Llegó el sabio a la sala con el libro del viajero, lo pone en la mesa y lo abre en la página:

La Fortaleza de las tinieblas:

En el vasto y oscuro continente de Narhûndor, se alza la temida fortaleza de Dûrgoth-Khazad, un bastión de sombras y terror en el corazón de las Tierras Sombrías. Esta fortaleza, erigida por el malévolo Señor de las Tinieblas, Urgûl the Dreaded, se encuentra en el centro del Valle de la Desesperación, una región rodeada de montañas abruptas y envuelta en nieblas perpetuas.

Geografía y Ubicación

La fortaleza de Dûrgoth-Khazad está situada en el Valle de la Desesperación, un valle profundo y oscuro flanqueado por las Montañas Gélidas de Nargûl. A través de estas montañas, el único acceso conocido es el Paso de Aradûn, un desfiladero estrecho y traicionero vigilado por las huestes del Señor de las Tinieblas.

Lugares Notables

1.Thrangûl: Una ciudad subterránea que sirve como la principal guarnición de los orcos de Urgûl. Sus laberintos y túneles se extienden por millas bajo tierra.

2.Ered-Morgûl: Las Montañas Gélidas de Nargûl, que rodean el valle, están perpetuamente cubiertas de nieve y hielo. Sus picos esconden cuevas llenas de criaturas monstruosas.

3.Morîth: El Bosque de la Oscuridad, un bosque maldito donde los árboles parecen estar vivos y hostiles hacia cualquier intruso.

4.Thaur-Bathak: La Torre de la Sombra, un faro oscuro en la cima de una colina, desde donde los vigías del Señor de las Tinieblas observan todo el valle.

5.Urûk-Dûn: La Puerta de los Caídos, una entrada colosal a la fortaleza, hecha de acero negro y adornada con runas de miedo.

Cómo Llegar

Para llegar a Dûrgoth-Khazad, los viajeros deben atravesar el Paso de Aradûn. Este paso es estrecho y está constantemente vigilado por los orcos de Urgûl. Los senderos son traicioneros y, a menudo, se ven asaltados por criaturas que sirven al Señor de las Tinieblas.

Puntos Débiles

Aunque la fortaleza parece impenetrable, hay algunos puntos débiles conocidos solo por unos pocos:

1.La Caverna de Thûrgal: Un antiguo túnel subterráneo olvidado por el tiempo, que se dice conecta con las mazmorras de Dûrgoth-Khazad. Su entrada está escondida en las profundidades del Bosque de la Oscuridad.

2.El Río de Urûn: Un río subterráneo que fluye bajo la fortaleza. Se rumorea que existe un paso navegable que lleva directamente al corazón de la fortaleza, aunque nadie ha sobrevivido para confirmarlo.

3.La Llave de Angûr: Una reliquia antigua que puede desactivar las runas mágicas que protegen Urûk-Dûn. Se dice que está escondida en las ruinas de Azhâran, una ciudad olvidada al pie de las Montañas Gélidas.

La búsqueda de Dûrgoth-Khazad es una aventura cargada de peligros y misterios. Solo aquellos con gran valor y sabiduría pueden atreverse a enfrentarse a las sombras que habitan en el corazón de Narhûndor.

El sabio pone un mapa mundi y les indica donde está o se supone donde está.

— La fortaleza esta a norte de aquí, pasando las montañas de los siete picos, y según este mapa no indica que hubiera ninguna ciudad y menos fortaleza, no tiene sentido— Dijo Gromar

— Yo me fiaría de este libro.— Dijo El sabio

Gromar, Sylphar y Aqualon se quedan mirando a el sabio si creerle mucho.

— Si lo dice el sabio yo me fío de su palabra.— Dijo Son

Gromar, Sylphar y Aqualon asineten

La sala se llenó de un silencio tenso mientras todos asimilaban la información del sabio. Gromar, con su habitual escepticismo, frunció el ceño mientras observaba el mapa. Sylphar y Aqualon, aunque menos renuentes, también tenían sus dudas. Sin embargo, la intervención de Son, siempre confiado en la sabiduría del sabio, pareció aliviar un poco la atmósfera.

— Entonces, ¿es cierto que debemos atravesar el Paso de Aradûn? —preguntó Sylphar, su voz mostrando una mezcla de preocupación y determinación.

