Capitulo 26
Gulf se habia ido al orfanato a ver el estado de los niños y se sorprendió al ver el daño en las ventanas del mismo, así como zonas que habían sido dañadas por el fuego, al entrar se consiguio con las cuidadoras haciendose cargo de los niños, varios centinelas estaban alli custodiando la estructura en prevención de un nuevo ataque, todos estaban bien solo que aun estaban asustados por haber sido sacados de sus camas.
Hablo con Val la encargada del orfanato y a traves de ella pudo saber que las instalaciones en donde dormían los pequeños no fueron dañadas, estaban en optimas condiciones para seguir manteniendolos alli sin ningún problema, lo que debian atender urgente era el problema de los vidrios rotos, ya que eso permitía el paso de las corrientes de aire y podrían enfermarse, ante eso el pelinegro inmediatamente se volvió hacia donde estaba el centinela que lo acompañaba y le dio ordenes de que fuera a buscar todo lo necesario para resolver el problema en la siguiente hora.
Siguio su recorrido por los pasillos constantando con sus propios ojos que todo estuviera bien, esa casa hogar era el orgullo de su suegro Tul y no podía permitir que esos pequeños se quedaran sin un techo sobre sus cabezas despues de lo que había pasado en su manada, lo único que se merecían era estabilidad y tranquilidad, no podian estar moviendolos de un lugar a otro, muchos de ellos habían corrido con la suerte de que alguno de sus padres sobrevivió al ataque de Apiwat a la manada Noppakao, pero no fue asi para todos, lo cual lo hacia pensar que habría sido de él si su madre no lo hubiera adoptado.
Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando llego a una habitación en donde estaba una omega intentando calmar a un niño que no paraba de llorar —¿Que le pasa? ¿Esta herido?— pregunto preocupado.
—No, pero desde que comenzo el ataque no ha parado de llorar y no había manera de calmarlo, ya le di su leche, lo revise en busca de lesiones y no tiene ninguna — hablo apesadumbrada la mujer.
Gulf frunció el ceño y se acerco a ella para tomar al pequeño niño entre sus brazos haciendo que dejara de llorar cuando comenzo a emitir un poco de su olor a caramelo —Ya pequeño, no hay que llorar, estas a salvo— lo mecio en sus brazos hasta que solo se escucharon sus sollozos para luego ver como se dormía.
—Gracias a dios lobo y a la madre luna ha dejado de llorar, muchicimas gracias— le dijo ella realmente aliviada.
—No te preocupes, yo estoy aqui para ayudar — siguió meciendo al niño —Por cierto... ¿como te llamas?
—Mi nombre es Carmen soy una de las sobrevivientes de la manada Noppakao.
—Es un gusto conocerte Carmen ¿y este pequeño? ¿como se llama? ¿cual es su historia?
—Su nombre es Aqmar y como ya debe intuir también pertenecía a la manada Noppakao, su madre cuando llego aqui apenas estaba iniciando su embarazo, cuando la encontraron ella habia inhalado demasiado humo, su nombre era Kalia, su alfa lamentablemente falleció defendiendola en la invasión, su embarazo fue normal pero a la hora de dar a luz hubieron algunas complicaciones, la doctora Ana nos dijo que el humo que habia inhalado le habia desarrollado una afección que no habian detectado, lamentablemente ella murió dos meses despues de que ese hermoso niño llegará al mundo, desde entonces Val y yo nos hemos hecho cargo de él.
—Aqmar que lindo nombre, si mal no recuerdo de los textos de mi abuela su signifcado es brillante como la luna— le beso sus cabellos — Que triste historia tienes pequeño... ahora entiendo porque no detecto ningún olor de parte de él— levanto la mirada hacia su cuidadora.
—No tuvo tiempo de desarrollarlo, su madre no pudo amamantarlo, no producia la suficiente leche y mientras vivió estuvo postrada a una cama, no convivió lo suficiente como para desarrollar un lazo que lo ayudara a obtener su olor... esa es una de las cosas que nos preocupa a Val y a mi ¿que será de ese niño cuando sea mayor?
