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No debía quedarme aquí.

Estaba muy preocupada por Gohan, y sabemos que la última vez que no seguí mi instinto, pasó una tragedia. Si me pasara dos veces, no creo que pudiera vivir.

Mientras, solo nos encontrábamos seis personas dentro de la plataforma. El resto de los participantes fueron descalificados por irse. Entre los que quedaban solo conocía a Mr. Satán y a 18. El resto eran desconocidos.

—¡Que inicie el combate!

Solo tres segundos pasaron, dos ya habían sido descalificados. 18 y otro hombre comenzaron a pelear en los aires, mientras yo me quedé de brazos cruzados observando la escena.

No iba a pelear contra Satán, no quisiera dejarle en vergüenza.

Debo admitir que, para la mitad de la pelea, ya era hora de que 18 ganara, pero ese hombre con físico raro era bastante bueno.

—¿Por qué la señorita Shizuka no está peleando? —pregunta el hombre del micrófono. Ignoro su comentario.

Una vez harta de todo este asunto, decido que es mejor caminar hacia fuera de la plataforma.

—¡Pero qué está haciendo! —grita el hombre del micrófono al verme bajar de un salto la plataforma.

—Me voy. —me encojo de hombros y me retiro. No quisiera pelear contra 18, es de las últimas cosas que quisiera hacer.

Ya había pasado tiempo desde que Gohan se fue, mi cabeza no dejaba de dar vueltas, realmente estoy algo desesperada por saber qué pasó con él. Pero no quiero fallar a mi palabra de quedarme aquí, así que me dedico a mirar el enfrentamiento último entre Mr. Satán contra 18.

Solo espero que esté todo bien.

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Pasaron varias horas desde su partida. Mordía mis uñas con nerviosismo, no quisiera enterarme de que algo malo le pasó a Gohan, no lo podría soportar... necesito verlo. Pero ¿qué carajos podía hacer?

Mr. Satán se encontraba festejando su victoria, no sé por qué me pareció que 18 le había dejado ganar, lo más seguro es que le pidió más dinero.

Flores, confeti, y mucha bulla. La gente estaba como loca, incluso se querían bajar al estadio para conocerlo, estaban emocionados porque su Súper Hombre volvió a ganar.

Puras estupideces.

Estaba a punto de dejar todo esto e irme a mi casa, cuando un resplandor interrumpió el gran show de Satán. Una vez apagado, se podían apreciar las siluetas recién aparecidas en la plataforma.

Mi boca se abre al instante.

¿ Por qué estaban ellos aquí?

Gohan, Goku y Vegeta, sin contar al hombre de piel morada. Se supone que ellos se encontraban en otro lado persiguiendo a aquellos hombres malos, pero por alguna extraña razón aparecieron aquí mágicamente. 

—¡Gohan! —le llamo al instante aliviada de verlo con vida. Ya no tenía la parte verde superior de su traje. Solamente llevaba aquella tela negra que le hacía ver muy sexy.

—¡Aléjate de aquí! —grita al instante, mirándome a los ojos. Pero era demasiado tarde. Vegeta había creado una especie de energía en su mano y ésta iba directamente hacia mí. Detuve mis pasos sin entender qué sucedía.

—¿Pero qué...? —unos brazos me toman de la cintura y en un parpadeo me encuentro junto al cuerpo de Gohan, esquivando aquel poder. —¿Qué pasó? —miro detrás de mí. Era Goku quien me había salvado.

—¡Vegeta! ¡Deja de hacer eso!

Vegeta le sonríe con arrogancia. Levanta un dedo en su dirección y luego la palma completa, en ese instante creó otra esfera de energía, pero con más potencia y la lanzó. Goku hizo un intento fallido de detenerla, pero no pudo. Gohan me toma de la cintura y me atrae a él antes de que aquel poder me golpeé. Suelto un jadeo, no sé qué está pasando.

—¿G-Gohan? —susurro. Éste me mira al instante y sujeta mi rostro para inspeccionar rápidamente.

—¿Estás bien? ¿Te hizo daño? —niego con la cabeza.

—Estoy bien. —pero mucha gente no tuvo la misma suerte que yo. Frente a nosotros, muchos habían muerto por culpa de Vegeta. —¿Qué está pasando?

—V-Vegeta ha sido manipulado por Babidi. —explica.

