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One-shot


Comentario: Holis :D , se supone que quería hacerme un auto regalo de cumpleaños igual como el año pasado xD aunque mas suculento aldkjalkdas, pero ya es 20 y recién pude subir este one -shot ;v; me pasé po. No tuve tiempo de terminarlo antes T_T.

Bueno, se supone que me haría un regalo bien porno y de contenido estúpido asldkjañsldkasñl, partí re bien escribiendo la semana pasada, sin embargo después por unos bajones de ánimos medios feos se perdió la magia, no quise escribir esos días o terminaría super emo el escrito, así que cuando me sentí mejor lo retomé y terminó de forma semi romántica asldkjasldkjasl... igual estoy conforme. Me daban ganas de meterle mas drama (y hacer quedar peor a Siralos (cofcofcofputocofcofocof)) pero ñaaaa, me he desvelado para terminar esta cosa, así que espero les guste :>

pd: Feliz cumple nani y nano, toma, te regalo este fanfic atrasado (?) asdkjhaksdjhaskdasj

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En el seno de un cálido hogar, vivían tres integrantes de una pequeña familia, un dedicado padre alfa, una amable madre omega y un tierno niño fruto de su amor, o al menos eso le dicen. Un fin de semana esta familia se encontraba viendo una película romántica a media tarde, tal como todos los fines de semanas aburridos y sin nada que hacer. La madre tras ver unos cuantos minutos de aquella película se había quedado dormida en el sillón ya que para su gusto la película era demasiado empalagosa y yacía roncando con la boca abierta mientras el niño y su padre miraban encantados el final de la película, ambos adoraban el romance y más porque eran sujetos muy sensibles sobretodo el peli negro más alto, si bien el niño no entendía muchas cosas de la película por su corta edad, de todas maneras le encantaban las de ese género, ya cuando los créditos estaban apareciendo por la pantalla fue cuando una curiosa pregunta llegó a su mente, y de forma inocente le preguntó a su padre.

-Papá, ¿Cómo conociste a mamá? – el aludido miró a su pequeño hijo quien se encontraba a su lado y levantó una ceja tratando de recordar como había conocido a su amado esposo, ya ni recordaba bien cuanto tiempo llevaban juntos, todo había sido muy confuso cuando ocurrió – ¿Qué edad tienes Licorice? –le preguntó el mayor de los peli negro al más pequeño quien calculaba con su pequeña manito – cinco, papi, ayer cumplí cinco años - sonrió tierno – bueno, la historia comienza hace cinco años, nueve meses y un día – sonrió mientras se acordaba como había conocido a Ivlis, su hermoso y único omega, fue de una forma muy peculiar y por eso sonreía de lado.

Cinco años, nueve meses y un día atrás, Satanick, un joven alfa de oscuros cabellos, de gran altura, ojos color violeta, tez blanca y de acomodada situación económica, se encontraba aburrido en su departamento, era joven y soltero, por lastima la mayoría de sus amigos que también eran alfas ya tenían pareja y una familia a la cual cuidar puesto que estaban en aquella edad donde se empezaba a tener familia o planes familiares, por lo que sus fines de semanas eran aburridos, monótonos y sin ninguna novedad, a veces salía solo a tomar a algún bar, sin embargo no todas las noches podía encontrar a alguien con quien hablar o divertirse por la noche, a veces pasaba horas bebiendo solo y volvía a su casa para dormir, sin embargo ese día no sería así, se había graduado recién de la universidad y quería celebrar como dios manda, se emborracharía con sus amigos, encontraría a algún omega y pasaría una noche increíble enredado entre las sabanas de otra persona, o al menos eso es lo que deseaba con todas sus fuerzas, llamó a Reficul, una de sus amigas de la escuela de elite que solo admitía alfas en donde él estudió.

-Aló, Ref... -

-No me digas Ref-

-Sí, sí, da lo mismo, oye ¿recuerdas que prometiste salir este fin de semana? ¿Dónde nos juntaremos? –

-Lo siento Satanick, Mors se enfermó y sin lo está cuidando, no quiero dejar solos a mi esposa y a mi cachorro, será en otro momento –

-... Mmm está bien, espero tu hijo se mejore- colgó el teléfono y bufó rodando los ojos, pensando a quién más llamar, esta vez llamó a Lilith, uno de sus compañeros de universidad con el cual solía tener una relación de amigos con derechos, los mejores encuentros sexuales que ha tenido han sido con él, sin embargo este abandonó la universidad para dedicarse a ser lo que realmente amaba, no estaba actualmente casado, pero si tenía un pequeño hijo el cual tuvo en la escuela media y criaba su empleado mientras él trabajaba de actor – Hola Lilith, oye, ¿te parece si salimos a tomar esta noche, o quizás revivir un poco las andanzas de antes? Tengo una tira de condones con sabores, de los que te gustaban –

