Al recordarlo lloró:

Mar le dijo que cuando ellos volvieron del viaje Matilde le dijo, que había desaparecido y no sabía dónde estaba.

- Papá estuvo buscándote durante muchos años, hasta que murió con tu nombre en los labios. Yo he seguido buscándote, pues le prometí que lo haría.

-El otro día por casualidad fui al museo y al ver el cuadro dónde estabas tú me lleve una gran alegría.

El resto ya lo sabes. Ahora tienes que ser tú, la que me cuentes como desapareciste y no pudimos encontrarte hasta hoy.

Glory le contó todo lo sucedido y cómo T.J. la había adoptado.

Se abrazaron las dos hermanas.

En ese momento aparecieron sus amigas con los chicos de Tokio Hotel. Todos juntos celebraron que Glory hubiera encontrado a su hermana.

Todos juntos cantaron, bailaron en la plaza al compás de la música del grupo. Mientras todos tocaban, Bill se acerco a Glory y le dijo al oído te quiero mucho, ¿quieres ser mi gran amiga por ahora?

Glory le dijo que sí y él la cogió de la cintura y se pusieron a bailar, con disimulo le dio un beso en la mejilla.

Al final de la fiesta, Glory con su hermana se fue a casa y allí le contó a T.J. todo lo que había pasado, y lo feliz que se sentía porque quería mucho a Bill.

Su padre le dio la enhorabuena y le deseó que se sintiera siempre feliz.

Pasados los años, al terminar su carrera y cuando era tan famosa por sus pinturas, en una exposición se le acerco un muchacho que le dijo.

-Yo te conozco. Desde hace muchos años. He estado buscándote para pedirte perdón, cumplir la promesa de mi madre pues ella se sintió culpable de todo lo que te pasó.

-¿Quién era tu madre? – pregunto Glory

-Mi madre era Matilde, y yo el niño que jugaba y te defendía de sus palos.

-Gracias por defenderme, pero yo ya todo lo he olvidado – dijo Glory.

Hoy soy feliz con las personas que quiero.