Capitulo 3
Las patrullas que se habían nombrado para la búsqueda de la omega habían vuelto con las manos vacías, no había ningún rastro en el bosque, ni siquiera el olor a muerte se sentía en la zona, ya habían perdido la esperanza de encontrar el cuerpo de la omega muerta y así se lo habían hecho saber a sus líderes.
Siendo el más afectado el alfa Joss que había perdido el amor de su vida, su compañera, su amiga y la madre de sus hijos, lamentaba no haber conocido a su cachorro, pero debía mantenerse fuerte aún tenía un hijo que necesitaba de su cuidado, su pequeño Kao necesitaba de él, no podía dejar que el lazo roto acabará con su vida, debía vivir, tenía que hacerlo por su cachorro de tres años que aún no entendía que su madre no iba a regresar.
Por su parte el alfa Joncheveevat, le había mandado sus más sinceras condolencias y se había puesto a la orden para ayudarlo en lo que necesitará, además de hablar con las otras manadas para incrementar la búsqueda de los rebeldes, debían atraparlos y someterlos a sus leyes, no podían permitir que las cosas se les fueran de la manos, debían demostrar que unos cuantos lobos no iban a poder con ellos si estaban unidos.
Al día siguiente todo seguía igual, la vida como la conocían seguía, cada centinela se estaba haciendo cargo de cuidar su parte del perímetro que les correspondía y hasta ahora no habían tenido ningún incidente que llamará su atención, la única novedad que tuvieron fue que el nuevo médico había llegado a la manada y estaba listo para empezar a ejercer sus labores.
Y por ello Ana después de dejar nuevamente a Gaby a cargo del bebé Kanawut se fue al centro médico para hacer la entrega oficial a Lance; al verlo, no pudo evitar que los sentimientos que los unían volvieran a salir a luz, allí estaba él en todo su esplendor como la mayoría de los alfas de la manada él era alto, musculoso, con la piel canela, ojos marrones claros y esa barba cuidada que le gustaba y le aportaba unos rasgos muy varoniles a su rostro, ella siempre había estado enamorada de él pero por las circunstancias hasta el momento no habían podido concretar una relación.
Lo cual para su desgracia iba a seguir de la misma manera, ella era una mujer en una misión que la misma madre luna le había dado, no podía dejarse llevar por las emociones, no podía sacrificar el bienestar de su pequeño cachorro por el propio, ese niño iba a ser importante para la manada, no podía permitir que nada le pasará.
—He vuelto princesa, el tiempo que he estado sin verte te ha hecho más hermosa de lo que te recordaba, espero que ahora sí puedas darme una respuesta — hablo el hombre mientras la miraba, ella estaba hermosa como siempre con ese largo y liso cabello castaño que siempre le había gustado, sus ojos verdes, su piel blanca y esas hermosas curvas que la definían como una hermosa omega, inspiro un poco de ese olor exquisito que lo volvía loco, manzana y caramelo.
Aunque había algo nuevo que le había llamado la atención, su hermosa omega tenía un tercer aroma con ella que no había estado antes, olía a leche materna... Lo cual no podía ser, quizás su olfato estaba fallando o simplemente era el hecho de querer formar por fin una familia con su omega lo que estaba haciendo que empezará a sentir cosas que no estaban allí.
—Lance... Yo... Yo solo vengo a entregarte el centro de salud, debo irme unos meses por problemas familiares —. El silencio reino en la estancia mientras se miraban a los ojos "... y no creo que al regresar sigas queriéndome hacer esa pregunta, cuando sepas la causa por la que me fui, no creo que sigas sintiendo lo mismo y aún quieras formar una familia" se dijo así misma con pesar.
— ¿Problemas familiares?, ¿qué problemas?, no te creo esa excusa, yo te conozco demasiado bien como para que me quieras engañar de esa manera.
— ¿Qué quieres que te diga?, ¡esa es la verdad! hay algunos problemas en mi familia y tengo que ir ayudar, ya hablé con el alfa y él está bien con ello, creo que lo mejor es que comencemos con el recorrido, tengo algo de prisa... Me voy está misma tarde.
—Aún sigo sin creerme lo de los problemas familiares.... Pero también se lo terca que eres y que cuando algo se te mete en la cabeza no hay poder que te lo saque —. Suspiro cansado el alfa.