-Ujujui... Satanick~ Querido~ pero que buena oferta me haces, no sabes cómo me gustaría saborear ese delicioso condón y más si tiene tal exquisito relleno mi amor~ , sin embargo debo rechazar tu oferta sabes, Envi ¿lo recuerdas?, mi empleado no puede quedarse a cuidar hoy a Glasses, entonces le prometí que jugaríamos en la consola juntos, lo siento querido pero se enfadará mucho si lo dejo otra noche solo-

-Sí, si... está bien, mándale saludos a Glasses, que crezca sano –

-De tu parte amor ~ -dicho esto se despidió de Lilith y se amargó, miró sus números de contactos en el celular y el siguiente era Yagi, él también tenía hijos, es más, era padre soltero por que la alfa con la que se comprometió era un dolor de cabeza y se separaron, actualmente el cuida de los niños. En fin, ya no seguiría buscando con quien salir, pediría algo de comer y vería una película porno de esas que les gusta, aunque sea para celebrar dándose placer con la mano y de forma visual. Se sentó frente a su computador y comenzó a buscar una película porno que le complaciera, amaba los omegas de cabello largo así que eso fue lo que buscó, omegas de cabello largo y que gimiesen fuerte. Buscaba y buscaba entre las distintas páginas, lo malo de esos videos de adultos es que muchos actores gemían de forma falsa y eso no le atraía para nada, por lo que encontrar videos amateurs de lo que le gustaba era difícil, de repente vio uno que le llamó la atención, tenía por título "Omega cachondo llama a fontanero y terminan follando", se le hacía interesante la idea de replicar ese video, llamaría a un desconocido y pasaría la noche con éste, será muy adrenalinico meterse con un desconocido pensó, aunque no le agradaba mucho la idea que fuese un tipo que no fuera de sus gustos, ¿Qué pasaba si era un alfa y lo golpeaba por intentar seducirlo? Aunque los alfa casi nunca trabajaban en ese tipo de trabajos, quizás un beta sea lo más probable encontrar... un beta no estaba mal, sin embargo no podía usar sus feromonas para engatusarlo y acostarse con él o ella, además cabía la posibilidad que fuese un beta casado o viejo... suspiró fuerte manteniéndose quieto pensando y entonces idear un plan para adquirir de una forma segura un omega lindo con el cual pasar la noche, un omega desconocido.

Se paseó por la casa sonriendo de lado, el plan le gustaba, solo necesitaba una forma de concretarlo, caminó hasta la sala de estar de su gran departamento y al ver una propaganda de televisión recordó las pizzería con reparto cuya inclusión a omegas desamparados estaba causando mucho de qué hablar últimamente, ese lugar era perfecto, el dueño de la compañía es un beta, seguramente con un poco de soborno le mandaría un omega muy lindo para la casa. Listo, tenía el plan creado, solo faltaba ejecutarlo. Se dio una ducha y paseó desnudo por su departamento, llenando el lugar de feromonas de alfa, logrando que fuese un digno nido de amor para seducir a su desconocido omega quien le daría una buena noche de celebración, pronto buscó el número de la compañía en internet y digitó los números en su celular, pasado unos cuantos segundos una voz suave contestó.

-Pizzeria omega, cuénteme que se le ofrece-

-Hola, quisiera encargar una pizza –

-Claro señor y dígame ¿de que tamaño y que ingredientes desea para su Pizza?-

-Me importa una mierda la pizza, solo envíeme a su omega más lindo a casa –

-Señor... ¿qué clase de tonterías está dicien...?-

-Soy un alfa bastante adinerado y puedo pagarle lo que sea por un muy lindo omega a pedido, no desprestigiaré a su empresa ni nada, será un secreto entre tú y yo, solo quiero un maldito omega que venga a verme a casa, tendrá una jugosa paga por ello- el beta estaba indeciso, como podría creerle a alguien que no conocía que esta llamada no era una estaba

-... Si no me da prueba de lo contrario no le creeré –

-¿Te parece si realizo una transferencia de un millón de inmediato a tu cuenta y después te pago el resto más? La paga será jugosa sobre todo si el omega es de mis gustos- Minutos después la transferencia fue hecha y el beta quedó anonadado, un millón por mandar un omega a la casa de un alfa era un negocio redondo, quizás podría hacerlo más seguido.

