Todos fueron a mi casa. En mi casa, me preguntó mi padre.

- Vamos Glory, ¿qué te pasa? Ya no quieres salir de tu habitación – dijo T.J:

-No, ya salgo. Un momento ¿vale? - dije yo.

- ¿Qué pasa, papa? – pregunte

- Quería saber si estabas bien – respondió T.J.

- Claro que sí papá. Estoy bien. No te preocupes por mí – dije

- ¿En serio? – volvió a preguntar T.J.

- Sí en serio. No te preocupes

DING... DONG...

- Qué raro, ¿quién será? – dijo T.J.

- ¿Qué ocurre, papá? – pregunte

- Que han llamado a la puerta, ¿quién puede ser? - respondió T.J.

- No lo sé – dije yo.

- Yo creo que son tus amigas y ese grupo de música que tanto te gusta – dijo T.J.

- ¿Qué? ¡Venga ya!, no puede ser - dije yo.

Pero al final resultó que eran ellas. El grupo de Tokio Hotel al verlos, me dieron ganas de desaparecer. Quería que la tierra me tragase por completo. Me dio tan vergüenza que no sabía qué hacer, pero allí estaban todos en la puerta.

- ¿Qué hacéis aquí? – pregunte

-Bueno hemos venido a verte. Como te fuistes tan deprisa, no pudimos hablar contigo, y por eso hemos venido a tu casa – respondió Sonie

- Bueno, yo me voy a comprar la comida – dijo T.J.

- Vale, papá, y vosotros pasad, no os quedéis en la puerta. Bienvenidos a mi casa – dije yo.

- Vaya, que casa – dijo Tom

- ¿Cómo te lo puedes permitir? – pregunto Gustav.

- Verás, esto es de mi padre, que un pintor famoso, y tiene muchas de sus obras en los museos, o las vende a personas ricas – respondí yo