¿Qué clase de explicación es esa? ¿Quién carajos era Babidi?

La multitud comenzó a correr desesperadamente, querían huir de ahí, pero eso solo ocasionaría más accidentes.

—¿Goku? —mi mirada se dirige hacia el padre de mi supuesto novio. Si Vegeta era malo, Goku puede combatirlo. ¿No es así?

—¿Vegeta cómo te atreves? —dice Gohan con disgusto mientras me mueve a un lado. —¡Toda esa gente!

El tal Vegeta, supuesto padre de mi mejor amigo Trunks, no dejaba de sonreír como maniático, ¿Por qué le hablan normal? ¿Qué no ven que está loco? ¡Nos va a matar a todos!

—¡Ayudanos Mr. Satán! —grita alguien entre las pocas personas que quedaban.

—¡Hey! —Mr. Satán le habla a Vegeta. —¡Hey! ¡Sabandija! ¿Qué planeas hacer?

La risa malévola de Vegeta interrumpe el discurso de Mr. Satán. Era una sensación extraña escucharlo reír tan loco.

—¡Oye! —dice Vegeta de repente. —¿Qué harás Kakaroto?

¿Kakaroto? Sigo la dirección de la mirada de Vegeta encontrándome con ¿Goku?

—¡Vamos a pelear tu y yo! —exige Vegeta aun con su sonrisa. —Eso si no quieres que haya más montañas de cadáveres aquí.

—¡Oye idiota! —me quejo en voz alta. Ya me estaba fastidiando mucho. —¿Dejarías de destruir cosas? La gente como tú jode bastante, así que vete a otro lado a cumplir tus estúpidos caprichos.

Con forme hablaba me había acercado a él. Cara a cara.

—¡Shizuka! —Gohan da dos pasos hacia mí, pero al instante se queda estático. Todos nos quedamos así. Vegeta tenía la mano alzada, en modo amenaza. Me iba a matar.

—Dime Vegeta. —interrumpe Goku. Su voz sonaba nerviosa, pero él se veía muy tranquilo. — ¿En verdad quieres pelear?

—¿Qué si quiero? Claro que quiero. —se burla. El movimiento que hizo fue bastante rápido, en un parpadeo Vegeta me tenía sujetada del cuello, me quería asfixiar. —No tienes mucho tiempo para decidirlo. ¿Lo harás?

—¡Vegeta! ¡Suéltala! —exige Gohan alzando su lo como advertencia. Vegeta comenzó a reír a carcajadas.

— ¡Babidi! —grita Goku al aire. —Pelearé con Vegeta. Pero por favor, cambia el lugar.

¿Qué carajos? Goku se ha vuelto loco también. ¿Hablándole a la nada? Y yo asfixiándome.

—¡Suéltala Vegeta! He decidido que pelearé. —amenaza Goku transformándose en Súper Saiyajin. El aire llega a mis pulmones, Vegeta me había soltado de la manera más brusca que se puede.

—Fuera de aquí, insecto.

—Sí, sí... entendí tu indirecta desde hace rato. —digo de mal humor. Gohan toma mi brazo y me atrae a él.

—¿En qué rayoss estabas pensando? —me regaña. Suelto un bufido.

—Molesta mucho. —me excuso. Gohan me mira ceñudo, no estaba de acuerdo con mi actitud. —Vale, pues... actué antes de pensar. Perdón.

—Ya hablaremos después. —Gohan rodea mi cintura y me abraza. —Gracias...

—¿Eh? ¿De qué?

—De que sigas bien.

Beso la barbilla de Gohan y le sonrío con entusiasmo. Sus facciones se tranquilizan.

—No te preocupes por mí, ustedes encárguense de los villanos... —miro a su padre con curiosidad. Espero que todo vaya bien.

Gohan iba a decirme algo, pero de un segundo a otro, nuestro alrededor se cambió por completo. Ya no nos encontrábamos en el torneo, ahora estábamos en un lugar desértico.

—¿Qué? ¡Espera! ¡Babidi! ¡Ella no está incluida en esto! —grita Gohan al aire. Yo seguía confundida por lo que acababa de pasar.

—¿Dónde estamos? —susurro.

—¡Babidi! —ahora es Goku. —Ya oíste a Gohan. A ella regrésala.

Vegeta comenzó a gritar de dolor. Al parecer aquella persona que lo estaba manipulando lo estaba torturando o algo por el estilo. Vegeta cae de rodillas, sufriendo.