-Muy bien señor, dígame ¿dónde debemos hacerle la entrega? –

-Así me gusta – dijo el alfa de cabellos oscuros, sonriendo de lado y tragando la baba de imaginar ese delicioso omega que llegaría a su casa con una pizza de cualquier sabor, se reía estúpidamente, pronto dió la dirección de su hogar y antes de colgar le dijo – debe tener pelo largo, si no tiene pelo largo no hay trato- dicho esto colgó el teléfono y comenzó a saltar de forma idiota, no podía negar que estaba nervioso, hace mucho tiempo que no ocupaba sus privilegios de alfa, ahora debía crear un mejor ambiente para ese omega de cabello largo, sea lo que sea que apareciera en su puerta sabía que le satisfacerla.

Por otro lado, en una pizzería lejana, un beta se encontraba sonriendo por el millonario negocio que acaba de hacer, de inmediato comenzó a seleccionar con la mirada el omega apropiado para la transacción, se dirigió en primer instancia a mirar a las chicas omegas del local y preguntó por ellas – oye Emalf ¿qué pasó con Rieta? ¿Por qué no está aquí? – El joven omega miró al dueño de la pizzería –lo siento jefe, pero Rieta dejó el trabajo el otro día, se aburrió de los alfas que venían a la pizzería solo para acosarla –

-Tsk...maldita perra- dijo en voz baja casi inaudible, Rieta era la chica más hermosa que trabajaba en su local y luego se acordó que tenían a otra omega, sin embargo su cabello no era muy largo y aún era menor de edad, sin embargo eso a él no le interesaba – ¿dónde está Poemi, Emalf? –

-Ella... Ella no pudo venir a trabajar hoy señor, estaba con su celo, usted sabe –

El beta apretó los puños y de forma disimulada miró a los chicos que hacían los repartos, dos chicos muy hermosos, sin embargo ninguno de los dos llevaba el cabello largo, se mordía la uña del dedo pulgar y fue cuando se dio la vuelta para ver al hermoso cajero, su omega más codiciado por los decenas de alfas que rondaban la pizzería, el bello omega de cabello más largo del lugar, deslumbrantes ojos ámbar y calmada mirada, alto, delgado y una armoniosa figura, el cual dejaba perplejo a todo quien lo viera, él era la armonía del lugar, el ensueño de todos, sin embargo había un problema en elegirlo a él. El dueño de la pizzería sudaba por el nerviosismo, Ivlis era su única carta para ganar aquella apuesta de millones, debía sacrificarlo, aun si fuese su hijo lo haría, trataba de convencerse que lo hacía por el bien de él ya que conocería a un alfa adinerado, sin embargo sabia bastante bien que el dinero que le llegaría de recompensa le sentaría muy bien para unas buenas vacaciones en el caribe junto a su hija mayor, la cual era el orgullo de la familia.

Mandó a los chicos de reparto a una entrega especial hacia cualquier dirección y simuló que necesitaba hacer una entrega urgente y ya no habían repartidores disponibles, Emalf, el mesero de la pizzería se ofreció a hacer la entrega, sin embargo no siguió con aquella idea ya que Siralos, el dueño del local, lo miró de forma asesina, tal fue el impacto de aquella mirada que el omega con piercing casi se puso a llorar, por suerte un cliente de rubios cabellos y rojiza mirada que estaba cerca se dio cuenta de su debilidad y le invitó a sentarse junto a él para que se calmara.

-Padre, si nadie más puede ir, yo realizaré la entrega-

-¿En serio harías eso por mi Ivlis?... tengo el mejor hijo del mundo –

-Gracias padre, haría lo que fuese por la pizzería y por ti padre, tranquilo me encargaré-

-¿Qué he hecho yo para merecer tan buenos hijos? Como recompensa tienes la noche libre querido, después de ese reparto puedes irte a casa o salir con tus amigos– dijo de forma cálida, aunque actuada, Ivlis sintió el amor de su padre así que se hizo un tomate con su cabello y se puso el casco de la moto, tomó la pizza correspondiente y se montó en la moto, miró la dirección y notó de inmediato que era la zona residencial de alfas, tragó saliva mientras pensaba, su celo debía llegar en cinco días así que no se preocupó por el reparto a esa localidad, además su padre toda la vida se había esforzado por sacar adelante a su familia, su madre que también era beta había muerto cuando él y su hermana mayor nacieron, así que su padre siempre se había esforzado por darle un buen pasar, por otro lado él al ser omega, causaba que la familia de beta fuese desprestigiada ante las vecinas, su padre nunca le vio lo malo a que él fuese omega y creó su propio negocio para la inclusión a los de su género y más si eran desamparados, que de porsí habían muchos en esa situación, de esa manera muchos omegas los cuales no solían encontrar trabajo por su condición de omega pudiesen sobrevivir, por lo que no solo le debía respeto y cariño a su padre, él idolatraba a su padre por pensar en él y sacarlo adelante. Ivlis no sabía que claramente el trasfondo de hacer un local de omegas, era que gracias a sus feromonas atraía una gran cantidad de clientes alfas los cuales podían pagar altos precios por solo ir a mirar a tales bellezas y más si estos los atendían de esa forma tan radiante.