—El estará bien, en esta manada esta prohibido discriminar a las personas... el alfa Max se ha encargado de eso durante muchos años y Mew y yo continuaremos con su legado, no permitiremos que sea relegado por su falta de olor— hablo con vehemencia el pelinegro.
El niño ya se habia quedado dormido, a pesar de tener dos años era un poco pequeño para su edad, pero se imagino que era normal, se estaba desarrollando fuera del seno familiar, cuando se aseguro que estaba profundamente dormido se acerco hacía donde estaba Carmen y se lo entrego, era momento de volver a casa, él tambien debia descansar y tratar de hacer que su terco alfa durmiera, no le servían a nadie sino estaban a su cien por ciento, pero cuando el niño sintió los brazos comenzo a llorar inconsolablemente, calmandose rapidamente cuando Gulf lo volvió a tomar en brazos.
—¿Que voy hacer contigo?—le pregunto al niño dormido.
Intento nuevamente dejarlo pero ahora directamente en su cuna y volvio a ocurrir lo mismo, definitivamente Aqmar no queria dejar su lado de ninguna manera posible y al pelinegro tambien se le hacía un nudo en la garganta nada mas de pensar en dejarlo en el orfanato.
—Yo creo que deberiamos hablar con Val, es primera vez en mucho tiempo que duerme pacificamente, por lo general nos cuesta mucho dormirlo y que se quede en su cuna, cuando lo hace es porque le gano el cansancio.
Salieron de la habitacion y hablaron con la jefa del orfanato, ella también intento llevar al niño a sus brazos pero comenzo a llorar nuevamente, al parcer Aqmar habia encontrado su lugar, eso lo pudo sentir en su corazon la mujer —Yo creo que lo mejor que podemos hacer es que él se vaya contigo, no quiere dejar tu lado... Llevalo a casa por hoy, mañana ya veremos que hacemos.
—¿No va haber problema porque me lo lleve?
—Ninguno, tu eres el omega del actual alfa... este pequeño no puede estar en mejores manos— acaricio los cabellos del chico—Carmen prepara un bolso con todo lo necesario para que se lleve Aqmar.
Y asi fue como Gulf llego con un niño en brazos a la casa principal de la manada, todos los centinelas que la custodiaban lo miraron algo extrañados pero sabiamente se mantuvieron callados, pero quien si no lo hizo fue su alfa que al verlo entrar al estudio de la casa lo primero que pregunto fue: —¿Y ese niño?— se acerco para acariaciar la mejilla del pequeño, dandose cuenta inmediatamente que no tenia olor.
—Su nombre es Aqmar, es del orfanato, cuando llegue estaba llorando... Carmen su cuidadora no hallaba que hacer, asi que lo tome en brazos y y trate de que dejara de llorar y lo consegui, pero cuando me venia no dejaba que nadie más que yo lo tomara en brazos— le conto todo rápidamente.
—Entiendo, debes estar cansado sino dejo que nadie mas lo cargara — lo tomo ahora él en brazos maravillandose con que el niño se acurruco a su pecho y siguio durmiendo tranquilamente.
—¡Wow! nadie en la casa hogar pudo hacer eso y tu lo lograste tan fácilmente — se sorprendió Gulf.
—Bueno eso puede ser porque tu aroma y el mio estan mezclados y se siente seguro con nosotros... Ya recibi el informe de lo que encontraron alli y mande a los hombres para que se hicieran cargo de todo, los demas pendientes ya estan listos, es hora de que tu y yo nos vayamos a dormir.
—¿Que hacemos con él?
—La vieja cuna de Earth aun esta en su habitación, papá no queria deshacerse de ella y tampoco mi hermanito, no creo que se moleste si la tomamos prestada por unas horas, ya despues veremos que hacer— hablo sin darle mucha importancia como si fuera normal que su pareja llevara niños todos los días a casa.