—¿Ella? ¿Para qué ella? ¡estúpido! —se queja Vegeta en voz alta. —No necesitas hacerlos enojar para pelear, con Kakaroto es suficiente. ¡Insecto!

—¡Oye! ¡Babuda! —grito al aire también. —¡Déjale en paz!

—¡Shizuka! —regaña Gohan. De un momento a otro, una pequeña compuerta se abrió a nuestros pies. Parecía una especie de nave. —¿Qué hago?

—Gohan. —Goku le mira con seriedad. —¡Llévatela! Es más peligroso si está aquí. Procura no tardar en matar a Majin Boo.

Vale. No me gusta para nada esto.

—¡Espera Goku! —interrumpo. —¿Estarás bien?

—Claro que sí. —me sonríe. —Creí que Bulma te había dicho que soy un hombre de confianza.

Sonrío de lado. Claro que Bulma me dijo eso, a mí y a Trunks antes de venir al pasado.

—Tienes razón. —me coloco a un lado de Gohan. —Cuídate por favor.

—Lo haré.

Gohan toma de mi mano para llamar mi atención, al instante en que volteo a verlo, me percato de que es bastante guapo. No llevaba ropa que le molestara, al contrario, aquel overall negro pegado a su cuerpo me encantó bastante.

Tal vez y mande a hacerle uno después.

—Vamos. No te separes de mi lado. —me advierte.

—Claro.

Ambos saltamos al interior de la compuerta.
Aquella nave era muy oscura, y por más que bajábamos no había fin. Gohan me seguía tomando de la mano incluso en el aire, y el hombre de piel morada nos acompañaba.
Ambos caemos de pie sobre la superficie. Por fin llegamos al fondo.

—Mira eso. —le señalo a Gohan justo al bajar. Frente a un muro se encontraban una docena de soldados alienígenas, estaban temblando. No sé si de miedo o así sea su naturaleza.

—N-no los dejaremos pasar. —amenaza uno de ellos.

Miro a Gohan confundida. Él se encontraba igual o más sorprendido que yo.

—No tenemos tiempo para estar jugando con basura. Vámonos ya. —ordena el hombre de piel morada. Gohan asiente con la cabeza.

—¿Qué esperan? ¡Hay que detenerlos! —grita uno. La docena de hombres se puso en fila rodeándonos. Su plan era atacarnos.

—Detrás de mí. Shizuka. —ordena. Ruedo los ojos.

—Vale.

Gohan se coloca en posición de pelea, todos se ponen en alerta, reúne energía y por un momento creo que se va a transformar en Súper Saiyajin, pero no, solamente los mandó a volar con aquella energía que desprendió.

—Vamos. —me toma de la mano de nuevo.

—Sí. —digo de mala gana. Yo quiero verlo en Súper Saiyajin.

Cuando sea mi cumpleaños lo obligaré a estar en ropa interior, y transformado en Súper Saiyajin. Sí, ese será mi mejor regalo.

Una vez más tocamos fondo, esta vez era el fin de la nave. Abro la boca sorprendida el ver una especie de huevo gigante frente a nosotros, desprendía bastante energía.

—¡Bienvenidos sean! —grita un... ¿Qué carajos es eso?

—He venido a detener la resurrección de Majin Boo.

—Lamento decirte que no podrás hacer eso, ya que aquí tengo a mi amigo Rey de las tinieblas.

—Tenemos que apresurarnos. —dice el hombre de piel morada a Gohan. —Hay que destruirlo lo más rápido que se pueda, yo me encargaré de Babidi.

No entiendo ni pío de lo que está pasando.

—¡Atrás Shizuka! —ordena Gohan. Doy un brinco en mi lugar por su repentina orden.

—Ah...Sí. ¡Claro!

Gohan iba a atacar al huevo gigante pero el enano raro nos transportó a otro escenario. Volvíamos a estar en aire libre.

—Y ¿tú qué me dices Dabra? ¿Crees que puedas acabar con ese terrícola? —pregunta el enano.

—Claro. Ya peleé con él hace rato, no será problema derrotarlo. —contesta el Rey de las Tinieblas. Les miro ceñuda. Están hablando de mi Gohan.

—¡Fabuloso! Acaba con ellos entonces...

—Sí. —Dabra nos regala una sonrisa macabra.