Tras esas últimas palabras por fin Ana pudo explicarle todo lo que tenía que saber, dejo todo organizado rápidamente para volver a casa, en donde su pequeño la esperaba ansiosamente, amaba a ese niño como si fuera suyo propio, no podía creer lo rápido que se había encariñado con el lindo cachorro.
Le agradeció a Gaby por haberlo cuidado una vez más y termino de hacer sus maletas, estaría unos días fuera de la manada y aún no sabía a dónde iba a ir, lo único que sabía es que tenía que ser un lugar alejado donde pudiera pensar una excusa con la cual pudiera volver con un bebé en brazos, lo de la prima humana era todo un invento.
Algo apesadumbrada termino de armar su maleta y se paró en medio de su habitación —Por favor madre luna, dame sabiduría para saber que hacer—. Y como si la luna hubiera escuchado su suplica inmediatamente recordó la cabaña de su abuela.
Ese era el lugar a dónde se debía dirigir, termino de llevar sus cosas al auto, tomo al bebé y partió a su destino, dos horas después estaba haciendo su entrada al claro del bosque en donde vivía la anciana, quien extrañada se asomó a la puerta para ver de quién se trataba.
Al ver a su nieta una sonrisa se formó en sus labios, tenía mucho tiempo que no la veía, pero el bulto en sus brazos hizo que frunciera un poco el ceño ¿De qué se trataba aquello?, Y es que en la sociedad de los cambia formas una omega con un bebé y sin lazo no era bien vista, eso solo significaba que había sido rechazada por su pareja o que este no era libre para marcarla, lo cual la convertía en una deshonra para la manada.
Por lo cual, apenas Ana puso un pie dentro de la cabaña no pudo evitar ser interrogada por su abuela, no quedándole más remedio que contarle todos los detalles de los acontecimientos de la luna de sangre, sabía que su abuela jamás la traicionaría y tenía razón en ello, la mujer solo se había quedado en silencio observándola, por años las mujeres de su familia habían sido fieles sirvientes de la madre luna, así que no le extrañaba que está le hubiera dando una misión a su nieta.
Sin embargo, había algo que la estaba molestando desde hace rato, el cachorro no tenía ningún olor aparte de los artificiales provenientes de los pañales y la leche, lo cual no era normal, por lo general estos siempre heredaban el olor de sus padres hasta que se presentan y obtienen el suyo propio, un cachorro sin olor era algo que no era posible entre su gente, hasta los humanos tienen su propia esencia, un lobo no podía nacer sin ella, así que saliendo de sus pensamientos dijo:
— ¡Amamántalo!
— ¿Qué? Abuela ya sabes que no es mi hijo, no tengo leche, pero no te preocupes estoy preparada—, hablo Ana mientras buscaba un tetero dentro de su bolso.
— ¡Tu cachorro no tiene olor!, ¿tienes idea de lo que pasará si regresas con él así? ¡es igual a no tener nombre!, lo estarías condenando a ser un paria dentro de su propia manada precisamente lo que quieres evitar, ¿qué piensas decirle cuando te pregunten?
—No lo sé, hasta ahora lo único que había pensado era decir que es hijo de una humana que atendí y murió en el parto...
— ¿Y dónde has visto que un humano crezca entre lobos?, ¿qué vas a decir cuando llegue el momento de su presentación? o mejor aun cuando se transforme por primera vez en lobo....En ese momento sabrán que has mentido y tú castigo será la muerte para ti y él niño... Lo mejor es que te deshagas de él y sigas con tu vida — esas palabras hicieron que los instintos omegas despertarán volviendo sus ojos de un azul intenso y que sus colmillos comenzarán a crecer a modo de ataque.
— ¿Qué crees qué haces niña malcriada?, ¿estás desafiando a tu abuela?, ¿eres capaz de derramar tu propia sangre por ese cachorro?
— ¡Es mi hijo!—. Al oír eso la anciana comenzó a reír desconcertando a Ana.
En la mente de la anciana todo lo que podía decir es que ella tenía razón, definitivamente si era su hijo, ella tenía muchos años más que su nieta, aunque con su aspecto de una mujer de cincuenta años no lo aparentara, la madre luna era buena con sus servidoras y aun podía verse más joven de lo que verdad era, con su cabello lleno de canas, unas pocas arrugas en su piel blanca y con sus ojos negros ella tenía muchos conocimientos acumulados, había visto muchas cosas que nadie creería —Anda, hazle caso a esta vieja que mis años no son por gusto.