En fin, Ivlis se dirigió al edificio el cual quedaba bastante alejado de la pizzería en la que trabajaba, estacionó la moto en el subterráneo, se sacó el cascó y liberó su hermosa cabellera la cual llegaba a sus pantorrillas, para pronto subir hasta el penthouse que era donde vivía el afamado alfa quien pedía una pizza con urgencia, tragó saliva, por cada piso que el asensor subía sus labios se sentían más secos y una espeso calor se sentía en su cuerpo, un delicioso aroma le embriagaba, sus mejillas se tornaron rosa, sus labios parecían sedientos y su corazón agitado, ¿que era esta sensación?. Pronto llegó al piso acordado y apenas se abrieron las puertas un tsunami de feromonas de alfa invadieron su espacio, se le hacía difícil caminar por esa espesa bruma de tan delicioso aroma, sus piernas temblaban y tragaba saliva, tocó el timbre con dificultad, Satanick se encontraba atrás de la puerta, sabía que entre más tiempo pasara el omega en esas circunstancias más manso estaría a la hora de seducirlo, así que se tardó en abrir, allí fue que Ivlis ya no aguantó y empezó a liberar sus propia esencia de omega vulnerable al olor de un alfa, casi no podía controlarse, ese olor era tan delicioso, jamás había sentido un olor a alfa tan agradable, olía a humedad, tierra mojada y rosas, un olor que le agradaba mucho al omega ya que le recordaba los viajes de su infancia en el bosque aledaño a la ciudad –señor, traje su pizza... abra la puerta luego por favor~- habló con dificultad, tosiendo y tratando de disimular sus jadeos.

-Voy~- se escuchó del otro lado de la puerta, Satanick se acomodó el cabello, estaba listo para recibir al omega desconocido, simularía que estaba saliendo de la ducha, ya que solo llevaba puesto una toalla color morado a la cintura, dejando todo su apetecible torso a la vista, no podía negarse, el alfa realmente era atractivo y tenía buen cuerpo para mostrar. Abrió la puerta y adoptó una pose sexy tapando la entrada, mientras sonreía galán, su objetivo era seducir con su cuerpo y sus feromonas, iba a decir algo con un tono ronco, no obstante quedó con la boca abierta y con los ojos lo más grandes que podía abrir, el sujeto que veía era el tipo más precioso que había visto en su vida, su cara se tornó roja y más porque las feromonas del omega empezaron a inundar el ambiente, un exquisito aroma a caramelo y miel, el alfa gruñó al sentir tal deliciosa esencia causando un efecto en cadena, debido a su gruñido el omega recibió directamente las feromonas del alfa el cual lo hizo entrar en celo, ni siquiera él sabía cómo la presencia de ese alfa le hizo llegar a tal estado, nunca en su vida habia vivido algo así, era como si existiese una conexión extraña pero necesaria entre ambos, siempre había guardado su cuerpo para aquél alfa que su padre aprobara, sin embargo ya no podía hacer nada por resguardarse, la verdad es que ese alfa le producía algo especial y no se privaría de probarlo.

Más que una aventura de sexo, parecía un baile de cortejo en el umbral de la puerta, Ivlis con el omega interior despierto avanzó hacia el alfa en la puerta para empujarlo hacia adentro y lanzar la pizza por donde quisiera que cayera, el alfa amó este movimiento del menor, le seducía un omega que lo atendiera, pronto comenzó a besarlo, el beso fue intenso ya que el calor de ambos cuerpos era mucho, el de cabello negro podía sentir el celo del más pequeño y gruñía ronco, jamás había gruñido por un omega, sin embargo éste que se encontraba entre sus brazos despertaba la bestia dentro de él, es como si su alfa interior rogara porque ese omega se quedase con él por el resto de su vida.