— Así es —respondió el sabio con firmeza—. Ese es el único camino conocido para llegar a Dûrgoth-Khazad. Pero debemos prepararnos bien. El Paso de Aradûn no es solo estrecho y traicionero, sino también muy bien vigilado.

Aqualon, el estratega del grupo, se acercó al mapa y señaló varias rutas alternativas.

— ¿Y qué hay de estas posibles rutas a través de las Montañas Gélidas? Podríamos evitar el Paso de Aradûn y sorprender a las fuerzas de Urgûl.

El sabio negó con la cabeza.

— Las Montañas Gélidas están llenas de criaturas monstruosas, y sus picos son casi imposibles de atravesar sin el equipo adecuado. Además, los rumores hablan de cuevas infestadas de horrores que ni siquiera los más valientes se atreven a enfrentar. El Paso de Aradûn, por peligroso que sea, sigue siendo nuestra mejor opción.

Kalen, siempre el líder decidido, se levantó y tomó la palabra.

— Está decidido entonces. Nos prepararemos para atravesar el Paso de Aradûn. Gromar, Sylphar y Aqualon, confío en que coordinarán las defensas de la ciudadela en nuestra ausencia. Son, tú te encargarás de organizar la expedición y asegurarte de que estemos listos para cualquier cosa que nos encontremos en el camino.

— Entendido —respondió Son con determinación.

— ¿Y qué hay de los puntos débiles de la fortaleza? —preguntó Gromar—. ¿Podemos usarlos a nuestro favor?

El sabio asintió.

— Absolutamente. La Caverna de Thûrgal, el Río de Urûn y la Llave de Angûr podrían ser claves para nuestra misión. Debemos encontrar la forma de acceder a ellos y utilizarlos para infiltrarnos en Dûrgoth-Khazad. Es una tarea difícil, pero no imposible.

La determinación en la sala creció. Aunque las sombras de Dûrgoth-Khazad eran amenazantes, la compañía estaba lista para enfrentar cualquier peligro. Con el liderazgo de Kalen y la sabiduría del sabio, confiaban en que podrían superar los desafíos que les esperaban en el corazón de Narhûndor.

— Nos pondremos en marcha al amanecer —declaró Kalen—. Que todos descansen y se preparen. Mañana comienza nuestra travesía hacia la fortaleza de las tinieblas.

— No os preocupéis de la segunda y la protección de la ciudadela, tenemos aliados, mandaré emisarios a Rodas, a los elfos grises y a los Minotauros.— dijo Kalen

— Vale, yo mandaré a Kinks para avisar a los elfos y licántropos de él bosque sombrío.— dijo Gromar.

Cuando se disponen a salir Gromar en un tono solemne le dice a Kalen, al sabio y a Son.

— Donde vamos hay mucho que hacer y es peligroso así que vosotros os quedáis sois más valiosos aquí que con nosotros

La declaración de Gromar resonó con seriedad en el ambiente. Kalen, el sabio y Son se miraron entre sí, comprendiendo la gravedad de sus palabras. Kalen, con su porte habitual de líder, dio un paso adelante.

— Gromar, entiendo tu preocupación y respeto tu opinión, pero no puedo pedirle a otros que hagan lo que yo no estaría dispuesto a hacer. Mi lugar está con mi gente, liderando desde el frente.

El sabio, con su rostro sereno y ojos llenos de conocimiento, asintió lentamente.

— Mi conocimiento es valioso, sí, pero también es crucial en el campo. Hay secretos y peligros que solo yo podría identificar y contrarrestar. No puedo quedarme atrás cuando puedo ser de ayuda en esta misión.

Son, con su actitud siempre confiada y resuelta, intervino.

— Gromar, no me subestimes. He enfrentado peligros antes y no pienso quedarme al margen ahora. Cada uno de nosotros tiene un papel que cumplir en esta travesía. Si dejamos que el miedo nos detenga, nunca llegaremos a Dûrgoth-Khazad.

Gromar suspiró, entendiendo sus puntos de vista, pero su rostro seguía mostrando preocupación.

— Lo sé, amigos, pero necesito que entendáis que no podemos arriesgarnos a perderos. La ciudadela y nuestras fuerzas necesitan vuestro liderazgo y sabiduría aquí.