Con algo de recelo termino haciendo lo que su abuela le había indicado, descubrió su pecho que nunca había amamantado a nadie y lo acercó a los labios del cachorro, el cual se aferró como si tuviera conciencia que de ello dependía su vida, y así lo era, del pecho comenzó a salir sangre que el bebé bebió, el trato había sido sellado.
—Ahora si es tu hijo de sangre—, susurro la anciana.
Para luego ver como un rayo de luna cubría a su nieta y al pequeño, convirtiendo la sangre en leche y con ello el bebé Kanawut empezó a despedir un exquisito olor a caramelo, un olor dulce y puro de cachorro recién nacido, ante una asombrada Ana que no podía creer todos los cambios que estaba dando su aburrida vida en tan solo unos días.
—Sabes... hay una leyenda que aún no te he contado—. Comenzó hablar la mujer mayor mientras se sentaba en su mecedora y comenzaba a balancearse —Hace mucho mi propia abuela hablaba de una profecía que creo que se está haciendo realidad ante mis ojos, ella solía decir "Vendrán tiempos difíciles, donde la sangre de los inocentes será derramada, Alfa y Omega nacerán juntos, siendo hijos de grandes líderes y su destino será traer paz y orden entre las manadas, aquellos que los protejan serán bendecidos por la madre luna, serán los elegidos para hacer que la leyenda se cumpla"
El silencio fue lo que reino en esa cabaña, solo se escuchaba el eco del bebé succionando la leche, ambas mujeres estaban sopesando las palabras antes dichas —¿Sabes lo que significa?—, pregunto la anciana de repente —Ese niño que has salvado no es cualquier niño, su padre debe ser uno de los grandes líderes, pero igual debes cuidarlo no sabemos que peligro corre, nadie debe saber de dónde vino hasta que llegue el momento apropiado , yo creo que el objetivo no era matar a su madre sino a él, quienes lo buscan deben conocer la leyenda y no quieren que se cumpla aunque con sus acciones solo lograron activarla.
—Eso no puede ser cierto, estoy segura que la omega aún no estaba lista para tener el cachorro, que naciera en la luna roja solo fue por pura casualidad.
—Como haya sido, lo hecho, hecho está y estoy segura que es el niño de la leyenda, toma tus cosas debemos regresar a la manada, mi intuición me dice que aquí no estamos seguras, ve pensando quien será el padre de ese niño, el merece tener una figura paterna, en el camino algo se nos ocurrirá de porque estás volviendo tan rápido y de dónde salió el bebé—, hablo la mujer mientras iba por sus cosas.
Sin más remedio Ana volvió a llevar sus maletas al auto y salieron rumbo a la manada, debía hacerle caso a su abuela, desde que tenía uso de razón la anciana nunca se había equivocado y en aquella ocasión no fue la excepción, porque tan solo veinte minutos después de haber abandonado el lugar este fue atacado por los rebeldes.
Ellos habían salido de cacería estaban buscando acabar con los miembros de la manada que estaban más alejados, además de también buscar a la omega que se les había escapado, su líder había sido claro debían encontrarla a como diera lugar y asegurarse de que el niño que llevaba en su vientre estuviera muerto.
Revolvieron todo el lugar, solo por el placer de destruir todo lo que había a su paso, pero al mismo tiempo quedaron embriagados por un exquisito olor a caramelo que había hecho que perdieran los otros olores que debían estar en la cabaña, ya no tenían la pista que habían seguido hasta allí, ahora todo lo que podían pensar era en el exquisito olor que los estaba volviendo loco ¿que tenía de diferente ese olor a todos los demás que habían percibido?, no lo sabían, pero todo se sentía tan extraño, era como si una fuerza externa los estuviera reteniendo en el lugar.
Lo cual le dio tiempo a Ana y a su abuela de alejarse lo suficiente sin siquiera enterarse de lo que había sucedido en la casa de la mujer mayor, cada minuto estaban más cerca de la manada y con ello un nuevo dilema que enfrentar, ¿cómo justificarían la presencia del cachorro?, ni siquiera podían decir que era hijo suyo, porque ella nunca estuvo embarazada, solo les restaba esperar y que se les ocurriera una buena excusa que darle al alfa.
Los Designios de la luna han comenzado a obrar, a favor de sus elegidos, ¿Que excusa dará Ana al regresar a la manada?
Pongamos cara a los personajes 🤗🤗
Ana
Lance
Anthika
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