Seguía besándolo de forma apasionada, agarrándolo por la cintura mientras cerraba la puerta con el pie y sentaba al más delgado encima de la mesa tirando todo lo que había sobre ésta al piso, no le importaba perder un valioso florero traído exclusivamente de Francia, ya algún día podría ir a comprar otro, ahora solo quería satisfacer a ese omega en celo que le pedía a gritos que lo poseyera – aaagghmmm – gimió Ivlis ante los besos que depositaban en su cuello – mmmgh no puedo creer que aún no tengas marca precioso – habló el de cabello negro - con gusto podría hacerte mío para siempre primor – le hablaba, mordía, besaba y desabotonaba la chaqueta de mezclilla que estaba usando el joven repartidor – mi padre cuidó mucho de mi... pero hoy aaggh hoy quiero sentir un alfa dentro de mí y no habrá nadie que me lo impida – dijo el de cabello bicolor quien parecía que su actitud generalmente reservada y seria, se viera revolucionada por las hormonas que rondaban por su cuerpo y lo tenían a full.

-Mmmm eso me gusta, ¿y cómo te llamas hermosura? Quiero decir tu nombre al correrme – le hablaba con tono lascivo a la oreja mientras lo desnudaba lo más rápido que podía, el ambiente era pesado de tanta esencia que emanaba de ambos cuerpos - yo me llamo Satanick, aunque solo por ser tú puedes llamarme Nick, o papi si gustas~ – dicho esto mascó el mentón de Ivlis quien parecía en transe mirando esos gestos pervertidos y masajeando el cabello enmarañado del alfa, "Su alfa" se decía para sí mismo, no lo dejaría escapar, su omega interior lo quería y necesitaba para él, si bien nunca había probado a ningún otro hombre, de alguna forma sabía que ese sujeto que estaba delante suyo le pertenecería por el resto de su vida – aaaghh Nick~- gimió en la oreja del más alto mordiéndosela y luego contestar a su pregunta – Aghh mmgh mi nombre no importa agghh~ puedes llamarme como quieras, hasta cucaracha si quieres pero llévame a la cama de una vez, necesito de un alfa que me atienda agghh pronto... mmmggh –

-Fufufu así que cucaracha jajajaja –se relamió los labios y ya con el muchacho a medio desvestir, lo tomó de la cintura y se lo llevó a su cuarto mientras ambos se besaban de forma intensa, notó como el omega movía su cadera sobre la suya y fue cuando la toalla que llevaba se cayó y quedó atrás en el camino, de todas maneras ya no importaba, no la necesitaría por un buen rato. Dejó al jovencito en la cama y rápido se posicionó arriba de él delineando su cuerpo con los labios, besando cada lugar de su pálido torso, fuerte fue su sorpresa cuando el de cabello largo comenzó a gemir solo por tocar uno de sus pezones, vaya, vaya, había encontrado una mina de oro con ese omega, no solo era bellísimo, virgen y olía exquisito, también era extremadamente sensible al tacto, tal como le gustaban, carne fresca para explorar.

Esto estaba mal, se estaba saliendo de control, era demasiado perfecto, demasiado exquisito, era como un sueño echo realidad, ya no pudo más, el celo del omega le estaba afectando sobre manera y notó que su celo también llegó, su vista se nubló un poco y lo odió, porque no sería capaz de ver de una forma racional al más pequeño, su lado alfa se había activado y estaba listo para actuar.

- Aaagh Nick por favooor~ tómame~ -

-No necesitas pedirme nada cucarachita~ – gruñó nuevamente, notando que los pantalones del menor estaban completamente mojados en la zona de la entrepierna, seguramente ya no aguantaba más, su celo había entrado de lleno ¿acaso ese omega sería su destinado?, jamás había logrado tal reacción en otro y ningún omega había logrado provocarle el celo tal como ese hermoso sujeto lo estaba haciendo, sea lo que sea, destinado o no, no lo dejaría escapar.

Le sacó las prendas que faltaban por desprender del cuerpo del más pequeño, notando lo hinchado que se encontraba su miembro y de lo mojada que estaba el lugar ¿estaría bien si lo metía ya? Es decir, era un omega virgen, pero el celo ayudaba a dilatar bastante aquella zona, además no se podía aguantar, su miembro estaba botando líquido pre seminal, no quería desperdiciar ni una gota de semen, quería llenarlo por completo toda la noche. Apretó los rosados pezones del más bajo, descendiendo por su torso, recorriendo sus oblicuos, hasta llegar a los esponjosos muslos los cuales fueron separados, dejando abierto de piernas al menor y sin siquiera prepararlo se fue metiendo lento al interior de éste, Ivlis gritó en primera instancia, gran cantidad de lágrimas brotaron de sus ojos y más al apretarlos y colocar tal morisqueta de dolor por sentir la gran hombría de Satanick dentro de su cuerpo, jamás había recibido a un hombre dentro de él, sin embargo algo le decía que ese miembro era enorme en comparación a los comunes, abrió los ojos asustado tratando de sujetarse del cuerpo del más alto quien solo sonreía complacido, una parte de él también rió, al fin había logrado que un alfa pasara el celo con él y se sentía tan reconfortante, su cuerpo quemaba, no había nada como esto, ser llenado por un alfa era como encontrar la llave a una cerradura la cual llevaba años sin abrirse.