Kalen colocó una mano en el hombro de Gromar.

— Gromar, has demostrado ser un guerrero valiente y un líder capaz. Confío en que tú y los demás protegeréis la ciudadela en nuestra ausencia. Pero este viaje es demasiado importante para delegarlo completamente.

El sabio añadió con una sonrisa tranquila.

— Además, esta es una oportunidad única para aprender y comprender más sobre las fuerzas que enfrentamos. Y no hay mejor manera de hacerlo que estar allí.

Son asintió, respaldando las palabras del sabio.

— Hemos superado muchos desafíos juntos, y lo haremos de nuevo. Confía en nosotros, como nosotros confiamos en ti.

Gromar asintió finalmente, resignado pero comprendiendo la determinación de sus compañeros.

— Está bien. Pero que conste que no me gusta esta decisión. Solo prometedme que tendréis cuidado y volveréis con vida.

Kalen, el sabio y Son asintieron con solemnidad, conscientes de la responsabilidad que recaía sobre ellos.

— Prometido, Gromar —dijo Kalen—. Ahora, preparémonos para partir. Tenemos una fortaleza que enfrentar y una misión que cumplir.

Con esas palabras, la compañía se preparó para emprender su peligrosa travesía hacia Dûrgoth-Khazad, cada uno decidido a cumplir su papel en la lucha contra las sombras que acechaban en el corazón de Narhûndor.

Kalen, el sabio y Son cayeron suavemente al suelo, sus respiraciones lentas y profundas, víctimas del gas adormidera. Gromar se inclinó sobre ellos para asegurarse de que estaban dormidos, luego se volvió hacia Sylphar y Aqualon.

— No había otra manera —murmuró Gromar, su tono lleno de resolución—. Ellos son demasiado valiosos aquí. Nosotros debemos asumir este riesgo.

Sylphar asintió, guardando cuidadosamente el pequeño dispositivo que había liberado el gas.

— Lo entiendo, Gromar. Hicimos lo que teníamos que hacer. Ahora debemos movernos rápido antes de que alguien más se dé cuenta.

Aqualon, siempre el estratega, ya estaba trazando un plan en su mente.

— Debemos tomar el Paso de Aradûn cuanto antes. No podemos permitirnos ser seguidos ni enfrentarnos a una persecución. Con suerte, llegaremos a Dûrgoth-Khazad sin demasiados obstáculos.

Gromar miró una última vez a sus amigos dormidos antes de darse la vuelta, su determinación aún más fuerte.

— Vamos. No podemos perder más tiempo. Nos llevamos a Cesc, así la ciudadela sufrirá menos daños

Con esa resolución, Gromar, Sylphar, Aqualon y Cesc se adentraron en la noche, dejando atrás la seguridad de la ciudadela y a sus amigos dormidos. Se dirigieron rápidamente hacia el Paso de Aradûn, sus pasos silenciosos pero firmes en la oscuridad.

El viaje a través del Paso de Aradûn fue tan peligroso como habían anticipado. El desfiladero estrecho y traicionero estaba lleno de patrullas de orcos y otras criaturas al servicio de Urgûl. Sin embargo, con la destreza de Gromar, la magia de Sylphar y la estrategia de Aqualon, lograron eludir las amenazas y avanzar.

Tras varios días de arduo viaje, finalmente llegaron al borde del Valle de la Desesperación. Desde su posición elevada, podían ver la temida fortaleza de Dûrgoth-Khazad en la distancia, una ominosa estructura que se alzaba en el corazón de las Tierras Sombrías.

— Ahí está —dijo Gromar, su voz apenas un susurro—. Ahora comienza la verdadera prueba.

Sylphar ,Aqualon y Cesc asintieron, preparados para lo que les esperaba.

— Recuerda los puntos débiles que mencionó el sabio —dijo Aqualon—. La Caverna de Thûrgal, el Río de Urûn y la Llave de Angûr. Debemos encontrar una manera de acceder a ellos.

Gromar asintió, su mirada fija en la fortaleza.

— Lo haremos. Por ellos y por todos los que dependen de nosotros. No fallaremos.

Con esa promesa, comenzaron a descender hacia el Valle de la Desesperación, preparados para enfrentar los peligros de Dûrgoth-Khazad y desafiar al Señor de las Tinieblas.