Vale. Este hombre nos quiere matar.

Los tres nos quedamos en un silencio incómodo. Ambos compañeros míos pensaban mucho las cosas, deberían de calmarse un poco.

Miro a Gohan, éste había comenzado a sacar chispas de su cuerpo. No me digas que... ¿SE VA A TRANSFORMAR?

El ambiente se puso pesado de un momento a otro. Las rocas comenzaron a levantarse, y el cabello de Gohan se volvió dorado, se había transformado. ¡Dios mío! Ese traje y ese cabello juntos. *Baba*

—¡Destrúyelo Gohan! —le ánimo. Gohan da dos pasos para destruir aquel huevo, pero se detuvo. Puesto que aquel huevo había comenzado a hacer un sonido extraño, y ahora estaba por abrirse.

El huevo terminó de desarrollarse.

El sonido estruendoso de un relámpago me hizo saltar. Oh no... no. Por favor no...

Suelto un jadeo mientras aprieto mis puños. No, no... ¿Por qué hay una tormenta ahora?

—Shizuka. —Gohan se da cuenta de ello. Pero él no debe de preocuparse por mí.

—¡Gohan! ¡El h-huevo!

—¡Majin Boo! ¡Llegó a su máximo poder! —grita aquel enano con emoción. Otro relámpago más, mis piernas flaquean como gelatina.

—¿Cómo es posible? —pregunta el hombre de piel morada. Gohan camina hasta mí y me toma en brazos antes de que me caiga por completo.

—N-no... Gohan. —cierro los ojos. ¿Por qué me pasa esto a mí? —Ve... debes hacerlo.

—No te dejaré. —pero que necio.

—¡Destruye ese huevo! —le ordeno. Gohan me mira ceñudo, no estaba seguro de qué hacer. Suelto un suspiro y le tomo de las mejillas para depositarle un beso corto. —Ahora ve.

Gohan se sonroja. Asiente con torpeza y se incorpora para hacer lo que le ordené. Respiro profundamente mientras calmo mi corazón. No puedo ponerme a llorar en un momento como éste... Necesito ser de ayuda.

El huevo comenzó a sacar humo... estaba por abrirse.

—¡Huyamos de aquí! —grita Shin.

—Si abandonamos el lugar, Majin Boo revivirá. Este es el momento de destruirlo. —Gohan se veía desesperado por saber qué hacer.

—¡No hay nadie en el universo que pueda destruirlo! ¡Hay que huir!

—No podemos hacer eso. —dice Gohan entre dientes. Su mandíbula se había tensado.

—¡Es de cobardes huir! —apoyo a Gohan. —¡Atácalo de una vez!

Gohan acata a mi orden y suelta un grito de furia. Estaba reuniendo energía, coloca ambas manos a un costado suyo y crea una esfera azul de energía. —¡Haaa! —Gohan lanza aquella bola de energía al huevo.

Ambos miramos a éste, pero seguía intacto, así que lanzó otra, pero más poderosa.

Junto mis manos y creo yo misma mi propia esfera de energía. —¡Haaa! —lanzo aquella bola de energía para seguir atacando a Majin Boo. Tal vez si unimos fuerzas, éste muera antes de salir.

El poder de Gohan era mil veces más poderoso que el mío, pero yo algo debo ayudar.

—¡Niños! ¡No sean tontos! Ni crean que con ese poder podrán derrotar a... —el hombre se quedó callado. Gohan había soltado toda su energía de golpe, incluso yo me tambaleé por las ondas de poder que sacó, así que dejé de atacar para mirar con sorpresa al nuevo Gohan que estaba viendo.

Si Gohan es así de fuerte. ¿Qué será Goku? ¿Un monstruo? Dios mío, Trunks estaría emocionado en estos momentos.

El huevo salió volando hacia los cielos. Todos teníamos la mirada hacia arriba, Gohan aprovecha eso para lanzar otro de sus poderes contra aquella cosa.

Y yo me quedaba cada vez más sin palabras. No sé por qué, pero me gusta que mi novio sea muy fuerte.

Aquel huevo cae en el piso una vez más, y de repente sacó todo el aire y se partió en dos.

—¡Kya! —grito asustada. Creí que saldría un monstruo o algo por el estilo, pero no. No había nada.

—¡Está vacía! —se queja Babidi. —¡No es posible!