Satanick sujetó la cadera de blanda piel con sus grandes manos, acomodándose en una mejor posición la cual le permitiría empezar el vaivén, se sentía satisfecho, el de cabello bicolor se retorcía ante sus embestidas y colocaba una cara libidinosa para él, bendito celo, sacaba lo más sucio de esos adorables seres, pensaba, colocando una cara lasciva y provocativa. Limpió las lágrimas que se deslizaban por el bello rostro de Ivlis y se acercó para besarlo más, meter su lengua dentro de la otra cavidad bucal y disfrutar de las múltiples sensaciones que sentía al rozar su órgano de deglución junto con el ajeno, era un beso apasionado y húmedo el cual le traía una infinidad de sensaciones.

La cama rechinaba por cada estocada que le daba el alfa al omega, su cavidad anal era simplemente deliciosa, causaba que su miembro fuese comprimido lo justo y lo necesario para volverlo loco, además que estaba tan húmedo que podía entrar de manera fácil, llegaba a provocar un ruido obsceno cada vez que sus testículos chocaban contra el cuerpo ajeno y chapoteaba dentro de Ivlis – aaaaghhh más... más por favor~- gritó el de cabello bicolor, abriendo la boca y sacando la lengua mientras jadeaba excitado, no podía creer que se sintiera tan bien, ese roce profundo en su interior lo hacía subir a las nubes y ver destellos de distintos colores, ese sujeto arriba de él se movía como los dioses en su interior, lograba hacerle perder su compostura.

-Aghh mmmh si~~~ mas~~ se siente mmgh delicioso... no aggh no pares... mmhg eso... nalguéame~~- gritaba el omega desesperado por saciar su celo y el alfa no dudaba en obedecerle, fue al sentir las nalgas de Ivlis por primera vez en la noche que necesitó penetrarlo desde atrás, así que lo dio vuelta solo para poder observar más de cerca esas comestibles, blandas y amasables nalgas que poseía el de mirada ambarina – aaagh mmmhg cucarachita aagh mmgh tu trasero es delicioso... mmmgh eso aagh trágalo todo mmgh- decía obsceno acercándose a la nuca de Ivlis para lamer la zona, sin embargo se vio impedido por la hermosa y larga cabellera del omega, Satanick babeó sin querer por un lado de la comisura bucal, por dios, ese sujeto era demasiado sexy, su espalda, su trasero, sus piernas, su cara, su voz, todo, todo le encantaba. Pronto se sujetó de su cintura, empujando brusco hacia adentro y con la otra mano enrolló el cabello del mas bajo en su mano y de esta manera obligarlo a doblar la postura, mmm si, esa pose quebrada lo estaba llevando al cielo, no solo porque podía entrar más profundo, sino que también por la suculenta vista que le proporcionaba y esos gritos que deleitaban el acto sexual, ya no aguantaba más, era demasiado su deseo, era demasiado el placer que sentía, guiado por sus instintos lamió la nuca del omega la cual había sido despejada al tomar el cabello del menor, el olor que desprendía ahí el repartidor de pizza era simplemente delicioso y asfixiante, tanto que lograba que se pusiera aún más duro, Ivlis notó esa diferencia de dureza en su interior y se aferró fuerte en las sabanas, seguía gritando desesperado, la verdad es que le encantaba que Satanick fuese brusco con él, de esa manera lo podía sentir más profundo en su interior, comenzó a mover las caderas rogando porque lo llenara – aaagh lléname... lléname con tu esencia... aggh mmmgh vamos Nick~~ aagh yo aagh~ - gemía sin poder parar, hasta que algo le despertó de su excitación por el celo, algo grueso que podía sentir en su interior, el alfa había anudado ahí, pronto vendría su recompensa, la estaba esperando con ansias, ser llenado por su esperma, ¿Cómo se sentiría? La verdad no sabía bien, pero lo deseaba, quería ser llenado, ensuciado, corrompido con ese líquido caliente que tanto esperaba, no obstante todas sus expectativas fueron violentamente olvidadas cuando el alfa mordió su cuello al mismo tiempo que se corría, a Ivlis le bajó la presión de inmediato, un leve mareo comenzó por la idea que se hizo en su mente de ser marcado por un tipo totalmente desconocido, recién había aterrizado en lo que estaba sucediendo ¿qué le diría su padre? Pensaría que es un cualquiera, además ese alfa anudó dentro de él en un celo... eso significaba que... y lo peor es que ¿qué pasaba si realmente quedaba embarazado y ese desconocido no se hacía responsable?... todo esos nervios solo descompensaron al pequeño omega quien se desmayó tras terminar el tan ansiado acto de apareamiento.