Hicieron lo que el castaño había dicho, movieron la cuna a su habitación, cambiaron el pañal y la ropa del niño para luego tratar de dejarlo en su cama temporal, cosa que fue imposible porque apenas sentía que alguno de los dos se alejaba de él comenzaba a llorar, así que terminaron con el pequeño Aqmar dormido en medio de los dos en la cama, dando la imagen de una amorosa familia.
Mientras Mew y Gulf se ocupaban de mantener todo en orden en la manada, la anciana Anthika había aprovechado de tener un par de horas de sueño, eso fue todo lo que pudo dormir antes de levantarse e ir a la habitación que había destinado para los ritos a la madre luna, allí se dedicó a buscar el libro que había escrito su abuela, el cual encontró después de unos minutos e inmediatamente comenzó a leer en busca de la leyenda que la mujer solía contarle.
—¡Lo encontré! ¡Sabía que estaba aquí!
—¿Que encontraste abuela?— pregunto Amaia desde la puerta, ella también estaba lista para comenzar a trabajar, su amigo Earth todavía estaba durmiendo y había visto a Kao llegar apenas unos minutos atrás directo a descansar.
—Acabo de encontrar una leyenda que me contaba mi abuela cuando era joven, eso puede explicar lo que pasó en el centro de salud más temprano.
—¿De verdad?— se acercó la niña para ver más de cerca el cuaderno, ese era uno que todavía no había leído —¿De que trata esa leyenda?
—Trata del amor de la luna y el sol, ya te he contado sobre ello pero esto es algo muy específico escucha: "Hijo de la luna y el sol, que al nacer fue dividido, encontrará pronto su camino y su unión será el destino. El sol resplandecerá, como diamante el brillo, y la oscuridad atrapará, sellando ese destino"
—¿Crees que las dos mitades a la que se refiere esa leyenda son Mew y mi hermano?
—Estoy casi segura de ello, creo que Mew es la parte del sol después de todo Suppasit significa el sol de la noche y Gulf es la parte de la luna, Kanawut significa bendecido de la luna, sus nombres llegaron a tu madre por medio de la diosa, el destino no deja las cosas al azar.
Tras esas palabras se hizo el silencio en la habitación ¿que más podían decir?, así que pusieron manos a la obra y comenzaron a buscar ahora la solución para el problema de Max, pasaron toda la tarde leyendo libros runicos, solo siendo interrumpidas por Earth que se acercó con un poco de comida, para luego unirse a la investigacion sin obtener nada en concreto de ello.
En el hospital Ana y Lance habían vuelto a sus labores la mayoría de los cambia formas que habían sido heridos ya estaban fuera del centro de salud, el factor de regeneración había hecho su magia rápidamente y no necesitaban quedarse más tiempo en el lugar, Max se había mantenido estable, no había mejorado pero tampoco empeorado, los dolores no habían vuelto.
Mew y Gulf ya también estaban despiertos y el pequeño Aqmar estaba maravillado con su entorno, hasta ahora solo se había mantenido cerca de la pareja, no permitía que nadie más lo tocará, una de las omegas que se encargaba de la cocina intento cargarlo para llevarlo a comer y no se dejó, comenzó a llorar inmediatamente, teniendo el pelinegro que encargarse de tal labor.
La verdad es que el niño era tranquilo, todo sonrisas con ellos dos , aunque con los demás se portaba serio, Val le había dicho al omega que él era así y que aún no hablaba solo pronunciaba una que otra palabra y solo porque tenía hambre; para Mew ver a su pareja de esa manera lo llenaba de un sentimiento cálido en su pecho imaginando el momento en el cual tuvieran sus hijos propios, por ahora no sabían que hacer con el niño pero ya la familia se enteraría, pues habían quedado de verse en el hospital en unas horas para hablar de lo que habían encontrado y a todas luces no iban a poder dejarlo a cargo de nadie.