Shin comenzó a reírse de aquel hombre pequeño. Suelto un suspiro mientras camino a un lado de Gohan y abrazo su hombro. Gracias a su poder, Majin Boo no logró salir.

—Lo hiciste bien. —le susurro. Gohan estaba jadeando. Había sido mucho esfuerzo.

—¡Dabra! ¡Quiero que los mates! ¡Por su culpa Majin Boo no salió!

—¡Vamos Gohan! —Shin le mira sonriente. —Esto es lo último. Enójate como dijo tu padre, acabemos con esto de una vez.

Pero Gohan no respondía. Se encontraba muy serio mirando al suelo. Deposito un beso en su hombro.

—¿Gohan?

—E-ese ki viene de... —Gohan me mira horrorizado. Y ambos levantamos la vista al cielo.
Las nubes rosas se unían entre sí. Todo ese poder que se siente, provienen de ahí.

—¡El humo que salió del cascarón está tomando forma! —grita Gohan. Mi cuerpo se tensa por completo. Gohan tenía razón... Majin Boo no estaba muerto.

Y era cierto. Ese humo tomó forma, una silueta gorda aterrizó frente a nosotros.

—N-no puede ser. —susurro. —Vámonos de aquí, Gohan.

—¿Ese de ahí es Majin Boo? —pregunta éste ignorándome.

—Así es...—afirma Shin con temor. —...estamos perdidos. Ya no podremos escapar.

—No lo sé. No parece tan peligroso como usted dice.

Le miro incrédula. ¿Realmente quiere saber?

Majin Boo comenzó a caminar hacia nosotros. Por instinto, reforcé mi agarre en el brazo de Gohan. No me da buena espina, aunque esté actuando como un niño.

—Tranquila. Yo te protegeré. —murmura por lo bajo, mirándome sobre su hombro.

No es momento de sonrojarse. Pero no puedo evitarlo.

—T-te creo. —le sonrío tímida. —Pero deberíamos irnos.

El enano alienígena estaba teniendo una entretenida plática con aquella bola rosada. Era nuestra oportunidad de correr.

—¿Qué es lo que está haciendo? —pregunta Gohan. ¿Por qué debe ser tan curioso?

—Sé que no nos está prestando atención. —me quejo. —Debemos irnos.

Pero no movía ni uno de sus sabrosos músculos. Se quedó ahí viendo la escena en que Majin Boo bailaba. Y de un momento a otro, subió su ki sorprendentemente y atacó a Dabra.

—Mierda. —susurro. Dabra fue aventado a lo lejos... —Se incrementó su ki.

—Lo sé... bastante. —y no lo creí hasta que lo vi. Gohan estaba temblando.
Ahora sí, me siento algo asustada.

—¡Majin Boo! —grita el enano. —¡Mata a esos tres ahora!

Mi cuerpo se tensó por completo. Majin Boo acata las ordenes de ese enano solamente porque tiene miedo de volver al cascarón.

—¡Si serás hijo de...! —me veo interrumpida porque Gohan me toma en sus brazos, cargándome.

—¡Supremo Kaiosama vámonos! —y  vuela a gran velocidad. ¿Por qué me carga? ¡Yo puedo volar sola! —A esta velocidad no nos alcanzará.

Cinco segundos. Solo duró cinco segundos en alcanzarnos.

—¡Frente a ti Gohan! —le grito. Gohan se detiene de golpe y me suelta. Majin Boo había aparecido frente a nosotros.

—¡Muere! —Majin Boo iba a golpear a Gohan, pero me aventé hacia él para alejarlo. Por desgracia, el golpe me dio a mí y me sacó a volar contra una roca.

Lo último que recuerdo, fue ver la mirada de Gohan mientras me llamaba una y otra vez para que no perdiera la conciencia.

Demasiado tarde, una vez cerrados los ojos no los pude volver a abrir.

Lamento la tardanza. Y lamento esta rapidez. Me encanta ver a Gohan con aquel traje completamente nergo, pero me estresa mucho esa escena. -.- Bastante.

¡bueno! Ya Cumber Actualizó. Sonrían :DD Y pronto comenzaré a subir de el otro fic... *cof cof* Goku *Cof cof* ¡EStoy ansiosa por subir de él! Juro que es el amor de mi vida. *-* Kyamamamammmmm...

¡Gracias por leer y escribir!

¡Extraño a Goku!