Al otro día Satanick debía atender unos asuntos temprano, por lo que solo le pudo dejar una carta a Ivlis para que no se preocupara de no verlo cuando el despertara, él cuidó del omega toda la noche así que sabía que solo necesitaba descansar luego de tan bestial acontecimiento, es más, hasta él se sorprendía de todo lo que pasó esa noche, tenía otras expectativas de todo ese experimento, resultó de una forma totalmente ajena a la que él esperaba, se había enlazado a un omega, eso le alegraba, sin embargo le preocupaba el mas pequeño, después de todo la primera vez de un omega es difícil y más si es marcado, Satanick sabía del tema ya que era su especialidad universitaria.

Al despertar Ivlis abrió los ojos lentamente, los sentía pesados y le dolía todo el cuerpo, la verdad no recordaba bien lo que pasaba ya que su celo se había encargado de nublarle los recuerdos, pero sentía un horrible dolor en su trasero y en su cuello, llevo su mano a la nuca para rascarse y fue cuando notó que había algo que no tenía antes ahí, ¿qué era eso? ¿qué significaba eso?, rápido intentó colocarse de pie y al sentir el terrible dolor de caderas prefirió no intentarlo más, pronto miró a su alrededor y se dio cuenta que esa no era su casa, ni su habitación ¿dónde estaba?... recordaba que había ido a repartir una pizza y luego su visión se borró, habían escenas que llegaban de apoco a su mente y lo asustaron, recordó a aquel alfa que le robó el aliento a primera mirada y pronto todo se aclaró en su mente, gritó para saber si había alguien en el lugar y al no encontrar al alfa a su lado se sintió desprotegido y utilizado, comenzó a llorar ¿el también sería un omega desamparado?, sentía dolor en su pecho ¿ahora como hablaría de esto con su respetado padre?. Pasado unos minutos, cuando pudo levantarse, tomó sus pertenencias de forma rápida y salió del lugar, ni siquiera se dio cuenta de la nota que estaba en el velador, una nota que le decía cariñosamente.

"No te asustes, nos conocimos anoche y por cosas del destino no pude evitar marcarte, eres un omega hermoso y quiero estar contigo el resto de mis días, la verdad sentí una conexión especial desde que te vi, puedes quedarte en mi casa el tiempo que quieras, podemos hablar más tarde cuando llegue, lamento no poder haber estado contigo y quizás continuar lo de anoche :P . Hay algunas frutas dentro del refrigerador para que comas y otras cosas que quizás te puedan gustar, realmente quiero que te quedes conmigo, no solo hoy, sino el resto de nuestras vidas, no sé nada de ti, pero algo me dice que tú eres mi destino, bueno, si te quedas en casa tomaré tu respuesta como un sí, espero volver a verte mi linda cucarachita ~~<3 firma. Nick"

Triste fue cuando el alfa volvió a su departamento y éste estaba vacío, de inmediato se deprimió, había encontrado en un juego sexual al amor de su vida y ahora al parecer lo había perdido, como todo en la vida, lo que fácil encuentras fácil se va, sabía que perfectamente podía llamar al dueño de la pizzería y pedir los datos de aquel omega, sin embargo ni siquiera sabía su nombre y existían muchas tiendas en la ciudad de esa compañía de pizzas, seguramente tardaría bastante en buscarlo de una en una. Por otro lado el propio omega lo había rechazado, esto era horrible, Satanick quería morir, nunca en su vida se le había cruzado por la mente en crear una familia, sin embargo ahora lo único que quería era volver a ver a ese omega y formar una.