Y así fue una hora más tarde llegaban al centro de salud con el niño de dos años en brazos, la primera en verlos fue Gaby que no pudo evitar recordar a la propia Ana con el bebé Kanawut, sentía que se estaba repitiendo la historia, un niño sin olor y un Traipipattanapong por el medio; al entrar a la habitación de Max todos se quedaron sorprendidos al verlos, la única que sonrió fue la anciana Anthika, ella intuía lo que iba a pasar.
—¿De dónde sacaron a ese niño?— Kao fue el que hizo al pregunta que todos estaban pensando hacer.
—Del orfanato, cuando fui a ver el estado de las instalaciones me lo encontré en un ataque de llanto, lo calme y ahora no se quiere ir de mi lado— contesto Gulf jugando con una de las manos del pequeño.
—Ya veo— dijo Tul en voz baja —Aqmar siempre ha sido el niño más inquieto del orfanato no le gusta que nadie lo toque, verlo así tranquilo es una rareza— prosiguió para luego ponerse de pie e intentar acercarse al bebé, pero este se escondió en el cuello del pelinegro.
—¿Has dicho que le niño se llama Aqmar?— pregunto la mujer mayor al hombre.
—Asi es, ese es el nombre que escogió su madre antes de morir, decía que había venido a ella en sueños en sus últimos meses de embarazo, que el dios lobo había escogido ese nombre para su bebé.
—No lo dudo, ese nombre significa brillante como la luna, creo que no es casualidad que de quede tranquilo con ellos dos.
—¡Hay no!— gimió Ana —¡Lance! ¡Ya nos van hacer abuelos! y yo estoy demasiado joven para ello...
—¡Mamá! ¿Que dices?
—Ella tiene razón, a todas luces ese niño los escogio como sus padres.
—¿Tu también abuela?
—¿Que? Eso se nota a leguas, es un niño sin olor que era arisco con los demás y con ustedes se queda tranquilo, en definitiva los escogio.
Después de esas palabras todos se quedaron pensativos, en especial Mew quien le daba la razón a todo lo que había dicho la anciana, a su parecer el destino había vuelto hacer de las suyas y les había regalado a su primogénito, ese apego que ya sentía hacia el pequeño no era normal y estába seguro de que Gulf sentía lo mismo.
—¿Que procede ahora?— pregunto el castaño viendo a la mujer mayor quien le regaló una gran sonrisa.
—¡Hijo! ¿No me digas que estás pensando en adoptarlo?— pregunto preocupado Max.
—¿Porque no? La abuela lo ha dicho bien, él ya nos escogió.
—¡Pero es que están muy jóvenes y estamos en medio de un conflicto!— argumento nuevamente el alfa desde su lugar.
—Yo se todo eso padre— se acercó a un lado de la cama y lo tomo de la mano —Pero no podemos ir en contra del destino....
No hubo más discucion, ya todo estaba dicho Aqmar sería el integrante más joven de la familia; Anthika les comento de sus hallazgos para tratar de sanar a Max, en donde todavía no tenía nada en concreto, para luego proceder a explicarles a Mew y Gulf los principios del ritual de adopción por sangre, cosa que hicieron inemdiatamente.
Rasgaron una pequeña herida en sus dedos y se los dieron a chupar al pequeño, que después de asimilar ambas gotas de sangre sus ojos brillaron en dorado, para luego comenzar a despedir un tenue olor a coco combinado con menta, había escogido sus olores y por ellos podían deducir que sería un omega.
El primer hijo de la nueva pareja líder era un omega, un gran cambio para lo que estaban acostumbrados, pero estaban viviendo en un mundo cambiante en donde las tradiciones iban evolucionando, después de todo era su primer hijo pero no era el nacido de su vientre, aún había oportunidad de que su primer hijo engendrado fuera alfa.
Algo tarde el capitulo de hoy, pero es que estuve algo ocupada en el trabajo, perdonen si hay algún error o falta de ortografía, es que lo revise rápidamente. Ya Mewgulf ya tienen su primer hijo🤗🤗
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