa de la princesa de tan solo veintidós años de edad. Su madre le gritaba que se fuera, que protegiera a sus familia, pero Selene ignoraba sus órdenes. La familia incluía a su madre y no pensaba dejarla sola.

De repente Selene notó luces de otro color en la habitación. Luces amarillas específicamente. Eso solamente significaba que el Clan Luz estaba ahí y no era de manera amistosa. A pesar de aún no entender mucho acerca de la razón del ataque, Selene comprendió que el Clan Luz estaba detrás de él. Además los estaban atacando de manera sucia, justo en el momento en que el Clan Oscuridad era más débil y el clan rival era más fuerte: al amanecer.

Entre algunos golpes y el máximo uso de sus poderes, las dos mujeres lograron deshacerse de gran parte de los atacantes, pero cada que terminaban con uno, dos más cruzaban por la puerta con el mismo propósito que el anterior. ¿Cuántas personas estaban atacando el Castillo de la Noche? ¿Por qué? La paz entre ellos había reinado por décadas y no había habido ningún indicio de que la tensión fuera a romperse.

En un descuido, Selene fue golpeada en el estómago. Aquel mísero segundo que su guardia cayó, algunas personas alrededor se lanzaron contra ella. Estaba tan concentrada en defenderse de los golpes de todas esas personas que no vio venir el rayo de luz amarilla que la derribó por completo. Logró distinguir a su atacante: un hombre de no más de treinta años con el símbolo del Clan Luz marcado en un costado de su cuello.

Después de eso, todo fue tan rápido que Selene no alcanzó a asimilarlo a tiempo.

El hombre del Clan Luz lanzó un rayo amarillento que probablemente estaba destinado a asesinar a la primogénita de la Familia Real, así como también las dagas que fueron arrojadas en su dirección, atacándola por cualquier flanco posible. Ante la decisión de cuál evitar y sin saber a dónde ir, Selene se paralizó. Pero su madre no dudó ni un segundo en usar su cuerpo como escudo para que Selene saliera ilesa. La reina del Clan Oscuridad utilizó la fuerza que le quedaba para crear un escudo alrededor de su hija, olvidándose por completo de ella misma mientras los cuchillos atravesaban su pecho y estómago.

Por un momento todo se quedó en silencio. Los gritos cesaron, así como los golpes. El tiempo dejó de correr para Selene. Lo único que pudo hacer en ese momento fue ver horrorizada cómo su madre moría lentamente. Cómo su madre se había sacrificado por ella.

La princesa supo que su madre había muerto cuando el escudo alrededor de ella fue deshecho espontáneamente. La apenas perceptible aura púrpura que se le notaba alrededor se esfumó con el último aliento de la reina.

La mente de Selene no podía procesar tanta información al mismo tiempo, y, sin embargo, se las arregló para digerir el hecho de que su madre ya había fallecido, que se había sacrificado por ella en un ataque provocado por razones que desconocía, pero que sabía que tenía que ver con el Clan Luz.

Una solitaria lágrima se derramó sobre el cuerpo inerte de Janieris, mismo que aún tenía las dagas enterradas. El dolor y la ira se mezclaron en el interior de Selene, creando una mezcla de sentimientos negativos. No supo exactamente lo que sucedió después de eso, todos sus sentimientos las cegaron por completo. Tenía borrosas imágenes de ella asesinando con un chasquido a cualquiera que se le plantara en frente. En cámara lenta, destellos púrpuras salían de todo su cuerpo, no solamente de sus manos. Algunos eran de un color tan oscuro que podían ser fácilmente confundidos con el color negro.

Pasada toda esa masacre y ya sin tener a nadie por matar, Selene se arrodilló junto al cuerpo de su madre, dejando que las lágrimas salieran con libertad. Entre sollozos, la hija mayor retiró todas las dagas. Colocó sus manos sobre las heridas abiertas y presionó para poder curarlas, aunque sabía que aquello no iba a revivir a su madre, quería que su cuerpo pareciera intacto. Utilizando el pequeño truco que hacía tan solo unos minutos había hecho, cambió la vestimenta de su madre por una sin sangre ni tela desgarrada.

Descargó todas sus emociones a través de las lágrimas durante unos minutos antes de ir por sus hermanos. Ni siquiera tuvo fuerza para pronunciar palabras de consuelo cuando sus hermanos vieron a su madre sin vida en el piso, así como el resto de los cadáveres que la rodeaban.

Los trillizos se acercaron a su madre. Lo único que Selene agradecía era que no hubieran visto toda la sangre que estaba sobre ella antes de que cambiara su vestuario, ni el cómo murió. Sabía muy en el fondo que, de cierta manera, había sido su culpa el hecho de que la reina ya no estuviera con ellos. Pero también sabía que no era la única culpable.

El Clan Luz iba a pagar por lo que había hecho. Iba a pagar por la muerte de su madre. Iba a pagar por todas las muertes que habían provocado en el Castillo de la Noche.

Oficialmente esto era guerra.

Bueno, así comienza esta historia de magia y fantasía ajdsjaj (por segunda vez, je).

Me alegro mucho de tenerte por aquí, bienvenido a la familia c:

Más adelante conoceremos un poco más acerca del resto de los clanes y de la historia de cada uno jajaja. 

Si te gustó este pequeño capítulo, estaría encantada de leer tus comentarios o ver tu estrellita por aquí.

Alex.

Actualización 2021: comencé la historia de nuevo JAJAJJAJ, para recuperar la inspiración que me hacía falta y darle mejor organización a mis ideas jsjsjjs. En esencia, los primeros capítulos son los mismos, pero ya estaré actualizando los nuevos jsjsj. Esperemos que esta vez sí jale AJAKJSDHAKD.