Un mes pasó, un mes donde Ivlis escondía su marca, no era capaz de decirle a su padre lo que pasó esa noche, se sentía sucio y utilizado, jamás volvería a ver a ese alfa, aunque a pesar de todo lo que pensaba de aquel sujeto, su omega interno le hacía aun conservar el papel con la dirección de éste. Fue unos días después que se enteró que estaba embarazado, al parecer su fogoso encuentro con el hermoso alfa realmente había dado frutos, su padre le encontró desmayado mientras atendía la caja de la pizzería y tuvo que llevarlo a urgencias, Ivlis solía ser un chico fuerte, jamás se enfermaba, los resfríos los soportaba bastante bien, entonces el hecho que se desmayara sin ninguna razón era preocupante para la familia y a pesar de haber vendido a su hijo, Siralos no era un mal padre. En el hospital, el chico recobró el conocimiento y solo pudo ver las caras de preocupación de su padre y su hermana mayor, ambos lo miraban desconcertados por lo que el medico había dado como diagnostico a su desmayo, Ivlis estaba esperando un bebé. De esa manera el pobre omega tuvo que confesar que el celo se le adelantó tras ir a dejar un pedido y que se había apareado con un alfa desconocido, que se sentía demasiado avergonzado por su actuar tan irresponsable, era un omega marcado, abandonado e inservible, así que actualmente se sentía como escoria por traerle más peso a la familia, por otro lado Siralos había logrado su cometido, tendría un yerno rico, todo gracias a aquel trato que hizo hace un mes con ese alfa desconocido.

–Padre... no sé qué hacer... me siento como basura... no quiero ser un omega utilizado e inservible... no quiero causar más problemas a la familia... por favor perdóneme... pero dígame ¿qué puedo hacer?- le preguntó llorando de forma desesperada a su rubio padre, ¿estaría bien el engendrar ese hijo sin padre? El mayor, de forma disimulada actuó lo más natural posible – supongo que recuerdas donde vive ese alfa, no fue hace mucho, en mi opinión debes exigir a ese sujeto que se responsabilice de sus actos, después de todo te marcó y estas esperando un bebé de él, tiene que responder, en caso que te traté mal, tu hermana y yo te acompañaremos, no por ser alfa puede hacer lo que quiera contigo-

-¿En serio harían eso por mi padre?-

-Eso y mucho más querido Ivlis-

Días después, el omega, lleno de valor e impulsado por su padre llegó a la casa del alfa, esperaba de todo corazón que estuviese en casa, además algo dentro de él lo necesitaba, era muy difícil estar solo sin su compañero y más si esperaba un hijo de él, las hormonas estaban vueltas locas y el necesitaba de la esencia de su alfa. Tocó el timbre del departamento y pronto apareció un demacrado alfa, si, él también estaba sufriendo por haber perdido a su omega destinado, y al verlo llegar solo a la casa fue como un regalo del cielo, sus ojos se iluminaron y su rostro fue llenado por una linda sonrisa – ¡cucarachitaaaa!- gritó feliz Satanick, abrazando al menor quien no entendía porque lo llamaba así, no obstante estaba contento que el alfa haya estado esperando por él también, al final se había pasado dramas el solo en la cabeza y había hecho sufrir al otro sin necesidad, se sintió por un momento débil y terminó abrazando de vuelta a Satanick, no sabía nada de él, pero algo en su interior le hacía sentir en calma a su lado, como si su vida dependiera de él.

Meses después se efectuó la boda en la cual se unieron para el resto de la vida, nada ni nadie los podría separar, en un comienzo fue difícil adecuarse el uno con el otro, ya que todo partió de dos simples desconocidos los cuales por cosas del destino y calentura de uno de los dos se pudo concretar, comenzaron intentar conocerse de apoco, como saber cuáles eran sus hobbies, que cosas le gustaban, en que trabajaban, cuantos integrantes tenía su familia, y lo más importante cuales eran sus nombres ya que ninguno sabía cómo se llamaba él otro, cuando Satanick le contó a Ivlis la razón de porqué le decía cucaracha este murió de vergüenza, pareciera que iba a explotar en vergüenza, por otro lado cuando Satanick le contó que era heredero de una fábrica de condones, Ivlis se enfadó al pensar que en su primer encuentro el mayor ni siquiera intentó protegerse, así al menos hubiesen esperado un poco más para tener familia, aunque si no fuera por aquel niño en su vientre, Ivlis jamás se hubiese atrevido a volver a ver a su alfa y menos casarse a tan corta edad.

Volviendo a la actualidad, Satanick suspiró hondo y miró a su hijo para responder por fin a su pregunta ya que llevaba tiempo recordando los detalles -digamos que el destino está a una sola llamada pequeño –le hizo cariño en la cabeza mientras sonreía feliz al ver a su hermoso omega descansar y dar gracias por haberlo conocido, no fue de la manera más recatada, pero agradecía de cierta forma a su calentura por ayudarlo a encontrar su destino.

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comentario : y te gustó?

-siiii, *------ * gracias por el regalo <3

- de nada ;D -inserte el gif de jin que siempre envio-

-awww <3

(?) (tenía ocio y sueño, no me culpen, son las 4 am)   

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